Una Historia de Berk


Hey, hey, hey! ¿Como están? Aquí les saluda la nueva :D

Según yo, esta historia no es buena, pero que mas da, igual la subo XD Quizás a alguien le guste y yo diga -YEY!...

Como verán, es una historia que, bueno, es un Época Moderna :D Y trata sobre la llegada de Hipo a un nuevo colegio, en Berk (Ark, eso es obvio, el nombre lo dice ¬¬). Bueno, hay un poco de Bullying (Por eso la clasificación T) y bueno, algunas otras cosas que irán descubriendo, aunque para darles un tip, de primero se iba a llamar ''Heavy Metal en Berk''

Bueno, la imagen es de mi autoria (Por eso es horripilante XD Trate de arreglarla con el editor de la pagina, pero bue XD) Y, nada, espero le guste a alguien! XD

En el primer cap no aparecen Crossovers, pero después si aparecerán, aunque como no es mucha su participación decidí no marcar la historia como crossover.

Otra aclaración, si quieren pueden imaginarse a los personajes de mi autoria como quieran :D

NOTA: HTTYD y todos sus personajes le pertenecen a DreamWorks, lo único de mi autoria es la historia y la imagen, soy una mera fan que escribe para divertirse...


Capitulo 1:

Era una mañana fría en la ciudad de Berk, cuando un chico en especial se levantaba fatigado de su cama. Era Hipo Haddock, un adolescente flaco pero con muchos sueños para los cuales no necesitaba músculos. En fin, se hubiera levantado más tarde, pero el timbre de su despertador ya había sonado, y si se atrasaba tan solo una vez este año su padre le quitaría su tan preciada guitarra.

De pronto, como si sintiera el despertar de su amo, un perro negro como la noche de unos ojos verdes esmeralda igual que su dueño se abalanzó contra la cara del mismo, que aún estaba acostado, y comenzó a lamerle toda la mejilla

-¡Ya basta Chimuelo! ¿No ves que estoy durmiendo?- Dijo el chico tapándose la cara con la colcha

Pero el Rottweiler no se dio por vencido. Bajo de la cama y en donde esta terminaba su largor, jalo de la manta que mantenía abrigado a su amo. Este comenzó a tiritar de frio, y con mucha razón, ya que afuera estaba nevando.

-Dssss, ok, ya me levanto- Decía mientras fregaba sus brazos con sus manos- No tenías que hacer tanto drama

Luego abrió las cortinas, era una costumbre suya ver la luz por las mañanas, y para sorpresa, unos hermosos pompones blancos caían del cielo

-Esta…..Esta…..¡ESTA NEVANDO! Jajaja, es hora de salir afuera Chimuelo, ¿Qué dices, nos refrescamos un poco?- Dijo mientras lo miraba sonriente

Su amigo no tardo en mover la cola alocadamente, tanto a él como a su dueño les encantaba la nieve, lo malo es que la diversión de los dos seria de un tiempo muy reducido, ya que el joven Haddock tenía clases esa mañana

El chico se puso su remera verde manga larga con el icono de un dragón en el centro, su campera marrón por arriba, con capucha y cierre abierto, su pantalón negro y sus zapatillas deportivas marrones, estaba acostumbrado a las temperaturas bajas y no le afectaba en lo absoluto el tener pocos abrigos. Sin esperar ni un segundo bajo las escaleras con su amigo para desayunar lo más rápido posible.

-Buenos días hijo, y buenos días para ti, Chimuelo- Saludo Estoico, su padre, muy conocido en el País

-Buenos días papa- Decía mientras trataba de no atragantarse con el cereal

-Emm, hijo, no veo tus lentes- Comento mientras trataba de no ser tan directo, lo cual no es su fuerte

-Porque no los necesito, veo PERFECTAMENTE BIEN- Dijo mientras se comía la última cucharada de su desayuno

-Sabes Hipo que es por tu bien, no te obligaría a usarlos si no fuera necesario, pero lastimosamente lo es

-Te estoy diciendo que NO LOS NECESITO

-Eres bastante terco, debo destacar, lo suficiente como para hacerme cambiar de opinión- Mientras decía esto Hipo empezaba a revelar una gran sonrisa- Pero los llevaras junto contigo, en caso de que no puedas leer o no veas bien al andar, sabes que no quiero que te pase nada malo- Decía mientras lo miraba tiernamente

-Gracias papa, en serio- Acoto mientras agarraba su mochila y abría la puerta- Nos vemos luego- Dijo finalmente cerrándola

Ya afuera Hipo y Chimuelo jugaban con la nieve hasta que pasara el autobús. Él tenía la suerte de que este hiciera una parada por enfrente de su casa, lo que le daba una gran tranquilidad horaria, ya que, al menos este año, como se cambió la parada de lugar y justo a donde él se había mudado, no llegaría tarde. Se despidió de su compañero y entro en el vehículo amarillo. Ya adentro buscaba un lugar para sentarse, lo cual no tardo mucho, apenas vio que su amigo Patapez lo estaba llamando.

