Descargo de responsabilidad: Hunter x Hunter no me pertenece al igual que sus personajes y demás relacionado con la serie
Un Monstruo
Capítulo 1: Muerto y vivo
Si pudiese regresar el tiempo... Si pudiese borrar todo lo malo que había hecho...
Pero no podía... Sólo podía vivir con ello.
Si bien, nunca fue una persona vengativa, sabía lo que significaba para su grupo el vengarse del bastardo de la cadena. Así fue como siguieron adelante con su plan.
Gracias a las habilidades nen de su nuevo recluta, el Genei Ryodan pudo dar con el chico.
Estaba viviendo en un pueblo pequeño, inexistente para el mundo.
Dieron fácilmente con la casa o más bien, mansión en la que vivía ahora.
Phinks silbó asombrado por la gran mansión:- si por tener una de esas licencias de cazador puedes obtener una mansión, haré el examen- se prometió a si mismo.
-Por ahora, vigilaremos sus pasos. Y cuando tengamos una oportunidad, lo llevaremos con nosotros- ordenó fríamente Kuroro, y los demás asintieron- Nobunaga- el mencionado miro a Kuroro- una vez que lo interrogue, puedes hacer con él lo que desees.
Nobunaga sonrió como si su líder le hubiese dado el mejor regalo de Navidad que podía pedir.
La vida de Kurapika había cambiado mucho desde que Nostrad había ido a la quiebra, y de alguna manera para bien.
Su nuevo empleador, Wayne Reynolds, se había enterado de su historia. Acerca de su tribu, su búsqueda y su venganza; y había accedido a ayudarle tanto con su búsqueda de los ojos escarlatas, como de su venganza - si aún lo deseaba-
Kurapika al principio no quería aceptar su ayuda, sin embargo estaba desesperado por recuperar los ojos de su gente. Por ahora, esa era su prioridad.
Kurapika pronto descubrió que la ayuda de su empleador era una espada de doble filo. Si bien él tenía un don para hacer tratos con la gente y obtener los ojos escarlatas tan fácil como es comprar un refresco en cualquier lugar, Kurapika comenzó a conocer el lado oscuro de su jefe.
-Este mundo es cruel, nadie te ayudará sin algo a cambio. Es por eso que a veces, tienes que rebajarte a su nivel.- había dicho una vez, aunque Kurapika no quería creer en sus palabras.
Su jefe parecía aún muy joven, a pesar de su edad. Y era un poco extraño en su trato con él, pero Kurapika sospechaba que le tenía un cierto aprecio.
Poco a poco, cada uno conoció los secretos del otro. Y así comenzaron a apoyarse mutuamente, como amo y vasallo.
La vida de Kurapika no había sido así de pacífica desde sus días en el examen del cazador, ya hace mucho tiempo.
Escupía sangre a borbotones, y no sabía cuándo pararía su tortura. Su cabeza dolía y poco a poco sentía como su conciencia se desvanecía.
Kuroro y otro miembro del Ryodan lo había torturado para hacerlo hablar, acerca de Uvogin y la noche en que murió.
Pero no había dicho absolutamente nada, prefería morir antes que darles lo que querían.
En un momento dado, Kuroro había abandonado la habitación, dejando a Feitan encargando se del trabajo. Pero no importaba lo que le hicieran, ni el dolor que sintiera; no hablaría.
-¿Aún sin cooperar?- preguntó Kuroro a nadie en particular. Kurapika sólo lo observó con el ceño fruncido, tratando de controlar sus emociones.
-Bien, sólo te recuerdo que tú me obligaste a esto- advirtió, y justo después una pequeña mujer entró a la habitación. Una mujer que Kurapika conocía muy bien.
-Senritsu- dijo con voz ronca.
Senritsu lo miraba con terror en sus ojos, no por miedo a su propia vida, sino el estado de su amigo y de cómo los latidos de su corazón se hacían cada vez más salvajes y llenos de odio.
Antes de que Senritsu pudiera ofrecerle cualquier consuelo a su amigo, sintió un dolor proviniendo de su brazo derecho. Kuroro le había roto el brazo.
Senritsu cayó de inmediato al suelo, con un grito de dolor y sujetando su brazo.
-¡No!- gritó Kurapika.
-La próxima vez, la mataré. - dijo Kuroro- ahora, si no quieres verla con el cuello roto, dime todo lo que quiero saber.
Kurapika miro al piso, y se mordió los labios con frustración. Sus hombros se undieron en forma de derrota y después respondió a todas las preguntas de Kuroro. Lo que había pasado con Uvogin, donde lo había enterrado, entre otras cosas.
Kuroro sonrió satisfecho al terminar su interrogatorio.
-¿lo ves? no era tan difícil.
Kurapika miro a Senritsu y ella lo miro a él, preocupada. Lo miro con ojos suplicantes, como si quisiera decirle algo importante.
