se que no e continuado mis demás historias y lo siento, pero me pagaron por hacer este fic, asi que !money! $-$
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Capitulo 1
Marco se despertaba tras el sueño más loco que había tenido en años. Su imaginación en esta ocasión sí que le había jugado una desagradable broma, incluso para su persona. Él haberse follado a Star en sueños no era algo normal, en especial si consideraba que lo había hecho de manera muy brusca, casi violándole, por no mencionar que la había denigrado hasta decir basta con sus palabras.
-Solo fue un sueño, solo un sueño. –Se repitió tratando de calmarse, claro que el inmenso cansancio que sentía en su cuerpo no le ayudaba para nada. - ¿Verdad?
Con algo de dolor logro incorporarse, todo su cuerpo se sentía tan pesado como el plomo.
-Rayos sí que me moví mientras dormía.
Marco realizo un poco de calentamiento, pero no le ayudo, al final decidió simplemente salir a caminar para calmar su corazón.
Claro que el salir de su habitación para ver como Tom se paseaba con su chamara, mientras Star colgada amorosamente de su brazo derecho, fue un golpe a su hígado, en especial tras esa triunfantemente sonrisa que le dedico el demonio junto antes de desaparecer en las escaleras.
¿Cómo podía Star estar con Tom? No era como si él quisiese que Star estuviese con el…. Vale talvez era algo que se merecía por lo de Jackie, pero si Star podía iniciar otra relación así de fácil ¿Por qué le hizo esa confesión antes de irse?
Marco decidió que pasar de largo era lo mejor, el asunto con Star, en especial después de lo sucedido en la playa infernal con Kelly y Tad, aún era muy confuso. Aunque doloroso, el hablar con Tad le había abierto los ojos, su presencia solo lastimaba a Star. Quizás ese sueño era una premonición, era hora de pensar en irse de Mewnee.
Pero de momento, desayunar era su prioridad.
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El desayuno paso sin pena ni gloria para Marco, para su fortuna Star había decidido pasar con Tom en alguna parte, lo cual le dio a Marco todo el tiempo para pensar en sus problemas;
Primero y el más inmediato eran los padres de Star, ellos habían sido capases de enviar a su hija a la casa de unos completos extraños para que esta aprendiese a controlarse, pero eran incapaces de relacionarse con el quien cuido de su hija, ni siquiera podían fingir un poco de agrado. Marco quería catalogar a Moon y River como hipócritas, pero eso era harina de otro costal.
El segundo era Hekapoo, la siempre sexy miembro del comité mágico, estaba muy enfadada con él por ocultarle como Star perdió el control de sus poderes y mientras dormía, viajaba a dios sabe dónde creando diversos portales (que no se cerraban) a lo largo de diversas dimensiones, aunque el intuía que lo que más le molesto era que él le hubiese pedido como favor personal que ocultase eso de los demás miembros del consejo.
-Otra relación que el arruino por ayudar a Star.
Marco se sujetó la cabeza con dolor, no debía pensar en eso, no era culpa de Star, simplemente las cosas se dieron, nada más.
-Debería volver a casa cuanto antes.
Pero su tercer problema se lo impedía, debido a que sus padres asumieron que su hijo recibiría el mismo trato que ellos le dieron a Star, regresar a su hogar sería complicado, su habitación había sido arrendada para que alguno de sus parientes la usase estas vacaciones.
¿Cómo regresar a casa sin dejar mal a los padres de Star? Sus padres eran muy buena onda y todo, pero si se enteraban como Moon y River lo trataban Star no podría poner un pie de nuevo en su casa. ¿Eso ultimo era un problema? Muy posiblemente Star nunca regrese a la tierra.
-Eso no importaba ahora.
Finalmente, pero no menos importante estaba el asunto de Eclipsa, todo lo que rodeaba a la ex prisionera de Rumbulos estaba mal, un mal presentimiento lo perseguía en el castillo, era como si Star fuese acabar muerta apenas el bajase la guardia.
- ¿Pero eso importaba? Él ya había sacrificado dos agradables relaciones por Star ¿Por qué debía sacrificar algo más?
"Star puede irse a la mierda, que su novio Tom la cuide ella ya no debería se problema mío"
Marco trato de calmar sus pensamientos, pero sus ideas no paraban de agitarse más y más.
