nunca habia escrito algo asi... pero quede demasiado metida cuando leia los primeros capitulos del sexto libro. espero les guste.

Hace meses que Holly ya se había establecida en la PES luego de su última aventura con Artemis y los demonios. Para la elfa era difícil volver a integrarse ya que para ella solo habían pasado unas horas en Hybras pero para los demás habían sido tres años y muchas cosas habían cambiado en este periodo. Pasaba largas horas aburrida a la espera de la acción pero el subsuelo estaba más tranquilo que nunca, potrillo se había encargado de la seguridad y vigilancia con tecnología adelantada mil años luz. La PES vivía momentos de tranquilidad y descanso.

Por otro lado Artemis trataba de reintegrase a la familia y hacer olvidar a sus padres de esos tres años perdidos, el nuevo Artemis era una ejemplo para sus hermanos. Para cualquiera que no lo hubiese conocido antes no podría creer que era un maléfico criminal. No todo iba bien en la vida de estas dos criaturas que aunque no lo habían aceptado nunca se extrañaban mutuamente.

Holly, habla Artemis. – Artemis se arrepentía de haberla llamado sin motivo.

Oh, Artemis ¿Cómo estás? ¿sucede algo?

Sí, bueno… la verdad no.– su voz temblorosa hacían relucir su nerviosismo

¿estás seguro que todo anda bien?- era raro escuchar al genio de Artemis nervioso

Hace tiempo que no nos vemos ¿ninguna misión en la superficie? – la mente de Artemis reaccionaba lentamente, se arrepentiría de esto.

No tengo ninguna misión pero pronto debo hacer mi ritual

… - él no sabía cómo proponérselo

¿Llamabas solo para eso?- Holly guardaba la esperanza de que la conversación dudara un rato mas, ella también lo extrañaba.

Sí, creo que si-

Cuídate, no hagas de las tuyas, fangoso.

Adiós. - ¿Qué había hecho? Artemis repitió cada palabra de la conversación y las reemplaza con las que debieron ser las adecuadas. Él quería verla y la única manera era que viniera a la superficie.

El cerebro de Artemis comenzó a trabajar y no para sino hasta terminar el plan. Llame varias veces a Holly para asegurarse de que vendría la fecha indicada, por muchas veces que la elfa le preguntaba que tramaba él evadía las preguntas.

El día del ritual de Holly había llegado y Artemis se había instalado en un escondite a varios metros del lugar exacto a la espera de la elfa. Llegado la noche de los arbustos salió una figura con las medidas de un niño, debía de ser ella. Artemis observo por los vinoculares la creiatura para estar seguro, era ella.

Lamento infórmale capitana canija que será secuestrada.- Artemis trato de sonar convincente.

Artemis ¿me vas a secuestrar otra vez? – holly sintió escalofríos al recordar su primer encuentro. Hubo un silencio tenso pero se rompió en seguida cuanto Artemis comenzó a reír, algo muy raro en él.

Lo siento capitana… digo Holly. ¿quieres pasar por la mansión Fowl antes de regresar a casa?

La PES no permitiría, además tengo que terminar mi ritual ¿recuerdas?- aremis la miro con ojos picaros y divertidos, parecía un niño normal.

Por eso digo que es una pena que te secuestre.- saco unas esposas de su bolsillo y amarro a Holly. Artemis deseaba que potrillo estuviese viendo esto.

¿Qué hacer, Artemis?

Secuestrándote, es bastante obvio. – ya no sabía que mas decir, estas conversaciones le tenían un poco complicado, para ser especifico las conversaciones con la elfa.

¿hablas en serio? – Holly dudaba que fuera como la primera vez pero la aparente seriedad de Artemis la tenia preocupada.

Muy enserio.

El trayecto a la mansión Fowl fue callado, Artemis estaba nervioso ocupando por primera vez sus dotes atrás del volante de manera legal. Al llegar a la mansión Artemis le quito las esposas, miro a los ojos a Holly esperando algún comentario.

Holly, no te he secuestrado. Bueno no como la primera vez. Eres libre de irte si lo deseas, pero yo qui… me gustaría que te quedases.- Artemis se ruborizo y fijo su mirada al suelo.

No entiendo, Artemis ¿Qué ocurre? – estaba desorientada, no entendía del todo la situación.

Bueno, estuve pensando en el hecho de que no nos veíamos haces meses y que la PES no te permitiría venir, entonces pensé en una solución que no influyera en tu trabajo. Lo último que quiero es que te metas en problemas.