-¡Patapez!, ¿Qué haces aquí, hermano?- Dijo mientras se dirigía a donde él estaba

Cuando se iba a sentar diviso quien estaba frente a él, era una chica rubia con un flequillo que tapaba su ojo izquierdo y mechones celestes en su trenza, de ojos azules como el agua. Llevaba puesta una remera a rayas y una campera negra no muy fina por arriba, llena de calaveras color blanco, un cinto lleno de cráneos de un color gris desgastado, unos jeans negros con púas en la parte inferior y unas zapatillas grises deportivas.

Hipo quedo totalmente shokeado, era una especie de Dark, o quizás gótica, no lo sabía pero algo de eso tenía que ser. Ella solo se limitó a sonreírle levemente, el chico parecía bueno a simple vista, y por lo que había divisado era muy amable con las mascotas, no cualquiera trata a su perro como su mejor amigo hasta el último momento antes de irse al colegio. Hipo le devolvió la sonrisa, raramente las palabras no le salían, quería entablar una conversación pero no podía, jamás le había pasado eso.

-Emm, Hipo, ¿Te piensas sentar o qué?- Dijo Patapez viendo, en cierta forma, la cómica situación

-Eeeehhh, si, si….ya voy- Decía mientras se sentaba, sin darse cuenta que del otro lado alguien lo observaba

-Hey Patan, es un chico nuevo, ¿Qué vas a hacer con él?- Pregunto un rubio peli-largo con una gorra gris en su cabeza, de unos ojos celestes, con una campera de cuero y unos pantalones negros ajustados, seguidos de unos borcegos con tachas

-Ya lo pensare, pero tengo unos planes bastante buenos, además, se metió con Astrid, eso le da bonus- Balbuceo mientras estralaba sus dedos

Patan hacia honor a su nombre, era uno de los bravucones más conocidos del colegio, con patillas y pelo negro, una campera de jean con algunas tachas en los bolsillos, una remera negra por debajo, un pantalón de jean oscuro y unos borcegos llenos de púas.

-Me agradan ese tipo de planes- Agrego el rubio mientras se frotaba las manos

Mientras, del otro lado, Patapez, el robusto compañero de Hipo, un rubio bastante grandote, el cual llevaba un simple pullover rojo sangre, un pantalón marrón a cuadros y unos zapatos escolares negros acordonados, comenzó la conversación

-Que haces por estos lugares, amigo

-Yo me pregunto lo mismo- Dijo muy sorprendido el joven castaño- Eh venido aquí por asuntos de mi papa

-Pero, pensé que estabas a punto de hacer un recital con ''Atomic Bomb'' , ¿qué paso con eso?

Cuando Astrid escucho estas palabras se puso muy atenta, ''¿El flacucho tenía una banda?'' desde ese momento su oído se agudizo, y alguien no tardo en notar esto.

Su amiga de asiento era Brutilda, gemela de Brutacio, con casi los mismos rasgos faciales y se podría decir que con un carácter muy parecido. En ese momento llevaba una gorra abullonada de tela, una campera de cuero negra sobre una remera color piel, unos jeans azules desgastados y unas zapatillas negras con algunos toques en gris. Generalmente no era de prestar atención a lo que pasaba en el autobús, solo se centraba en mirar por la ventana en como pasaban diferentes paisajes una y otra vez, edificios, mercados, algunos árboles, entre otros ya conocidos para la chica, pero algo le había llamado la atención ''¿Astrid no me está hablando?''. Generalmente su rubia acompañante siempre cortaba esos monótonos paisajes con una conversación de momento, pero algo que se sabía era que siempre lo hacía, en cambio esta vez no. La joven salió de su mirada por la ventanilla y se dirigió a mirar a su amiga, con una inmensa sorpresa. La adolescente estaba con su cabeza un poco inclinada hacia la derecha y una mirada seria se denotaba en su rostro.

