Belex-chan: Hola ¿como están?, hoy vengo con una nueva historia y la primera que hago con un SasuSaku, en esta historia verán también a través de mis ojos pues como es mi costumbre siempre agrego algo de mi propia vida en mis fics, así que espero que la disfruten por que también agregaré cosas de varias películas y novelas favoritas. Por más esta decir que los personajes ni algunas escenas no me pertenecen, pero la historia es completamente mía.
A Thousand Miles
Capitulo 1: Dulce Fantasía
Hola, me llamo Sakura Haruno, como es de costumbre un nuevo año, un nuevo diario, así que hoy escribo para relatarles como recibo este año nuevo junto a mi familia…
Llegue como siempre a la casa de mis padres con una falsa sonrisa, pues no solo yo compartía el nuevo año con ellos, por ser (como yo les digo) algo excéntricos, invitan a todos los vecinos que la familia Haruno pueda recibir en la lujosa casa. Así es, soy adinerada por parte de padres, pero a decir verdad prefiero vivir mi vida dependiendo de mi propio sueldo y no de los lujos de mi familia. Pero antes de decirles el por que yo siempre aceptaba las invitaciones de mis padres, déjenme contarles los comienzos de mi trágica vida.
A mis 23 años no he tenido ninguna relación decente y ni siquiera he tenido mi primer beso, se preguntaran ¿Por qué? ¿No se supone que una chica rica lo tiene todo? Pero se equivocan, a principios de mi adolescencia no era una chica hermosa y delgada como siempre describen a las herederas en las revistas. No, yo era gordita y tenía mi rostro lleno de granos, añadiendo mis horrendos aparatos y lentes culo de botella. Viviendo en Londres donde la belleza se limita por estar en los huesos y tener las piernas largas, ningún chico de mi colegio quería salir conmigo. Mientras iba creciendo era peor, estando en la universidad, las cosas no mejoraban en cuanto a mi peso y los únicos chicos lindos que se me acercaban era para pedirme que los ayudara con las tareas y trabajos que mandaban los profesores. Si, yo era toda una nerd, ratón de biblioteca o como les digan en estos años y siempre terminaba con una caja de pañuelos en mis manos.
Mis mejores amigas estaban cansadas de verme en ese estado de depresión, así que utilizaron sus mejores armas en el mundo para volverme esbelta, atractiva y con piernas largas. Un entrenador. Esa palabra me da escalofríos en ocasiones, tan solo recordar las asquerosas dietas que me ponían, todos los días en un gimnasio hasta salir en la tarde, realmente fue horrible. A nadie se le debe prohibir el disfrutar de los postres, por que eso si, yo suelo comer dulces hasta hartarme. Bueno…solía.
Me inscribieron en varios deportes para mantenerme activa y no pensar en todos los helados, chocolates, tortas y pudines que me esperaban en mi apartamento. Es más mis "mejores amigas" le dieron la llave de mi casa al entrenador y cuando yo misma regrese a mi hogar, ninguna de mis delicias estaba en la nevera. Fue un golpe bajo y casi renunciaba a mi entrenamiento, pero justo el día en que por fin molería a golpes a ese bastardo de mi entrenador, vi al hombre perfecto pasar en frente de mis ojos. Perfecto cuerpo, cabello, ojos, sonrisa, en fin era casi un Dios a mi vista. Iba en su convertible negro con una horrible y flacucha rubia en el asiento del copiloto, se estacionó al lado del auto de mi entrenador y entró al gimnasio. Desde ese día comenzó la nueva meta en mi vida, saldría con ese chico, sería su novia, después nos casaríamos y tendríamos hijos, listo toda la vida que soñé pasó al frente de mis ojos. Él comenzó a venir con la rubia, pero a los meses cambió de chica y cuando ya llevaba dos años completos espiándolo a escondidas, me di cuenta que él era un mujeriego. Le había calculado alrededor de cien chicas en dos años, eh imaginaba que la cuenta era más alta a partir de ahí.
Me costo mucho averiguar su nombre sin ser descubierta, un día iba caminando y oí a una chica gritar su nombre a los cuatro vientos. Si muy difícil, casi soy descubierta al pegar un grito y saltando por todos lado diciendo-¡Se llama Sasuke!- por el resto no sabía más nada de él. Ustedes dirán, que mal espía eres Sakura pero lo siento si me pagaran haría mejor mi trabajo ¿no creen?