Oh! Entonces me has secuestrado para que nos veamos y yo mantenga mi puesto de capitana. ¿no pensaste que la PES te pueda borrar la memoria o algo?

No, creo que he ayudado bastante al subsuelo, además mandare un mail a potrillo para que no se altere.

Buena idea. y Artemis… gracias por hacer esto… ya sabes el plan… el vernos… te he extrañado… es decir las aventuras, los viajes en el tiempo, eso. Tenía su mirada fija en el piso.

Yo también quería verte. – Artemis tenía una voz segura que daban la sospecha de que había practicado esa frase un centenar de veces.

Con mayordomo subieron al escritorio de Artemis donde conversaron largas horas, luego de mandarle un mail a potrillo, recordando viejos tiempo. Artemis reía como nunca, estaba feliz ¿Por qué se sentía de esta manera al estar a su lado? ¿Cómo era posible que sintiera esa sensación de vértigo si no era humana? Los ojos de Artemis se encontraron con los de Holly hubo otro momento de silencio pero este era cálido y acogedor. El instinto de mayordomo le dijo que no era necesaria su presencia y se fue a la cocina.

Holly, hace un tiempo he querido preguntarte una cosa

Pregúntame.- Holly se sentía más nerviosa de lo que debía estar, a fin de cuentas Artemis era un fangoso y no debían existir nada más que una linda amistad.

Tu algún día…- hubo una pausa, Artemis respiro hondo y continuo. Si algún día lograrías perdonarme por todo lo que te he hecho pasar.- la voz de Artemis sonaba arrepentido pero aliviado de decirlo, era algo que llevaba guardado desde hace años.

¿perdonarte?- Holly no esperaba semejante pregunta. Artemis, todo lo que has hecho por las criaturas y el hecho de que ahora sea una persona distinta a la de antes hace que no haya nada que perdonar. Ahora somos ami…gos - la voz de Holly se quebró.

Si, amigos.

Lamento que no nos podamos ver más seguido, es imposible sacar visados a la superficie si no es para el ritual- la voz de Holly transmitía tristeza, en el fono le dolía mucho más de lo que creía el no ver a Artemis. Tenía la mirada perdida, no quería que Artemis descubrirse la verdad.

Artemis acaricio torpemente la mejilla de Holly, el comprendía mejor que nadie como ella se sentía, por mucho que lo intentase esconder. Holly levanto la mirada y al encontrarse con la misma tristeza en los ojos de Artemis no siento la necesidad de ocultar lo que sentía. Se acerco lentamente a la cara de Artemis, sus labios apenas de rosaban cada vez más cerca hasta que se besaron. Olvidando que eran de dos especies diferentes, pues por dentro se parecían bastante. Artemis continúo el beso que Holly había comenzado y duro más de lo que ambos abrían creído.

Te quiero. - le susurro holly al oído. Artemis le devolvió el cumplido con la mirada, el también lo quería y ambos lo sabían pero la elfa guardaba sus dudas

Quiero escucharlo, Artemis ¿me… quieres?- Artemis se puso nervioso, respiro hondo varios minutos antes de abrir por primera vez su corazón.

Te amo, Holly. – la respuesta de Artemis dejo sorprendida a Holly quien solo logro responderle con un beso.

Mayordomo abre la puerta desesperadamente, no quería interrumpir la escena pero se avecinaban grandes problemas.

La PES, Artemis, nos tiene rodeados. – dijo mayordomo jadeante, los años le pasaban la cuenta y pronto tendría que jubilarse. Artemis y Holly se separaron y ambos enrojecieron aunque la vergüenza no duro mucho, habían problemas.

¿la PES, estás seguro?-

Completamente, además ya me imagino por que viene ¿no saben que estas aquí, Holly?

Lo siento Holly, debí pensar esto un poco mas.- Artemis se sentía culpable y esperaba que no hubiesen represarías en contra de Holly.

No te preocupes, me agrada estar contigo… y con mayordomo y todos… - Holly se estaba dejando llevar por las emociones, una en particular.

Que entren, no somos enemigos ¿verdad?- Artemis arreglaría las cosas o por lo menos lo intentaría.

Potrillo fue el portavoz de la PES, entro por la entrada principal donde Holly tomada de la mano de Artemis lo esperaban. Sus manos juntas llamaron mucho la atención de potrillo.

