Primerísimo que nada, el fic esta repleto de slash (relación chico/chico) por toooodas las esquinas, así que, si no te gusta, te invito a apretar la bella crucecita roja de arriba del todo ^^

Segundísimo que nada, todos los caps van dedicados exclusivamente a Gemma Cullen, porque es la MAS fanatica del Syter que conozco y cuando estaba sin computadora decidi entrenerme escribiendole esto xD

Tercerísimo y ultimo, nada mio, todo pertenece al maravilloso mundo de Tim Kring (L)


Uno: Hermanos

Caminata nocturna por Nueva York. Inusual.

Inusual en el caso de que no muchos podrían imaginarse que un criminal sediento de poder aseara tranquilamente por las calles como si nada. Inusual en el sentido de que nadie puede pensar, ni en sus fantasías más descabelladas, que el mismo asesino maniático pasaba por su lado, disimuladamente, una persona más, un ciudadano más, sin saber cuánta sangre inocente había corrido por sus dedos.

Sin embargo, ni siquiera los más cercanos a él, esos que conocían su rostro, su nombre, sus poderes…no, ni siquiera ellos podían suponer que él estaba enamorado de su hermano.

Aún no entraba en su cabeza, ¿cómo había ocurrido eso? ¿Cuándo? ¿Por qué ahora en lugar de asesinarlo…quería protegerlo?

Era desesperante, él comprendía todo. Él sabía todo. Él comprendía el mínimo detalle de cada situación, persona o artefacto a su alrededor…no comprender su propio enamoramiento lo volvía loco.

Sus enormes ojos color chocolate estaban grabados a fuego vivo en su mente, atormentándolo, apareciendo una y otra, y otra…y otra vez. Sus movimientos, siempre rectos y duros, como quien carga el mundo sobre los hombros. Su rostro de mártir, siempre sufriendo…el clásico héroe, el trágico héroe.

Lo peor de todo, lo más asqueroso, repugnante e imperdonable…el crimen antinatural, el pecado imperdonable…era enamorarse de un héroe.

Y Sylar maldice, patea botes de basura (llamando la atención de las personas alrededor), golpea paredes con sus puños desnudos, sintiendo la cálida sangre fluir por sus nudillos para que las heridas se cerraran segundos después. Se descarga, odia a Angela Petrelli por haberlo engendrado. Odia al estúpido destino, por obligarlos a elegir caminos diferentes.

Un asesino y un salvador. Un demonio y un ángel. Un villano y un héroe.

Una realidad imposible, inalcanzable, un débil sueño, una frágil esperanza que se rompe con la facilidad de un cristal.

Maldice a su sangre, y al destino, de nuevo, por alejarlos cada día más.