Se sentía muy cansado.
Sus delgadas piernas temblaban por debajo de aquellos pantalones de mezclilla que traía esa tarde, sus manos sostenían una de las muchas cajas de madera que había estado subiendo durante toda aquella asquerosa tarde.
Subió el último escalón y como si sus fuerzas hubieran abandonado su cuerpo dejo caer esta, importándole un rábano lo que hubiera adentro.
Se recargo en la todavía cerrada puerta de su departamento observando el pasillo que estaba repleta de cajas por todas partes. Tratando de regular su tan agitada respiración se llevó una mano al pecho, su corazón latía muy deprisa y después de un par de suspiros se sintió preparado para volver a ponerse de pie.
"Por fin he acabado" Se auto felicito así mismo, ahora lo único que hacía falta era mover las cajas adentro de su departamento;
Ansiaba dormir, sentía que podía matar a la primera persona que lo saludara e incluso se planteó la idea de dormir un momento en aquel pasillo.
Era duro empezar a vivir solo, pero sabía que cualquier cosa era mejor que vivir con el idiota de su ex.
Hablando del diablo, pensó al sentir su microondas vibrar en el bolsillo de su pantalón, odiaba al receptor de aquellos mensajes y al apartijo que los recibía. No necesitaba sacarlo para saber el mensaje y es que su ex tampoco tenía la originalidad para reconquistarlo. Cosas como "Te extraño gatito", "No significo nada lo de Isabella" "Si regresas prometo tratarte como el hada que eres".
Tonterías, tonterías, tonterías.
El abuelo solía decirle que, si una persona realmente te hubiera querido, no te hubiera herido en primer lugar.
Y es que Jean había hecho más que solo herirlo, lo ilusiono prometiéndole fama, fortuna y miles de pasarelas para demostrar su aquella belleza que resaltaba de su persona.
Se largó de su hogar, incluso en contra de los deseos de su abuelo, al cual hasta el momento no había vuelto a ver.
Poco después de huir con su diseñador surgió el deseo, aquellas ganas de que a esa persona solo fuera para ti y aunque al principio solo se trataba de sexo, poco a poco fueron entrando en una especie de relación; se gustaban a pesar de la diferencia de personalidades, Jean era una alfa demasiado carismático y arrogante, lo cual chocaba mucho con la personalidad de Yuri, que a pesar de ser un beta, era alguien reservado y hostil casi la mayoría de las veces; Discutían mucho pero habitualmente sus peleas concluían en la cama y eran mayormente tonterías.
Negar que la razón de su mudanza fue la ruptura con su ex era mentirse a sí mismo, era demasiado molesto estar en el mismo país donde vivía Jean, donde todavía lo buscaba y que peor aún lo había engañado con su bella maquillista Isabella.
No tenían algún lazo que los uniera, pero aquella mañana de marzo cuando llego temprano de su sesión de modelaje y los vio a ambos en su cama, anudados, con la mordida reciente en el cuerpo desnudo de Isabella sabía que todo había acabado.
Al tener una beta como pareja, era difícil concebir cachorros y al ser hombre, las posibilidades se convertían a nulas. No era un omega para cargar un cachorro en su vientre y aunque el si podía tener hijos con uno, también era casi imposible.
Jean se había cansado de no tener su propia familia y eso Yuri lo comprendió. Lo que no podía comprender era la razón de buscarlo para que hiciera su vida de nuevo.
No sabía quién era más tonto, si Jean al pensar que le daría una oportunidad o Yuri por no haberse deshecho de aquel microondas miniatura que tenía por celular
Y es que Yuri Plisetsky era una persona que había cometido muchos errores en su corta, jodida y arruinad vida; había hecho cosas de las que se arrepentía, queriendo únicamente un abrazo de su abuelo, pero ni eso podía hacer, había sido tan idiota como para arruinar lo único bueno en su vida después de discutir fuertemente con el cuando se largó a seguir lo que creía que era su sueño.
Por eso estaba ahí, recostado en el duro suelo del pasillo del nuevo departamento que acaba de conseguir, sin opción alguna al no tener donde más vivir; no podía regresar a su hogar con su abuelo, no sin antes demostrarle que no era un bueno para nada y todavía tenía algo de dignidad que conservar hasta que se le pasara la idea de regresar con el idiota de su ex.
No tenía auto, ni trabajo, mucho menos propósitos para vivir por más patético que sonara.
Suspiro de nuevo, no quería pararse, lo que quería era emborracharse, dormir con algún chico o chica linda que se encontrara para luego enfrentarse a la cruda de su realidad. Pero debía meter las cajas a su departamento, desempacar.
Tanteo los bolsillos en busca de aquella llave metálica que le habían dado. ¡Bingo!
Se sentó con la mano contraria y al momento de agarrarse del marco de la puerta, la llave se le resbaló de los dedos y se deslizo a la ranura de la puerta contraria a la suya.
Observo con desprecio aquella puerta, no quería conocer a su vecino. Yuri no era una persona amigable, habitualmente Jean o el abuelo se encargaban de conocer a las personas para luego presentárselas a él y créanlo o no, el conocer a los vecinos era el plan más lejano que Yuri tenia; pero claro, la vida le dejo en claro que los deseos de un joven caprichoso no eran su prioridad. Se terminó de parar, sacudió el polvo de su sudadera color negra con un león en medio. Miro a su puerta, odiándola por estar bloqueada, intento forzarla un par de veces, saco una tarjeta de crédito e intento un tonto truco que Jean le había enseñado y al último, también sin resultado, intento moviendo la perilla como loco. Ninguno hizo que la puerta cediera y este frustrado, sabía lo que seguía.