No me los esperaba ver así, tan expresivos. – sin impórtale que lo miraban directamente a él continuaba con su vista pegada en sus manos.

He cambiado, potrillo. Hemos cambiado.- Artemis ocultaba muy bien su nerviosismo, en gran parte se debía a que Holly sostenía su mano, dando ánimos.

Holly, si vuelves enseguida no habrá represaría para ninguno de los dos. Las criaturas bien saben que le debemos mucho a Artemis y tu eres una gran representante de la PES.

Holly y Artemis se miraron por largos minutos, ella debía irse y él lo entendía. No había futuro para una relación así. La elfa abraso cariñosamente a Artemis. Tengo que volver, le dijo y él lo sabía. La beso en la frente e intento fingir una sonrisa, era algo difícil. Se soltaron la mano, Holly se alejo de espaldas no quería que Artemis viesen las lagrimas que corrían por sus mejillas. Lo siento, Holly ¿sabes que es imposible? - Potrillo se intentaba disculpar aunque no era su culpa. Por la cabeza de Artemis pasaban miles de planes con pocas posibilidades de éxito, había algo que pudiera hacer.

¡Alto!- grito. Potrillo y Holly se dieron vuelta y lo miraron esperando que tuviese un buen plan, el siempre lo tenía.

¿Si, Artemis?

Numero uno está con ustedes en la superficie ¿verdad?

Si, lo hemos traído por si no nos dejabas entrar por las buenas, lo siento.

Perfecto, dile que venga. Tengo un plan. Holly necesito hablar en privado contigo.

Había llegado el momento de ponerse cursi. Artemis sabia por varios libros y novelas en la tele que era necesario si es que de verdad amaba a Holly decirle todo lo que sentía y lo que significaba para él. Hablar de esto no era su fuerte pero había estudiado sobre el tema. Se fueron al escritorio a la espera de que potrillo trajera a numero uno.

¿Qué planeas? – Holly estaba intrigada.

Holly, desde que nos conocimos hemos tenido altos y bajos – se detuvo, su discurso era algo muy copiado de película. Te amo, Holly y la idea de vivir lejos de ti me atormente. Sé que no somos de la misma especie y que es imposible de que algo bueno salga de todo esto pero quiero intentarlo.

Artemis no logro imaginar una vida en la que no estés, pero se me hace más difícil imaginarnos juntos ¿qué haremos?

Tenemos dos opciones y ambas son muy dolorosas. La primera es…- Artemis respiro hondo, lo que iba a decir era complicado. Estoy dispuesto a dejarlo todo por ti, la magia de n°1 es fuerte, lo bastante para poder transformarme en un elfo, por lo menos en lo exterior. Y la otra opción es… - no pudo continuar, no podía pedírselo.

La segunda opción es que me transforme a mí en humana. – sabia que las dos opciones eran únicas si deseaban vivir juntos, pero luego de la decisión no había vuelta atrás.

Si, esas son las opciones. No quiero obligarte a nada si decides la primera o segunda opción estará bien. Por otro lado puedes decir ir con potrillo. – Artemis deseaba que eligiera una de las opciones, no quería perderla.

Quiero vivir contigo, Arty. Ir con potrillo no es una opción. ¿Qué es más fácil? Ayúdame. – holly sabía que la segunda opción era más fácil.

Es más sencillo que te conviertas en humana, te falsificaríamos una identidad, nunca te faltaría nada. Si yo me convierto en una ser mágico no estoy seguro de que el consejo lo permita. Es tu decisión no importa si es más fácil o no. – Artemis era sincero.

Potrillo llego con numero uno a los pocos minutos de que tomaran la decisión. Artemis pidió que N°1 subiera al escritorio donde se encontraban. Solo 10 minutos, había dicho potrillo. Le explicaron brevemente la situación a N°1, él la entendió a media y creyó poder hacer lo que le pedían, era difícil. Los minutos pasaban y N°1 juntaba todo su magia y concentración, llevaba tiempo y solo le quedaban unos pocos minutos. Potrillo se comenzaba a impacientar. Algo estaba ocurriendo en el escritorio y no podía ser nada bueno. Potrillo pidió refuerzo, Artemis había dejado abierta la invitación a todas las criaturas mágicas a la mansión. En cuanto los refuerzo de la PES, que se encontraban rodeando la casa llegaron subieron y derribaron la puerta. Lo que encontraron fue algo realmente nunca antes visto.