"¿Por qué tengo que seguir aquí? Nadie me quiere y a nadie le importo ¿Por qué protejo a alguien que casi me deja morir a manos de un oso de polvo?"
-Desde el primer día Star ha querido deshacerse de mí, talvez es hora de darle gusto.
El dolor de cabeza que sentía Marco ya había superado cualquier cosa conocida, era casi como si cientos de pequeños bichos estuviesen masticando su cerebro a la vez.
- ¡¿Por qué me duele tanto?!
Marco dio un golpe a la pared de piedra y la perforo con su puño. Cuando retiro con miedo su mano se dio cuenta que esta estaba toda morada.
-A genial, lo que me faltaba, ¿De nuevo el brazo monstruo?
Marco quiso echarse a llorar, la idea de que tendría que enfrentarse a ese maldito tentáculo de nuevo no le agradaba en lo más mínimo. Afortunadamente los minutos pasaron y no pasó nada, es más su mano regreso a su color a la normal.
-Bien, al menos parece que no tengo que preocuparme por esto ahorita mismo.
Marco se levantó, estaba furioso, talvez caminar le ayudaría a calmar sus ideas.
-Marco Diaz, debe venir con nosotros en este instante.
-¿?
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Moon era junto a su esposo River los gobernantes del reino de Mewnee, y como tales tenían la obligación de siempre pensar en lo mejor para su reino, incluso si eso significaba sacrificarse a sí mismos.
La reina vio con ojo crítico como Marco salía del palacio, el chico terrestre era por mucho el único y mejor amigo de su hija, pero nada más, ella no podía permitir que su hija y él se uniesen en matrimonio. No era que considerase a Marco indigno de su hija, todo lo contrario, su hija sería muy afortunada en tener a alguien como el a su lado. Pero ¿Por qué siempre tenía que haber un "pero"?
- ¿River estás seguro de que tu plan funcionara?
Moon vio cómo su esposo se limitaba a asentir desanimadamente.
-Todo ha sido preparado, aunque me sigo oponiendo a esto. Es una traición en toda regla querida, no solo por todo lo que el ah hecho no solo por nosotros sino por nuestra hija.
Por supuesto que era una traición, si la situación fuese diferente Moon no hubiese siquiera imaginado lo que estaban a punto de hacerle a Marco, pero debían terminar la relación que tenía con su hija por el futuro de todo Mewnee. Talvez Tom no era el mejor candidato para desposar a su hija, pero como príncipe del inframundo sería un valioso aliado a futuro para el reino, una oportunidad que no podía dejar pasar.
-Da la orden.
River se limitó a rezar en silencio por el porvenir de Marco, pidiéndole a sus ancestros que protejan al pobre escudero de su hija.
-Como ordenes, mi reina.
El plan para deshacerse de Marco era hermoso debido a su simpleza;
Cada cierto número de años los gobernantes de Mewnee debían auspiciar una competencia donde se les permitía a los escuderos que quisiesen convertirse en caballeros participar en una batalla para probarse. En esta batalla, aunque se prohibía firmemente matar a su oponente, más de un escudero con sueños demasiado grandes era golpeado hasta el límite. Este año sería Marco ese escudero. Usarían el titulo decorativo de escudero que le habían dado por su ayuda en la batalla contra Toffe para obligarlo a participar. Luego simplemente pondrían a un caballero de su entera confianza en su contra y listo. Podrían devolver a Marco a sus padres bajo la excusa de que se metió donde no debía.
-Moon te lo pido, por favor reconsidéralo, Marco no se merece eso –dijo nuevamente River.
Por supuesto que no se merecía eso. Marco había logrado adaptarse y sobrevivir a este reino, pero si le permitían seguir corrían el riesgo de que su hija se dé cuenta de que estaba saliendo con una tetera a punto de estallar.
-Todo es por el bien de Mewnee.
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-Star esto es grabe, el brazo monstruo volvió.
Se quejó Marco mientras trataba de llamar la atención de Star. Lamentablemente ella está ocupada en otra cosa.
-Eso es imposible Marco, me encargue de él, está destruido, jamás volverá. -Respondió Star sin regresarle a ver siquiera.
Pero Marco no se desanimó por la negativa de su compañera a prestarle atención siguió presionando por algunos minutos. Hasta que finalmente logro llamar su atención.
