Hola este es mi segundo fanfic, es sobre que pasaría sí Misty no hubiera conocido a Ash en el río y lo conociera en Hoenn.

NO SE PUEDE BURLAR AL DESTINO

El Inicio de lo Conocido

(Capítulo 1)

Era un día soleado en Ciudad Cerulean, todo estaba muy tranquilo. La ciudad era conocida por su pasividad y a la vez movimiento, especialmente es su característico gimnasio, el cual era muy diferente a otros, debido a dos cualidades muy especiales, la primera era ser un acuario que exhibía toda clase de pokemon de agua, la segunda era su enorme alberca, que además de ser la arena de batalla, era también el escenario perfecto para las obras acuáticas que realizaban las cuatro hermanas Waterflower, por las que era administrado.

Las tres hermanas mayores se encargaban de la mayoría de espectáculos y exhibiciones, mientras que la mas pequeña se concentraba en las batallas y todo lo correspondiera a la Liga Pokemon.

-¡Misty! ¿Dónde estás?- Decía una chica rubia por todo el lugar, esperando oír una respuesta.

-¿Qué pasa Daisy?- Respondió la mas pequeña de las cuatro hermanas.

-Misty, ya no tenemos comida para los pokemon y necesito que la recojas en el centro pokemon de ciudad Viridian- Dijo la mayor de las hermanas.

-¿yo, y por qué no vas tú?- dijo enojada la pequeña pelirroja.

-Yo, pues porque tengo una sesión de fotos en la alberca y no puedo estar perdiendo el tiempo en esas cosas, además Misty ¿que no eres tú la líder del gimnasio?-

-Ahora si lo soy, verdad?- respondió entre dientes.

-vamos Misty será un pequeño viaje, o acaso tienes miedo?- dijo desafiante, sabiendo que su hermanita nunca se permitiría ser llamada cobarde.

-De acuerdo lo haré!- Dijo decididamente aunque en su interior sabía que sí tenía miedo, pues el solo pensar que debía atravesar el bosque verde, que era famoso por sus pokemon insecto, la hacía palidecer.

Salió al medio día, después de asegurar todo en el gimnasio para que sus tres hermanas no regalaran las preciadas medallas cascada, y así emprendió el camino hacia un viaje que le enseñaría mucho sobre los pokemon, las personas y sobre ella misma.

Caminó por toda su ciudad natal, hasta llegar a las orillas del bosque verde. Al adentrarse, se dio cuenta de que no había por qué temer pues ningún pokemon se la había aparecido aún. El camino era bastante apacible, hasta que un arbusto empezó a hacer ruido, no le prestó mucha importancia y se decía a sí misma que era su imaginación, pero el ruido persistía y parecía que se dirigía a ella.

-Aaaaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhhhhh- gritó la pelirroja antes de echar a correr, pero a cada paso que daba un nuevo pokemon insecto aparecía frente a ella. Corrió lo más rápido que pudo saliendo del bosque sin darse cuenta, imponiendo una nueva marca en velocidad.

Llegó corriendo al centro pokemon, en donde la dulce y sonriente enfermera Joy la recibió.

-Hola, te puedo ayudar en algo?- dijo la enfermera al ver a una agitada Misty entrar tan deprisa.

-Gracias, yo... yo...- decía mientras trataba de calmar su respiración.

-Tranquila, cálmate y me dices que te pasa- le recomendó. Atendiendo a su consejo la pelirroja tomó varias bocanadas de aire hasta regularizar su respiración.

