Un nuevo Mañana

La música se detuvo y aún se podían observar a los chicos de pie sobre el escenario hasta que las luces se apagaron y los tres salieron de ahí aún con los eufóricos gritos de los fans. El concierto había terminado.

—¡Hoy de nuevo estuviste genial, Hiyori-chan! —alagó un alegre castaño a una albina.

—Gracias —respondió sonriente— Ustedes también estuvieron genial, Hikaru, Azusa.

—Nee~ ¿Por qué no vamos a celebrar?

—¿Celebrar qué? —preguntó esta vez un peliverde de ojos morados dirigiéndose al castaño.

—No lo sé, otro concierto juntos, un día más respirando, sólo quiero una fiesta con nosotros tres —la chica soltó una pequeña risa. Tan energético como siempre.

—Lo siento, creo que esta vez paso.

—¿Eh, por qué Hiyori-chan?

—Estoy cansada, luego de este concierto sólo quiero recostarme—mostró una pequeña sonrisa—. Me adelantaré, nos vemos luego —se despidió y se fue de allí dejando a ambos chicos preocupados, sabían que no estaba siendo honesta.

-Mientras tanto en el Master Curse-

Masato se estaba arreglando para ir a una de las fiestas de su familia a la cual él se encontraba invitado, mientras que Ren sólo lo veía extrañado.

—¿Por qué irás? Sabes que no tienes la obligación de asistir desde que estás ocupado con el trabajo de idol.

—Será la primera vez de Mai-chan en una de esas fiestas y no quiero dejarla sola, sabes lo aburrido que es.

—Yo no puedo ir, tengo trabajo, pero mándale un saludo a la pequeña de mi parte —Ren guiñó un ojo refiriéndose a Mai.

—No lo haré.

—Que serio —rió un poco y Masato salió de la habitación.

Una hora después Masato estaba en la fiesta junto con su hermana procurando no dejarla sola, aunque esto no siempre era posible pues había ocasiones en que la gente se acercaba a hablarle y se alejaba un poco de ella. En cuanto a Mai, era feliz de poder estar con su hermano, sin embargo el tiempo que pasaba con los demás comenzaba a alargarse y ella ya se había aburrido.

Comenzó a pasearse por el lugar hasta que dio con una puerta que daba a la salida. No pudo evitar las ganas de salir a explorar por un momento así que cautelosamente salió tratando de no ser vista.

-En otro lugar-

Hiyori se había cambiado a su ropa normal y caminó hacia una especie de parque en el cual había un quiosco. Se sentó en él mientras contemplaba el cielo nocturno que era iluminado por las brillantes estrellas.

"Hiyori-chan, nosotros siempre estaremos juntos, y juntos… le demostraremos al mundo el poder de nuestra música. Así que no te preocupes, porque tú eres la única para mí" Aquel paisaje que contemplaba hizo que le llegara a la mente aquel día que hizo una promesa que nunca se cumplió. El recordar aquella hermosa sonrisa y gentil voz hizo que las lágrimas comenzaran a brotar mientras sólo permanecía con un semblante serio.

—¿Por qué lloras? —se escuchó la voz de una niña y Hiyori volteó a verla algo alarmada. Se trataba de una pequeña peliazul de cabello corto y unos grandes ojos de un color morado la cual vestía muy elegante.

—¿Dónde están tus padres? Es peligroso que estés sola de noche.

—Mis padres y mi hermano mayor están cerca. Además, si es peligroso estar sola… ¿Por qué tú lo estás?

—Yo soy mayor —contestó y la niña sonrió mientras se sentaba a su lado.

—Pero tú eres famosa.

—¿¡Qué!? —se había alarmado pues no había actuado como debía hacerlo frente a las cámaras o a sus fans.

—T-tranquila, si no quieres no le diré a nadie, te lo prometo. La verdad yo no te conocía hasta hace un momento, cuando venía para acá vi un montón de anuncios sobre el concierto de una banda y te vi ahí.

—Y-ya veo, p-pero… gracias... por no contarlo —una ligera sonrisa se dibujó en su rostro.

—¡Mai! —gritó Masato parado a unos metros de ellas, tenía la respiración agitada y su rostro lucía muy preocupado.

—¡Nii-sama! —Mai se levantó al ver así a su hermano y fue a abrazarlo— …lo siento.

Hiyori al ver que su hermano era Hijirikawa Masato se sorprendió un poco, aunque eso explicaba el parecido que le tenía y lo elegante que vestía.

Se levantó y comenzó a caminar para irse de ahí, pero Masato al ver que alguien comenzaba a alejarse se preocupó por Mai al pensar en que fuera alguien que había querido hacerle algo.

—¡Espera! ¿Qué es lo que haces aquí? —preguntó serio y ella se detuvo y volteó a verlo.

—No hice ni planeaba hacer algo si eso es lo que te preocupa —contestó seriamente para después voltear a ver a Mai que se encontraba a un lado de su hermano— Adiós Mai-chan —agregó sonriente y Masato se sonrojó ligeramente al verla. Sus cabellos blancos, sus ojos azules, sus facciones tan detalladas y su sonrisa…

—¿Un ángel? —Masato murmuró bajo que no pudieron escuchar y ella se fue del lugar— ¿Quién era ella Mai-chan? —preguntó con curiosidad y Mai desvió la mirada un poco.

—No lo sé —mintió. A pesar de que era su hermano al que no le guardaba secretos, no quería romper su promesa con la chica. Además no era del todo mentira pues no conocía su nombre. Masato al recibir esa respuesta dejó de insistir. La regañó un poco por haberse ido sola y después volvieron juntos a la fiesta.

Hiyori siguió caminando hasta llegar a un departamento y entró en él.

—¡Hiyori-chan! —Hikaru corrió hacia ella apenas la vio— Tardaste mucho, y ya es de noche ¿Estás bien? —preguntó preocupado el castaño mientras la examinaba con la mirada.

—Sí, es solo que me encontré con alguien.

—¿Eh? ¿C-con quien…?

—Se-cre-to —respondió Hiyori divertida y Hikaru ha hecho un puchero.

—Sigues comportandote como un niño —comentó el peliverde que los observaba sentado en un sofá para entonces levantarse quedando frente a ella— ¿No estabas cansada?

—¿Eh? a-ah… s-sí… —desvió la mirada, y entonces Azusa entrecerró los ojos.

—¿Qué sucede? —Hiyori pensó en mentir una vez más, pero tratándose del peliverde no podía mentirle dos veces seguidas. Él era de las pocas personas que la conocían bien, y siendo que además era muy perceptivo, casi siempre resultaba imposible engañarlo.

—Yo… fui descubierta —confesó. Ambos chicos se preocuparon de inmediato— Pero no es alguien de quien nos debamos preocupar, así que...

