Enredos tras bambalinas
Capítulo 1 "Citas"
Piper se encontraba en su cabaña como todas la mañanas, desde que había regresado todo a la normalidad solo se dedicaba a ser una adolecente "normal", que tenía un novio perfecto, unos amigos leales y un padre amoroso.
Como era la jefa de la cabaña de Afrodita, no tenía mucho tiempo libre para ver a su novio Jason, el pretor del campamento Júpiter, por lo que cuando se veían aprovechaban al máximo.
Annabeth, por otro lado, se encontraba terminando el templo de de Apolo. Lo llenó de estatuas de él a petición del Dios solar. Annabeth se encontraba ansiosa por regresar al campamento, estaba en el Olimpo desde el amanecer y echaba de menos a Percy.
Los chicos (Percy, Nico y Leo) se encontraban en su tiempo libre, por lo que se la pasaban perdiendo el tiempo en cualquier cosa, que en este momento, era en molestar a los hermanos Stoll que estaban haciendo un recorrido a los nuevos.
—Estos son los campos de fresas — explicaba Connor — todos ayudamos en el cuidado de los frutos.
Los nuevos tenían cara de fascinación, como si los frutos fueran divinos. Leo sonrió y susurró a Nico algo al oído mientras este sonreía y negaba con la cabeza. De repente una llama pequeña de fuego se incendió a los pies de los hermanos.
— ¡Ay! — chilló Travis saltando como si tuviera resortes en los pies. Percy trató de disimular una risa histérica con una tos que término pareciendo un ataque epiléptico.
— ¡Leo! —Gritó Connor— ¡esto no se queda así!
—No es para tanto chicos — se defendió Leo, tratando de no reírse en la cara del hijo de Hermes, sin éxito alguno.
—Dejen de reírse. — las risitas de los nuevos eran silenciosas, pero era obvio que hacían un gran esfuerzo para no romper en carcajadas.
El recorrido siguió con los hermanos encabezándolo, pasaron a las canchas de voleibol, los comedores, el área de entrenamiento, la pared de escalar hasta llegar al lago, donde Percy aprovechó para dar unas lecciones de natación y buceo… con los hermanos Stoll.
Por desgracia para los hermanos, tuvieron que ser los conejillos de indias ante los atentos ojos de los nuevos miembros del campamento. Como Percy se sentía un poco "cansado" sus poderes fallaba un poco… Provocando que los hermanos terminaran en el fondo del lago, chapoteando y deseando matar al hijo del Poseidón.
—Miren el lado bueno chicos —decía Nico entre risas— ya se refrescaron después de las llamas de Leo.
Las risitas de los nuevos eran escandalosas. Haciendo que los pobres hermanos se avergonzaran, adquiriendo un profundo color rojo.
— ¿Piensas lo mismo que yo Travis? — susurró Connor.
—Oh si, esto no se quedara así. Aún no hemos usado ese extracto que robamos en la tienda rara esa. — Una sonrisa diabólica apareció en el rostro de su hermano.
—Que se cuiden, no saben con quién se han metido estos novatos — dijo Travis refiriéndose a los semidioses culpables de su ridículo.
Los tres semidioses se fueron a terminar con sus tareas, esperando poder terminar antes para recibir a sus amigos romanos que iban a pasar unas semanas con ellos con la autorización de Reyna.
Piper se encontraba extasiada. Por primera vez Jason iba a estar con ella un verano completo en el campamento mestizo, sin que el mundo dependiera de ellos. Dentro de poco seria su segundo aniversario, estaba emocionada. Demasiado bueno para ser verdad, pero decidió no pensar en eso.
Los chicos se encontraban reunidos en las cercanías del lago. Percy tenía fuertemente abrazada a Annabeth de la cintura. Desde que habían logrado salir del Tártaro habían desarrollado esa manía de tocarse solo para saber que estaban ahí el uno para el otro, lo que a veces desesperaba a los demás, sobre todo a Piper, que solo le recordaba que ella no estaba con Jason.