-Así que- Dijo Brutilda analizando a Astrid-Escuchando lo que dice el chico nuevo, ¿Eh?

Astrid quedo sin palabras, y recién se dio cuenta de lo que estaba haciendo Brutilda, un poco más lo gritaba para que todos lo escuchasen.

-Claro que no, solo estaba viendo a Patan- Dijo indiferente

-¿Te olvidas que soy tu mejor amiga? Te conozco demasiado como para saber que odias a Patan, sería muy raro que lo estés mirando, además, tus oídos apuntaban hacia el asiento de atrás – Decía mientras movía las cejas

Entre tanto, Hipo seguía su conversación con Patapez

-Yo…..Pues…Salí de la banda- Respondió mientras miraba a los demás

Se veía la tristeza en la cara de Hipo, él amaba esa banda, pero no podía seguir en ella, y no era solo porque se mudaba

-No puedo estar escuchando esto- Dijo un impresionado Patapez-Tu vivías para esa banda, hasta faltabas al colegio para ensayar, eras el chico más ocupado que conocí- Comento mientras agarraba del hombro a su amigo para que lo mirara- ¿Pero fue solo porque te mudaste a Berk?

Los ojos de Hipo lo decían todo, y Patapez lo sabía muy bien, solo que no quería admitirlo

-Desde que te fuiste de Nightcity, nos fue muy difícil encontrar baterista, para no decir imposible. No esperábamos eso de ti

-¡Tú sabes que no fue mi culpa, yo no me quería mudar!

Pero en el momento de mayor tensión, fueron interrumpidos por un sonido chirriante, que provenía de los frenos del vehículo

La mayoría de los alumnos simplemente rezongó

Todos salieron corriendo del autobús en dirección hacia el interior del establecimiento. Al llegar a sus casilleros empezaron a guardar sus cosas y sacar otras. Hipo estaba buscando alguien de autoridad al que pudiera preguntar en donde se podía instalar.

-Joven Haddock, ¿No?- Dijo una señora de notable edad

-Sí, usted debe ser la directora- Decía mientras la analizaba detenidamente

-Oh no, no, no cariño, soy la Psicopedagoga, Gothi-Dicho esto, sonrió- veo que estas un poco perdido

-Sí, la verdad, quería saber dónde instalarme- Aclaro mostrando su mochila

-Mmm, acompáñame

Hipo seguía a la Psicopedagoga de cerca, mientras miraba todo con detalle, era un nuevo colegio, una nueva vida, una forma de olvidar todo lo que había dejado atrás y comenzar de nuevo

-Tenemos un lugar cerca de Jake, pero preferiría algo más aproximado a tu edad- Luego, camino un poco más lejos- Mmm, quizás Brutacio, no, no, sería mala elección- Dijo mientras se volteaba para analizar al castaño

-¿Cerca de Patapez no hay ninguno libre?

-Lastimosamente no, hijo, pero tengo uno al lado de Hofferson, es de tu misma edad, quizás no son parecidos en carácter, pero no es mala, solo es un poco dura, es el único casillero que podrías utilizar, solo que tendría que preguntárselo a ella, sígueme

Los dos se dirigieron a donde Astrid estaba sacando sus libros, cuando la misma sintió una palmada en el hombro. Al darse vuelta, vio la figura ya conocida de una de las pocas personas que la conocían a bastante profundidad

-Astrid, ¿Te podría molestar un rato?

-No hay problema, además, ya saque lo que necesito- Respondió mientras le sonreía levemente a la anciana

-¡Perfecto!, ¡Haddock!

Hipo al escuchar el llamado, se dio la vuelta, ya que estaba mirando casi todo lo que lo rodeaba, y se dirigió a donde la chica y la psicopedagoga se encontraban

-Él es Hipo Haddock, nuevo en el establecimiento- Decía mientras Astrid miraba fijamente al castaño, pero su cara era totalmente indiferente-¿No te molestaría que ocupara el casillero al lado tuyo? Es uno de los pocos que quedan, los demás no son muy adecuados para el

El joven solo le dedico una sonrisa tonta, como siempre lo hacía, la diferencia es que esta era la primera en mucho tiempo antes de mudarse a Berk. Astrid mantuvo la misma cara que tenía hace unos minutos, y sin mucho preámbulo, asintió levemente con la cabeza

-¡Genial! Hipo, ella será tu nueva compañera de casillero, Astrid Hofferson. Si tienen algún problema, no duden en concurrir a mi despacho, es aquel de allá- Dijo señalando un lugar no muy lejano de donde los jóvenes se encontraban- Vengo todos los días, solamente por la mañana. Bueno, los dejo estudiar