—Tuvimos suerte por esta vez, pero debes ser más cuidadosa, sabes qué ocurriría si alguien te delata —Azusa la regañó seriamente y Hiyori puso un rostro aún más triste.

—¡Azusa! —exclamó Hikaru al escuchar esas palabras. Sabía que lo que decía era cierto, pero esa no era la forma de decírselo, ella era muy frágil en ese momento y ambos lo sabían.

—…Lo sé, lo siento, seré más cuidadosa.

—Hiyori… lo siento, no fue mi intención decírtelo así, pero yo… no quiero perder a un miembro importante para nosotros.

—Lo sé —contestó Hiyori con una sonrisa triste.

—Vamos, quiten esas caras. Nunca permitiré que Hiyori salga del grupo, así que no hay que preocuparse por eso, hay que mirar hacia el futuro ¿no?, y hablando de eso… ¡tenemos un nuevo trabajo~! —anunció alegremente, esperando quitar esa atmósfera.

—¿¡Enserio!? —preguntó Hiyori animada, pues si bien su grupo ya era bastante conocido, siempre aprovechaban cualquier trabajo que tenían para expandir sus fronteras.

—Sí, seremos invitados especiales en un programa de variedades, competiremos con otro grupo en un juego de preguntas. ¿No es genial? Si tenemos a Hiyori-chan de nuestro lado de seguro ganaremos —dijo con el brazo rodeando el cuello de la chica.

—El único que me preocupa eres tú —admitió Azusa.

—¿Ehhhh? —Hikaru hizo pucheros desanimado y Hiyori ha reído un poco.

Al día siguiente fueron al programa y resultó que el equipo con el que competirían sería STARISH, algo que los había entusiasmado ya que sabían que era un grupo de idols famosos.

—Bien, comenzaremos el juego, las reglas son simples, sólo les diré la pregunta y quien apriete el botón primero es el que debe de contestar. Sólo tienen 10 segundos para contestar y quien conteste más preguntas correctamente al final del juego será el equipo ganador —el anfitrión del programa explicaba las reglas del juego.

—Pero nosotros somos siete y ellos sólo tres, ¿no creen que es algo injusto? —preguntó Syo.

—El número de personas en el equipo contrario no es algo que nos importe. Nosotros ganaremos ¿no es así? —preguntó Hikaru sonriente a sus compañeros.

—Nos estás encargando todo —suspiró Azusa.

—Que cruel —se quejó Hikaru.

—¿Entonces están de acuerdo con eso? —Preguntó el anfitrión y ellos asintieron— Bien, entonces comencemos.

El juego comenzó y al principio los únicos que contestaban eran algunos de STARISH y Azuza.

—Vaya, parece que STARISH lleva la delantera, ¿Qué estará pasando con Spinners of tale? —preguntó el anfitrión.

—Vamos Hiyori ¿por qué no contestas? —preguntó Hikaru.

—No es algo que me interese hacer —contestó indiferente, siguiendo su papel.

—Pero si ganamos tendríamos más fama y podrás tocar más —al decir esto Hikaru se vio como Hiyori se animó.

—Entonces supongo que tendré que participar.

—Llevamos la delantera y falta poco tiempo, aunque contesten más preguntas es probable que ganemos —dijo Tokiya analizando las cosas.

—Entonces tendríamos que contestar todas las que resten ¿no? —a Hiyori parecía no importarle lo que Tokiya había dicho.

—Parece que las cosas se animaran por aquí, entonces… ¡Empecemos!

Apenas terminaba de hacer las preguntas, Hiyori tocaba el botón rápidamente sin dejarle oportunidad a los de STARISH, además de que para sorpresa de todos ella siempre respondía correctamente y sin titubear.

El juego terminó y Spinners of tale ganó.

—¡Que sorprendente, Kasamatsu-san consiguió la victoria! —anunció el conductor— ¿Cómo es que sabes tanto?

—Un chico me enseñó muchas cosas desde que era pequeña.

—¿Acaso se trata de alguien especial? —insinuaba haciendo referencia a algo romántico a lo que ella respondió fríamente.

—No. Yo sólo soy capaz de sentir pasión y emoción con el Rock —Al escuchar esto Hikaru tenía un semblante serio que no todos notaron.

El programa terminó y todos los de STARISH se sentían un poco frustrados de haber perdido aquella competencia, en cambio Hikaru estaba muy alegre a pesar de que era molestado por Azusa por no haber contestado ni una sola pregunta.

Los chicos de STARISH se retiraron del edificio para seguir con sus trabajos a excepción de Masato, quien Hiyori pudo ver que se dirigía a la azotea del edificio y lo siguió, diciéndoles a Hikaru y Azusa que la esperaran afuera.

Subió a la azotea y al abrir la puerta observó a Masato quien se encontraba contemplando la vista, y al escuchar el ruido de la puerta, volteó a verla y después volvió a dirigir su mirada a la ciudad.

—H-Hijirikawa-san… ¿Mai-chan le dijo algo? —preguntó pues tenía miedo, ya que aunque él ahora sabía quién era, podía que le dijera algo acerca de su comportamiento o de que la había visto llorando, cosa que le causarían muchas molestias y problemas en su trabajo.

—¿Acaso hay algo que tenga que decirme? —preguntó confuso aliviando un poco a la albina.

—No, realmente no. Creo que es hora de irme. Con su permiso —hizo una leve reverencia sólo para después acercarse a la salida y abrir la puerta, pero antes de que se fuera Masato le habló.

—Espera —al escuchar que la llamaba Hiyori se detuvo para escucharlo— ¿Qué es lo que estás ocultando? — Hiyori dudó en decírselo, pero al ver sus ojos vio que no era una mala persona, que era confiable.

—… Digamos que… tengo cosas que ocultar y cosas que fingir, hacer eso… es mi única oportunidad. Me obligan a hacer algo que no quiero para cumplir mi deseo egoísta —luego de responder su pregunta se fue de inmediato.

Masato se había quedado sorprendido al escuchar eso. ¿Acaso ella lo comprendía?

Flash back

Masato salió de su casa por un momento, necesitaba un descanso antes de volver a una de esas reuniones de negocios a las que era obligado a asistir, pues al ser el heredero, necesitaba aprender de ellas.

Estaba nevando y ya llevaba un rato afuera caminando por lo que pensaba regresar, sin embargo al caminar cerca de un pequeño parque se escuchó el sonido de un teclado. Volteó a ver de dónde provenía ese sonido y observó a una chica pelinaranja tocando aquel instrumento.

"Estrellita dónde estás" una canción simple, y la forma en que la tocaba no era demasiado diferente como para hacerla notar, pero… había algo que le impedía seguir su camino y dejar de escucharla.