Nico y Leo se dedicaban a molestar a Piper, diciéndole lo nerviosa que estaba, que ya se había terminado sus uñas y el golpe de gracia: ya cavaste un hueco hasta China de tanto dar vueltas. Haciendo que se sonrojara y que la pareja soltara una risita en aprobación.
— ¡Oh vamos!, ni que fuera su primera cita — se quejó Percy, a lo que su novia respondió con un golpe en su estómago.
— Déjala sesos de alga, ¿te recuerdo como te pones cuando no podemos vernos? — los chicos rieron por lo bajo, provocando que el hijo de Poseidón se sonrojara. —Además, Piper, tienen razón, ya me pusiste nerviosa a mí.
Piper le sacó la lengua como niña chiquita, haciendo reír a todos. La tarde pasó normal, y antes de la hora de la cena, los romanos llegaron al campamento como estaba previsto.
Piper al ver a su novio se tiró a sus brazos y lo besó son pasión. Frank y Hazel fueron más discretos, se acercaron a saludar a sus viejos amigos y se dispusieron a empezar una amena cena. La noche transcurrió entre bromas, risas y recuerdos de cuando lucharon codo a codo.
A la hora de la fogata, los chicos se encontraban decidiendo que harían el día de mañana. Las chicas querían ir al cine y dar un paseo, mientras los chicos querían ir a ver esa nueva exposición de autos que acababa de llegar a la ciudad.
—Yo digo que deberíamos ir para que les de él visto bueno a esos carros. — decía un muy emocionado Leo.
— ¡Sí! — Secundó Jason — dicen que los autos son geniales.
— ¡Y enormes! — añadió Percy.
— ¡Y rápidos! — dijo Frank con añoranza.
— ¡Y monstruosos! — terminó Nico. — ¡Piper, cuando estemos allá deberías encantarlos para que nos dejen conducir uno! — Todos los chicos voltearon a verla esperanzados. Percy puso su carita de bebé foca y Jason la miró con tanta ternura que estuvo a punto de ceder, solo apunto.
— ¡No! — Gritaron Annabeth y Hazel al uníoslo.
El ir a ver un montón de automóviles las emocionaba tanto como una lucha con un drakón.
—Prometiste que me llevarías al cine, Percy. — se quejó Annabeth.
—Amor, pero podemos ir al cine en la noche, en serio, quiero ir a la expo.
—Si Annabeth, podemos ir cualquier otro día — insistió Frank —, la expo solo estará el día de mañana.
—Percy debería domar a su novia mejor — murmuró tan bajito Jason que pensó que nadie lo había escuchado.
— ¿Qué dijiste Jason? — cuestionó una muy molesta Piper.
— ¿Y-yo?, pero si no dije nada — tartamudeaba el romano, encogiéndose ante las miradas furiosas de las chicas.
— ¿Qué debería domar mejor a Annabeth?, ¡Ni que fuera su mascota! — gritó Piper. Annabeth lo miraba como si estuviera planeando la mejor forma de matarlo, lenta y dolorosamente, lo que le puso la carne de gallina al pretor.
— ¡No!, no es lo que quise decir amor, es solo que…
— ¿Crees que me tienes "domada" a mi Jason? — cuestionó su novia.
— ¡No Piper!, sabes que no, hable sin pensar.
Frank y Percy se reían disimuladamente de ver a su amigo en esa situación ante su novia. Hazel miro mal a Frank y le dio un codazo en el estómago.
—No es gracioso Frank. — le recriminó Hazel a su novio. — Jason no debería pensar así, es machista y denigrante.
Frank paro automáticamente de reír, temeroso de que Hazel empezara a gritarle.
— ¡Y tu Percy!, ¿por qué te ríes?, ¿crees que es gracioso que se burlen de tu novia? — interrogó Annabeth.
