Historias para Mari.

Cyborg POV

¡Oh, no! ¡No lo harás viejo! -

¡Oh, sí bebé! Viste eso bestita, así es como se hace. –

¡Viejo eso fue trampa! – casi podía ver humo saliendo de sus orejas, el pobre pedazo de pasto podía ser muy gracioso a veces.

Claro que no, te gane, soy mejor que tú y lo sabes. –

¿Tío Cyborg? – Mari se asomó entre el sofá, tenía puesta su pijama de conejo, se veía igual de tierna que Rae cuando Mumbo la convirtió en conejo…aunque ella no lo admitiera.

¿Qué sucede linda? –

No puedo dormir…-

Oh vaya, ¿tuviste un mal sueño? – la tome en brazos – Lo siento bestita, tendrás que esperar, iré a acompañar a Mari.

Claro, huye cobarde, cuando vuelvas pateare tu trasero de hojalata. –

¡Eso quisieras enano! –

¡Tío! -

Lo siento Mari, vamos, cuéntame que sucede- Volvimos a su habitación, estaba junto a la de Raven, tenía la misma cantidad de libros, pero estos eran cuentos y libros para niños…creo.

Tuve un sueño sobre papá-

¿Oh…quieres hablar de eso? – negó con la cabeza muchas veces – De acuerdo, de acuerdo, ¿qué puedo hacer por ti? –

Mmm… ¿puedes contarme una historia? -

Claro pequeña, ¿qué será esta vez? ¿Quieres que te cuente de cuando acabamos con la Hermandad del mal? ¿O sobre nuestro viaje a Japón? ¡Oh! Ya lo tengo, que te parece de esa vez que participe en el torneo internacional de vid…-

¡Mamá y papá! Quiero una historia sobre mamá y papá…- Así que era eso…

¿Quieres que la lea yo? – asintió suavemente, tuve que reprimir el deseo de abrazarla era tan delicada que cuando Star y yo la abrazábamos solíamos dejarle un par de moretones, pero no era a propósito, claro que no, es que la amábamos demasiado y no solíamos medir nuestra fuerza lo suficiente y ella era demasiado pálida, no tanto como Rae…Mari tenía un tono más rosa. Tome el libro que Dick había estado escribiendo para ella, era prácticamente un registro de todas sus citas, sus citas con mi Rae, ese cabeza de púa, seguramente no pensó que su hermano iba a leer todo esto. Era un libro de tapa de cuero negro, sus páginas eran un poco amarillas y estaba escrito con una letra muy pulcra…como siempre y antes de cada historia había un dibujo de mi hermanita, muy pocos lo sabíamos, pero era muy buena para dibujar.

Muy bien…déjame ver. Este se ve interesante, ¿lista? – asintió emocionada.

(La historia es un recuerdo de Robin, así que imaginen que él lo está relatando.)

"Die Höhle von Van Gogh.

Estaba muy cansado y aburrido, claro que el aburrimiento le ganaba al cansancio, hace un par de semanas que no había pasado nada, ningún crimen, ninguna alerta, ni siquiera una emergencia en la que pudiéramos participar, ya había acabado con los archivos, adelante trabajo, incluso hice todo lo que Chico bestia no había hecho, revise y separe el correo, entrene, limpie y organice los archiveros, el gimnasio y la sala de evidencia, les di mantenimiento a las maquinas, no había centímetro en la torre que no hubiese tocado ya…y aún no había rastro de que nos necesitaran, era tan tedioso que los chicos se habían ido a pasar unos días con los Titanes Este, excepto Raven, y podía saber que el aburrimiento le estaba afectando tanto como a mí porque la encontré sentada en la sala buscando algo que ver en el televisor, ella nunca, jamás…haría algo así. Me senté a su lado, hace poco había aceptado ya mis sentimientos por ella, Star y yo habíamos terminado hace unos meses y ahora estaba saliendo con Speedy, y recientemente me había dado cuenta de que me enamoré de mi mejor amiga…por eso me ponía nervioso estar sola con ella, y este era el segundo día y era la primera vez que la veía desde que los chicos se fueron.

¿Tú tampoco tienes nada que hacer ahora? –

Ah…no, estuve entrenando, pero ya fue suficiente, y ya revisé todo y bueno sin los chicos todo se mantiene limpio…así que ya no hay nada que hacer. –Rae seguía pasando los canales.