-Ya me siento mejor, gracias-

-No te preocupes y ¿dime que te pasó?- preguntó intrigada Joy

-No me paso nada, es solo que... tenía mucha prisa, ja, ja, ja- respondió Misty nerviosamente

-Eso me alivia, y dime ¿que te trae por aquí?-

-vengo por comida para el gimnasio Cerulean, no sé si me puedes dar un poco-

-Con mucho gusto te la daría si es que en el centro hubiera, lo único que nos queda es el almuerzo de hoy- dijo muy triste la enfermera

-Que extraño pensé que los centros pokemon siempre tenían comida ya que ustedes abastecen a toda la ciudad-

-sí lo sé, pero el cargamento se atrasó ya una semana y no creo que los pokemon puedan aguantar mucho sin ella-

-Tienes razón... y de ¿donde viene la comida?-

-La envía el profesor Oak, desde su laboratorio en Pueblo Paleta, e iría yo misma a traerla pero con esto no puedo dejar a los pokemon- replicó Joy con decepción y resignación ante su impotencia.

-no tienes de que preocuparte, yo iré a ver que sucede con la comida, pero dime ¿cómo llegó a Pueblo Paleta?-

-Muchas gracias Misty, no sabes el gran favor que nos haces. Y para llegar a Pueblo Paleta solo debes seguir ese camino, tardarás medio día en llegar- Contesto aliviada.

-De acuerdo- dijo Misty tomando sus cosas. –Nos veremos luego-

-Buena suerte y ten cuidado- Se despidió Joy dándole un abrazo. –Y nuevamente muchas gracias-. A lo que la pelirroja asintió y sonrió efusivamente.

Después de algunas horas llegó a una pequeña pradera que mostraba un letrero brindándole la bienvenida a su destino. No tardó mucho en entrar al pequeño pueblo; empezó a buscar el laboratorio pero no hubo forma de descifrar que casa era, pues ninguna parecía el laboratorio que ella imaginaba. Resignada decidió preguntar a una señora que estaba arreglando su jardín.

-Disculpe, me podría decir ¿donde es el laboratorio del profesor Oak?-

-Si con gusto- respondió la señora de pelo café con grandes ojos del mismo color, se notaba que era una persona dulce y amable pues todo en ella lo indicaba. –Dime ¿eres investigadora o algo así?-

-no, yo soy la líder del gimnasio Cerulean, me llamo Misty-

-Es un placer conocerte Misty, yo me llamo Delia-

-El placer es mío- respondió ella con una gran sonrisa, no sabía por qué pero Delia le transmitía confianza, tal vez era por el amor materno que de ella emanaba. –Sabes tengo que llevarle algo al profesor, ¿por qué no entras y tomas algo en lo que yo lo termino?-

-No se preocupe, estoy bien-

-Vamos, el camino desde ciudad Cerulean es bastante largo, debes estar cansada- Insistió la señora con una sonrisa a la que Misty no pudo rehusarse.

La casa a la que entraron era muy bonita y acogedora, no era muy grande pero lo suficiente como para mantener contentos a una familia pequeña. En las paredes habían fotos y trofeos, además de cuadros y plantas.

-Tiene una casa preciosa- exclamó Misty al sentirse tan bien dentro de esta.

-Gracias Misty eres muy amable- dijo Delia, antes de entrar en la cocina.

Misty se sentó en el sofá y desde ahí recorrió el lugar minuciosamente con la mirada, todo el parecía bonito las plantas, los muebles, los cuadros en las paredes y las fotos de la familia, sin pensarlo se levantó y se dirigió hacia estas tomando entre sus manos un marco con la foto de un chico de pelo negro, ojos cafés, una graciosa gorra de la Liga Pokemon y un Pikachu en su hombro derecho, lo contempló por unos segundos y sonrió para si misma.

-Él es mi hijo Ash- dijo Delia al entrar a la sala, asustando a la curiosa Misty.

-Yo... no quise... lo siento... no debí- balbuceaba nerviosamente, mientras Delia sonreía al tiempo que dejaba dos vasos con jugo en la mesa, Misty se sentó de nuevo en el sillón tomando muy apenada el vaso.

-No tienes por que disculparte, es normal que quieras ver las fotos- sus palabras sorprendieron mucho a Misty, la cual solo pudo sonreír y asentir con la cabeza.

