Buenas!! xD

Nunca pensé que debutaría en esta sección con un MatsuxGin ya que no son mi pareja favorita (ichirukirulz!) pero bueno realmente espero les guste y este fic va dedicado al día de muertitos, mi cumple jojo ya son 21 y a mi amiga la bruja sama (Sherrice Adjani) que ama a Gin.

Disclaimer: los personajes de Bleach no me pertenecen, ni la trama, solamente el punto de vista que se enfoca en esta historia.

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Matsumoto nunca se había planteado la razón por la cual empezó a tomar, hasta que un buen día Nanao, enrabietada con su Taicho llegó al punto de reunión de la AMS (Asociación de mujeres Shinigamis) mascullando maldiciones en contra del pobre hombre.

-No entiendo cual es su razón para tomar tanto y encima dejarme todas sus responsabilidades.-refunfuñó la pelinegra.

-Por que no le haces caso, quizás.-escuchó burlona a Yuroichi murmurar desde el sillón. Nanao se limitó a regañarla con la mirada.

-Creo, para olvidar los ajetreos del trabajo.-había dicho la Teniente del décimo, ignorando el creciente enfado de Nanao.

-De eso no hay duda, como siempre bebe, no trabaja.-la mujer arregló sus gafas antes de seguir hablando.- Y tú, Matsumoto, ¿porqué tomas? ¿Para olvidarte del trabajo?

-O algo más?-agregó pícara, la morena.

-Talvez.-respondió, alejándose un poco de las chicas, buscando el estante donde solían guardar el sake.

Que otra razón se podría tener, que no fuera divertirse con los amigos y olvidarse un rato el trabajo y nada más.

¿O si?

Vio como las demás faltantes entraban, dirigidas por una efusiva Yachiru, no les prestó mayor importancia y siguió sumergida en sus cavilaciones mientras se sentaba lejos de ellas.

Cerró sus ojos antes de empezar con la primera botella de la noche, tratando de buscar alguna razón que escapara a sus ideas. Sin esperarlo, vio el recuerdo de aquellos ojos rasgados y esa sonrisa socarrona tan característica de él.

Sonrió amargamente antes de llenar su copa, tomando el líquido de un trago, volviéndola a llenar nuevamente, una y otra vez, sintiendo como su cuerpo entumecido por el alcohol se movía casi por voluntad propia cada que realizaba la acción, hasta que como un flash, luego de tomarse sola media docena de botellas de sake, las imágenes pasaron una tras otra frente a sus ojos, mientras que unas pocas lágrimas decidieron bajar sin su permiso por sus sonrojadas mejillas.

Recordó vagamente cuando quiso arrancarse el corazón con su Haineko, cuando no soportaba más el dolor, pero sus amigos se lo impidieron, enseñándole un método para anestesiarlo, no dejaba de doler, pero dolía menos.

Sin proponérselo, supo la respuesta a la pregunta que le había hecho Nanao.

Levantó una séptima botella, antes de servirse, repitiéndose mentalmente su recién descubierta razón: mientras más tomaba, sus recuerdos menos la lastimaban y la última noche que él le hizo el amor, camuflado bajo el susurro de palabras dulces y ardientes caricias, dejaba de ser una cruel traición para regresar a ser su más anhelada fantasía que una vez se hizo realidad.

Después de todo, valía la pena el intercambio de una noche de tranquilidad por una mañana de resaca junto a los gritos de su Taicho.

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Bueno pienso que las personas como Matsumoto, siempre joviales, alegres y demás tienen motivos ocultos para hacer cosas así.

Sinceramente espero que les haya gustado la historia xD y no olviden dejar sus opiniones y demás en algún Review