Disclaimer: Los personajes y el universo de Canción de Hielo y Fuego le pertenecen a George R. R. Martin.

¡Hola, Dani! Al principio quería escribirte algo original, luego se me pasó por la cabeza un Ned/Ashara, pero no me salía nada. Entonces recordé que te gustan los Targaryen y se me ocurrió esto. Quería escribir algo sobre Dany y Viserys hace poco, así que espero haberles hecho justicia. Aunque fue en un tiempo tan cortito, no deja de estar hecho con cariño. Ojalá lo disfrutes y ¡feliz cumpleaños! :3


Viserys

I

Dany escuchaba con atención. Aunque todavía era pequeña, sentía que conocía a la perfección aquel lugar del que su hermano hablaba con tanto anhelo. Podía visitar en sueños las ricas tierras del cálido sur, así como el frío y austero norte. «Nuestro reino», decía Viserys. Y narraba de tal manera y con tanta devoción, que pronto sus relatos se convirtieron en plegarias.

II

La mejilla izquierda aún le ardía. Dany tragó saliva y bajó la vista, temblorosa. Sus ojos se posaron en los nuevos zapatos que traía, y los contempló con vergüenza a través de una fina cortina de lágrimas.

La poca alegría que le quedaba a su hermano desapareció junto con la corona de su madre.

III

Viserys enredaba en sus finos y largos dedos algunas hebras de cabello platino.

—Algún día vamos a recuperarlo todo, hermanita —recitó con los ojos brillantes—. Todo, todo lo que nos robaron. Lo vamos a tener de vuelta, ya lo verás.

Dany guardó silencio. Ya había comprendido hacía mucho tiempo que jamás recuperarían todo lo que habían perdido, pero no se atrevió a decirlo en voz alta. Despertaría al dragón.

«Pero yo soy de la sangre del dragón. No debo tener miedo».

Ojalá fuera cierto.

IV

El vestido era precioso. Dany apartó su mano de la tela, temiendo estropear aquel material tan puro y etéreo.

—Es hermoso, ¿verdad? —preguntó Viserys—. Es un regalo. —Sus ojos parecieron oscurecerse. La sonrisa que llevaba era hambrienta, desesperada, casi. A Dany no le gustó—. Vas a ser perfecta esta noche, ¿verdad, hermanita? —instó—. ¿Lo harás? ¿Lo harás?

Dany asintió, demasiado asustada como para negarse.

—S-sí —susurró.

Su hermano pareció relajarse. Acarició su cabello con delicadeza y colocó un fino mechón plateado detrás de su oreja.

V

Le había tomado años comprender lo débil y abusivo que había sido su hermano, pero seguía siendo sangre de su sangre.

«Viserion», había decidido. Casi como si leyera sus pensamientos, el dragón crema enroscó su cola alrededor de su brazo y siseó. Logró escupir una insignificante bola de fuego que pronto se desvaneció en el aire. Dany sonrió.

VI

«Te quise», pensó. Viserys la miraba sin expresión alguna en su rostro. Dany se estremeció al sentir el fino roce de sus dedos en su mentón. Si era un sueño, ¿por qué se sentía tan real?

Ya no tenían nada que decirse. Lo último que vio fue la misma sonrisa que había esbozado antes de morir.