Entiendo…- un canal tras otro – ¿En serio? ¿Tenemos el mejor sistema de cable y no hay nada que ver? Todo esto lo transmitieron ayer en la noche. -

¿También viste la televisión ayer? –

Claro que sí, no tenía nada que hacer y ya leí todos mis libros por lo menos unas cuatro veces cada uno, incluso yo me canso de ellos a veces, ¿es un pecado ver televisión o qué? –

No, no, es que nunca te había visto aquí…voluntariamente, ya sabes, viendo el televisor-

Lo siento…es que no hay nada que hacer, es tan frustrante, y tú ya hiciste todo lo que se pudo haber hecho, así que gracias chico maravilla. –

Lo siento, oye, ¿aún no desayunas? –

Ah…no-

De acuerdo, entonces qué tal si salimos a desayunar como personas normales, no nos vendría mal, y no quiero cocinar y estoy seguro de que…tu tampoco- aun no olvidaba los waffles del fin del mundo.

De acuerdo, pero iré a cambiarme, y tú también, un semáforo andante no es exactamente una persona normal, avísame cuando estés listo- dijo mientras salía por la puerta… ¿cuando estés listo? que no eran las mujeres las que tardaban en cambiarse, Star solía hacerme esperar media hora…en el mejor de los casos.

Tarde más de lo esperado escogí unos pantalones negros y unas zapatillas de montaña de igual color, una camisa negra simple y una chompa de cuero y por supuesto unas gafas oscuras, a mí también me gustaba usar negro de vez en cuando. Era la primera vez que salía con Raven siendo un civil…y yo jamás la había visto sin uniforme, ella jamás me había visto sin uniforme excepto cuando escapamos de la policía en Tokio…y todo se sentía muy raro, claro que me ponía nervioso… ¿pero tanto? Era ridículo, Raven era mi mejor amiga, nos habíamos contado muchas cosas, incluso podía decir que algunas de ellas si eran para avergonzarse, y nunca dude en mirarla a los ojos, ¿y me sentía inseguro de cómo lucia? Era Raven, la conocía perfectamente y sabía que a ella no le interesaban esas cosas, así que fui a verla.

Cuando abrió la puerta trate de no mirarla como un idiota, al menos no tanto tiempo como para que se diera cuenta…era tan raro verla sin uniforme. Llevaba unos boyfriend jeans con un cinturón negro y un suéter negro de cuello alto que llevaba metido en los pantalones, su cabello estaba recogido en un moño en la parte baja de su cabeza y algunos mechones se le escapaban, llevaba también un pequeño bolso, no creí que ella fuera de las que llevaba bolso…no creí que ella tuviera un bolso.

Vaya, ¿ahora el gótico eres tú? –

No soy gótico. –

Lo sé, no es agradable, ¿verdad? -

Bueno…Rae-

Tranquilo chico maravilla, estoy jugando- dijo con una sonrisa…era uno de los beneficios de ser su mejor amigo, sabía que esas sonrisas eran para mi…todos las habíamos visto alguna vez, pero podía decir que yo las veía más seguido.

Muy bien my lady si me permite, iremos a la mejor cafetería de Jump city- Rae nos transportó a algún lugar del centro, un callejón donde nadie nos veía y ahí emprendimos camino, aun me tomaba del brazo…que más podía pedir.

¿A dónde vamos? –

A la mejor cafetería de Jump city-

Si, ya me lo dijiste-

¿Entonces por qué preguntas? –

Muy gracioso Rob…amm ¿cómo se supone que debo llamarte? -

Somos civiles hoy, llámame como quieras Rach- sabía que odiaba los sobrenombres, pero ver su rostro cuando estaba molesta era muy divertido…bueno, cuando no estaba molesta conmigo, y estaba "ligeramente" molesta.

De acuerdo Dick, entonces, ¿cuánto tardaremos en llegar?, tardaste mucho en cambiarte y muero de hambre-

En un momento llegaremos- entramos en otro callejón.

