Hola a todos los lectores, aclaraciones:

1- Los personajes de digimon no me pertenecen y no gano nada con este fic.

2- No hay ninguna pareja en especial en este fic puesto que es una forma que se me vino a la cabeza de reencontrar a padre e hijo, quizás algo fuerte.

Bueno, espero que les agrade y acepto rewiebs de todo tipo que me pueda ayudar a mejorar este fanfic

Capitulo 1

La habitación estaba revestida de un negro muy fuerte, no se escuchaba sonido alguno, el muchacho que yacía en la cama se levanto aturdido, miro a todos lados para reconocer el lugar, pero ninguna imagen le vino a la mente. Miro la cama donde había estado recostado, intentando reconocerla pero no paso nada, un fuerte dolor de cabeza lo ataco lo que hizo que se recostara, no entendía que había ocurrido, miro a un costado y extrañamente encontró una mesita de noche en la cual yacía un marco y una lámpara de noche, hizo un esfuerzo, agarro el porta retrato y prendió la luz, al mirar la fotografía comenzó a llorar, en ella había un hombre de unos treinta y tantos años, su padre, con un niño en brazos de más o menos dos años, posiblemente su hermano.

El dolor de cabeza se le paso pronto, como pudo se levanto y salió de la habitación donde se encontraba, miro a su alrededor, había frente a él dos habitaciones mas, entro a la primera y allí vio el cuarto de un niño, que estaba seguro de conocer pero no recordaba porque o de quien era, salió sin más directo a la otra habitación y vio una cama matrimonial, junto a las mesas de noche y un par de libros, salió y encontró las escalaras en medio de las dos habitaciones, el dolor de cabeza regreso con fuerza por lo cual se recostó sobre las escaleras.

De ponto comenzó a escuchar gritos provenientes de una habitación abajo, como pudo de levanto y fue directo hasta donde venían, miro por la ventana de vidrio que estaba a un costado y vio a un perro, que le parecía familiar, ladrándole y mirándole asesinamente, entro a la habitación que encontró en frente temiendo que el perro rompiendo la ventana lo atacase y se encontró con el hombre de la fotografía gritando por teléfono, se paró en seco esperando a que no lo descubriera y busco un escondite, el cual hallo debajo del escritorio.

-¿Cómo? ¿NO SABES QUE LE PASO?- grito el de anteojos frustrado- PERO TIENE SEMEJANTE SICATRIZ EN LA CABEZA…ERES SU MADRE HA VIVIDO CONTIGO DESDE HACE MAS DE OCHO AÑOS…NO ME VENGAS CON ESAS…- luego se calmo un poco se sentó en la silla de su escritorio y miro hacia abajo notando al niño, le revolvió el pelo y continuo hablando- se queda conmigo y no se discute, olvídalo Tomoko, esos moretones que tiene más el tobillo lastimado solo marcan tu descuido, se queda conmigo y no se habla más- luego corto la llamada y se quedo un rato pensando.

El niño no entendía nada, estaba seguro había escuchado el nombre de su madre y en el teléfono su voz, miro hacia el suelo, quizás había hecho algo malo y se había metido en donde no debía en el peor momento, pero de pronto sintió las manos de aquel hombre en sus brazos, luego se vio siendo levantado por él y sentado en su regazo, miro confundido no entendía que pasaba.

-¿Cómo te sientes?-dijo mirándolo con ternura.

Se quedo pensado, ¿Por qué su padre lo miraba así? ¿El no lo había abandonado? ¿Qué era lo que pasaba? No entendía nada, su mente era un mil y un pensamientos, todos enredados como en una telaraña, no podía pensar claramente, menos dar una respuesta sin saber cómo hacerlo, por un lado podía decirle todo lo que el sabia al respecto, pero por otro, siempre quiso un padre con él.

-¿Te duele algo?- dijo apartándole los cabellos de los ojos.