Unos niños le aplaudieron y sin darse cuenta él también estaba haciendo lo mismo, aunque no de forma tan animada como hacían los pequeños.

—¿Dónde... aprendiste a tocar?

—Ah, mi abuela me enseñó.

—¿Cómo es que esa canción puede ser tan buena? —preguntó confundido.

—¿Eh, a qué te refieres?

—Es una canción muy simple pero… era muy cálida, era genial —al oír esto Haruka ha sonreído un poco.

—Las canciones tocadas con el corazón son las mejores ¿no?

—Sí. —asintió y se sentaron en una banca del parque para seguir hablando.

—Pronto quiero estudiar música, en la Academia Saotome. Quiero ser compositora.

—Debe ser genial ¿no? Poder seguir tus sueños sin que nadie te lo impida.

—¿A qué te refieres? Tú también puedes hacerlo.

—No, mi familia nunca aprobaría que estudie música, soy el heredero de los negocios familiares, así que no puedo hacer otra cosa más que aprender de los negocios. Ellos ya eligieron mi vida desde que nací. No puedo hacer nada.

—Te equivocas. Si tu sueño es otro deberías luchar para poder lograrlo, incluso si tu familia no lo aprueba, tú debes seguir tus sueños, porque eso es lo que en verdad te importa y te hace feliz. Uno no puede vivir complaciendo a los demás, por que a fin de cuentas es tu vida, no puedes negarte tu propia felicidad.

Aquellas palabras abrieron los ojos de Masato. Ella tenía razón, si eso es lo que en verdad lo hacía feliz, no podía rendirse tan fácil.

Por los próximos días Masato siguió insistiendo y rogando que lo dejaran poder cumplir sus sueños, soportando una y otra vez las respuestas de su padre que no lo dejaba hacer tal cosa, hasta que un día, con el apoyo de su abuelo le autorizó esto, sin embargo tendría una condición.

"Puedes estudiar música por un tiempo, pero tienes prohibido relacionarte demasiado con otras personas, especialmente con chicas. Sigues siendo el heredero de la familia financiera Hijirikawa, por lo que debes salir con alguien digno de la familia, alguien a quien yo escogeré"

Masato se había alegrado por el hecho de que al fin podría estudiar música, sin embargo sentía un vacío, pues esperaba poder hacerlo rodeado de nuevas personas, y también con aquella chica que le dio el coraje para poder hacerlo.

Fin flash back

—Conque te obligan a hacer algo para cumplir tu deseo egoísta… eh.

Mientras tanto en un lugar no muy lejano

—Hiyori ya se tardó ¿no? —preguntó Azusa a Hikaru, quienes se encontraban un tanto lejos del edificio de donde había sido el programa en el que compitieron con STARISH.

—Sí. Iré a buscarla —avisó Hikaru y se fue de allí.

Hiyori acababa de salir del edificio y caminó por un pequeño parque que estaba frente al edificio cuando chocó con alguien.

—Oh, lo siento ¿estás bien? —se escuchó una gentil voz masculina preocupada que ella reconoció al instante y alzó su mirada para ver a aquel chico que estaba parada frente a ella—. Oh, pero si eres tú, Hi-yo-ri-chan~ —cambió su rostro preocupado por uno divertido. Hiyori comenzaba a temblar— ¿Sabes? Hace rato vi tu trabajo. Supongo que te enseñé bien ¿no? Pero sabes~ no está bien mentir. Pensé que lo que más odiabas eran las personas que mentían, ya sabes… las personas falsas —había una sonrisa malvada en su rostro.

Hiyori no aguantaba escuchar decir eso a Zero. Las lágrimas querían salir, pero no podía decir nada, las palabras no salían de su boca y sus piernas no le respondían… se sentía tan débil frente a él, no soportaba oírlo decir aquellas palabras.

—¡Hiyori! —gritó Hikaru acercándose a ella rápidamente al verla con Zero. Llegó hasta donde estaban y la abrazó mientras fulminaba con la mirada a Zero— ¡¿Qué haces aquí?!

—Jajaja pero si es Hikaru-kun, ja ¿Por qué me miras así? No sueles ser así, el pensar que mi presencia te pone así… es muy divertido —admitió sonriente. Tal parecía que sólo estaba jugando con ellos y lastimándolos.

—¡TÚ…!

—¡Zero-sama! —exclamó un chico acercándose a ellos y Zero volvió a poner una cara amable— ¿Uh, qué hace aquí?

—Nada, solo saludé a unos viejos amigos. ¿Nos vamos? —preguntó y él asintió alegre ante aquella gentil sonrisa.

—Tan falso como siempre… —dijo Hiyori en un pequeño murmullo que Hikaru no escuchó.

—¿Estás bien? —preguntó preocupado una vez que Zero y el otro chico se alejaron de allí.

—S-sí, supongo que sólo me sorprendió un poco el encontrarlo de repente —respondió con una pequeña sonrisa. La verdad era que estaba destrozada por dentro, pero ya no le quería causar más problemas ni abrirse demasiado de nuevo con alguien, por lo que decidió mentirle, no era como si le costara mucho trabajo hacerlo, ya estaba acostumbrada… Se había convertido en el tipo de personas que ella odiaba.

—Tsk nunca perdonaré lo que te hizo, no volveré a dejarte sola —dijo Hikaru molesto.

—Vamos Hikaru, ya no importa. Tú mismo lo dijiste "Tenemos que mirar hacia el futuro" ¿no? —ante su sonrisa él asintió más calmado, pero la verdad a Hiyori le parecía irónico el que ella fuera quien dijera eso cuando era ella quien vivía más aferrada al pasado.

Horas más tarde en el Master Curse

—Hijirikawa-san —Haruka se acercó a él.

—¿Qué pasa, Nanami-san?

—E-esta noche como todos ya estábamos libres planeábamos hacer algo juntos y nos preguntamos si…

—Lo siento, no podré ir con ustedes.

—Hijirikawa-san… nos preocupa el que siempre estés tan solo. Convivir con los demás podría ser algo bueno para STARISH, y también para ti.

Masato sólo guardó silencio ante eso y Haruka lo tomó como un no.

—Con su permiso —la chica hizo una leve reverencia y salió de allí.

—¿De nuevo se ha negado? —preguntó Syo serio.

—Masa… —susurró Otoya con un rostro triste por su compañero.

—Sí, tal parece que no quiere —respondió Haruka a todos los chicos.

Masato podía escuchar los comentarios de sus compañeros, y lamentaba no poder hacer algo para dejar de preocuparlos, pero él ya se había acostumbrado a estar solo por las condiciones de su familia.

Siguió caminando y salió a dar un paseo por la calle. Llegó a un pequeño salón de música en el cual se podía escuchar una débil voz de alguien que cantaba con una voz seca alguna canción.