-Sabes él es un entrenador pokemon, inició su viaje hace siete años y ese Pikachu fue su primer pokemon- mientras hablaba se veía un brillo especial en sus ojos, como el de toda madre orgullosa de su hijo.

-Debe ser un chico especial- dijo Misty sonriendo

-Te agradaría mucho si lo conocieras, estoy segura que se harían amigos muy rápido-

-"En verdad ella ama a su hijo"- pensó Misty a lo que solo pudo decir –Bueno yo... supongo que tiene razón- algo dentro de sí le decía que ella decía la verdad y que lo mejor era esperar a que el destino hiciera lo suyo.

-Creo que ya tenemos que irnos- dijo Delia levantándose de su asiento y tomando el paquete que le llevaba al profesor.

-Sí- dijo Misty haciendo lo mismo.

Salieron de la casa y ya estando a pocos metros oyeron una explosión proveniente del laboratorio.

-¿qué fue eso?- dijo Delia

-creo que vino de allá- dijo Misty señalando el laboratorio

-Ese es el laboratorio-

-Démonos prisa- dijo Misty emprendiendo la carrera hacia el lugar.

Mientras en laboratorio, dos sujetos, un hombre y una mujer, vestidos de negro atacaban al profesor y su asistente con sus pokemon.

-No podremos detenerlos profesor- dijo Tracy mientras levantaba a su Sither.

-Tenemos que hacer algo o se llevarán la comida y a los pokemon- repetía angustiado el profesor Oak.

-¡Gyrados, lanza llamas!- indicó una voz femenina, que fue seguida de un potente rayo de fuego.

-¿qué fue eso?- dijo el quemado ladrón

-¿están bien?- preguntó Delia acercándose a auxiliar al caído profesor y a Tracy.

-¿quiénes son ustedes?- preguntó Misty a los invasores

-¿quiénes somos?, pues Prepárense para los problemas- empezó la rubia

-y mas vale que teman-

-para infectar al mundo con la devastación-

-para unir a los pueblos dentro de nuestra nación-

-para denunciar los males de la verdad y el amor-

-para extender nuestro reino hasta el espacio-

-Cassidy-

-Butch-

-El equipo Rocket viajando a la velocidad de la luz-

-ríndanse ahora o prepárense para luchar-

-Equipo Rocket?... son unos payasos- sentenció fríamente Misty

-Ahora verás, quien es el payaso, ataca Seibolait-

-Ve Matiena-

-Ja, he luchado con pokemon mas fuertes que esos, Gyrados usa golpe de cola!- el pokemon obedeció e inmediatamente mandó a volar a los dos pokemon.

-Aaaaahhhhh, bueno ya tenemos lo que queremos, adiosito.- dijo Cassidy mientras Butch oprimía un botón rojo mostrando su botín elevarse con ellos.

-¡Los pokemon y la comida!- gritó el chico de pelo negro

-A no, eso no; Gyrados hiper rayo!!- El pokemon utilizó su potente ataque para hacer explotar el globo y liberar el preciado cargamento.

-¡El equipo Rocket ha sido vencido otra vez!- expresaron mientras volaban por los aires, sin éxito.

-Eso les enseñará- dijo Misty, mientras acariciaba a su Gyrados.

-Esos fue impresionante- dijo Tracy. –Nunca había visto a un Gyrados tan fuerte y menos uno que supiera utilizar el lanza llamas, tengo que dibujarlo- decía entusiasmado a la vez que sacaba un cuaderno.

-No es para tanto- decía Misty mientras agitaba sus manos

-Claro que sí nos salvaste de una catástrofe- se acercó diciendo el profesor

-Listo terminé- anunció el observador al mostrarles el dibujo de Gyrados siendo acariciado por su entrenadora. Misty se ruborizó un poco al verse en el papel.

-Es muy bonito- aduló Delia. –En verdad captaste esa hermosa imagen-

-Sí es verdad, y eso me recuerda que aún no nos han presentado-

-Me llamo Misty, mucho gusto- se presentó con una gran sonrisa muy propia de ella.