Espero que no hayas fingido ser un héroe por años y ahora vayas a matarme aquí-

¿Qué? Claro que no Rach, jamás te haría eso, además, ¿no crees que tengo más estilo que para hacer eso en un callejón como este? Elegiría un mejor lugar para ti-

No tienes idea de lo halagada que me siento al escucharlo-

Es por aquí, entrare yo primero para guiarte, ten cuidado con la cabeza y cierra la puerta detrás de ti- En medio de ese largo callejón había una pequeña puerta, Rae y yo teníamos que agacharnos para entrar, y era un corredor algo largo y oscuro, poco a poco se iba haciendo más grande y al final había una puerta de madera ninguna persona en sus cabales entraría, pero para quienes sabíamos lo que había allí, era justo y necesario. Cuando abrí la puerta sabia lo sorprendida que estaría Raven al salir, así que me gire para verla, como siempre, si su rostro no decía mucho de sus emociones, sus ojos si, y brillaban de una manera muy especial, supe que había hecho un buen trabajo. – ¿qué te parece? -

Oh, Richard…es…es precioso- Si bien el exterior se veía como un edificio abandonado más, la parte interna era todo lo contrario, y era más grande de lo que parecía, era un gran edificio de al menos una cuadra y era de tres pisos, aunque solo se usaban los alrededores por lo que en el centro había un jardín lleno de flores con un almendro enorme en la mitad por suerte tenia flores aun, aunque algunos pétalos estaban cayendo ya (como los típicos arboles de cerezo de los animes de Chico bestia), así que se veía como una nevada, también había una pequeña plataforma que se usaba para shows en vivo rodeando el tronco, los vidrios del techo permitían ver el cielo azul, en los alrededores los pasillos tenían las mesas, unos libreros repletos de libros en los espacios vacíos, y las paredes estaban decoradas con papel tapiz, cada mesa tenia uno diferente, se veía perfecto y muy sencillo, aunque uno pensara que eso no podía ser posible. ¿Qué clase de árbol es ese? -

Es un almendro-

¿Cómo es que pudo crecer aquí? –

La verdad no lo sé Rae- Un chico rubio de cabello largo se nos acercó- Rachel, déjame presentarte al dueño del lugar y un gran amigo mío, él es Nils- llevaba su típico traje negro de mesero y los tatuajes en sus brazos se veían, tal vez no fue una buena idea, note que se gustaron de inmediato.

Bienvenida a Die Höhle von Van Gogh, meine Dame. – tomo su mano y la beso en el dorso, me miro mientras lo hizo- esta encantadora señorita es tu novia Richard?

Soy su amiga- Auch…justo en la friendzone.

Ya veo, encantado de conocerte Rachel-

Lo mismo digo-

Déjenme llevarlos a su mesa, ¿tal vez les gustaría usar el tercer piso? Las flores del almendro siguen intactas arriba, y evitaran que los pétalos invadan su comida-

Claro, gracias- tome a Raven del brazo y seguimos a Nils por las escaleras, el tercer piso estaba vacío, por lo general este lugar estaba casi vacío en las mañanas, era en la noche cuando se llenaba por las presentaciones, por eso decidí venir aquí, nadie nos molestaría…excepto Nils al parecer. Nos entregó las cartas y se retiró.

¿En verdad es un lugar hermoso…pero semejante árbol debí haberlo visto desde afuera mientras volaba alguna vez, como es que no lo vi antes? -

Porque no puedes, yo ayude a construir el lugar, usamos un vidrio especial, no puedes ver nada de afuera a adentro, de hecho, parece un piso común, por eso este edificio se mantiene oculto aún.

¿Y cómo es que se mantiene en pie? Con tantos ataques alguien debió derribarlo ya-

Pues…fuera de unas ventanas rotas no le ha pasado nada más…pero eso es más suerte que otra cosa jaja-

Es un lugar muy afortunado entonces, ¿eh? - su sonrisa…

Supongo que si Rach- sonreí también.

¿Puedo tomar sus órdenes? -

A mi dame lo de siempre-

Muy bien, ¿y que desea la señorita? –

¿Además de la paz mundial? Pediré un freddo y un pedazo de red velvet-

En seguida. Oh y, por cierto, tu amiga me cae muy bien Rick- me guiño un ojo y se retiró. Cada vez me estaba agradando menos.

No te preocupes por mí, sé que solo te está molestando. –

¿Qué? -

Soy empática, siento cuando estas molesto además tenemos un vínculo, ¿recuerdas? -

Ah…si, es que…ya sabes, sé que es incómodo para ti y me molesta que…que te moleste-dios que estoy diciendo, no tiene sentido.

