¡Hola a todos!
Esta historia no tiene nada en especial, solo que me senté a escribir, tenía la idea y comencé a desarrollarla, espero sea del agrado de todos.
¡Saludos!
Capítulo 1. El Amor.
Estimado lector, tal vez puedas confundir esta historia como con muchas otras que has leído, pero aunque así parezca puedo decirte que lo que aquí te relato fue algo que en realidad pasó y que el día de hoy me doy la libertad de escribir.
No fue hace mucho tiempo que yo me encontraba sin nada que hacer, relajado y sin preocupación alguna, pero como todo en la vida, solo hace falta un lugar, un momento, una hora exacta, un minúsculo movimiento y una persona adecuada para sentir eso que mucha gente llama "amor"; cosa que a mí me causaba mucha gracia ya que hasta esos momentos solo lo consideraba como una buena forma de ganar dinero a los comerciantes en fechas populacheras como el día de la amor y la amistad o la navidad; sobre todo para esos jóvenes idiotas que se hacen llamar "enamorados" y sin mencionar de aquellos desdichados seres que por parejas tuvieran a una persona que haya nacido en fechas mencionadas, ya que su gasto era doble.
Aunque no hay que confundir con fechas del día de la madre o cumpleaños, ya que incluso yo tengo madre y a pesar de que no escatimo en gastos para hacerle saber que la amo, ella solamente me pide que sea feliz y que encuentre el amor…
Y de nuevo esa palabra ¿No es suficiente ser feliz siendo lo que soy y dedicándome a lo que me gusta?
"No conocerás la verdadera felicidad sin antes conocer a alguien que se preocupe por ti más que por el amor de una madre a su hijo"
Siempre recibía esa respuesta, y podremos llamara a eso el incidente inicial, ya que cada vez que visitaba a mi madre me salía con esa mis frase, tanto que al entrar a casa y saludarla, la pregunta obligada es "¿Ya hay alguien en tu corazón?" Y por más que yo diera largas al asunto sin responder, cambiando el tema, desvariando, contestando de manera sarcástica o bien, diciéndole lo que ella quería escuchar la frase "No conocerás la verdadera felicidad sin antes conocer a alguien que se preocupe por ti más que por el amor de una madre a su hijo".
Sin duda al principio esas palabras taladraban mi buen humor haciéndome enojar, pero con forme pasaba el tiempo simplemente las asimilaba y desechaba en algún cesto de basura mental donde colocaba las cosas que no tenían sentido para mí.
Y aunque mi madre es una mujer que se ve relativamente joven para su edad, bien sabía yo que pocas veces eran las que se equivocaba, aunque siendo francos nunca la había visto equivocarse, pero por más razón que tuviera nunca lo pregonaba ni me lo echaba en cara, al contrario, cuando yo caía en cuenta de mi error, ella solamente me sonreía y me consolaba con un dulce beso en la frente.
No sé si ella sea la mejor madre del mundo, pero sin duda es la mejor madre que yo pude tener.
Ante tales cosas en verdad temía que sus palabras tuvieran la razón y a pesar de que amo a mi madre y que ella es todo para mí, espero poder tener la dicha de ver que se equivoque y que yo por una sola vez tenga la razón.
Pero odio admitirlo, ella volvió a acertar en sus palabras…
Continuará...
