La arena ondeaba con el aire caliente del desierto, brillaba como oro puro ante los rayos del sol dorado relajado el alma del que llamaban 'El demonio del desierto' pero aún con todo eso su alma podía descansar pero su corazón dolía, dolía como jamás había dolido pues veia como te alejaban de mi.

En Suna yo era el gran señor, Kazakage de la gran nación del viento.

Era mi amo y mi juez, la vida era mía y sólo para mi pero por mi arrogancia tarde lo entendí perdiendo lo que más amaba, perdiendo ala única persona que amo al Demonio del desierto.

De mi pesar no se escapar y mucho menos saben mis hermanos como sacarme.

Cierro mis ojos y la puedo ver aún, la deje observar mi alma y tomar mi corazón.

No puedo soportar tu ida mi querida Hime, se muy bien que tu no querías dejarme pero te obligaron a huir y aunque hayas huido aún no te vas.

Aún no comprendo el por que te llevaron lejos de mi cuando gustosos te entregaron a mi, me atormentas, me calmas, me hieres, me mueves, eres la unica que me da paz.

Mis hermanos me observan indiferente pero conocen el dolor que tu ida me provoca a cada segundo con sólo mirar mis ojos.

En mi torre sentado en mi escritorio sueño que al fin cruzas esa puerta llena de ilusion como la primera vez que llegaste a mi.

Pero la verdad es que anhelo vuelvas a mí, que vuelva tu amor, detesto el dolor que da el amor pues me ahoga en la oscuridad pues tu eras mi luz Hinata.

Hicieron que la distancia se interpusiera entre los dos, pero tu encanto se quedó a mi lado.

Sé que no querías dejarme mi hime, aunque te desvanesiste como el sol cuando se oculta para dejar libre el cielo para la luna y su oscuridad, pero a pesar de esa oscuridad sigues iluminándome con tu recuerdo, pues tu luz inspira quien soy hoy.

En mi torre de añoranza pasó los días soñando que al fin cruzas esa puerta que abierta se encuentra para ti llena de ilusión, las noches lleno de aflicción las pasó en nuestra habitación, aquella habitación que fue testigo de nuestro amor.

Al pasar los meses cai en la desesperación y perdi toda esperanza, porque, por que regresaría, ¿quién podría amar a una bestia?.

Hasta que un dia cualquiera alzando la mirada hacia esa puerta que aún espera tu regreso veo algo que jamás vi, el sueño de tu regreso amor pero un bulto en tus brazos me saca de mis pensamiento.

Eres tu, eres toda tu con tus sonrisas, sonrojos y miradas dulces que al levantarme me hace quedar vulnerable ante ti.

-Volviste...

- Claro que regresé Gaara, jamás te abandonaré otra vez.-habla segura mi hime

- Jamás?.- comentó inseguro pues ella me da esa libertad de serlo.

- Ahora estamos juntos Gaara, vamos a a estar bien.

- Espere tanto esto Hinata.-digo abrazandola hasta que escucho pequeños gemidos de aquel bulto que en sus brazos carga. - Pero que es esto?.

Puedo notar a mis hermanos a unos metros de distancia de nosotros sonriendo y observandonos con lágrimas en los ojos, a Temari siendo abrazada por Shikamaru y mi cuñada Sari siendo abrazada por Kankuro.

Hinata trae de vuelta mi atención a ella con una caricia de su delicada mano a mi mejilla y sonriendo destapa la delgada manta para dejar ala vista a un hermoso ser de piel blanca como porcelana, nariz respingada, ojos agumarina y cabello rojizo.

Sin palabras en mi boca levantó la mirada sorprendido y temeroso observo a mi hime notando su mirada cálida y con esa mirada lo supe, este era el regreso de nuestro amor.

-Te amo hime...- dije tomando su rostro y besandola tiernamente para escuchar un suave susurro sobre mis labios.- tambien te amo Gaara-kun.

Holas mis hermosos lectores hoy los consiento con esta pequeña historia de Gaahina.

Espero que les guste mucho.

Esta inspirada en la canción de la película

La bella y la bestia - vuelve el amor de Jair Campos.