Mi madre es la noche pura, mi padre el vacío…
si levanto mi hoja, no es un sacrificio, es en su honor…
mandándolas al abismo.
Sangre fresca se derrama… vidas que van siendo segadas,
Deberían estar orgullosas… me están entregando sus almas.
Cuando envió cada alma al vació…
siento la sonrisa de mi padre, un susurro de mi madre al oído.
Un latido fuerte, adrenalina y entonces confió,
sé que mi Madre me protege, sé que mi Padre me protege…
Tanto que les entrego inocentes almas a cambio de mi propio latido.
Gracias les doy… y recibo su sonido… Un eco lejano y perdido…
mi oscura familia me espera… detrás de la extraña puerta.
Y entrego las palabras, aquellas que me dejaran pasar…
La inocencia es mentira… El silencio una música prohibida.
De la negrura cerrada, se abre el camino…
Entre piedra y moho, soy capaz de encontrar el camino…
Gracias Madre Noche, Gracias Padre Sithis…
Gracias Hermandad oscura…
Les agradezco por dejarme enviar esas almas al vacío.