En el tercer semestre de mi carrera como periodista, me di cuenta que él se encontraba estudiando leyes en mi misma universidad, ¿Cómo lo supe? También escuche a una chica decirlo, esta vez fue en el comedor de la universidad donde todos los estudiantes, todos sin excepción iban a almorzar. Para ese entonces ya no era gordita, pude lograr mi propio milagro personal y aun así no tenia ninguna cita, cada chico que me rechazo anteriormente me pedían que saliera con ellos, pero no, mi corazón estaría por siempre para Sasuke aunque ni él supiera que yo lo amaba.
También había cambiado mi imagen, por que yo antes era pelirroja pero mi cabello se pasaba de tono haciendo que se viera de un rosado chillón, así que fui a una peluquería y lo pinte de castaño pero no tardo mucho tiempo en que tonos rojizos aparecieran en mi cabello. Así que ahora era castaña rojiza, un buen color que ayudaba a resaltar mis ojos verdes y mi piel pálida.
Como iba diciendo… ¡Ah! Si, estaba en el comedor junto a mis amigas, mientras ellas "tragaban" como cerdas su comida, yo comía una ensalada y bebía agua mineral ¿pueden creerlo? ¿Yo comiendo ensalada? Jamás me imagine cometiendo tal acto de brutalidad contra mis comidas anteriormente habituales, pero si quería ser esbelta, atractiva y con largas piernas debía hacer éste sacrificio.
-Cuéntame, ¿Cómo va ese asunto del espionaje?- pregunto mi mejor amiga en todo el mundo, Ino Yamanaka- ¿Lograste al menos conseguir su apellido?-.
- No- dije con mis ojos llorosos- ¡pero algún día lo sabré!- dije levantándome de la silla con mi animo hasta el cielo. Si yo era bastante optimista, siempre lo he sido.
- Escuche que tu Sasuke esta saliendo con la rubia de su salón- dijo otra de mis amigas, Nana Osaki- Creo que se llama Cherish-.
- ¿Otra vez con ella?- el pesimismo cayó sobre mis hombros y me senté en la silla con la cabeza baja- ¡No importa! No voy a perder las esperanzas-.
-Ahí esta, ese brillo en tus ojos es tan alentador- dijo mi amigo y compinche Naruto Uzumaki, el siempre me conseguía información de Sasuke a cambio de que yo le invitara a comer- Mmm si ese fervor fuera para mi- Si a pesar de que es mi amigo, el afirma que esta enamorado de mi.
- Baja de esa nube Naruto- dice Mitsuki Irie.
- ¡Sakura no voltees!- dijo Ino en voz baja.
- Ah… ¡La tentación! ¿Por que no puedo voltear?- le pregunte en el mismo tono, casi en murmullo.
- Por que ahí esta tu Sasuke y si volteas se dará cuenta de que te babeas por él- hice un puchero pero ella tenía razón.
- ¿Entonces cual es el plan?- pregunte.
-¿Plan?- dijo Naruto.
-Para llamar la atención de él- lo dije como si fuera lo mas natural del mundo, pero mis amigos estaban callados y mirando hacia mi espalda-¿Que pasa?-.
- Viene hacia acá- dijo Nana sonriendo. Yo abrí mis ojos completamente y mire a Ino, esperando a que ella dijera algo, pero para mi desgracia ella asintió.
Bien cálmate Sakura (me dije a mi misma), no va a suceder nada, él ni te conoce para pararse en tu mesa y saludarte. Solo pasara por el pasillo y tú le miraras la espalda como siempre. Concentre toda mi energía para mantenerme calmada, pero el hombre de mis sueños pasaba justo a mi lado. Y tal como me dije paso de largo sin siquiera mirarme, solté un suspiro y me relaje.
-Que mala suerte- dije aun suspirando.
- No lo creo- dijo Nana- Cuando paso te miro por un segundo y después siguió caminando-.
- ¡Oh! Eso ayuda- dije sarcásticamente-.
Entonces sonó la campana, indicando que regresábamos a nuestras aulas, que aburrido por que justamente después del receso me tocaba contabilidad. No es que no me gustara, era buena en los cálculos pero el verdadero problema era que cierta persona también recibía clases de contabilidad y era mi compañero de mesa. Él era completamente callado, no molestaba para nada lo que sucede es que, en ocasiones solía dar algo de miedo. Por ejemplo imagínense que ustedes están caminando y al girar en una esquina se te aparece éste sujeto vestido todo de negro diciéndote- Llegas tarde- la primera ves que Gaara hizo eso tuve que ir a la enfermería, me había desmayado apenas lo vi. Pero no hay que juzgar por su apariencia, Gaara fue muy amable en llevarme donde la enfermera, el pobre pensó que yo sufría de anemia o algo así. También por ser muy callado me aburro fácilmente en la clase, como desearía que ese muchacho fuera más conversador, en fin entre en el salón y lo salude como siempre.