Como si tuviera las extremidades pegadas al sueño, con dificultad acabo con la distancia de ambas puertas, gruño antes de tocar el timbre y esperar.
En el transcurso de los 40 segundos que el individuo tardo en abrir la puerta, Yuri rogó que no fuera algún tipo molesto o una vecina chismosa. Deseaba que fuera una persona joven, buenísimo/a, algún material para pretender y que le diera un poco de emoción a sus días.
Momentos antes de que se abriera la puerta, se oyó un golpe seco, una maldición y el sonido de los pasos acercase; la puerta se abrió, dando paso a la silueta de un hombre.
"Esta gordo" Fue lo primero que pienso cuando visualizo bien al hombre que se mostraba enfrente, era una persona totalmente común; con una panza que sobresalía ligeramente de aquel pijama color azul marino que hacían juego con las pantuflas de cerdo que habían ocasionado su tropezón. El hombre no se veía muy agraciado, con aquellos grandes cachetes que adornaban la mayoría de su cara, aquel cabello que le llegaba a los hombros, con aspecto maltratado y esos grandes ojos color chocolate avellana que hicieron que el corazón de Yuri diera un pequeño vuelco; estos estaban ocultos en aquellas gafas con montura azul que ahora estaban algo chuecos a causa de la caída.
Si bien no estaba más alto que él, su aspecto era peor que el de Yuri. ( y el de todos)
"Al parecer no soy el único jodido por acá" Pensó, una mueca salió de su rostro, iba a decir algo cuando el joven se le había adelantado.
— ¿Necesitas algo? — Preguntó el de las pantuflas de cerdo que estaba parado justo frente a él; oh cierto, la llave.
— Mi llave - Dijo claro e indiferente, no iba a volver a repetirlo.
— ¿Huh, cual llave? — El "cerdo" se notaba confundido, ni siquiera había notado que estaba pisando su llave con una de sus pantuflas.
— La que estas aplastando con tu pie. — Se agacho con motivos de retirar la pantufla, pero el, al momento de comprender retiro su pie, avergonzado.
— Oh, lo lamento. — Dijo avergonzado, aquellas grandes mejillas se habían tornado de un tono carmesí y Yuri pudo jurar que se le veían tierno de esa forma.
Negó con la cabeza, alejando aquel pensamiento y sin decir nada más se dio la media vuelta y abrió su apartamento. Este se veía vacío, en espera de ser amueblado y decorado como se le pegara la gana a su nuevo dueño.
Una vez hecho eso puso la vista en las cajas que descansaban por todo el pasillo, espero también el sonido de la puerta contraria cerrarse, pero nunca llegó, en vez de eso escucho de nuevo aquella voz insegura preguntarle:
— ¿Acabas de mudarte? — Sonaba curioso por la respuesta, a pesar de ser algo tonto de preguntar.
Yuri quería quitárselo de encima, así que hizo lo que mejor sabía hacer: Ser un imbécil.
— No, solo me encanta cargar y arrastrar cajas por 5 pisos enteros, es como mi pasatiempo ¿Sabes? — Dijo con tono sarcástico, por supuesto que acababa de mudarse, estúpido cerdo.
— No tienes que ser tan cruel. — Sonaba apenado por lo tonta que sonaba su pregunta. — ¿Quieres que te ayude?
Y aquí venia la cereza del pastel:
— ¿Y qué harás, rebotar? Porque con esa panza no creo que hagas mucho. — La cara ofendida de su querido vecino era poema puro para Yuri, esperaba que con eso lo odiara y no volviera a molestarlo.
Lo que nunca espero es que segundo después, lagrimas gruesas, amargas, bajaban por esas anchas mejillas y Yuri descubrió algo que al parecer tenia: Culpa.
— No eres el único con una vida de mierda por aquí ¿Sabes? — dijo sollozando — Pero me alegra, porque por ser como eres, te ocurrió lo que te haya traído a este edificio de mierda. — Le dedico una mirada de furia entre tanta lagrima, entró de nuevo a su departamento y cerró la puerta de un portazo.
Había logrado lo que quería… ¿Entonces porque se sentía tan de la mierda?
Hecho una mirada a las cajas y se dijo mentalmente que se encargaría del cerdo más tarde.
Primer día y Yurio ya la cago
¡Hola! Estoy viva!
Bueno, no. Regreso con esta historia
Es mi primer Fan Fiction YuYuu
¡También es mi primer fan fiction omegaverse! No puedo decirles que no he escrito más historias porque sería mentira, pero puedo decir que ha sido con intenciones de acabarlo.(Cofcofesohedichoconlasotrascofcof)
Ojala me ayuden si tengo algún error con el omegaverse, tampoco les prometo hard porque nunca he escrito eso e.e purifiquen sus ojos, no todo es hard en esta vida (?) -Esconde el suyo-
Depende de como vaya avanzando la historia :3 si les gusta y me dan apoyo emocional las amare TwT
Gracias por leer mis tonterías
Las iluveo x3
Nota: A quienes ya habían leído la historia y notaron los errores de palabras, una disculpa enorme.
Eran las 3 am y lo único que quería era dormir T.T no había notado que había palabras incoherentes.
Quiero aclarar que la historia es 100% mía, no me he basado en ningún fan fiction en ingles ni en ningún otro idioma.
¡También está en wattpad! Pero aquí lo subiré editado. 3
¡Gracias de nuevo!