De nuevo hubo un fuerte silencio seguido por algún que otro suspiro proveniente del mayor y después de muchos silencio le abrazo con ternura para intentar llegar a algo, se conformaba con la mas mínima muestra de afecto o temor, aunque fuese con un suspiro en ese momento, pero lo único que logro fue hacer que el niño en sus brazos comenzara a llorar.

-Ya, ya, no llores hijo, ya paso- le dijo con una vos sumamente tierna- aquí está tu padre y el no va a permitir que nada malo te pase ¿Está bien?

-Papá- dijo entre llantos.

-Tranquilo Kouichi, nadie te hará daño.

El silencio volvió a llenar la sala, el mayor lo sostuvo dulcemente mientras le acariciaba, el menor no tardo en calmar su llanto, por alguna razón le encantaba que su padre le tratara con cariño y eso que él nunca había tenido trato con él, lo que sabía de él era todo lo que su madre le había dicho, no eran cosas buenas por lo que recordaba, solo que lo abandono y jamás quiso volver a verle por no quererlo.

-Cariño el almuerzo ya esta- dijo entrando una mujer alta y con lentes, para luego pararse en seco y ver la escena- ¿les traigo aquí la comida?

-Si por favor- respondió el hombre mientras le sonreía al pequeño indefenso en sus brazos.

Unos minutos después volvió la mujer con una charola y la dejo sobre el escritorio, se fue sin más que decir mientras ambos no dejaban de mirarse, pero el hambre los traiciono y casi al mismo tiempo sus estómagos rugieron, los dos rieron de aquello y luego el mayor sentó al pequeño en entre sus piernas.

Unos quince minutos después de comer en silencio el de lentes se levanto de la silla y llevo a sus brazos al muchacho, lo meció suavemente para dormir, al escuchar un bostezo saliendo de él comenzó a caminar directo a aquella habitación donde antes había estado. Inmediatamente de salir del estudio la mujer entro para llevarse la loza sucia mientras ambos subían, el ruido de una guitarra eléctrica sonado los saco de sí y despertó al casi dormido.

-Yo arreglo eso- dijo Kousei depositando al menor en la cama y luego salió para la habitación del frente, el sonido de la guitarra seso y en eso volvió Kousei con una manta en manos, se la coloco al pequeño y se recostó en la cama junto con él.

El silencio llenaba la habitación, el pequeño intentaba cerrar sus ojos para dormir, pero tenía varias preguntas en la cabeza sobre lo que pasaba y la principal se le salió de los labios sin darse cuenta- ¿Qué hago aquí?

-Te encontró durmiendo en una banca del parque- contesto el de lentes- estabas profundamente dormido y me quede observándote, quince minutos después note una marca en tu cabeza así que la mire detalladamente, luego cuando intente acomodarte mejor en la banca, note que tenias manchas de sangre en tu remeta, te la levante y vi las marcas en el pecho ¿Qué te paso?

-¿Cómo que me paso?- pregunto mirándolo.

-¿Quién te lastimo?

-Nadie- contesto tocándose la marca en la cabeza y en eso los recuerdos de cuando conoció a Kouji regresaron como un flash.

-No pudo no pasarte nada, algo o alguien te hizo daño.

-Me caí por las escaleras de la estación Shibuya, me torcí el tobillo y me golpee la cabeza- dijo recordando vagamente, pero luego se paró en seco, las marcas en su pecho no tenían sentido con lo que paso en la estación aquella vez.

-¿Las marcas del pecho?

-No lo recuerdo-dijo abrazándolo sin razón.

-No te voy a presionar, cuando estés listo dímelo- dijo pasándole la mano por el cabello- ahora descansa.

-Papá- dijo mirando absorto ante aquel trato.

-Dime.

-Kouji, ¿sabe que estoy aquí?

-No, pero cuando se le pase el enfado por no dejarlo tocar la guitara se lo diré.

-Ya veo- dijo acurrucándose en los brazos de su padre.