-El gusto es mío, soy el Profesor Oak y él es mi asistente Tracy- decía mientras se señalaba a sí mismo y a su asistente.

-Mucho gusto- terminó Tracy

-¿y de donde eres?- preguntó el profesor

-Soy de ciudad Cerulean-

-Misty es la líder del gimnasio- agregó Delia

-Vaya, he oído que es el segundo gimnasio mas fuerte de Kanto- aplaudió Tracy. De pronto el teléfono empezó a sonar. –yo atiendo- dijo mientras se retiraba.

-¿y que te trae por aquí?- interrogó el profesor.

-vine por comida pokemon, pues ni en el centro pokemon de ciudad Cerulean y Viridian hay, aunque puedo ver por que-

-Es verdad tengo que mandarla. Dragonite yo te elijó- en dragón amarillo que se veía muy fuerte apareció, impresionando a Misty. -Podrías llevar la comida a ciudad Viridian- el pokemon asintió con su cabeza, la tomó y emprendió vuelo.

-Ahora ya puedo estar mas tranquila- suspiró la pelirroja.

-Supongo que...-

-Profesor tiene llamada- interrumpió Tracy saliendo de la habitación.

-Me disculpan un momento- dijo a la vez que se retiraba.

-Ahora regresarás a tu casa cierto?- preguntó Delia

-Sí, quien sabe que habrán hecho mis hermanas en este tiempo- decía mientras una gota de sudor se posaba en su frente.

Mientras en la conversación del Profesor Oak

-Eso es fantástico, ya quiero ver que tanto has avanzado en tu investigación- adulaba el profesor a la persona que estaba al otro lado del teléfono.

-Ya me falta poco pero necesito los informes que deje en tu laboratorio el otro día, talvez ahí tenga el caso que busco-, decía decepcionado.

-¿De que caso estas hablando?-

-Bueno ya comprobamos que los primeros pokemon emergieron del agua, ahora queremos ver si de estos se derivan todos los demás- expuso.

-Por eso estudias pokemon de agua que son capaces de realizar ataques de otros tipos de pokemon-

-Sí, ya logramos ver ataques de hierva, tierra, eléctricos, viento, venenoso e inclusive roca, pero ninguno puede hacer ataques de fuego, por eso quiero ver ese informe, espero que ahí haya algo-. Decía entre suspiros el joven investigador.

-Déjame pensar... en ese informe solo están numerados los pokemon de agua y sus distintos ataques, pero no hay algo relacionado con fuego- Recordaba el profesor, teniendo una mano en su barbilla. -¡Ya sé!- gritó.

-¿qué... sabes?- preguntó asustado el investigador.

-Mira- dijo mientras se apartaba de la pantalla y señalaba hacia la simpática pelirroja que reía junto a Tracy y Delia en el jardín.

-No entiendo que quieres que vea- decía mientras buscaba algún pokemon a través del teléfono. –No veo ningún pokemon-

-No es un pokemon lo que debes ver, es a la chica-. El investigador vio detenidamente a la pelirroja, la cual sonrió graciosamente lo que lo hizo sonrojar.

-¿qué... con ella?- preguntó nerviosamente al profesor.

-Ella tiene... ¿que te pasa?- dijo al verlo tan rojo

-Nada, yo solo... ¿que era lo que me ibas a decir?- evadió astutamente

-Así, ella tiene un gyrados que puede usar lanzallamas, el cual te puede sacar del enigma-

-En verdad?, vaya eso es fantástico... pero- pronunció el investigador mientras veía a la chica.

-Pero ¿qué?-

-Creo que ya se va- dijo, al momento que Misty se despedía de Tracy y Delia.

-¡¿Qué?!, no. Gary ven lo mas pronto que puedas yo la entretendré, adiós- colgó el profesor.