"Este mentiroso corazón cayó tendido y tú comenzaste a reír"

"Quiero cortar todo y volver atrás en el tiempo

Me di cuenta de que tu regreso sería algo imposible

¿Era un ideal más?

Estoy llorando lágrimas desbordantes y tú

Haz comenzado a reír

Y al igual que yo tú también llorabas y

Como las despedazaste haz vuelto a reír

Quiero volver atrás para cambiar mi destino trazado

Esta mentira se está destruyendo y comienzo a reír

Casualmente mentiste

Quiero retroceder a esos recuerdos lejanos

De ti sonriendo, de mí rompiéndose. "

(NA: La canción es Flashback [Akiakane])

Aquella canción llamó su atención y sin notarlo ya había entrado a aquel salón, para encontrarse con que Hiyori era quien cantaba esa canción.

—H-Hijirikawa-san ¿Qué hace aquí? —preguntó formalmente tratando de ocultar su molestia al saber que la escuchaba en secreto.

—Estaba dando un paseo —contestó serio.

—Ya veo —se levantó del suelo y luego de sacudir un poco su pantalón dirigió su mirada al chico frente a ella —Tengo que cerrar el lugar, por favor salga.

Hizo caso a lo que dijo, y una vez afuera del local de música, se dedicó a observarla en silencio mientras ella cerraba con llave el lugar hasta que reunió algo de coraje para poder preguntarle algo que lo tenía un poco inquieto desde su último encuentro con ella.

—Lo que dijiste después del programa… ¿era verdad? —Masato sabía que no debía involucrarse con otra persona, en especial con una chica, pero… ella llamó demasiado su atención desde su primer encuentro.

—Me he vuelto una mentirosa, así que si quieres creerme o no será tu decisión.

—¿Y qué pasaría si decido creerte? —la chica lo miró fijamente por un momento.

—Entonces no sé por qué harías tal cosa —planeaba irse de allí, pero en cuanto se dió la vuelta la voz de Masato la retuvo una vez más.

—… Porque entonces tendría alguien que me entendiera, y a alguien a quien yo entendería.

Hiyori se volteó hacia él de manera brusca, mostrándole una mirada molesta al hablar de ella como si realmente la conociera, pero al toparse con su semblante tan tranquilo lo dejó seguir hablando al pensar que tal vez si se explicaba sus palabras cobrarían sentido.

—Mi familia siempre ha sido muy estricta conmigo. Desde que nací ellos eligieron toda mi vida. Sólo me ven como a alguien que pueden moldear para tener al heredero que siempre quisieron y no me dejan ser yo mismo.

Desde pequeño mi educación fue estricta y ni siquiera podía comer frente a mi padre por miedo de hacer algo mal. En cambio podía sentirme a gusto con mi mayordomo, incluso me enseñó a tocar el piano, y de inmediato descubrí mi amor por la música. Cuando tocaba… podía ser yo mismo y plasmar mis sentimientos en aquel instrumento, encontré un lugar de paz en mi turbulento mundo.

Un día cuando crecí les pedí que me dejaran cumplir mi sueño de estudiar música pero ellos no me lo permitían. Seguí tratando de convencerlos hasta que lo logré, pero como condición de que no me relacione con las personas. Odio no poder construir mi sueño junto a las personas que me apoyan, por no poder dejar de preocuparlos. Pero… esa es la única forma en que puedo cumplir mi sueño.

—¿Y por qué debería de creer todo lo que me estás diciendo? —preguntó Hiyori quien la había escuchado atentamente hasta ahora.

—… El que quieras creerme o no será tu decisión.

—… ¿Y si quiero creerte? —dijo mirando al suelo y apretando sus manos.

—Entonces yo sí entendería por qué lo haces.

Hiyori vio fijamente a Masato. Aquella mirada le brindaba tanta seguridad y tranquilidad a pesar de que se había prometido a ella misma que ya no volvería a confiar en alguien aparte de Hikaru y Azusa.

—… Desde que tengo memoria ya conocía a mis dos amigos de la infancia, Zero y Hikaru. Los tres amábamos la música, y cuando crecimos Hikaru se fue a Himawari, la agencia en la cual formaría una banda de rock, y yo me fui a Raging Entertainment con Zero. Ambos estábamos enamorados y cuando debutáramos estaba planeado que yo me convertiría en su compositora. Siempre era amable con todos, pero conmigo actuaba de forma distinta, siempre me cuidaba y protegía, decía que era algo especial. Pero a un mes de debutar encontró a un compositor que era mejor que yo y entonces me dejó atrás… y dejó de fingir. Me dijo que ahora ya no le servía y sólo le sería un estorbo, por lo que ya no era necesario actuar frente a mí o a Hikaru. Aquellas palabras me destrozaron por completo.

Como no tenía pareja con la cual debutar esa agencia me rechazó. Hikaru se enteró de todo y pude ver una cara de odio que nunca había visto en él, se molestó realmente con Zero, pero sé que también le dolió, después de todo era su mejor amigo.

Como todavía quería componer, Hikaru me unió a su grupo como guitarrista principal y compositora del grupo, sin embargo la agencia dijo que mi personalidad no iba bien con el grupo, era demasiado blanda y daba pena a su lado, por lo que me dieron una nueva con la que debía actuar todo el tiempo "una fría y desinteresada chica que sólo es capaz de mostrar pasión con el rock" dijeron que así al menos podría ser más interesante.

Aún no puedo olvidar a Zero y no le he contado nada a nadie para no generar más odio en Hikaru. Yo… ya no quiero vivir aferrada al pasado —Sus mejillas estaban llenas de lágrimas desde hace un momento y al no poder más abrazó inconscientemente a Masato, quien de inmediato se sorprendió y sonrojó ante aquel gesto, pero al ver a la chica llorando reunió valor y la abrazó nerviosamente mientras desviaba su sonrojado rostro. Esa fue la primera vez que Hiyori se había desahogado con alguien.

—A-Ah lo siento —Hiyori se disculpó separándose al darse cuenta de lo que había hecho.

—No importa. Esa también fue la primera vez que hablo con alguien de eso. Gracias por escucharme — le mostró una ligera pero hermosa sonrisa.

Hiyori se sonrojó solo un poco y después ha sonreído.

—Hijirikawa-san, sé el acuerdo que tienes con tu familia y si no quieres no te obligaré, pero… ¿Podríamos volver a vernos? —no estaba segura de qué estaba haciendo, pero sabía que como Masato le había revelado su secreto no podría ir por ahí contándoles a los demás el suyo, por eso… a ambos les resultaba tan fácil hablar con el otro, o al menos eso era lo que pensaba.

Masato guardó silencio por un momento. Sabía perfectamente que no debía relacionarse con alguna chica, pero por alguna razón que no entendía quería acercarse a ella y conocerla. Quería volver a verla.

