Hola, bueno creo que debemos explicar un poco esta historia.

Mokona: Sera un crossover de varias series combinado con oc.

Tomoyo: ¡Eso es muy raro!

Mokona: ¡Pero si será súper divertido porque las chicas podrán decirnos que personajes de otros anime quieren incluir!

Tomoyo: Sin dudas, pero deben tener en cuenta de que aquí los guardianes serán exclusivamente 7 (Esta vez se seleccionaran pocos Oc). Podrán ser Hombres o mujeres.

Mokona: También deben de saber que nosotros escogeremos que llama tendrán sus Oc, sin embargo ustedes pueden elegir una pareja DE CUALQUIER anime, ya sea shojo, shonen o ¡lo que se les ocurra! (solo deben de especificar en qué serie sale por si Tomoyo ni yo la hemos visto).

TyM: ¡Al final se encontraran con la ficha por si les interesa! Disfruten la lectura.

.

.

Hacia una noche fría de noviembre, las gotas de lluvia caían como finos diamantes sobre la pequeña ciudad de Balys. No se podía ver a nadie en ninguno de los alrededores sin embargo había un joven tirado en medio del puente; su ropa parecía sucia y sangraba un poco de la cabeza.

― ¿Estás bien?― una mujer de cabellera azabache que recién transitaba por ahí se detuvo indagando si el jovencito estaba "vivo". Al no recibir respuesta lo tomo entre sus brazos girándolo boca arriba, lo sostuvo por unos momentos acariciando sus cabellos verde menta, hiso con sumo cuidado su flequillo hacia atrás analizando la herida en su cabeza. Sin dudas le habían dado un golpe causando un traumatismo.

Pasaron varios minutos mientras ella lo cubría con su paraguas y cuidaba de él, esperaba que pronto despertara para poder ayudarlo.

― Tienes la edad de mi hermano ¿sabes?, aunque él no es tan lindo como tu― trato de matar el tiempo hablándole, aunque sabía que era evidente su inconsciencia.

― ¿¡Quién eres tú!?― acababa de despertar repentinamente, arrojándola hacia atrás con brusquedad ― ¡Eres una bruja! ¡Una bruja!― hablo poniéndose de pie para señalarla acusadoramente.

― Eres un maleducado, yo solo te estaba ayudando― objeto ella moviendo la mano frente a su rostro.

― ¿Dónde estoy? Ya se eres una bruja malvada que me secuestro.

― ¡De ninguna manera! Estabas aquí tirado en medio del puente, con esta llovizna.

― Insinúas que me quede tirado a propósito, como si me hubiera pasado al…― no pudo terminar su oración por que acababa de notar que su cabeza estaba sangrando.

― Tranquilo― pidió ella acercándose a él, tratando de detener el sangrado con la manga de su suéter ― Vamos al hospital, ahí podrán curarte.

― Eres una bruja.

Ambos caminaron por todo el boulevard, ninguno de los dos decía nada a pesar de que estaban muy juntos compartiendo el paraguas.

Él chico parecía perdido en sus pensamientos (si es que los tenia). Ella se preguntaba mentalmente porque estaba haciendo aquello, pero al verlo comprendía que le parecía un joven frágil y un tanto perdido.

Llegaron al hospital pasados treinta minutos, al entrar el de cabellos verdosos no podía dejar de ver todo el lugar, era blanco chillante, con un aroma el cual no estaba seguro si le desagradaba o no.

― Disculpe señorita, este chico se cayó a unas calles de aquí y se abrió la cabeza ¿podrían atenderlo?― pregunto la pelinegra a una hermosa enfermera.

― Claro― la enfermera lo tomo de la mano cuidadosamente conduciéndolos a una sala de espera repleta de pacientes con diversas emergencias. ― Por favor esperen a ser atendidos.

Dicho esto la enfermera se marcho de nuevo a su lugar de trabajo. Las pisadas de sus tacones resonaron en el pasillo atrayendo la atención de los pacientes los cuales observaban con molestia como se alejaba.

― Y… ¿Qué fue lo que te paso?― pregunto ella mientras veía su móvil.

― No lo sé.

― ¿Por qué estabas ahí tirado?

― No se― se encogió de hombros y una mirada melancólica se empezó a asomar por sus bellos ojos esmeraldas.

― ¿Cómo te llamas?, ¿Recuerdas eso?― cuestiono de nueva cuenta pero esta vez tomando ligeramente su mano ― Si no recuerdas está bien.

― Creo que… me llamo Fran.

― Mi nombre es Sia, iré a buscar un medico que nos ayude, tengo miedo de que te pongas peor― hablo levantándose de de la silla rápidamente ― Por favor no te muevas, no quiero tener que buscarte por todos lados. ¿De acuerdo Fran?

Fran asintió mientras ella se marchaba, no podía quitarle los ojos de encima, ella era todo lo que conocía, todo lo que tenia y eso le resultaba bastante triste.

Sia camino por los pasillos buscando un doctor que se viera lo suficiente amable y que pareciera estar desocupado, fue en ese momento cuando sus ojos se toparon rápidamente con un joven doctor que se encontraba dentro de un consultorio con una enfermera de cortos cabellos castaños. Ella se acerco pegándose a la puerta con toda la intención de tocar, pero se dio cuenta de que la enfermera parecía estar derramando un par de lagrimas y aquel doctor sostenía su mirada rojiza sobre de ella con una sonrisa sínica dibujada en su rostro.