Las clases terminaron y Gaara me acompaño a la salida, después de ahí nos despedimos y cada quién se dirigió a su otra clase. Ahora me tocaba historia, una de mis favoritas, no solo por la materia sino que era la única que compartía con Sasuke. Ustedes se preguntarán, si estamos en la misma clase ¿Por qué aun no se su apellido? Nuestra profesora era algo…trastornada, pero nos llamaba por nuestros nombres y nunca mencionaba los apellidos. En ocasiones llevaba a la clase trajes antiguos y se hacia pasar por personajes históricos. La única vez que ésta mujer me dio un susto de muerte fue cuando se hizo pasar por Napoleón Bonaparte, incluso imitó el comportamiento francés del sujeto, invitando tazas de té y panecillos parisinos, en verdad que esta loca.
Entre en el auditorio de Historia y me di cuenta que esta vez todos llegaron antes de que la clase comenzara. Le pregunte a alguien que estaba cerca de la puerta.
-¿Por qué llegaron tan temprano? Aun faltan veinte minutos para que la clase comience-.
- Hoy veremos la historia de los romanos y dicen algunos que han visto a la profesora Lauren vestida de César- abrí completamente los ojos y le agradecí por la información.
Fui revisando el auditorio a ver si había un puesto vacante y al parecer quedaban dos puestos libres y ambos estaban al lado del otro pero conectaba con la escalera. Me pregunte – ¿Derecha o izquierda?- cual de los dos me daría la suerte de no toparme con la profesora cuando subía y bajaba las escaleras del auditorio mientras daba la clase. Me sentaré en el izquierdo total están en la penúltima hilera, no creo que la profesora se de cuenta de mi presencia.
En cuanto me senté y acomode mis libros, Sasuke entro al salón haciendo que todas las chicas suspiraran por él, entonces fue cuando lo escuché.
-Uchiha-dijo un chico rubio poniéndose en frente de Sasuke- Tenemos que hablar-.
¡Oh por dios! Se van a pelear…Que importa eso, ¡se su apellido! Sasuke Uchiha, reprimí mi grito para después tenía que ver esto definitivamente, me pregunto ¿Por que necesitará hablar con él? El chico se ha volteado y ha señalado en mi dirección y yo quede paralizada.
-¿Saliste con Rebecca sabiendo que era mi novia?- la chica que estaba a mi lado se levantó y le dijo al chico que ellos ya no eran nada, después de todo no era conmigo, menos mal pues ni siquiera le conocía.
Suspiré, todo esto era tan típico. Ya había visto escenas como esas alrededor de la vida de Sasuke muchas veces, voltee mi cabeza hacia otra dirección y me coloque los audífonos del mi ipod, quedaban exactamente quince minutos hasta que la profesora llegara y no me interesaba para nada la conversación de ese sujeto, por más que Sasuke estuviera involucrado.
Entonces siento como si alguien me estuviera mirando, busque con mi mirada a la persona y fui bajando con la mirada, los asientos del auditorio entonces fue cuando me di cuenta que la mirada provenía de la escena que le formaba el chico Sasuke. Había muchas personas alrededor de ellos y me costo identificar al que me miraba, entonces pase de una en una.
-Este no es, ese tampoco, ese ni pendiente, ese jamás, Sasuke mira hacia acá, ese mucho menos…- mi mente se congelo, ya sabía quien me miraba y al parecer me hacia más caso a mi que al rival que tenía al frente.
Tenía que ser astuta, no asustarme o alterarme por su mirada. Así que regrese la vista despreocupada a la que anteriormente se conecto con mis ojos y vi como claramente sonrió de lado. ¡Que descarado! Yo eleve una ceja, como queriendo decir ¿Por que demonios me miras? Y el fue hacia mi dirección, sentándose en el puesto de mi lado derecho dejando al chico hablando solo. No pude contenerme y me reí un poco.
-¡Tú!- me señalo esta vez el rubio-¿Te estas riendo de mi?-
- Ah…Si- conteste con una sonrisa. El chico subió corriendo hacia mi puesto y golpeo la mesa donde estaba apoyada.
-¿Qué te parece tan divertido?- dijo con ojos llenos de furia.
- No lo se, tu eres quien esta haciendo todo este espectáculo-
-Mira nenita…-
-Mira payaso- dije levantándome y elevando mi tono de voz- te sientas en tu puesto y dejas de joderle la vida a los demás con tus estupidos problemas de una buena vez- el rubio se me quedo mirando y de inmediato tomo el asiento de adelante- mucho mejor- dije sentándome también.