—Sí —respondió Masato causando que ella se alegrara.

Luego de un "hasta luego" no intercambiaron más palabras y regresaron a sus dormitorios. Ya era de noche, y en cuanto la chica llegó a su departamento escuchó cómo la puerta a su lado se abría cuando ella apenas estaba sacando sus llaves.

—Hiyori —la llamó Hikaru al salir pues los tres vivían en departamento continuos.— ¿Dónde estabas? Sabes que es peligroso estar sola de noche, y más siendo tú.

—¿A qué te refieres con "y más siendo tú"? —cuestionó.

—Bueno, es que eres tan linda que no me extrañaría que alguien intentara algo al verte.

—Jaja exageras, además no todos son así. ¿O acaso tú intentarías algo? —ahora lo veía con los ojos entrecerrados, con un hilo de travesura en su voz, provocando que el castaño se sonrojara.

—C-claro que no. D-digo… y-yo soy tu amigo y no intentaría algo así, porque yo… —se acercó a ella para tomarla de las manos, sin apartar su mirada de los grandes ojos azules de la chica en ningún momento— Nunca te lastimaré ni dejaré que los demás lo hagan. Yo quiero protegerte, p-porque yo…

—¡Hika...! —En cuanto el peliverde salió lo suficiente pudo darse cuenta de esa atmósfera, y aunque trató de enmendarlo regresando a su departamento y cerrando la puerta tras él, no había sido suficiente para que el ambiente regresara a como era antes.

—¡A-Azusa! —se quejó su compañero con la cara totalmente roja y algo molesto al ser interrumpido.

—Creo que te estaba buscando —comentó Hiyori con total normalidad y Hikaru la ha soltado.

—Lo sé —respondió desviando la mirada y colocando sus manos dentro de los bolsillos delanteros de su pantalón— también a ti. Hizo algo de comer y nos invitó para celebrar nuestro trabajo de la tarde. ¿Vienes? —ella aceptó.

-Tiempo después-

El día terminó y los tres se habían quedado dormidos en la sala de Azusa. Hiyori despertó en la madrugada y al ver a ambos chicos completamente dormidos sonrió y recordó a Masato. Ambos pasaban por algo difícil, pero al menos ella podía compartir algo de su dolor con las personas que siempre han estado para ella, y el pensar que Masato soportaba todo solo le causó algo de tristeza.

-Al día siguiente- (o más bien dentro de unas horas)

En cuanto terminó su ensayo Hiyori fue por sus cosas, llamando la atención de ambos chicos.

—¿A dónde irás? —preguntó curioso Azusa.

—Ah, necesito ver a alguien, no tardaré.

—Que te vaya bien~ —con el ánimo de Hikaru ella se fue de allí, y apenas cerró la puerta su compañero se giró hacia él.

—Lo siento.

—¿Por qué? —Hikaru ladeó la cabeza al no entender.

—Anoche fue la primera vez que estuviste cerca de confesarte.

—Anoche estuve a punto de cometer otro gran error.

—¿A qué te refieres?

—Siempre supe lo que sentía por Zero, y como confiaba en él estuve dispuesto a dejársela desde el principio, pero él la lastimó. Aun así sé que ella no logra olvidarlo. Ella todavía está sufriendo ¿Por qué crees que debería decirle lo que siento por ella? Eso solo la lastimaría más y yo no quiero hacerlo. Así que no le diré nada por un deseo egoísta. —dijo con un semblante serio, algo que no era muy común en él.

-En el Master Curse-

Hiyori esperaba en la entrada del curso maestro por Masato, ya que al no pertenecer a esa agencia y no tener el número de Masato no le quedó de otra.

—¿Oigan, esa no es la chica del otro día? —preguntó Syo a algunos miembros de STARISH que estaban con él a unos cuantos metros de ella.

—¿Qué hará aquí? —se preguntó esta vez Cecil.

—¡Te ves muy linda! —exclamó Natsuki mientras la abrazaba.

—¿¡A qué hora llegaste hasta allá!? —gritó Syo.

—O-Oye ¿q-qué estás haciendo? —exclamó Hiyori ligeramente sonrojada y molesta.

—Oh, lo siento, es sólo que vestida así me pareciste muy tierna. —él le sonreía, y antes de que pudiera contestar algo, Masato llegó con ella.

—Buenos días, Kasamatsu-san.

—Hijirikawa-san…

—¿Podrías acompañarme un momento? —ante la pregunta de Masato ella asintió y se fueron de allí, dejando a los otros chicos sólo viéndolos sorprendidos y algo confundidos.

Pasearon sin rumbo alguno, solo caminando al lado del otro en silencio, hasta que Masato decidió comenzar a hablar.

—¿Por qué actuaste de esa forma con Shinomiya?

—¿Ah? Bueno, no estoy acostumbrada a esas cosas, es normal que reaccione así ¿no?

—Te entiendo, me sentí igual cuando tú lo hiciste.

—A-Ah e-eso fue inconsciente. Pero no suelo hacer esas cosas, así que tranquilo, no volverá a pasar.

—Entendido.

—… Además… —dejó de caminar, y al notarlo, Masato se detuvo unos pasos frente a ella, observándola con curiosidad— También he reaccionado así con él porque me recordó un poco al Zero del que estaba enamorada.

—… ¿Entonces, Shinomiya te…?

—No —negó antes de que terminara su oración— Él no es Zero, lo sé, pero aunque sepa eso… por ese simple hecho de recordármelo no puedo confiar en él.

—Qué raro. Si no confías en él que es amable y dulce ¿en qué tipo de personas confías?

—Confío en Hikaru, en Azusa, y también en ti.

Masato estaba confundido en ese momento, no sabía cómo responder ante aquel sentimiento, por lo que quedó en silencio un momento.

—Creo que es hora de irnos. No vemos después —se volteó rápidamente y comenzó a caminar. En eso Hiyori tomó rápidamente la manga de su camisa haciendo que se detuviera y la ha volteado a ver confundido— ¿Ocurre algo? —ante su pregunta ella reaccionó.

—¿Eh? ah, es que… *No me gusta ver la espalda de las personas mientras se alejan* no está bien que te apartes así de las personas por miedo. Deberías acercarte al menos a tus compañeros —no quería que supiera que por un momento le recordó la imagen de Zero, pero pensó que era un buen momento para hablar del motivo por el que había ido a verlo.

—Sabes que ese es mi problema —se soltó de su agarre— Yo no puedo tener amigos que me ayuden. Además ¿De qué forma me dices eso si tú haces lo mismo que yo? La primera vez que te desahogaste fue conmigo. Ni siquiera le tienes confianza a esos chicos de los que tanto me hablas y sólo te apartas de ellos como con todos los demás —Masato había explotado por todas las presiones que tenía y desgraciadamente se desquitó con ella. Hiyori se quedó con los ojos abiertos y en cuanto Masato la vio comenzó a sentirse mal.