Mientras Gothi se iba, Hipo quería entablar conversación con la joven, pero esta se fue sin decir palabra. Lo único que le quedo al chico es seguirla para saber en dónde estaba su curso, aunque su entrada fue abruptamente interrumpida

-Oh, el alumno nuevo, usted debe ser Haddock, ¿No? El Hijo del presidente Estoico- Alerto la Preceptora, una señora de una edad aproximada a los 40 años

Muchos de los alumnos quedaron sin palabras ante tal afirmación. La mayoría no sabía que el chico era el hijo de una persona tan importante. Este solo se dedicó a presentarse con una sonrisa tímida ante todos, pero algunos no lo recibieron tan cálidamente. Las miradas que lo marcaban decían todo, algunos le sonreían pero otros le dedicaban una mirada neutra o de odio.

Desde lo lejos, Patapez le hizo señas a Hipo para que se sentara al lado de él, lo cual no tardo en divisar

-Bien, hoy la señorita Valar se tardara un rato más en llegar, los estaré vigilando- Dijo mientras se retiraba del lugar

-Genial, tiempo libre- Susurro Patapez mientras se daba vuelta para hablar con Hipo- Vi que estabas merodeando por ahí con Gothi, ¿Conseguiste algún casillero?

-Si- Empezó a sacar su carpeta

-¿Al lado de quién?

-De la chica que esta dos asientos enfrente

Esa chica era nada más y nada menos que Astrid. Patapez comenzó a atragantarse con su propia saliva, mientras Hipo trataba de ayudarlo golpeándolo en la espalda, seguido de muchas miradas que comenzaron a vigilar la situación

-¿Estas bien?- Dijo el castaño viendo que su amigo se estaba mejorando

-¿Astrid…..A-A-Astrid Hofferson?- Pregunto secamente ya que apenas se podía recuperar del todo

-Sí, ¿Pasa algo?

-¿Pasa algo? ¿¡PASA ALGO!? ¡CLARO QUE PASA ALGO, HOFFERSON JAMAS HA TENIDO UN COMPAÑERO DE CASILLERO EN TODOS LOS AÑOS DE COLEGIO!

Con esto, los que estaban escuchando y los que no sabían lo que estaba pasando se enteraron de la situación. Todo el curso quedo callado, Astrid solo agacho un poco la cabeza y resoplo para sus adentros. ''Ya lo tenía que decir'' era lo único que se planteaba la rubia abatida por las miradas impresionadas de sus compañeros

-Ahora sí que explote- Exclamo Patan mientras cerraba sus puños y se dirigía hacia el nuevo

-¡Espera Patan!- Pero ya era demasiado tarde para que su amigo lo detuviera

Todos quedaron en silencio, ya sabían lo que se avecinaba. El nuevo mantuvo su postura, se dio vuelta y miro al gran adolescente que lo estaba analizando con rabia en sus ojos

-Así que, apenas te mudas y quieres una novia ¿No?- Decía el gigante mientras apretaba aun mas sus manos, levantándolas levemente

Hipo se empezó a poner nervioso. Lo único que pudo hacer es mirar a Astrid, buscando una respuesta, pero vio que esta estaba con la cabeza baja, totalmente derribada

-¡Claro que no! Astrid…..Astrid me dijo que la pasaría muy mal con ella, si, justamente eso, quería alguien a quien golpear, y entre yo- Se excusó Hipo, mientras miraba de reojo a la rubia

Para impresión del joven, la chica lo estaba viendo con una sonrisa en su rostro. Hipo tenía talento en salvar reputaciones, él había perdido unas cuantas veces la suya, y aún seguía perdiéndola

-Muy bien, pero yo quiero encargarme de ti personalmente. Espérate cualquier cosa en cualquier momento

Patan volvió a su banco y miraba de vez en cuando al recién llegado. Este, mientras, se dirigía a ver a la chica de reojo, quien si cruzaba su mirada con la de él, le regalaba una sonrisa, la cual era correspondida

-No puedo creer- Decía Brutilda en un tono medianamente bajo- Estas enamorada de Haddock, esto tengo que publicarlo en el blog

-No me puedo enamorar de alguien que recién llega, es pura lógica ¿No?- Comento Astrid mientras se daba vuelta, ya que estaba mirando a Hipo, como él lo hacía a ella- Solo que me pareció un detalle muy bueno de su parte haber salvado mi espalda