-Duerme tranquilo, papá vigilara tu sueño.

Varias horas después Kouji salió de su cuarto, aun estaba enojado con su padre por prohibirle tocar la guitarra-¿Qué sabe el de mi? Como que la guitarra es mi manera de dispersarme, ya me vengare- dijo bajando las escalares.

-No me digas que vas a estar enojado con el todo el día- dijo su madre poniendo en la mesa una taza de té.

-Eso el fue lo que busco- dijo sentándose- gracias mamá.

-Quizás el tenga razón, tu solo tocas la guitarra para olvidarte de todo a tu alrededor.

-El me miente siempre ¿Por qué creerle?

-Es tu padre solo quiere lo mejor para ti.

Kouji termino en silencio su merienda y luego camino de nuevo hasta su habitación desde la aparición de Kouichi en su vida ciertamente su forma de pensar hacia su padre cambio de sobremanera, después de lo que vivió ya no sabía si confiar en su padre o no, para comenzar aun le decía que su madre había muerto, pero al mencionar la palabra hermano este se quedaba callado. En su caminar noto una luz prendida en la habitación de huéspedes, entro en ella y se encontró con una imagen que no deseaba ver, o al menos no tan pronto.

Kouichi, su gemelo, su amado y querido hermano gemelo se hallaba durmiendo en los brazos de su padre y eso no lo podía entender. Desde que él y Kouichi se veían, sabía que su pequeño hermano no se atrevería a hablarse a su padre, no todavía, al menos no tenía valor para hacer el primer intento. Se acerco y noto a Kouichi despertándose y agarrándose la cabeza.

-¿Qué te pasa?- le susurro Kouji con cierto enfado en su mirar.

-Tengo que ir al baño- dijo con miedo de mirarlo a los ojos.

Kouji lo ayudo a salir de la cama con sigilo para no despertar a Kousei, lo acompaño al baño y luego se encerró con el- ¿Qué haces aquí?- dijo sentándolo en el inodoro mientras lo miraba frente a frente.

-No lo sé, papá dice que me encontró en una banca del parque, pero no recuerdo mas- dijo sollozando.

-¡como que no recuerdas!- dijo mirándolo a los ojos.

-No recuerdo nada- dijo mientras se abrazaba a su hermano- No recuerdo nada.

-¿Qué no recuerdas?

-Nada después que salí de clases y fui a casa.

-Está bien, lávate la cara.

-Vete- pidió mirando al suelo.

-¿Por qué? Somos gemelos varones, no tienes nada que ocultarme a mí.

-Tengo que…-

-Kouichi que me estas ocultando.

-No estoy ocultando nada.

-Eso me dijiste en el Digimundo ¿recuerdas? Y me estabas ocultando lo que te dijo ese digimon afeminado que ya no me acuerdo su nombre y que sufrías por ello.

-Debes creerme, no estoy ocultando nada- lo miro a los ojos para asegurarle que estaba diciendo la verdad

Kouji no lo miro con desconfianza- sabes que desde el accidente yo no creo esas palabras, quítate la remera.

Kouichi obedeció y muy lentamente se quito la camiseta dejando ver miles de moretones en su pecho y espalda, Kouji lo examino con la mirada y comenzó a tocar algunas de las marcas, viendo la reacción de su hermano, quien sollozaba ante cada toque.

- ¿Qué te paso?- pregunto preocupado, eran demasiadas marcas para que fuesen de caídas, tropezones o hasta peleas en la escuela.

-No lo recuerdo- dijo negando con la cabeza.

-¿peleaste con alguien en la escuela?- pregunto poniéndole la remera.

-No, Takuya te puede asegurar eso- respondió sonriendo- él es quien me ayuda a evitar a los brabucones.

-Lo llamare después para cerciorarme ¿Seguro no te acuerdas como te las hiciste?

-Sí.