—A-ah lo-lo siento, yo no…

—Está bien, tiene razón. Disculpe por haberlo hostigado y entrometerme en algo que no debí —al verla con el semblante serio de antes y al notar que volvía a usar las formalidades, Masato comenzó a asustarse… No quería que volviera a actuar con él como si fuera un desconocido…

Sin pensarlo la abrazó fuertemente, sobresaltando a la chica en el proceso.

—¿Qué...?

—Lo siento... —al escuchar su voz llena de miedo se detuvo a escucharlo, y al sentir que la chica no ponía resistencia se separó mientras desviaba un poco su sonrojado rostro, pues un abrazo era algo que en verdad le costaba mucho trabajo —Tengo miedo de acercarme mucho a una persona y que se vuelva alguien importante para mí, porque sé que en cuanto regrese a los negocios familiares me sería imposible por mi familia ver a esa persona una vez más. No quiero encariñarme con una persona solo para después perderla.

Hiyori lo vio fijamente y después ha suspirado resignada.

—Tienes razón. No he confiado en ellos y me he cerrado a todos, incluyéndolos. Pero quiero cambiar eso —al escuchar eso Masato la vio una vez más, encontrándose con una mirada decidida en ella— Quiero poder dejar de aferrarme al pasado y seguir adelante. Quiero poder ser yo misma y no tener que volver a fingir. Quiero acercarme a ellos. Sé que será difícil, sé que tardaré mucho en lograr todo eso, pero… al menos quiero poder creer que podré lograrlo y que entonces, cuando ese día llegué seré libre. Así que… ¿Por qué no intentamos creer juntos? —le extendió su mano mientras le mostraba una increíblemente tierna sonrisa.

Masato al verla así sintió algo muy cálido en su pecho, y en ese momento le fue imposible no recordar las palabras con que la había descrito la primera vez que la vio… "un ángel"

—…Sí —aceptó tomando su mano mientras él también sonreía. Aquella chica le había dado una esperanza que calentaba su corazón.

Ambos continuaron juntos por un par de horas hasta que Hiyori se tuvo que ir pues tenía una sesión de fotos con los chicos. Intercambiaron números y nuevamente con un "hasta luego" tomaron caminos diferentes.

Masato regresó al Master Curse, encontrándose con que la mayoría de los chicos no estaban, incluyendo a sus compañeros de cuarto, por lo que, al tener la habitación para él solo, quería aprovechar para practicar algo de caligrafía.

Se cambió de ropa por un kimono y se sentó frente a su tatami. Tomó la tinta y cerró los ojos para poder concentrarse, sin embargo, al hacerlo vio a Hiyori sonriente mientras le extendía la mano. Abrió los ojos sobresaltado, sintiendo también cómo le ardía la cara ¿Qué había sido eso?

-Tiempo después en los departamentos de spinners of tale-

—¡Buen trabajo el día de hoy! —agradeció Hikaru con gran energía antes de que entraran a sus respectivos departamentos.

—*Suspiro* Ya es algo tarde, así que no se desvelen —dijo Azusa mientras abría la puerta de su departamento.

—¡Sí, sí! —asintió Hikaru a punto de entrar al suyo.

—¡Esperen! —gritó Hiyori y ambos chicos se detuvieron y la han volteado a ver— ¿Mañana están ocupados?

—¿Ocurre algo? —preguntó Azusa algo preocupado al notar su semblante.

—…Sí. Quiero decirles algo, pero creo que lo mejor será esperar hasta mañana.

—¡¿Ehhh?! No podré aguantar toda la noche. Vamos Hiyori-chan dime~ —se quejaba Hikaru infantilmente y Azusa lo ha tomado de los hombros para arrastrarlo a su departamento y cerrarle la puerta en su cara, sin escuchar sus reclamos.

—Mañana estamos libres —respondió Azusa a Hiyori sólo para después poner una mano sobre el hombro de ella— No te sientas presionada por Hikaru, esperaremos hasta mañana.

—Gracias Azusa —Hiyori le contagió una pequeña sonrisa y después de eso ambos entraron a su respectivo departamento.

Había amanecido y Hiyori al salir de su departamento se encontró con una nota en su puerta.

"Lo siento, me surgió algo de último momento, tardaré un poco. Puedes decirle primero a Hikaru, después me lo dirás a mi"

Hiyori al principio se preocupó, pero después pensó que lo mejor sería contárselo primero a Hikaru, ya que a él debía habérselo dicho desde hace mucho tiempo, más que a Azusa. Con eso en mente se dirigió al departamento de Hikaru y tocó su puerta.

—¿Qué pasa? —Hikaru abrió la puerta algo adormilado— ¡Ah, Hiyori-chan! —exclamó en cuanto la vio.

—Hola, si quieres puedo venir después.

—No, está bien, pasa —invitó y ella entró.

—Vaya, está muy ordenado. La verdad me esperaba algo diferente —admitió con una pequeña risita.

—Ya no soy un niño Hiyori-chan, ahora soy un adulto.

—Lo sé.

—… ¿Y qué es lo que pasa Hiyori-chan?

—Hikaru… —estaba buscando las palabras para explicarlo—perdóname.

—¿Eh?

—No he sido del todo honesta contigo desde lo que pasó con Zero —confesó. Ambos pusieron un semblante serio— pero… ahora quiero contarte todo. Amaba a Zero, pero ya sabes que me lastimó, aún así no he podido olvidarlo... Amo poder tocar con ustedes y componer nuestras canciones, pero cada que lo hago... me es imposible no pensar que antes creía que lo haría para él. No es que me arrepienta o lamente estar ahora con ustedes, en realidad les estoy muy agradecida por dejarme formar parte de esto, pero… creo que me he portado como una tonta con ustedes. Al no querer preocuparlos terminé haciendo lo contrario y sin darme cuenta los terminé apartando cada que recaía. Perdón por todo el daño que te he hecho, lo menos que quería hacer era causarles problemas.

Hikaru colocó sus manos en sus mejillas e hizo que volteara a verlo, ya que todo este tiempo había evitado mirarlo a la cara.

—Hiyori, entiende que para nosotros nunca has sido una molestia. Al contrario, el que te unieras al grupo fue lo mejor que pudo habernos pasado —Hiyori abrió los ojos, mostrando un gran brillo en éstos al escucharlo—Me siento muy afortunado al tenerte como mi compositora, y el tenerte a mi lado en el escenario es lo que me da fuerza —le fue imposible cambiar su serio rostro por uno sonriente— y sé que Azusa piensa igual. Desde el principio supe cómo te sentías, así que no tienes que disculparte, porque el que tiene que hacerlo... soy yo. A pesar de que digo que quiero protegerte no sabía qué hacer y no pude ayudarte cuando estabas sufriendo. Por eso… lo siento. —Hikaru la abrazo fuertemente y un par de lágrimas de frustración comenzaron a derramarse, mientras ella también lloraba. Ya no compartirían solo su alegría y pasión del escenario, sino que también su tristeza, preocupación y lágrimas.

