Maldito sea el quarterback de Deimon. Se cree muy gracioso utilizando a los miembros de mi equipo, los Zokugaku Chameleons, como esclavos, y todo por culpa de unas fotos. Si es que no se puede vivir tranquilo con ese demonio rondando por ahí, que en cuanto te despistas llena varias páginas de su maldito cuaderno con tus trapos sucios, los de toda tu familia, los del perro y hasta los del vecino. No podemos entrenar porque nos tiene todo el día de aquí para allá haciendo recados, que dentro de poco vamos a tener que robarle la gasolina para las motos a los primeros macarras de poca monta que nos encontremos por ahí, porque al paso que vamos nos deja en la ruina.
Ese maldito demonio interesado y perverso a la que puede nos esclaviza, primero en el torneo de Tokyo, luego antes del torneo de Kantô y el mes pasado otra vez... Y eso que para evitarlo dejamos de jugar partidos contra Deimon, pero es que ni con esas nos libramos de servir al maldito rubio, ahora nos chantajea como a todo el mundo. Algunos se atreven a preguntar el motivo por el cual yo, Habashira Rui, no le planto cara a ese bastardo, pero si vieran el arsenal de armas que tiene se lo pensarían dos veces antes de replicarle. Si se pasa el día amenazando con una metralleta a su equipo de fútbol americano, a nosotros nos tirotea sin dudarlo. Al principio nos pedía cosas como que ayudáramos a entrenar a su equipo, pero con el tiempo nos humilla más y más: que si tenemos que ir a buscar al runningback canijo y al idiota porque se han perdido antes de un partido, que si les llevamos las protecciones, que si sacamos a pasear a su maldito chucho (que también se las trae el perro, es cierto que las mascotas se parecen a sus amos), que si tengo que ayudarle en una carrera del festival deportivo de Deimon,...
Pero en realidad respeto a ese demonio bastardo, porque siempre cumple sus promesas. Antes me obligó a ir a comprarle chicles de menta sin azúcar y pasteles de crema para su "maldita novia" como la llama él y llevárselos a su casa, pero cuando se los llevé quemó las fotos y los negativos, liberando a los Zokugaku Chameleons (por tercera vez) de ser sus recaderos. Y cuando regresé al instituto, nuestra mánager me dijo que habían traído varios bidones de gasolina con una nota que ponía "Ya-ha!".
Definitivamente el demonio existe, se llama Hiruma Youichi y le encanta amenazar y chantajear a la gente, pero tras todo eso es alguien de confianza (a su diabólica manera).
Mi primer fic, espero que les guste ^^ No pude evitar mencionar por encima el HiruMamo con lo de la maldita novia de Hiruma w Me gustaría saber qué les parece o si piensan que tengo que mejorar algo de cara a otros fics que escriba, así que comenten mucho, porfi.