Kurapika la miro atentamente y se dio cuenta que sus ojos le decían: "olvídate de la venganza, por favor. Sólo vive una vida feliz"
Kurapika la miro, extrañado. Era como si ella se estuviera despiden...
Acto seguido, un rió de sangre brotó de la garganta de Senritsu.
-Esto... Es por Paku- le sonrió malvadamente Phinks, quien había cortado el cuello de Senritsu.
Kurapika no pudo decir nada, estaba en completo shock. Miro en dirección a Kuroro quien sólo respondió:- yo te dije que si no querías verla con el cuello roto, pero nunca dije que la dejaría con vida.
Kurapika miro a su amiga en el suelo, muerta, y cerró sus ojos.
-Nobunaga- llamó Kuroro y el samurái apareció de inmediato- ya puedes tener tu venganza con él.
Ahí estaba parado frente a él, la persona que había asesinado a su mejor amigo.
Nobunaga no quería darle una muerte rápida y fácil. Le había dado la oportunidad a su enemigo de dormir un poco y recuperar su energía, así lo oiría gritar con todas sus fuerzas cuando lo asesinara.
Había pensado en miles de maneras de hacerle daño sin matarlo y después darle el golpe final. Pero cuando llego el momento, parecía que más bien el chico ya estaba muerto.
-¿Que estas esperando?- dijo de repente el bastardo de la cadena - asesine a tu amigo, ¿no quieres matarme?
-Claro que sí, sólo me tomare mi tiempo- dijo Nobu dando un paso adelante, pero se detuvo cuando escucho al chico bufar. Burlándose de él.
-Tú y ese hombre al que asesiné son tan parecidos- dijo con una sonrisa burlona en su ensangrentado rostro- alardeando de matar a personas, y no pueden hacerlo.- el ceño de Nobunaga se profundizo- fue tan fácil venderlo, era realmente imbécil.
-¡Cállate!- ladró con fuerza Nobunaga.
-¿Por qué? Es la verdad. Y estoy seguro que si no fuera por esa mujer, Paku, ustedes nunca hubieran descubierto la verdadera naturaleza de mi nen. Son tan idiotas todos ustedes- dijo fríamente Kurapika.
-¡¿Idiotas?! ¡¿Y quién es el que está atado a una silla?!
Kurapika rodó sus ojos, como si lo que había dicho Nobu, fuera lo más estúpido que había dicho.
Nobunaga no pudo contenerse más y con su espada atravesó uno de sus pulmones.
-Espero que disfrutes del infierno- le dijo con una sonrisa.
Kurapika comenzó a toser sangre y mientras su conciencia y vida se desvanecían dijo:- yo ya he estado ahí.
-¿Por qué tan enfadado Nobu?- le preguntó inocentemente Shalnark.
-El tonto se dejó provocar y lo mató rápido- le respondió Machi- ese chico ya no quería vivir, así que lo provoco para que lo matara rápido, por eso está enfadado.
Shalnark sólo pudo reír en su interior, el temperamento de Nobu era tan volátil.
-¿Qué hacemos con el cuerpo líder?- preguntó Shalnark nuevamente.
-¿Debo limpiarlo?- le preguntó Shizuku, refiriéndose a su habilidad nen.
Kuroro los miro y después de un tiempo contestó:- si sus ojos se han vuelto escarlatas, decapítenlo. Me gustaría tener su cabeza, valdrá mucho en el mercado negro. Si no es así, sólo limpiarlo Shizuku.- ambos asintieron, y Shalnark decidió acompañarla, siempre era interesante ver su habilidad nen.
-¡Líder!- gritó la voz de Shalnark- ¡su cuerpo ya no está! ¡Desapareció!
Todos los miembros del Ryodan dejaron de hacer sus respectivas tareas y miraron a los recién llegados.
Kuroro puso sus manos enfrente de su boca, mientras pensaba.
-Probablemente, algún aliado de él este en el edificio y ha tomado el cuerpo con él. Encuéntrenlo y mátenlo.
Todas las arañas asintieron y se separaron en grupos de dos.
-Machi- llamó Kuroro a su araña, antes de que se marchara- trae a los amigos del bastardo de la cadena, quiero Vigilarlos.
Atrapados... Así es, atrapados por el Genei Ryodan. Lo peor era que se habían llevado a Senritsu hace algunas horas y no había regresado. Y aún más peor, era que no sabían del estado en que su amigo se encontraba, aunque imaginaban que probablemente estaría muy mal herido en el mejor de los casos, ¿O tal vez era el peor de los casos?
La puerta de su pequeña prisión se abrió, y la mujer llamada Machi entró en ella y de inmediato los ató con sus hilos de nen.
Caminaron en silencio hasta que llegaron ante la presencia de Kuroro.