- ¿Podríamos al menos consultar con tu madre Star? -Pregunto Marco un poco preocupado, una extraña voz en su cabeza comenzaba a asustarlo. - Te juro que puedo oír su voz en mi cabeza
Star Salto sobre Marco y lo empujo contra la pared más cercana con lujo de violencia.
-Nadie puede enterarse que use ese tipo de hechizos. -Star levanto a Marco del cuello de su camisa. - ¿Acaso no comprendes lo que me haría mi familia?
- ¡Star me estas ahogando!
Sin embargo, una voz interrumpió a Star quien se separó asustada.
-Arreglaremos esto más tarde Marco, ahora tengo la cabeza llena y no me estas ayudando, para que rayos te convertiste en mi escudero si solo vas a estar llenándome la cabeza con problemas ¡no me estas ayudando!
Marco vio alejarse a Star mientras su conciencia volvía.
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Marco abrió lentamente los ojos mientras sin mucha emoción movía su cabeza de un lado a otro. ¿Cómo era que él se había metido en esto? Lo que se supone sería un pequeño paseo a los límites del castillo, termino con uno de eso malditos caballeros en plateada armadura metiéndole de una patada a un carro ¡Y ahora estaba en una jaula dentro de una especie de coliseo romano!
-Matare al gracioso que se le haya ocurrido que esta es una buena idea.
Marco solo se sentó en catre mientras esperaba que algo pasase, no era como si él estuviese atrapado, todavía tenía las tijeras dimensionales que su había ganado cuando derroto a Hekapoo pero no tenía intención de usarlas … de momento.
-Vaya, pero si es el pequeño y mimado escudero de la princesa…te llamabas caballo ¿verdad?
Marco tuvo que hacer su mejor esfuerzo para poner una cara de póker frente a la mujer escudera Higgs.
- ¿Qué quieres Higgs? Como puedes ver no tengo tiempo para tus burlas.
Contrario a lo que Marco esperaba Higgs solo sonrió.
-Solo quiero felicitarte, pensar que participarías en los juegos es algo impresionante, te van a partir cada hueso en el cuerpo, pero aun así es impresionante. Supongo que incluso un pobre mimado como tu tiene sueños jajajajajajaja no tienes ni un año aquí y ya vas a por el título de caballero ¡Eso es tener las mallas de acero bien puestas!
Marco no supo cómo interpretar lo que Higgs decía, pero no le importo, mínimo sabía que aún estaba en Mewnee, además de ser parte en alguna especie de juego, una los suficiente peligroso para que la mujer escudera considerase innecesario molestarlo.
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Moon y River se sentaron en un palco especialmente preparado para ellos y dieron inicio a los juegos de caballería. Las reglar eran simples, derrota a al menos un oponente y serás ascendido, derrota dos y serás condecorado, derrota a todos y gana un puesto en la mesa de la familia real.
Durante años habían visto estos juegos, incluso cuando sus padres aún estaban vivos. Aunque más que una oportunidad para que nuevos talentos demostrasen de lo que son capases esta arena era una fosa donde los sueños de todos esos escuderos que soñaban con ser caballeros morían. Una forma elegante y simple de demostrarles a los plebeyos que nacieron plebeyos, crecieron como plebeyos y seguramente morirán como eso mismo.
Claro que, en esta ocasión, habían torcido un poco las reglas.
-¡QUE LOS JUEGOS COMIENCEN!- Grito River a todo pulmón cuando el redoble de tambores que anunciaba la competencia había iniciado.
-Recuerdas tus ordenes ¿Verdad?
Pregunto Moon a la jefa de caballeros que se encontraba a sus espaldas.
-Necesito lastimar a Marco lo suficiente como para que este regrese a la tierra, pero sin humillarlo al punto que rompa toda relación con su hija.
-Bien.
-Si se me permite una pregunta ¿Por qué no le rompen ambas piernas al chico y listo?
Moon se sintió tentada a responderle a esa sugerencia, pero la mano de River toco la suya recordándole porque esa no era una opción.
-Su presencia podría ser valiosa a futuro, uno nunca sabe.
Si la jefa de caballeros comprendía o no sus motivos no importaba, solo necesitaban que obedeciese al pie de la letra.
Los juegos comenzaron como siempre, algunos escuderos con aires de grandeza y unos pocos caballeros ingenuos probaron suerte, todos acabaron en lo mismo, una masacre.