—No, amor, es solo que lo dijo sin pensar, no lo…
Annabeth lo miró de tal manera que pensó que era mejor quedarse callado. Le gustaba vivir, y en esos momentos Annabeth era más peligrosa que la misma Equidna.
—Oye Jason, creo que te pasaste con tu comentario — murmuró Percy.
— ¿Qué tiene de malo? — Se quejó Leo — las chicas son las que están exageran…
Decidió callar en el momento en el tres pares de ojos furiosos se posaron en él.
—Creo que lo más sabio es que nos callemos – dijo Nico.
—Tienes razón — contestaron las chicas al unísono.
La mañana siguiente a la discusión, las chicas se encontraban más tranquilas. Los chicos por su parte, hacían todo lo posible por mantenerlas así. Nico y Leo por otra parte, no dejaban de decirles que eran unos dominados, pero a ellos no les importaba con tal de mantener la furia de sus enamoradas aplacada.
La hora de salir había llegado. Habían acordado que irían a la expo y de allí se irían al cine, justo a tiempo para ir a cenar.
La exposición había sido mortalmente aburrida para las chicas. Mientras tanto los chicos ponían cara de bobo y añoranza cada vez que miraban un coche. Leo no dejaba de murmurar cosas del tipo "si se le agregara mas bujías para agregarle más velocidad, en lugar de caballos de fuerza les daría pegasos de fuerza… si soy un genio". Fueron las seis horas más cortas de sus vidas, aunque las chicas no pensaban así.
En el cine las chicas querían entrar a ver la función especial de "Moulin Roush", estaban emocionadas por el trágico amor entre Satine y Christian. Los chicos solo pensaban como sobrellevar una hora y media de un película de romance trágico, y como si no fuera suficiente castigo, tenía que ser un romance trágico cantado.
Al terminar las película, las chicas no podían evitar llorar ante la muerte de Satine y el corazón roto del romántico Christian. Los chicos solo se preguntaban cómo se habían dejado convencer de ver eso. Estaban seguros que Piper había usado su don vocal.
—Frank debería ser más romántico — se quejó Hazel. Frank alzo la cabeza al escuchar eso. Pero si él era romántico ¿no?, siempre le cedía el paso, pensaba.
—Y Jason podría ser más atento. — murmuraba Piper. —. Sí, más atento estaría bien.
—Percy debería ser igual de expresivo que Christian — decía Annabeth ensoñada.
Las tres dieron un largo suspiro ensoñador, mientras tanto los chicos planeaban como castigar al escritor del guión.
—Percy — llamó Annabeth — ¿alguna vez me has escrito una canción?
—Eh…no…— al ver la mirada triste de su amada pensó mejor su respuesta — no es que no quiera amor — se apresuro a decir—, es solo que… ya sabes, no se me da bien expresarme.
—Si… lo sé — contesto la aludida desilusionada.
Caminaron hasta llegar al lugar donde iba a comer, los chicos se debían de encargar de escoger el lugar y hacer las reservaciones, después de todo ese había sido el trato, ellos habían ido a la expo con la condición de que se encargaran de la cena.
Leo y Nico por otro lado, estaba pensando como matar a sus amigos. Los habían obligado a ver un maldito musical, y ellos no tenían porque, no tenían pareja, no sabían el porqué se tenían que haber entrado a la sala de cine.
Las chicas esperaban una linda cena, no romántica porque iban con sus amigos solteros, pero si linda al menos. Su sorpresa fue cuando los chicos se dirigieron a los camiones de comida, que se instalaban por las noches.
Percy, Jason, Frank, Nico y Leo se dirigían a "Tacos de Tito & Berny", entre bromas y risas. Pidieron el especial de la casa y cuando voltearon a ver que querían sus novias, se sorprendieron de verlas en el otro extremo de la calle, con el ceño fruncido y una obvia mirada de "estas en problemas".