Kouji salió del baño y se quedo parado en la puerta, luego sonrió, al menos le agradaba saber que su hermano se quedaría en casa con el- apúrate un poco papá se dará cuenta de que no estás pronto- luego fue a su habitación y saco de su armario un pijama para prestarle, cuando volvió el ya estaba afuera terminando de arreglarse la ropa muy lentamente- toma, para que puedas estar cómodo.

-Entiendo, no es de tu estilo- dijo tomando el pijama con rayas sonriendo con picardía.

-Si quieres algo mi habitación está al frente de donde estabas, si quieres que te toque algo con la guitarra, muy gustoso lo haré.

-Siempre y cuando no sea Rock- dijo sonriendo mientras se ponía el pijama.

-Basta de bromas, no eres Takuya.

-Lo sé, por cierto, tu perro me mira feo.

-Es dócil, pero como no te conoce te quiere fuera de la casa, si mas tarde estas de humor te llevare con él para que lo conozcas.

-Siempre y cuando no me quiera comer- sonrió.

Kouji lo agarro por la fuerza y comenzó a darle de coscorrones- no me gusta que seas como Takuya, no vas a ser como él ¿escuchaste? Prefiero que seas tú mismo, no quiero pelear con mi hermano gemelo, no aun.

-Si- dijo entre risas.

-Entonces suéltalo- dijo su padre con enfado- No es un juguete para que lo trates de esa manera.

-Lo siento- dijo Kouji soltándolo.

-¿Cuándo llegaste?- pregunto Kouichi mirando intrigado.

-Cuando comenzaron a pelear ¿Quién es Takuya?- dijo acercándose para revolverle el cabello.

-Un amigo que compartimos- respondió Kouji mirando con desagrado a su padre.

-Se lleva muy mal con Kouji pero conmigo se lleva bien, voy a la misma escuela con él, estamos en el mismo salón- acoto Kouichi mientras su padre le revolvía el cabello.

-¿hace cuanto se conocen ustedes dos?

-Hace…- dijo haciendo memoria Kouji- más de un año, será año y medio.

-Perdóname por la mentira de tu madre- dijo Kousei- pero tienes que entender, te escapabas de casa todos los días buscándola, mas de una vez casi te atropella un auto, incluso dejaste de comer, tenía que hacer algo.

-De todas maneras no debiste decirme eso- dijo enfadado.

-Tiene sentido, pudo pasarte algo- intento defenderlo Kouichi, eso para él era una buena explicación de aquella mentira que hasta el conocía bien.

-Dejemos esta charla para después, Kouichi debes descansar- dijo Kousei levantándolo del suelo para llevarlo hasta la habitación.

Kouji le siguió y se sentó en la punta de la cama mientras veía a su padre recostando a su hermano, tapándolo con las cobijas, dándole un beso en la frente antes de irse y dejarlos solos. Kouji no dudarlo ni un momento rápidamente se recostó al lado de Kouichi.

-Kouji- dijo con cierto temor en su vos.

-¿Qué pasa?

-La caída en Shibuya, ¿sabes si me dejo alguna cicatriz?

-No que yo sepa, te dieron de alta el mismo día en el hospital, ya han pasado muchos meses desde aquello, cualquier herida que tengas ya debió sanar.

-Entonces, mi tobillo y mi cabeza…no son de aquella vez.

-¿Te duele el tobillo?- pregunto preocupado.

-Algo.

-Kouichi ¿Quién fue?

-No lo sé, no lo recuerdo.

-Tienes que recordarlo…cierra tus ojos- ordeno acercándose y abrazándolo- relájate no pienses en nada.

-¿sabes lo que haces?

-Mi psicólogo lo hizo una vez, solo que papá me tomaba la mano, pero como no estamos en un consultorio…has caso.

-Bien- obedeció cerrando sus ojos.

-Ahora, no pienses en nada, tómame la mano por si te da miedo.