-Los juegos de este año parecen estar un poco apagados cariño, no veo que haya muchos participantes.
Moon asintió, este año ciertamente había muchos menos participantes que en veces pasadas, pero no por eso se podían permitir que un plebeyo soñase más allá de lo que era.
-Es el momento que entre Marco.
River sintió un vacío en su corazón, pensar que su linda esposa ocultase un lado tan oscuro a plena vista era algo que ciertamente no le agradaba, aun así, aceptaba sus deseos, más o menos.
Marco entro como se planeó, su oponente ya lo estaba esperando en la otra esquina, pero un dato llamo su atención.
- ¿Sin armadura ni armas? ¿No es eso muy cruel querida?
Moon solo regreso a ver a la jefa de caballeros quien saco un papel apresurada.
-Marco dijo que no necesitaría nada, aunque si tomo de la armería una especie de… ¿espada?
Moon solo agito su cabeza, si Marco se había dado cuenta de su plan, no importaba, todo terminaba este día. O al menos eso espero.
El primer oponente en el coliseo era Sir Stabby, uno de sus más grandes caballeros, su familia había tenido un lugar de honor en Mewnee por generaciones.
Sir Stabby esperó pacientemente a que la reina Moon bajase su brazo antes de saltar a la arena montado en un poderoso gerracornio, además de que estaba armado con una imponente lanza. Tal y como se lo había comunicado Sir Dashing of Muzzleton, la reina Moon deseaba que el chico frente a él abandonase Mewnee con el menor daño posible, y aunque no entendía lo último, él estaba dispuesto a cumplir con su deber.
Moon sonrió al ver como Sir Stabby cabalgaba rápidamente hacia Marco, ahora solo faltaba que este se rindiese o perdiese el conocimiento y podrían devolverlo a la tierra.
-HeeH quería, ¿No notas algo raro en Marco?
Moon no tuvo tiempo para pensar en las palabras de su esposo, Sir Stabby había envestido a toda velocidad, o al menos eso debería haber hecho, ya que en menos de un segundo todo lo que quedaba en la plataforma era Marco, ya que por alguna razón Sir Stabby había salido disparado de su gerracornio y se había estrellado en las gradas.
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Marco había usado el principio de la palanca, así como la tercera ley de Newton para deshacerse de su oponente. Aquella larga y llamativa lanza había jugado en contra del caballero, saltando sobre de ella para forzar esta se clavase al había logrado catapultar al pobre caballero enlatado hacia las gradas.
Dudaba seriamente que el pobre caballero pudiese levantarse tras el viajecito, pero no le importaba, su vista estaba fija en el artífice de esta estupidez. Moon Butterfly.
-Me envía a su hija y me toca cuidarla, pero cuando ella tiene que recibirme unas vacaciones de verano me manda a un coliseo romano. Pobre puta.
Marco hubiese seguido despotricando a la reina de Mewnee pero su segundo oponente ya estaba frente a él. Esta vez era solo un caballero con una inmensa espada.
Aparentemente este no quería repetir el incidente anterior, así que no vino montado su gerracornio.
-Chico te admiro por tu victoria, pero la suerte te ha abandonado, ya que yo soy Sir Dashing de Muzzleton, mi familia ha servido a la corona por generaciones, y ninguno de mis ancestros ha conocido la derrota.
Marco simplemente se froto la oreja con desinterés.
- ¿Planeas seguir hablando hasta que me rinda de aburrimiento o pelearas?
Sir Dashing de Muzzleton parece que no tomo sus palabras con humor ya que lo ataco con esa inmensa espada. Desafortunadamente fallo.
Marco retrocedía lentamente mientras esquivaba los ataques del sir…del sir… ¿Cómo se llamaba? Su nombre rimaba con la palabra pesca ¿Verdad? Bueno como fuese, el sir era demasiado lento a causa de su armadura de cuerpo entero que usaba y aquel manoble de dos filos tenia movimientos demasiado predecibles, por lo que Marco solo necesitaba de uno o dos finos movimientos para evitar el rango de sus ataques.
-Maldito niñato deja de correr y enfréntame como un hombre. –Grito encolerizado Sir Dashing de Muzzleton ante la humillación de que sus ataques fueran evadidos con movimientos mínimos.