― Que me gusten las mujeres no significa que me gustes tu― escucho decirle a la castaña lo que le provoco un llanto mayor y que esta saliera estrepitosamente del consultorio llevándose Sia un pequeño golpe en el brazo.

― A veces las personas son tan simples que resultan aburridas― comento el doctor mientras se recargaba en el marco de la puerta, su cabellera negra cubría un poco sus orbes, era condenadamente guapo y aquella sonrisa sínica solo lo volvía un poco mas tentador ― ¿Se te ofrece algo?

― Si doctor― hablo dando un respingo al sentir aquellos ojos sobre ella ― Mi amigo tiene un golpe en la cabeza y no recuerda nada de lo que le paso.

― Debió ser un golpe muy fuerte― afirmo el pelinegro señalando que debía llevarlo con su amigo.

Ambos caminaron hacia la sala de espera donde momentos antes estaban reunidos, en cuanto entro pudo ver a Fran que seguía sentado en la misma posición y la misma silla en donde ella lo dejo.

― Fran ven.

― Sia, ¿Quién es este?― hablo con una voz monótona que no le había escuchado y que sin embargo sorprendió un poco al peli verde pues no sabía que hablaba normalmente con ese tono de voz.

― Es el doctor que te va a coser la herida― explico tomándolo de la mano para conducirlo hacia un pequeño consultorio.

― Masaomi-chan ¿podrías trabajar en lugar de fingir que trabajas?, hay un sinfín de personas haya afuera y si no los atendemos seria negligencia médica― El doctor llamo la atención a un rubio que se encontraba jugando con su móvil encima de una camilla.

― Esta bien Orihara-san― Hablo saliendo del consultorio para al fin cumplir su labor como residente.

― ¿No es muy joven para ser tu novio?― Cuestiono con mirada burlona mientras que Sia se sonrojaba hasta la punta de las orejas.

― Me gustan mayores, le gustan jóvenes ¿Algún problema?―bufo con molestia afilando sus ojos verdes pero sin perder aquel tono monótono.

El doctor alzo una ceja con un dejo se asombro para casi de inmediato empezar a suturar la herida, esperaba cuando menos un gesto de dolor por parte de aquel jovencito, sin embargo lo único que obtuvo era aquella mirada fría bien puesta sobre él, definitivamente aquellos dos podían llegar a ser interesantes.

Sia se giro rápidamente antes de ver aquello, no soportaba ver la sangre y menos las agujas era algo que le aterraba de sobre manera.

― Estoy bien― Hablo lentamente Fran tratando de no moverse mucho per lo suficiente para alcanzar la mano de la chica.

― Lo sé pero quiero vomitar…― su vista empezó a nublarse, sentía que el piso bajo sus pies se movía y a cada segundo le parecía escuchar las voces mas y mas lejos de ella.

La joven se desvaneció al instante, Fran trato de moverse para atraparla pero el doctor rápidamente lo aparto atrapándola antes de que esta llegara al suelo.

― No te muevas, aun no termino de coser la herida― ordeno con seriedad levantando a la chica para colocarla en una de las camillas.

― ¿Sia, está bien?― cuestiono un tanto preocupado.

― Si, solo que me parece que le asquean estas cosas y también parece ser que ella tiene una presión muy baja.

El doctor Orihara se apresuro a suturar la herida pues tal parecía aquel chico estaba totalmente impaciente para correr al lado de la mujer inconsciente. A sus veinte cuatro años ya había visto muchos accidentes, peleas familiares, dramas entre parejas… pero era la primera vez que veía a un chico de dieciséis años ser traído al hospital con amnesia por una chica de veintiuno, aunque no la recordaba estaba claramente preocupado cada esto en su rostro gritaba quiero que este bien. A veces no entendía a los seres humanos eran muy ordinarios, otras por el contrario le resultaban interesantes como aquella pareja, que se llevaran cinco años de diferencia le llamaba la atención.

― Sia

La mencionada empezó a escuchar su nombre con un poco de claridad, aquella vos era aterciopelada, al escucharla era como si sus oídos fueran acariciados por suave seda, por un momento deseo siempre escuchar aquella voz.

― Señorita ¿está bien?

Ahora escuchaba una voz suave y burlona, que le provocaba levantase y callar aquella boca que parecía tan altanera y engreída.

― ¿Qué paso?― alcanzo a preguntar mientras lentamente se incorporaba.

― Te desmayaste por la sangre y al ver como cosía las heridas― concluyo el médico dándole un pedazo de algodón bañado en alcohol que aprecia ser el objeto utilizado para hacer que volviera en sí. ― Bueno yo ya termine aquí, es hora de irme.

― Gracias doctor…

― Orihara, Izaya Orihara

.

.

.

.

Mokona: Bueno este fue un pequeño prologo donde conocieron a tres de los personajes principales que harán de todo esto un caos, como ya habrán notado la ranita que llego de la nada será el que desencadene la bola de acontecimientos que se avecinan.

Tomoyo: Así es pero necesitamos los amigos y futuros guardianes de Sia.

MyT: Sin más aquí les dejamos la ficha.

Nombre: - Edad: - Apariencia: - Personalidad: - Habilidades: - Arma: - Animal (no serán cajas porque estos los personaje los podrán invocar sin necesidad de estos objetos): - Gustos: - Disgustos: - Extras:- Pareja (como ya dije puede ser de CUALQUIER anime o manga, en este mundo los chicos de KHR convivieran con muchos otros mas). Ropas: (porque luego decimos que usan vestidos y pues resulta que el personaje es chico (?)