Todas las chicas comenzaron hablar en susurros y los hombres estallaban en risas diciendo-¡Te callo una mujer! ¿Cómo puede ser Taylor?- si cosas así.
En unos minutos después la clase comenzó y la profesora actuó como siempre, imitando a César a la perfección. En medio de la clase, cuando la profesora se volteo a escribir algo en el pizarrón la chica de mi lado me pasó un papel donde me decía:
-Y ¿tu quien eres?-
- Haruno Sakura- escribí en mi cuaderno para que ella lo viera y de inmediato abrió sus ojos fuertemente, parecía que se le fueran a salir de sus orbitas.
- ¿Tú eres la gordita que le hace las tareas a los chicos de fútbol? ¿La heredera de los Haruno?-
- Era y si mi nombre esta en el testamento ¿acaso me vez gorda?-
- No claro que no-
-¿Para que me hablas? Quiero decir, tú nunca me hablas-
-Es que desde que comenzó la clase, Sasuke no deja de mirarte-
-¿Estas jugando conmigo? Ni lo conozco-
-Pues parece que te conoce- terminó de escribir ella para luego decirme con la mirada que volteara.
Mire de soslayo, durante una fracción de segundo se fijó en mi vecina, y después sus ojos oscuros miraron los míos. Él desvió la mirada rápidamente, aún más deprisa que yo, ruborizada de vergüenza. Avergonzada, la chica que estaba a mi lado se rió tontamente y fijó la vista en la mesa, igual que yo.
-¿Por que te mirará?- dijo en voz baja- No eres de su tipo- Me pregunté cuándo la habría rechazado. Me mordí el labio para ocultar una sonrisa. Entonces lo miré de nuevo. Había vuelto el rostro, pero me pareció ver estirada la piel de sus mejillas, como si también estuviera sonriendo.
-Disculpa Rebecca pero en realidad no se el porque y ni me interesa quienes son su tipo y quienes no- mentí, me moría por dentro deseando preguntar ¿Quiénes eras las chicas que eran su tipo?
De todas maneras cuando la clase termino yo me quede en el salón recogiendo mis cosas, ya que por fin podríamos irnos a casa. Como era costumbre Gaara me espero en la puerta y yo le señale con la mano que me esperará, en eso sonó mi celular.
-¿Hola? ¿Quien es?- dije mientras bajaba por las escaleras del auditorio con mi bolso- Ah madre eres tu-.
-Si Honey (así me llama mi mamá), ¿tienes tiempo esta tarde?-
- Claro ¿por qué?-
- Hoy nos visitará el vicepresidente de la empresa de tu padre y quiere conocerte- dijo mi madre, apenas cumplí los veinte años y mi madre ya me buscaba marido y ahora que tengo veintitrés es peor aún.
-Madre que te dije-le mencione, no quería que los chicos que quedaban en el aula se enterarán de los planes de mi madre.
- No es el vicepresidente en si hija, es su hijo-
- De todas maneras- dije comenzando a caminar junto con Gaara- Nada de citas a ciegas-.
Cuando llegue a la casa de mis padres, me cambie inmediatamente. Aun conservaba aquellos elegantes trajes, me puse un vestido tipo cóctel de color azul y salí a recibir a los visitantes. El señor vicepresidente me hacia recordar constantemente a alguien pero no podía descifrar a quien.
Mi madre se reía en el jardín y pasé junto con el anciano en dirección a la pequeña pagoda que había ahí, repleta de enredaderas y llena de rosas. Mi madre, como era la costumbre, tomaba el té con el hijo del vicepresidente y fue ahí cuando vi su rostro.
De piel pálida, y de ojos tan oscuros como el carbón. Sus cabellos al igual que sus ojos, negros con tonos azulados debido a la luz, alto y vestido elegantemente. Se levado se su asiento cediéndole el puesto a su padre, mientras yo aún seguía petrificada. Se movió refinadamente hacia donde yo me encontraba, y ahí en la mitad del jardín, en la casa de mis padres, Sasuke Uchiha estaba en frente de mí invitándome a dar un paseo con él por los alrededores.
-Y dime ¿Cómo fue tu día?- pregunto para entablar conversación.
-Bien- dije en voz baja.
Pero él no parecía muy convencido.
Continuará…
Belex-chan: Ya lo terminé, el primer capitulo de esta historia ¿Qué sucederá después? Dejen sus reviews y la continuaré ¡hasta luego!