Marco solo sonrió mientras sacaba una pequeña espada bastarda que había encontrado en la armería, una oxidada y vieja amiga de su tiempo cuando estaba buscando a Hekapoo.
-Si es lo que deseas.
Marco giro rápidamente y apuñalo justo entre la visera del casco de su oponente, aunque estaba un poco oxidado al no estar usando su cuerpo adulto el ataque vasto para atravesar limpiamente el casco.
El filo de la oxidada espada había evitado la cabeza apropósito, aunque el efecto de ver a una pequeña espada quitar el casco de un poderoso caballero debería bastar para que el energúmeno sobre alimentado comprendiese su derrota. Y así fue.
Los aplausos y alabanzas no se hicieron esperar tras su segunda victoria, una más y tendría un puesto de honor en la familia real, no era como si realmente lo quisiese en este punto. Moon había estado dispuesta a matarlo para librarse de él, si se quedaba seguramente sus padres estarían en peligro.
Su tercera oponente fue como no podía ser de otro modo la jefa de caballeros, Lady Whosits. Marco tenia malos recuerdos de esta mujer alta como montaña.
-Eres un guerrero hecho y derecho chico, te doy mi respeto. -Confeso Lady Whosits mientras dejaba caer su inmensa hacha de guerra frente a Marco. - Aunque supongo que era obvio. Te dejaron a cargo del cuidado de nuestra pequeña princesa.
-¿Me dejaron a cargo? tuve que criar a esa pequeña loca solo. - Marco ya no tenía razones para ocultar su resentimiento por los miembros de la familia Buterfly. - Y mira como me pagan. ¡Debería haber dejado que su hija se enfrentase a Toffe sola!
Lady Whosits trago saliva. Aunque no estaba al tanto de qué tipo de ayuda había dado Marco contra Toffe, el que la reina no lo enviase a la guillotina por su atrevimiento de estar tan cerca de la princesa ya era un indicativo de lo mucho que la reina apreciaba y respetaba al terrícola.
-Te lo diré sin mentir, ni cambiar palabras. La reina desea que regreses a la tierra sano y salvo, además de que me ha ordenado no dañarte más de lo necesario. Ríndete y acepta la piedad de mi reina, en esta batalla estás perdido.
Marco solo sonrió.
-Sobreviví a las llanuras explosivas de clendar, la nieva del jamás, el bosque de la aflicción campos congelados de tormento perpetuo. Entiende esto mujer gigante, para mi tú no eres más que un insecto que creció más de lo que debería
Lady Whosits no supo que hacer, conocía esos lugares, pero era imposible que un humano normal lo hiciese, a no ser que….
- ¿Tu pasaste la prueba de Hekapoo?
-Cierto creo que nunca nadie aquí me pregunto el por qué tenía unas tijeras dimensionales antes ¿Será que nunca pensaron en el porqué de ello?.
-… Esto será malo… -Dijo ella mientras se ponía en guardia a la vez que Marco.
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River no pudo evitar festejar ante la victoria de Marco, el chico le caía bien. Aunque claro esta aplastante victoria desbarataba por completo los planes de Moon.
-Moon, quería, era obvio que el chico tendría algunas habilidades ocultas, estuvo viviendo aventuras con Star casi un año.
Moon no respondió, por un lado, apreciaba mucho a Marco y su familia, por otro estaba el tema de la posible alianza con el inframundo que su reino necesitaba. Bueno al menos Marco había logrado suficientes logros en esta batalla como para que ningún noble osase molestarlo nuevamente, ahora solo debía seguir su papel y acabar con todo esto.
-Supongo que sí. Qué más da, dejémoslo así, vamos a celebrar con Marco por su victoria.
Moon y River bajaron de sus tronos y con paso noble llegaron a conde Marco se había quedado sentado.
-En hora buena Marco, tu victoria te ha otorgado el título de conde ante nuestro reino y otros que reconocen el poder de los Buttlerfly….
-Así como ha demostrado a la gente que la perseverancia y el esfuerzo sin duda alguna serán recompensados. -Aumento River.
-A mí me pareció que solo querían matarme. -Dijo marco con voz apagada hacia los reyes. - Les ayudo cuidando a su hija y así me pagan ¿Lanzándome a un coliseo romano?