Afuera

-Bueno, nos vemos-

-Gracias por todo- Dijo Delia

-Al contrario gracias a ustedes, me despiden del profesor-

-Si, suerte en tu gimnasio- se despidió Tracy

-Gracias, adiós- empezó a caminar en dirección a su casa cuando una voz la detuvo.

-Misty!!, espera- decía el profesor Oak, mientras se interponía en su camino

-¿Necesitaba... algo profesor?- dijo nerviosamente Misty

-Bueno... lo que pasa es que... porque no te quedas a comer, es lo menos que puedo hacer por ti después que salvaste a todos estos pokemon- decía entre risas nerviosas.

-No lo sé... tengo-

-Vamos, será solo un momento- decía mientras la tomaba por los hombros y la hacía girar sobre sus talones.

-Pero yo...- trataba de decir ella, pero el profesor ya la había adentrado en su morada, al igual que a Delia y a Tracy.

-¿se encuentra bien profesor?- cuestionó Tracy

-Sí, jejeje, ¿por qué preguntas?- decía al servir café y llevar varios bocadillos.

-Es solo que...- el timbre lo interrumpió.

–Iré a ver-. El profesor se retiró, mientras sus acompañantes intercambiaban miradas confusas.

El sonido de la puerta abriéndose se escuchó y con ello el saludo proveniente de un joven que era recibido por el profesor. No tardaron más que unos tres minutos, entre saludos y todo eso, en llegar a la sala.

Detrás del profesor entró un apuesto joven de la misma edad que Misty, de pelo alborotado café y ojos del mismo color, traía una camisa negra, pantalones morados y una bata blanca.

-Que gusto verte Gary- dijo Tracy, levantándose y saludando al joven.

-Si, para mi también, hola Señora Ketchum-

-Hola Gary, te ves muy bien-. Ella estaba en lo correcto, él era bastante atractivo se podía notar en las facciones delicadas de su rostro y no se diga de su bien formado cuerpo que era resaltado por su ropa. De pronto Gary sintió como una mirada lo examinaba de pies a cabeza; al sentirla dirigió su mirada hacia esta, hasta encontrarse con un par de ojos verde azulados. Muy apenada Misty volteó rápidamente para ocultar sus mejillas rojas, del mismo modo Gary miro para otro lugar, aunque de reojo la inspeccionó de la misma forma que ella a él.

Sin darse cuenta el profesor Oak, acabó con ese incomodo momento diciendo

-Misty, te presento a mi nieto Gary, Gary te presento a Misty ella es la líder del gimnasio Cerulean-

-Es un placer- dijo la pelirroja ocultando su cara sonrosada tras su pelo, mientras extendía su mano.

-El placer es mío- dijo Gary, que también estaba sonrojado, respondiendo al saludo.

La actitud de ambos confundió al profesor y a su asistente, mientras que para Delia fue sumamente obvio y solo atinó a sonreír, cosa que provocó las miradas intrigadas de Tracy y el profesor Oak.

-Gary, Misty es la entrenadora de la que te hablé-

-¿De mí, y por qué?- preguntó sorprendida

-Bueno... yo...- tartamudeaba el profesor, luego se aclaro la garganta y dijo -¿Te gustaría ver a los pokemon de agua que tenemos aquí?-

-Me encantaría!!!- dijo la joven sin pensar, debido a su fascinación con tales pokemon.

El profesor Oak condujo a sus invitados hacia el estanque que era habitado por los pokemon de agua de los entrenadores de la región de Kanto.

-Son hermosos!!!- repetía Misty a cada pokemon que observaba

-Oye!- se quejó el joven investigador al sentir un leve codazo de parte de su abuelo. Tras verlo con una mirada de pocos amigos entendió el mensaje que este le decía a través de movimientos con la cabeza y gestos. Dirigió su mirada hacia la pelirroja que jugaba con los pokemon alegremente, suspiró y caminó hacia esta.