Pero en realidad me agrada, se ve que es un buen chico. -

Si…lo es-

¿Y qué pediste? -

¿Ah? -

¿Qué es lo de siempre? –

Oh, un café irlandés y un pedazo de tiramisú- alzo una ceja.

Vaya, no sabía que Robin, el defensor de los inocentes, el protector de Jump city, el ex compañero de Batman, detective de medio tiempo, semáforo andante, la idea de la pulcritud consumiera alcohol- escuche su divertida voz a través de nuestro vinculo…era lo suficientemente perspicaz como para saber que ese comentario estaba fuera de lugar cuando no tenía la máscara puesta, cosa que se le escapaba a los demás.

Ja ja. Vamos Rachel no me digas que tu no, fuera de mis responsabilidades, soy un hombre y además humano, me doy mis gustos de vez en cuando. -

Touche-

Disculpen. La orden de la señorita, y la orden del caballero- Raven soltó un bufido.

Muchas gracias-

A ti por dejarte traer hasta aquí, no es común ver mujeres tan hermosas por estos lugares, por lo general esto está lleno de hombres. Así que si decides volver…sola, y alguien te está molestando no dudes en avisarme. -

Gracias Nils, pero puedo cuidar de ella perfectamente-

Ya veo…ja, entonces cuide usted de mi amigo meine dame, puede ser algo frágil.

¡Oye! -

Lo sé- Ambos se veían intensamente… ¿de qué me perdí? Al final Nils se fue, el resto del desayuno fue silencioso, no había necesidad de hablar, y acalle mi incertidumbre. Tu madre se veía tan hermosa, mirando aquel almendro, mezclada entre el tapiz del lugar, el árbol de fondo y los pétalos blancos flotando cerca de ella en una brisa inexistente, como si ella fuera su sol, fue en ese momento en medio del vapor del café, y los ojos de tu madre devolviéndome la mirada, que supe que mi alma se había atado a la suya.

Nos quedamos allí toda la tarde, hablamos con Nils, leímos algunos de los libros, recorrimos los pasajes secretos del café y nos quedamos a un tributo de Les Luthiers en la noche, fue la primera vez que vi a tu madre disfrutar de una comedia, no se lo digas a Garfield.

Cuando la noche llego nos quedamos a la orilla de la isla, nos sentamos sobre una roca a escuchar música, lo recuerdo bien la canción era "Adiós" de Gustavo Cerati, el cielo estaba algo despejado y se podían ver un par de estrellas, hacia frio, tu madre temblaba un poco y por alguna razón que no me percate termino recostada en mis piernas, fue tan natural que no me di cuenta. Los ojos de tu madre brillaron por un momento…fue tan fugaz que no pude reaccionar, tu madre se levantó rápido y me beso. Muchos dirán que no era nada, pero las cosas no eran así con tu madre, ese beso no era físico, ese beso iba más allá, a nuestro vinculo, tenía pasión, tenía ideas, miedos, tenía ilusiones, dudas, era oscuro, deslumbrante, se sentía como caer al vacío y lograr estabilidad a mitad del trayecto…como volar, como estar al borde de la muerte y sentir la vida volviendo al cuerpo.

Esa inusual declaración de amor fue el primer regalo de tu madre."

Vaya…-

Mama era más poética para escribir…pero siempre descubría nuevas facetas de papa cuando leía para mí-

¿Estás bien cariño? -

Ahora sí, ¿puedes quedarte aquí hasta que me duerma? -

Claro nena- la arrope y me arrodille a su lado, esa pequeña camita no resistía el cuerpo de esta hojalata- sabes que, mañana iremos a ver a tus padres.

Vi una ligera sonrisa y sentí su respiración relajándose…estaba soñando con algo mucho mejor que esto…y ahora yo, en medio de esa habitación ya oscura, con el aroma a vainilla tan característico de mi hermanita y su hija…sus recuerdos, que no pude evitar empezar a llorar. Ella se parecía tanto a la pequeña Rae que conocimos en el fin del mundo, la hermanita que no pude proteger…pase a su lado toda la noche, estuve a su lado hasta que despertó y le prepare sus waffles con leche de fresa, hasta que volvió a sonreír.