Kouichi obedeció temeroso- creo en ti- dijo suspirando.

-Ahora solo relájate, piensa en cosas tranquilas como…

-El abrazo de papá.

-Otras cosas.

-Ya se, el sobresaliente que me saque en matemáticas- sonrio recordando aquello.

-Muy bien, piensa en ese momento ¿Qué ves?- dijo pasando su mano libre por los cabellos de su hermano.

-A mi maestra felicitándome de nuevo.

-¿Qué más?- dijo acariciándole la mano.

-Takuya me pide ayuda para la evolución de química de mañana.

-Takuya te pide ayuda ¿tú qué haces?

-Le doy una nota con los libros para que consulte.

-Muy bien- sonrió feliz con sabes que su hermano no era del tipo de persona que él pensaba.

-El se lleva mi carpeta.

-¿Qué hizo qué?

-Luego salió corriendo, ya era salida yo me voy a mi casa.

-¿Qué pasa en el camino?

-Bajo aun gato de un árbol, saludo a un vecino, me encuentro con leo caminando solo.

-¿Quién es Leo?- pregunto intrigado.

-El hijo de mi vecino, tiene dos años- sonrió pícaramente- le gusta que lo levante y que jugué con él.

-¿Qué pasa después?- pregunto suavemente.

-Lo llevo a su casa, me encuentro a su madre muy asustada, pero luego me sonríe y me dice muchas gracias de nuevo, Leo me da uno de los dulces que guarda en el bolsillo.

-Bien, hasta ahora ya sé que eres un niño muy bueno, demasiado diría yo- dijo en burla.

Kousei entro con una taza de té y un platillo con galletas para el muchacho, al ver la escena se quedo mirando atentamente, se acerco y dejo la taza a un costado de la mesa de luz.

-Bien, pasemos a cuando llegas a casa ¿Qué ves?

-A mamá, voy corriendo a saludarle, ella me abraza y me pregunta cómo me fue, yo respondo que bien.

-Kouichi hoy no fuiste a la escuela, tu madre llamo al director porque no te ve desde anoche y no sabía nada de ti hasta que le llame- interrumpió Kousei.

Kouichi comenzó a acelerar la respiración al escuchar esas palabras, preocupado Kousei se acerco y le tomo la mano para tranquilizarlo, en tanto Kouji lo agarro con fuerza y le dijo- escucha nada te hará daño, estoy contigo, no te pasara nada ¿Qué ves?

-Kouji- dijo Kousei con enojo.

-El cinturón blanco con la hebilla de águila.

-¿Qué más? - continuo Kouji esta vez tomando con fuerza la mano de su hermano- no te va a tocar ¿Quién sostiene ese cinturón?

-El- dijo comenzó a moverse de lado a lado violentamente.

-Escucha, cuando cuente hasta tres vas a despertar- dijo Kousei con enojo, aunque al menos ya sabía de donde provenían las heridas- Uno, nada te hará daño lo que estás viendo son solo visiones del pasado, cosas que ya pasaron ¿está bien hijo?, dos, ahora respira profundo y tranquilamente, tres- seguido hizo un chasquido.

Kouichi abrió sus ojos comenzando a llorar e inmediatamente busco la protección de su padre, quien lo levanto de la cama y lo abrazo, Kouji en tanto comenzó a atar cabos con la información dada, sabía que su madre no podía ser, era un hombre, con una hebilla en forma de águila en su cinturón y qué frecuentaba la casa de su gemelo.

-Ya paso, ya paso- le dijo Kousei abrazándolo- ese tipo no te hará daño de nuevo, sea quien sea no te volverá a tocar, lo prometo.

-¿Quién será?- se pregunto Kouji tomando la información de su cabeza.

-Se termino, no se habla más- ordeno Kousei- Kouji si no tienes nada mejor que hacer que asustar a tu hermano enciérrate en tu habitación.

-Si eso are- dijo decidido y se fue.

Continuara