-Parece que les agradas-

La pelirroja se limitó a verlo sorprendida; en cambio Gary miraba a los pokemon y continuaba

-Los pokemon tienen muchos misterios, especialmente los de agua-

-Eso es lo que tanto me gusta. El misterio que detrás de ellos se encuentra, el poder oculto que mantienen...-

La pelirroja seguía hablando de sus amados pokemon, mientras un brillo en sus ojos crecía poco a poco, el joven investigador la miraba atento, sentía como ella lo cautivaba con cada palabra.

-No sé como explicarlo, es solo algo que siento-. Finalizó viendo a su oyente con una gran sonrisa en su rostro que demostraba su satisfacción.

-Sé a lo que te refieres-, dijo Gary.

Ambos se quedaron en silencio viéndose directamente a los ojos por un momento.

-hum, hum- interrumpió el profesor, a lo que ambos jóvenes solo atinaron a ver en direcciones opuestas. -¿vas a preguntarle o te quedarás mirándola todo el día Gary?- dijo pícaramente, haciendo que el color rojo de las mejillas del joven se extendiera por todo su rostro.

-¡Abuelo no digas eso!- ordenó con mucha vergüenza

La exasperación de Gary hizo reír a todos, mientras que a Misty la hizo sonrojar aún mas.

-Bueno... yo... hum... ¿qué me querías preguntar?- preguntó Misty tratando de cambiar el tema

-Ah, bueno, verás mi investigación se centra en los pokemon de agua, especialmente en los que tiene habilidades de otros tipos. Tenemos varios pokemon ya... pero nos falta uno, el que pueda usar ataques de fuego-.

-Ya veo que es lo que necesitas-, respondió ella algo desanimada.

Gary se sintió un poco mal por haberle pedido, indirectamente, lo que necesitaba de ella.

-Misty, es una gran entrenadora- una voz femenina interrumpió los pensamientos de ambos. –Por eso tiene unos pokemon maravillosos, que nunca la decepcionan-.

-Señora Ketchum...- dijo la aludida en susurro.

-No te estamos presionando, ni obligando a nada, lo único que pedimos es tu ayuda-. Terminó el profesor Oak.

-Misty, ¿te gustaría acompañarme en mi viaje y ayudarme en mi investigación?- pidió el joven suave y decididamente.

-Yo...- Misty vio a las personas a su alrededor, quienes les sonreían. –Claro que sí-, dijo ella .

-¡Que bien!- festejo Gary, con una gran sonrisa y su puño en alto. –No te arrepentirás- dijo mientras extendía su mano para ayudarla a levantarse.

-"Eso espero"- se dijo a sí misma, mientras se levantaba.

-Misty- interrumpió el observador pokemon

-¿Qué pasa Tracy?-

-¿Qué harás con el gimnasio?-

-Eh- dijo ella, -¡El Gimnasio!-

-Tranquila, ¿por que no llamas y hablas con tus hermanas?- sugirió Delia.

-Si, es verdad- suspiró mas aliviada.

Entraron a la casa; el profesor Oak le permitió a Misty hacer su llamada.

-Hola gimnasio Cerulean- una voz femenina se oyó al otro lado.

-Daisy- suspiró, -creí que ya no habría nada-

-Que graciosa Misty- dijo nerviosamente su hermana mayor mientras reía y agitaba su mano frente a ella. En eso se oyó un gran estruendo, como si una pared se hubiera caído.

-¿Qué fue eso?- preguntó muy alterada la menor

-¿Qué fue qué?- dijo en disimulo la rubia

-Daisy, no me digas que no lo oíste-

-Misty ya debes estar imaginando cosas, deberías tomarte unas vacaciones, talvez un...- otro gran sonido se oyó, -mejor dos meses fuera del gimnasio, nosotras nos haríamos cargo.-

-¡Ni loca las dejaría a cargo!- explotó la pelirroja. Mas ruidos se oyeron.

