Ha pasado tiempo desde que shirayuki ha llegado al castillo de clarines, todo ha cambiado demasiado sobre todo su relación con zen, cuanto tiempo ha pasado, dos, tres años…

-shirayuki, te espera el príncipe zen en su sala- le dice un guardia real, tomando de nuevo el mando de sus fantasías. –Si claro en un segundo voy- comenta la pelirroja levantándose de su escritorio.

Emprendió su camino por esos largos pasillos del palacio, con toda sinceridad era enorme, aunque ya estaba acostumbrada, al llegar a la puerta de la sala, se encuentra con Mitsuhide que estaba esperando –Shirayuki, Zen te espera- Le abre la puerta, se sentía normal, nada de nerviosa, pero sabía que al verlo se sonrojaría al recordar esas imágenes de aquellos cálidos besos.

-me has llamado Zen- menciona la pelirroja, -Shirayuki ¿tienes muchos pendientes en la farmacia?- comenta el príncipe dándole la espalda, shirayuki no podía separar su mirada, era tan guapo, sus sentimientos no podían cambiar todos eran dirigidos hacia él. –No, he terminado por hoy- sonriendo le dice, no digamos que ella tenía mucho trabajo pero la jefa farmacéutica confiaba mucho en ella. –Entonces, empieza a empacar tus cosas, tomaremos unas ligeras vacaciones- dijo, dándose la vuelta y regalándole una tierna sonrisa –pero Zen- Protesto la pelirroja –nada de peros, nos vamos en la noche- regalándole una sonrisa de seguridad como solo el sabía hacerlo.

Desde cuándo se había formalizado tanto su relación, lo único que le quedaba era asentir con la cabeza y una sonrisa, con esa misma alegría ella se retira de la sala, solo le daba pensar -¿Qué tramara ahora zen?- todo era extraño no tomaba vacaciones, o por lo menos en el tiempo que tenía conociéndolo, pero estarían bien, ellos ya habían formalizado su noviazgo unos meses atrás, y el primer príncipe de Clarines ahora Rey Izana había aceptado ese noviazgo, todo cambio, desde ese entonces… pero ahora todo diferente, -unas vacaciones tal vez me vendrán bien- Afirmo la pelirroja empacando sus cosas.