-En el Master curse-

Ren recién había despertado, y en cuanto se sentó en la orilla de su cama pudo observar un montón de hojas sobre el tatami de Masato, alcanzando a leer algunas "corazón" "calidez" "confundido" "prohibido"

—¿Qué son todas esas hojas Hijirikawa? —preguntó al chico que estaba sentado en el sofá de su habitación. Ya su senpai se había ido hace tiempo a trabajar.

—Simple caligrafía —respondió con normalidad y ha volteado a verlo— ... Jinguji… ¿Qué es lo que sientes cuando estás con una chica?

—Vaya, Hijirikawa, no sueles hacer este tipo de preguntas ¿por qué te interesa saberlo?

—Simple curiosidad.

—Bueno, cuando estoy rodeado de bellas señoritas salen de mi boca bellas frases de amor al sentirme agradecido.

—No me refería a eso.

—¿Entonces te refieres a alguien especial? Dime, Hijirikawa ¿En serio es simple curiosidad, o es que se trata de una linda albina? —ante su comentario Masato se sonrojó un poco, respondiendo sin querer a su pregunta— Los chicos me dijeron que estabas con ella el día de ayer.

—Tsk no se trata de eso, yo sólo… olvídalo.

El resto del día transcurrió con algo de rapidez. Hiyori terminó por contarle a Azusa y él al igual que Hikaru la apoyó. Ciertamente el haberles contado y la forma en que la animaron le había quitado un peso de encima.

En cuanto a Masato, a pesar de que quiso hacer algo para cambiar no pudo hacerlo, no sabía cómo acercarse a los chicos de manera normal.

Al día siguiente

Hiyori había decido visitar a Masato, y en cuanto se encontraba fuera del Master Curse le mandó un mensaje para que saliera.

—Kasamatsu-san ¿Qué haces aquí? —preguntó una vez estando frente a ella.

—Ah ¿Estás ocupado? Puedo irme sin problemas.

—¡No! No te vayas, estoy libre.

—De acuerdo —dijo sonriente.

—Hoy viernes de buen humor.

—¡Sí! Yo… les conté. Me costó mucho trabajo, ¡Pero lo hice! —contó entusiasmada.

—Me alegro, al menos tú podrás hacerlo.

—¿Eh?

—Intenté hacerlo, pero no pude, y la verdad no creo poder hacerlo.

—Hijirikawa-san, el cambio es algo difícil que no siempre sucede de un día para otro, por lo que si no pudiste avanzar nada está bien, pero lo último que dijiste me molestó. Me dijiste que intentarías creer ¿no?

—Kasamatsu-san…

—Si quieres te ayudaré a hacerlo ¿Dónde están los demás chicos de STARISH?

—Están adentro.

—Bien, vamos —comenzó a jalarlo hacia el Master Curse.

—Espera —se detuvo— ¿Por qué haces esto? ¿Por qué te importa hacerlo?

La chica se detuvo a pensarlo un momento antes de contestar… ¿por qué le importaba que Masato lo hiciera? En un principio pensaba que le gustaba hablar con él porque de cierta forma se entendían, escuchaban sin juzgar y con la comodidad de que no les contarían a nadie, pero… ¿por qué le importaba ahora?

—La verdad es que estar a tu lado es muy frustrante. Me había prometido que no confiaría en nadie más, pero entonces llegaste tú, brindándome una extraña seguridad, y eso me molesta, porque aunque tenía miedo hiciste que confiara en ti e hiciste que rompiera mi promesa, pero al hacerlo... también rompiste con mi miedo, y gracias a eso ahora puedo creer que podré lograr más cosas. Por eso yo haré lo mismo. Romperé tu promesa, y al hacerlo también romperé con tu miedo. Así que por eso, aunque no te guste siempre estaré a tu lado para que no vuelvas a sentirte solo. Aunque no te acerques a los demás chicos yo siempre estaré allí, pero... sería divertido con más personas ¿no? —le sonrió un poco una vez más.

El corazón de Masato se agitó, sentía como si una llama ardiera dentro de él, que asimiló con el hecho de que amó aquellas palabras, pero… últimamente cada que la veía sonreír se sentía así.

—Entonces… ¿vamos? —esta vez él sólo asintió.

Entraron al Master curse y Hiyori se quedó con la boca abierta al ver aquel lugar exageradamente grande lleno de lujos que eran de esperarse de Shining. Seguía contemplando aquel lugar mientras Masato la veía con una sonrisa hasta que los chicos se acercaron a ellos.

—Oh~ veo que hay una linda señorita por aquí —Ren se acercó a Hiyori para tomar su mano y depositar un beso en ella— Mi nombre es Jinguji Ren, gusto en conocerla —dijo lo último guiñando un ojo.

—Soy Kasamatsu Hiyori. Y por favor, no vuelva a hacer eso —no le gustaba que ligaran con ella de esa forma.

—Vamos lady, solo soy caballeroso.

—¡Jinguji! —ante el regaño de Masato, Ren sonrió algo divertido.

—Hijirikawa-san, planeábamos hacer algo juntos ahora, y nos preguntábamos si quieres venir —Propuso Tokiya, pero antes de contestar Masato volteó ligeramente a ver a Hiyori. No estaba seguro de lo que hacía, pero… se sentía con fuerza al tener a Hiyori a su lado.

—…Sí, está bien.

—¡¿Enserio?! —preguntaron los tres menores del grupo, no esperaban que Masato aceptara con tanta facilidad, pero éste volvió a asentir. No esperaron a que dijera algo más y entonces se lo llevaron arrastrando hacia alguna de las salas, dejando a Ren con Hiyori a solas pues no los siguieron.

—Bueno, creo que será mejor que me vaya.

—¿Enserio? ¿No te gustaría quedarte? Hay comida para todos, además creo que a Hijirikawa le agradaría que te quedaras.

—¿No los molestaría?

—Para nada, al contrario.

—Mmm entonces creo que aceptaré su oferta.

Ambos llegaron al último y todos estaban divirtiéndose, incluso Masato se veía muy sonriente.

—Lady… supongo que debo agradecerte de parte de todos

—¿Eh, por qué?

—Masato es muy cerrado, creo que es por algo de su familia. Pero… tal parece que contigo puede abrirse. Eso los ha tranquilizado — Hiyori sonrió mientras miraba al peliazul.

—Deben quererlo mucho ¿no?

