Era una noche tranquila, un sábado cualquiera, en casa de la familia Kise, sus padres veían la televisión tranquilamente en el salón, mientras tanto sus dos hijas como su hijo menor estaban en la misma habitación cada uno atento a su teléfono, ojalá todos los sábados fueran así de tranquil...
Ding dong~
Sonó el timbre y el ambiente tranquilo se fue a la mierda, ¿quién podría ser a esa hora? Eran ya casi las once de la noche, era de muy mala educación ir a casa de alguien a esa hora a menos que fuera algo muy urgente. Kise se levantó de la mesa y se ofreció a abrir, quién iba a decirle que quien estaría en su puerta a esas horas sería Aomine jadeando como si hubiera corrido un maratón.
- ¿A-Aominecchi?- Preguntó el rubio confundido y sonrojado al verle allí pensando que había ido corriendo para verle.
- Kise, escucha es importante, necesito que me dejes pasar.- Respondió Aomine aún con la respiración agitada haciendo sonrojar al otro aún más.
- P-Pero, Aominecchi, están mis padres y mis hermanas, no podemos...
- Kise, lo necesito.- Insistió.- Déjame pasar.
- Podrían oírnos aunque cerremos todas las puertas.- Continuó el menor sin apenas escucharle poniendo ambas manos en sus propias mejillas muy avergonzado.- No pensé que Aominecchi tuviera tantas ganas de verme... Si no hacemos mucho ruido y no tardamos puedes pasar.- Añadió en voz baja echándose a un lado para dejarle entrar.
Kise se dirigió a las escaleras para subir a su dormitorio, pero al ver que Aomine no le seguía y se iba hacia otra habitación le miró extrañado y volvió a bajar las escaleras para seguirle, estaba yendo a su... ¿Cocina?
- Aominecchi, mi habitación está en el piso de arriba...
- Ya lo sé.- Kise se calló unos segundos y se volvió a sonrojar.
- ¿Q-Quieres hacerlo aquí? Oh no, Aominecchi, es muy arriesgado.- Dijo el rubio en tono dramático apoyando el dorso de su mano sobre su frente.- Aunque si no hay más remedio...
Acto seguido se sentó sobre la mesa de la cocina y separó un poco sus piernas esperando que Aomine se acercara, este le miró de arriba a abajo confuso por eso, se acercó y le dio un beso corto, pero nada más, en cuanto lo hizo volvió a darse la vuelta buscando algo. Kise levantó una ceja, ¿sería que quería que empezase él? El rubio se desabrochó un par de botones de la camisa de su pijama y separó más las piernas.
- Aominecchi.- Le llamó poniendo una voz sexy, este se giró y volvió a mirarle de arriba a abajo.- ¿No quieres...?- Preguntó Kise separando sus piernas y haciéndole un gesto con el dedo para que se acercara.
- Kise, no lo entiendes, hoy he venido a algo mucho más importante.- Explicó Aomine haciendo que el rubio levantara una ceja.
- ¿Algo más importante? Creí que nada era más importante que yo, y menos si se trata de "eso".- Dijo Kise confundido ya que en su vida había visto a Aomine anteponer algo al sexo.
- Verás...- Respondió el mayor sacando su móvil de su bolsillo.- He visto un Pikachu en tu jardín trasero.
...
¡Era inevitable hacer esto con todo lo del Pokémon go! xDD Ahshshibs se me ocurrió de repente después de ver algunas fotos en tumblr y esto salió después de media hora escribiendo, ¿qué opináis?
Fun fact: En un principio pensaba hacer que fuera Takao quien llamaba a la puerta de Midorima buscando el Pikachu, pero como hacía mucho que no escribía AoKise y como Kise da tanto juego a ser dramático y montarse la paranoia decidí cambiarlo xD
¡Nos leemos!