El regreso al campamento fue tenso. Nadie dijo nada en todo el recorrido. Percy se preguntaba en que se había equivocado esta vez, Jason por otro lado pensaba que las hijas de Venus eran muy exigentes a la hora de las citas y Frank ideaba la forma de pedirle perdón a Hazel, tal vez se convertiría en un lindo panda, Hazel le había dicho una vez que le parecían lindos.
Nico y Leo estaban fastidiados, lo único bueno de su día había sido sin duda la exposición. Piper si había usado su encanto vocal y habían podido manejar un carro. El resto había sido un suplicio, vieron una ridícula película y por si fuera poco, ni siquiera habían podido disfrutar de su cena.
Al bajar del taxi, las chicas se dirigieron derecho a sus cabañas, sin dirigirles un hasta mañana. Ni pensar en un beso de buenas noches como ellos esperaban.
Ya en su cabaña, Piper no pudo evitar pensar que debería usar su encanto para que Jason fuera más atento con ella, había ocasiones en las que sentía que su novio era más cuidadoso con la ciudad de Nueva Roma que con su relación.
Annabeth prefirió sacar su enojo y frustración haciendo planos para las remodelaciones pendientes del Olimpo. Había estado ansiosa por su cita con Percy y salir con sus amigos, hacia tanto tiempo que no salían todos juntos, siempre había algo que se interponía en sus agendas.
Por fin podían estar los ocho juntos, sin poner sus vidas de por medio, ¡pero no! Ellos querían ir a ver una expo, era cierto que ellas se habían encaprichado en ver ese musical, pero si ellas se habían sacrificado ocho horas, ¿no podían sacrificarse ellos una hora y media?, no era mucho. Pero durante la función Percy no había dejado de quejarse y reírse de los protagonistas, diciendo que era una película estúpida. No dejando que la disfrutara en su totalidad.
Hazel se fue directo a la cama, sin esperar a su adorado hermano, no estaba de humor. Solo podía pensar que había sido la peor cita de la historia.
Los chicos se quedaron observando el lugar por el que se fueron sus novias. Hasta que Leo rompió el silencio.
—Bueno, eso ha sido incomodo.
—Ni que lo digas —murmuró Percy.
—Anímense chicos, ¿qué dicen de ir a la fogata? —pregunto Nico.
—Sí, no creo que pueda dormir— contesto Frank.
Los chicos se dirigían a la fogata sin saber que los observaban a la distancia. Se dirigían justo al lugar al que habían planeado, una vez allí no habría marcha atrás. Los tenían donde los querían.
Leo encendió una pequeña flama en su mano, mientras los chicos amontonaban leña para crear una pequeña fogata. Se sentaron a conversar cómodamente sin notar las miradas burlonas fijas en ellos.
Platicaban de los autos que vieron en la expo, tratando de olvidar la molestia de sus novias sin sentir los proyectiles de los que eran blanco. La peste era penetrante, no les dio tiempo de correr a ningún refugio de la peste ya que los proyectiles venían de varios lugares a la vez. Eran golpeados sucesivamente, en el pecho, la cabeza, la espalda.
Cuando al fin los proyectiles pararon, solo eran consientes de la peste que despedían, provocándoles arcadas. No podían parar las náuseas, el olor era vomitivo. Solo escucharon unas risas conocidas, las mismas carcajadas sarcásticas que decían que habían pagado lo que habían hecho. Solo hubo un grito colectivo, un grito que decía que habían sido descubiertos, pero no les importaba, habían conseguido su venganza.
— ¡STOLL!
Bien, nuevo año, nuevas historias.
Este es mi primera historia contada en tercera persona, así
que sean amables. Se aceptan consejos y sugerencias para
mejorar la escritura.
Algunas aclaraciones: Estas historia la tenia pensada desde
antes de que leyera HoH, así que Jason sigue siendo pretor,
No se sabe lo de Nico y Leo no conoció a Calipso.
Espero les haya gustado.
Besos y abrazos