—Bueno, todos se preocupan por él, en mi opinión, aunque sea un amargado, él al igual que todos es un miembro importante de STARISH. No seríamos lo mismo si nos faltara alguien.

—Vaya, en verdad lo siento… Creo que ha decir verdad te juzgué mal, creí que eras un simple ligón pero… veo que eres una buena persona después de todo.

—Bueno… —La tomó del mentón para después acercarse a susurrarle algo— Podría enseñarte más de mí si quisieras

—Estoy segura de que no quisiera ver más de eso.

—Jajaja lo siento, no lo volveré a hacer, es solo que me parecen divertidas sus reacciones.

—¿De quién?

—No es nada. —contestó divertido al ver las reacciones de Masato cuando se le acercaba a Hiyori.

Pasó un rato y Hiyori decidió que era hora de irse pues tenía planeado pasar algo de tiempo con Hikaru y Azusa.

Se despidió de Ren y salió del Master Curse. Apenas caminó unos metros fuera de la mansión y escuchó que Masato la llamaba por lo que se detuvo y volteó a verlo.

—¿Por qué no me avisaste que ya te irías? —preguntó el chico una vez que la alcanzó.

—Bueno, parecía que te divertías, así que no quise molestarte.

—No hay forma de que tú puedas molestarme.

—Y-Ya veo, en ese caso… hasta luego, Hijirikawa-san —mostró una pequeña sonrisa, acto que causó un ligero sonrojo en el barón.

—Kasama… —el sonido del celular de Hiyori lo interrumpió, y luego de que Masato insistiera en que no importaba, ella contestó.

—¿Bueno? Ah, Hikaru, sí, voy para allá… está bien, no tardo… ok, adiós.

—Así que ya tienes que irte.

—Sí, pero supongo que nos veremos de nuevo ¿no, Hijirikawa-san? —Masato frunció el ceño un poco mientras bajaba la mirada— ¿Eh, sucede algo?

—No, lo siento… Supongo que sólo envidio la relación que tienen tus compañeros contigo.

—… Masato —el chico abrió los ojos y dirigió su cara sorprendida a la chica en un instante, alarmándola sin querer— ¡A-ah, lo siento si te molestó! pero… creí que tal vez… el llamarte así podría mostrarte que de cierta forma te aprecio y me importas, y así… poder hacer una relación más estrecha, ¡p-pero si piensas que es demasiado lo puedo dejar!

—¡No!... es cierto que me sorprendió, pero… creo que me hizo feliz —sonrió un poco, relajando a la chica, que al saber que no lo incomodó, podía seguir.

—En ese caso… llamame Hiyori, sólo Hiyori, sin honoríficos.

—P-Pero... —Masato se puso nervioso por la simple idea de hacerlo. Pero luego de verla notó que parecía desanimarse al no poder hacerlo. Tragó algo de saliva y luego de tomar algo de aire murmuró —E-Está bien… H-Hi… Hiyori —la chica sonrió.

—Así está mejor... Bueno, ya tengo que irme. Hasta luego, Masato —se despidió y se volteó, manteniendo la mirada sobre el hombro— sigue divirtiéndote con tus compañeros.

Hiyori se fue con un "hasta luego" de parte de Masato y llegó a los departamentos, donde Hikaru la recibió alegre.

—¡Hiyori-chan! —gritó emocionado al verla fuera de los departamentos— pensé que nunca llegarías.

—Lo siento, me demoré más de lo que planeaba. ¿Entonces Azusa se fue otra vez?

—Sí, dijo que llegaría hasta tarde así que no quería estar sólo. Entonces... ¿hay algo que quieras hacer? —Hiyori se detuvo a pensarlo por un momento.

—Toquemos, como lo hacíamos antes.

Hikaru se quedó por un momento incrédulo y después aceptó muy entusiasmado. Entraron al departamento de Hikaru y ambos tenían sus guitarras en las manos. Recargaron su espalda en la del otro y comenzaron a tocar. Era una especie de juego que hacían desde pequeños. Alguien comenzaba a tocar algo improvisado y el otro tenía que continuarlo sin tardar ni que se escuchara una gran diferencia o perdería y cumpliría un castigo. Pasaron algunos minutos y ninguno perdía, era increíble cómo podían complementar la canción del otro, pero dado que eran compañeros de banda y amigos de toda la vida, era normal que se entendieran tan bien. Fue en un momento en el que Hikaru volteó para ver a Hiyori tocar, que el verla sonreír así lo distrajo e hizo que perdiera.

—Jejeje te gané. ¿Listo para cumplir tu reto?

—Claro ¿Cual es?

—Mmm sabes que no soy buena para estas cosas, así que ahora sólo se me ocurre que te comas un huevo crudo.

A Hikaru le dio un tic en el ojo, pero ellos siempre cumplían los retos y castigos, por lo que terminaron en la cocina, Hikaru sosteniendo un vaso con el dichoso huevo crudo.

—B-bueno... d-dicen que es nutritivo, además de que hay personas que lo hacen, así que no debe de ser tan malo —dijo positivo y al tomar un poco dejó lo demás en el vaso y se puso la mano en la boca para evitar regresarlo.— ¡Ahhhh que asco! ¡se siente como flemas, flemas muy asquerosas!

—Pff jajajaja —cuando Hiyori comenzó a reír Hikaru olvidó por completo su asco… se preguntaba cuándo fue la última vez que la escuchó reír así. Desde que había pasado lo de Zero no sonreía de una manera tan natural como ahora, pero los últimos días ya no fingía ni forzaba su sonrisa, y él amaba verla así, a pesar de que no sabía qué había ocurrido para que de pronto su sonriente rostro regresara.

—Hiyori ¿Acaso hay algo que no sepa? ¿Algo nuevo en tu vida?

—¿Eh? pues… ahora que lo dices… Hace unos días conocí a un chico. Nos hemos visto y hablado en algunas ocasiones.

Hikaru al escuchar esto hizo lo posible por ocultar sus celos, comenzaba a preocuparse al pensar que aquella persona pudo hacer en unos días lo que él no pudo en dos años.

—¿Un chico, cuál es su nombre?

—Ah, es Hi... Masato, Hijirikawa Masato, el miembro de STARISH.

—Y-Ya veo —desvió la mirada un tanto molesto.

—¿Qué sucede? Te ves extraño.

—No es nada, debe ser el huevo... Realmente odio esta sensación —dijo sin referirse realmente al huevo.


Hasta que al fin me animo a subirlo. Este en un principio iba a ser un onse-chot, pero como quedó muy largo decidí dividirlo en tres, así que no sé si el final de cada parte concluye bien.

La próxima actualización será en el cumpleaños de Masato, el 29 de diciembre.

Espero que les gustara~ déjenme saber su opinión, y sin más que decir, feliz navidad~!