Moon casi sintió como si estuviese enfrentando a Toffe de nuevo, los ojos de Marco no anunciaban nada bueno. Por fortuna el bullicio de las felicitaciones de los plebeyos era tal que solo ella y su esposo habían podido escuchar la acusación de Marco.
-Chico sé que estas molesto, pero créeme, todo esto es por un bien mayor. - River palmeo la espalda de Marco tratando de calmarlo. -Nosotros solo queríamos ayudarte a tener una posición lo suficientemente ventajosa para que no requirieses de nuestra ayuda…. Tómalo como una experiencia adicional
-Además de que nos ayudas de igual manera a dar un entretenimiento a las masas.- señalo una serena Moon.- Agradéceme, ya que ahora tras esta gran prueba eres reconocido como un conde y caballero del reino de newni.
- ¿Agradecer? ¿Qué me fuese ventajosa experiencia?. - Marco sacudió la tierra invisible de sus ropas. –Me encargaron una princesa que no sabía controlar sus poderes y esperaron que la cuide por todo un año, me involucre en un problema de su reino que poco o nada debía importarme y aun así ustedes no pueden ser lo suficiente hospitalarios como para darme alberge unas semanas, sino que me mandan a la batalla solo para su entretenimiento.
Marco sentía deseos de golpearlos, pero se controló, Moon era muy buena con la magia y Riven era un guerrero muy diestro, nada bueno podía salir de un ataque de rabia ciega.
- ¿Pero saben qué?, lo lograron, creo ya tuve suficiente. - Marco se dio la vuelta. – Agradeceré el nombramiento de caballero, pero no deseo tener nada que ver nuevamente con su reino por lo tanto también pueden guardarse el título de conde, no me servirá de nada solo les pido unos minutos para tomar mis cosas y no requerirán verme de nuevo.
Moon observo como Marco se alejaba, los espectadores lanzaban flores desde las gradas y gritaban ovaciones sin comprender lo que realmente había pasado.
-Adiós.
Moon y River se apresuraron en seguir el paso a Marco, fingiendo que nada pasaba claro.
-Marco, no negare nada de lo que me acusas, pero te pido que esperes, no quiero que nuestra relación termine así. Pide el tesoro que quieras, te lo has ganado.
Marco rodo los ojos con desgano, saco sus tijeras dimensionales y desapareció rápidamente frente a los asombrados Reyes de Mewnee.
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Tan pronto como Marco desapareció entro del portar dimensional Moon se lanzó en su búsqueda, dejando a su esposo para guardar las apariencias. Y estaba segura de que River podría encontrar una excusa medio creíble del porque el primer ganador del torneo de caballería uso un par de tijeras dimensionales para escapar de su merecida fiesta, aunque en ese mismo momento a ella misma no se le ocurría ninguna que no ocasionase problemas a futuro.
Marco no fue difícil de encontrar, como él había dicho, se encontraba guardando las pocas pertenencias que tenía en una maleta, alistándose para regresar a la tierra.
-Agradecería que no hicieses un espectáculo similar, Marco. –Moons se arregló un poco el vestido y el cabello antes de ingresar a la habitación del escudero de su hija. – Podría causar mal entendidos.
-¿Y cuál sería dicho mal entendido? Me deseas fuera de tu reino. –Contesto Marco sin regresarla a ver.
Moon tuvo que morderse la lengua, no le gustaba el tono tan irrespetuoso que Marco usaba con ella.
-Sé que debes estar muy enfadado en este momento, incluso puedes llegar a odiarme, pero quiero que comprendas que todo lo hago por el bien de este reino.
- ¿Eso que tiene que ver conmigo?
Moon vio los ojos de Marc inyectados con sangre, si esto no se solucionaba de una forma adecuada podría ser peligroso para Star a futuro.
-Te lo contare, pero primero deja eso y mírame. - Moon se sentó galantemente en la cama y espero a que Marco se tranquilizase lo suficiente como para hablar. - Por favor.
Marco rabio unos segundos antes de coger una silla y sentarse frente a Moon.
-Escucho.
Moon asintió complacida.
-Marco, tu eres un impedimento en el compromiso que deseamos que Star tenga con Tom.
Moon había decidido decirle la verdad, no quería que quedasen resentimientos o mal entendidos en el aire, ella terminaría esto aquí, le diría la verdad sin tapujos. Solo rogaba que el comprendiese.