-Daisy ven- dijo una joven de cabello azul, -están preguntando de que color vamos a poner el piso-. La cara de Daisy empalideció. -¿Por qué tienes esa cara?- decía mientras se acercaba a su hermana y por consiguiente al teléfono, para encontrarse con una furiosa Misty.

-Como que.. nos vemos, adiós- solo el sonido de una llamada finalizada se oía.

-¿Estás bien?- preguntó un ingenuo Gary, al ver a su amiga en ese estado de shock y furia contenida.

-Me... me... ¡me las van a pagar!- gritó Misty, asustando a todos.

-¿Qué... qué pasa?- cuestionó Tracy

-¡Tengo que ir al gimnasio!-, Misty tomó su mochila y se salió corriendo del laboratorio.

Corría lo mas aprisa que podía, puesto que la furia que sentía era suficiente como para mantenerla en pie durante mucho tiempo. En eso oyó una voz

-¿Te llevo?- junto a ella estaba Gary montando en su Pidgeot y extendiéndole la mano

Parpadeó varias veces, para luego asentir con una sonrisa y aceptar la propuesta. –Gracias-.

Rápidamente llegaron a ciudad Cerulean, y para su sorpresa el gimnasio estaba intacto.

-No.. puede ser...- dijo aliviadamente al verlo tal y como lo había dejado. Bajó del pokemon y corrió a la puerta, la cual se abrió dejando salir a Daisy con una pesada bolsa.

-Ay, pero como pesa- se quejaba mientras jalaba

-¡Daisy!-

-Mis..ty- dijo ella sin muchos ánimos, al contrario de su hermanita quien corrió a abrazarla.

-Que alivio- suspiró la pequeña hermana.

-¿Qué... haces aquí?-

-Solo vengo por mis pokemon- decía mientras intentaba burlar a su hermana para entrar

-No te preocupes yo... ¿para que los quieres?- preguntó con un ceja en alto

-Es que ayudaré a Gary con una investigación sobre pokemon de agua-

-¿Gary?-

-Así, lo siento. Daisy él es Gary, Gary ella es mi hermana Daisy- dijo haciendo las respectivas presentaciones.

-Mucho gusto- saludó el joven investigador. Sin recibir respuesta de la mayor.

-¿Daisy?- Misty miraba a su hermana quien inmóvil miraba a los dos jóvenes

-¿Estás bien?- volvió a preguntar, -No me hagas esto, reaccio...-

-Aaaaahhhhh-

-¿Que te pasa?-

-¿Por que no me habías contado que tenías novio Misty?- cuestionó mientras se acercaba a Gary. –Vaya, pero que escondido te tenía-

-¡¿Qué?!- gritó la pelirroja. –No es lo que crees, él es mi amigo, nada mas- recalcó la menor.

-¿Pero dónde están mis modales?, vengan entren- dijo ignorando a Misty y adentrándolos en el gimnasio. Ya estaban por entrar cuando el gimnasio cayó frente a sus ojos haciendo un gran estruendo y mucho polvo. Daisy empezó a sudar frío y lentamente retrocedió unos pasos.

-¿Qué... pasó?, Mist...- Gary interrumpió su interrogatorio al ver a la chica envuelta en llamas.

-¡¡¡¡¡Daisy!!!!!-

-Verás Misty, queríamos hacer unas remodelaciones y pues... poco a poco era mas lo que había que cambiar... y el gimnasio estaba ya muy pasado de moda y yo... jajajaja- trataba de excusarse.

-¿Cuánto tardarán en remodelar?- dijo furiosa

-Serán solo 4 semanas, ni las sentirás, y cuando regreses el gimnasio estará en tan perfectas condiciones que te será imposible no amarlo-

-Cuando regrese espero que todo sea como antes, entiendes-

-Si-

Suspiró resignada Misty y dirigiéndose de nuevo a su hermana –Será mejor que me vaya, nos veremos en algún tiempo-

-De acuerdo pequeña, nos veremos. Cuídate-

-Adiós-

-Vuelve pronto-

Con ello Misty y Gary empezaron su viaje.