Sólo se quedaron ahí observando al líder y él no se movió.
-¡Líder!- gritó nuevamente la voz de Shalnark, regresando a donde se encontraba- Feitan y Nobunaga...- dijo - están muertos.
-¿Cómo?- preguntó Kuroro, extrañado por que dos de sus mejores arañas estuvieran muertos.
-No lo sé, nos separamos para buscar en todos lados, y un tiempo después Coltopi y yo encontramos sus cuerpos. Sus cuellos estaban rotos y había dos incisiones en ellos.
Pronto llegó Franklin acompañado de Shizuku, y dio las mismas noticias a Kuroro, sólo que ellos habían encontrado a el nuevo integrante del Ryodan, el que había liberado a Kuroro del nen del bastardo de la cadena.
Poco después apareció Phinks y le informaron de la situación.
-¿Qué hacemos?- pidió Shal.
Pero antes de que Kuroro les diera una orden, una extraña risa se escuchó en el edificio abandonado.
-¡Vaya banquete que me he encontrado esta noche!- anuncio un hombre, parado en un barandal del piso superior. Tenía el cabello negro, piel pálida y sus ojos se habían vuelto rojos.
-¿Quién eres tú?- le grito Phinks.
-¡Uy! ¡Que maleducado soy!- dijo riendo de nuevo y después hizo una reverencia burlona- soy Wayne Reynolds. Vine a buscar a mi aprendiz, que tengo entendido, ustedes capturaron.
-Es una lástima, ya está muerto.- anuncio Phinks con frialdad.
-Uy- dijo con una mueca Wayne y después suspiró- es una lástima, parece que morirán. Una verdadera lástima- dijo con falsa tristeza.
Phinks se rió con desprecio- ¿Con quién crees que estás hablando?
-¿Y tú con quien crees que hablas?- dijo el hombre- aunque, no es de mí, de quien te debes preocupar- sonrió malévolamente.
Phinks no entendía nada de lo que este tipo raro decía o insinuaba. En ese momento, Shizuku quien estaba a su lado, desapareció.
Lo siguiente que oyeron fue el sonido de un cuerpo cayendo desde el tercer piso y este cuerpo era el de ella.
-¡Tu! ¡Hijo de...!-
-Shhh...- lo interrumpió el hombre- yo no he hecho nada.
-Él tiene razón- dijo otra voz- fui yo.
Su asombro creció al ver al bastardo de la cadena, VIVO y parado sobre el barandal del tercer piso.
Tenía manchas de sangre en su traje y alrededor de su boca.
Gon, Leorio y Killua; no podían creer lo que veían.
-¿Kurapika?- preguntó Gon y el mencionado lo miro con ojos fríos. Algo se estremeció dentro de Gon, y por alguna razón, no pudo contener las lágrimas que caían silenciosamente de su rostro.
-¡No es posible! ¡Nobunaga te asesino!- afirmo Phinks.
-Sí, es gracias a él que ahora soy lo que soy.
-¿lo que eres?- preguntó Shal
-Un vampiro- respondió Wayne y rió.
-Mientes.
-Claro que no, ahora...- dijo el hombre mientras miraba a cada una de las personas que estaban en la habitación. Sus ojos se estremecieron por un segundo y desapareció de donde estaba.
Al segundo siguiente, estaba detrás de Phinks y clavó sus dientes sobre su cuello. Y después de haber bebido su sangre, rompió su cuello.
Kurapika observo la escena, sin emoción alguna. Pero todos los demás observaban atónitos, sin poder creer lo que pasaba.
El hombre se paró justo al lado de Kurapika, con una sonrisa.
-Dato curioso- comenzó a decir como un profesor que estaba dando una clase- si un humano muere con sangre de un vampiro dentro de él, volverá como un vampiro- dijo señalando a su aprendiz- ¿Quién sigue?
-¡Kurapika!- grito Gon -¡No puedes hacer esto! ¡Así no eres tú!
El mencionado, nuevamente miro a Gon, directamente a los ojos. Esto le dio una idea a Kuroro.
-¡Váyanse ahora!- anuncio- sino, matare a tus amigos.
Kurapika miro al hombre, midiendo sus palabras. Sabía que lo haría, no había dudas ni en su voz ni en su expresión facial.
-Adelante- le dijo, y se encogió de hombros- no me importa.
Kuroro lo observó, y llegó a la conclusión de que hablaba enserio. Ya no le importaban sus amigos.
-Vámonos Wayne- anuncio Kurapika
-¿Qué? ¿No vas a acabar con todos ellos?- le preguntó
-Ya no me interesa- le dijo.
-Bien, como desees-
Y ambos - aparentemente- vampiros, salieron del edificio.
Y sólo Leorio se atrevió a expresar lo que todos pensaban:-¿Qué le está pasando?
Continuará...