-Ahora sí que no entiendo. Por si no lo ha notado desde que llegue su hija me trata como si no existiese.
A Marco le hubiese gustado señalar las formas en que Star estuvo a punto de matarlo de forma inconsciente, pero en honor a la paz decidió dejarlo en el aire…de momento.
-Marco, soy consciente de que Star te ha invitado a sus aposentos en las noches. -Moon levanto una mano antes de que Marco pudiese reclamar. – No sé lo que hayan hecho, ni me importa, eso es algo que mi hija tendrá que lidiar sola. Sin embargo, ella y el príncipe Tom parecen haber logrado superar sus diferencias y por el bien de Mewnee me gustaría que su relación llegase a buen puerto.
- ¿Piensa entregar a su hija en un matrimonio político?
-Star jamás lo aceptaría si se lo impusiese, pero si ella logra relacionarse con Tom por su propia cuenta, creo que es una gran oportunidad para que nuestros reinos se alineen.
Marco quiso decir algo, pero su mano comenzó a dolerle. Casi como si se quemase.
-Digamos que entiendo sus motivos. – Marco escondió su adolorida mano en su chaqueta. –No me parece que sea motivo para enviarme a mi posible muerte.
-Todos tus oponentes tenían la orden de dejarte inconsciente con el menor daño posible.
Marco quiso reír, esos caballeros claramente no habían entendido sus órdenes, o planeaban ignorarlas de plano.
-De acuerdo asumamos que lo acepto, que he ido a los aposentos de su hija por las noches, y por eso soy un peligro para su posible relación con Tom y por eso debe enviarme de regreso a la tierra. ¿Ahora qué? ¿Qué espera que haga yo?
Moon sonrió un poco, el fuego en los ojos de Marco seguía ardiendo con odio, pero parecía que aceptaba sus palabras, o al menos que se estaba obligando a sí mismo a calmarse.
-Debido a tus impresionantes logros no puedo permitir que regreses a tu hogar, no ahora mismo, que es una fiesta sin su invitado de honor. –El gruñido de Marco no desanimo a Moon.- Te aseguro que será una agradable fiesta, sin engaños, lo juro.
-Al menos puedo organizarla yo, si es mi fiesta al menos quiero poder invitar a algunos conocidos.
Moon asintió complacida, todo parecía indicar que las negociaciones habían llegado a buen puerto.
-Hare los arreglos y te contactare cuando los por menores estén listos. - Moon se levantó y realizo una pequeña inclinación. - Lamento que la situación llegase a estos extremos, pero tú nos orillaste a buscar una salida rápida, después de todo el crimen de asaltar los aposentos de una princesa generalmente se castiga con la muerte. - Moon le guiño el ojo. - Si lo deseas puedo enviar a una persona más discreta a hacerte compañía, considéralo nuestro secreto.
Marco se sintió tentado a decirle a Moon la verdad sobre esas visitas nocturnas, pero por el bien de Star se callaría. Por ahora.
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Marco observo a Moon salir de su habitación con desconfianza, ahora más que nunca sabía que no podía confiar en esa mujer. ¿Cómo sabía que él había estado en el cuarto de Star? No una mejor pregunta sería ¿Qué creía ella que había pasado cuando él estaba en el cuarto de su hija? Tal vez lo mejor sería no saber.
Por otro lado, estaba el asunto del compromiso de Star y Tom. La sola idea de verles a los dos juntos le revolvía el estómago, pero ese era un tema para otro momento, en este mismo instante lo que más llamaba su atención era su mano morada.
El brazo monstruo había regresado.
- ¿Ahora qué hago?
Star no lo iba a ayudar y Moon no era de confianza.
-Necesito a alguien que sepa de magia, magia oscura. -De alguna forma sus ojos lograron enfocar la torre donde se suponía que la reina de la oscuridad estaba encerrada.
-Eclipsa debería saber mucho de magia oscura…pero…. ya que, no pierdo nada.
Tijera en mano abrió un portal, esperando poder encontrar solución a su problema en las manos de alguien que cada vez que hablaba le provocaba un escalofrió en toda la comuna vertebral.
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Eclipsa la supuesta reina de la oscuridad se encontraba descansando perezosamente su cabeza en la ventana cuando sintió que un portal se habría detrás de ella.
-O que inesperado placer.
