La sombra que posee toda verdad.
Death Room — Shibusen. 4:30 A.M. Domingo.
Un shinigami esperaba paciente una respuesta, esa respuesta que podría significar una gran ayuda o la destrucción del mundo si no salía de acuerdo al plan.
—Muy bien, Shinigami. Después de todo te lo debo por la ayuda que me ofreciste. —respondió al fin una persona encapuchada con voz neutra pero sincera. La voz de un chico.
—Vale, si tú estás de acuerdo yo también. —afirmó una segunda persona con una voz más dulce, melodiosa. Una chica.
—Arigato mina-san. Empiezan mañana si están de acuerdo.
—Hai, Shinigami-sama. — respondieron ambos al unísono.
—Muy bien, duerman un poco al menos. Comienzan a las ocho.
—Ok~.
Luego de responder, ambas figuras se dispusieron a salir del Death Room, pero, en plena faena se vieron interceptados por la Death Scythe, Spirit Albarn; hubo un intercambio de miradas por parte de ambos bandos. Veían sin ver al otro, pero nada más que sombras era lo que se recibía por parte de los encapuchados.
Cuando se alejaron la Guadaña se dirigió a la imponente figura del shinigami.
—Shinigami-sama, acaso eran esos los…—impresionado, Spirit no acabó su frase, pero la pregunta tuvo respuesta inmediata.
—Así es, Spirit, son… miembros de La Orden del Cazador, los primeros técnicos de guadaña. —Suspiró el director de Shibusen y añadió. —Los últimos en realidad.
— ¿¡Cómo que los últimos!?—Se asombró la Guadaña Mortal— ¡Era el clan más fuerte que podía haber!
—Tranquillo, Spirit-kun, a mí también me afectó la noticia. Pero el líder del clan era mi amigo y le prometí que me haría cargo del cuidado de su hijo e hija.
—Eso quiere decir que ellos eran…
—Así es, la Guadaña Angelical y la Técnico de Guadaña Angelical. Hijos del primer Death Master de la historia y un gran amigo mío.
—Eso significa que ellos…vendrán al Shibusen.?—preguntó Spirit curioso.
—Así es, Spirit-kun. Hará falta una guadaña mortal más si queremos estar listos para el peligro que se avecina, el peligro que fue la causa de la erradicación de La Orden del Cazador. —admitió preocupado el Shinigami.
— ¿Una Guadaña Mortal más?—preguntó el pelirrojo para sí mismo como sopesando las palabras. —Entonces, ¿él logró ser una Death Scythe también? ¡Pero sólo tiene 16 años!
—Él tenía catorce cuando lo logró, al igual que Maka—chan cuando logró volver Death Scythe a Soul-kun.
—Sí, tiene razón. —admitió la Guadaña Mortal.
—A partir de mañana podremos contar con su ayuda. Quimera es una bruja muy fuerte, lo suficiente para acabar con La Orden.
—Eso…eso no puede ser posible. Acabamos con ella hace 10 años. —respondió atónito.
—Creo que sabes que causó su regresó. ¿Verdad?
—La…la locura.
—Correcto. Ashura continúa causando problemas luego de muerto. Que pesado~ —ironizó Shinigami-sama.
— ¿Stein sabe de esto?
—Así es. Los dos chicos ingresan mañana con él en la clase EAT.
—Ya veo…—meditó la guadaña— ¡PERO QUE NO SE ATREVA A TOCAR A MI MAKITA O NO LOGRARÁ VER EL DÍA DE MAÑANA!—gritó ésta con un aura ennegrecida a su alrededor.
—SHINIGAMI…CHOOOOP!—atacó el Shinigami sin pena ni pudor alguno a su arma. —Ese no es el problema ahora, baka!
—Go…gomenasai, Shinigami-sama. —se disculpó el atacado.
—Vamos, hay que investigar que podemos hacer y llamar a todas las Death Scythe para que nos ayuden con este nuevo peligro que podría destruir el mundo como lo conocemos.
—Shinigami…sama.
—No hay tiempo que perder, ikö Spirit.
—Hai. —atendió serio Spirit sabiendo el peligro que se avecina.
Y sin más comenzaron a idear planes de contención y ataque que pudiesen ayudar a resolver el problema.