-Pero no cualquiera lo hace- Agrego Brutilda mientras la miraba pícaramente

Astrid odiaba esa mirada de ella, y lastimosamente tenía razón. Algo poseía ese chico que le caía bien, pero no lo sabía. Por ahora solo esperaba poder hablar con él, conocerlo, seguramente no era lo que aparentaba ser, y todo volvería a la normalidad

Interrumpiendo toda actividad de los chicos, llego la Profesora. Las clases se desarrollaron normalmente hasta el primer recreo, cambiando de Profesor depende la clase. Cuando toco el timbre, todos salieron a la libertad.

Hipo se dirigió a su casillero, quería acomodarlo lo más rápido posible para poder disfrutar algo de lo que le quedaba de recreo. Pero al poco tiempo que llego, Astrid ya estaba a su lado

-Hipo, ¿Verdad?- Dijo la chica mientras sacaba algunas carpetas de su casillero

-Sí, y tú debes ser Astrid- Decía mientras mostraba su típica sonrisa tonta

-Exacto- Luego hubo un momento de silencio incomodo en donde la chica se arregló el flequillo-Gracia, por lo de la salvada en el curso- Agrego mientras miraba al piso

-No fue nada, no soy de preocuparme por mi reputación, y si puedo hacer algo bueno por alguien, lo hare

Hipo termino de colocar lo último que le quedaba por acomodar, y miro a Astrid, quien le dedico un golpe en el hombro, mientras el chico quedaba totalmente descolocado

-Auch… ¿A que vino eso?

-Eso, fue por decir a todos que te mudaste al lado de mi casillero

Luego, saco un papel del lugar que le proporcionaban para guardar sus cosas y comenzó a escribir unos números en el

-Y esto, por todo lo demás. Llámame si necesitas algo

El joven sonrió, jamás le había alegrado tanto que le pasaran un número de teléfono, pero algo había de especial en esa chica, su carácter, su formar de vestir, para Hipo aún era una incógnita, aunque en ese momento no importaba

-Entonces, ¿Somos amigos?- Dijo el castaño

-Afirmativo

Los dos se estrecharon las manos

-Cuenta conmigo para lo que necesites- Dijo la rubia sonriente

-Igualmente

Los dos se dirigieron hacia el curso, hasta que Astrid empujo a Hipo hacia un costado

-¿Quién te crees que eres para caminar al lado mío?

Hipo no entendía lo que pasaba, hasta que Astrid le hizo señas disimuladas con sus ojos para que se fijara a un costado de la misma, y hay lo vio, un poco más lejos de ellos se encontraba Patan, quien se dirigía al curso ya que había tocado el timbre del fin del recreo

-P-P-Perdón, igual ya me iba

Cuando el joven se asesoró de que el bravucón se fue, asintió a Astrid para que volviera a la normalidad y siguieran caminando hacia donde iban

-Astrid, ¿Patan es tu novio?

-Claro que no, es un tonto que solo quiere serlo, realmente me tiene cansada. Aquí, en la banda, en todos lados siempre es igual, metiéndose en donde no le importa

Luego los dos entraron y cada uno se sentó en su lugar, igual que los demás que llegaban. Trataron de separarse para que no los notaran entrar juntos, pero lo que no sabían era que un rumor ya estaba corriendo por la clase. Cosas como esas no pasaban desapercibidas.

Mientras, los dos amigos se mandaban cartas ''Rusticas y Voladoras'', unos bollos de papel con preguntas, querían conocerse pero el tiempo era escaso, no les permitían celulares, y para alguien que está muy interesado en el otro eso era importante. Como siempre, trataban de disimularlo y hacerlo mientras Patan y Brutacio no miraban, pero sus compañeros de banco veían cada cosa que pasaba

Tanto Astrid como Hipo se reían de a ratos, sus compañeros de mesa los miraban extrañados, y en una de esas veces Brutilda alcanzo a leer, pero fue lo peor que pudo hacer

-¿Tienes novio?- Leyó Brutilda de una de las ''Cartitas''

-¡Oye! Eso es personal- Decía Astrid mientras guardaba la carta

-Así que…..Haddock, ¿No? ¿Para cuándo el casamiento?-Una mirada maliciosa se formaba en su cara

-¿Qué no tienes mejores cosas que hacer?

-La verdad, mejor que esto no

Astrid estaba roja de rabia, pero igual se decidió a contestarle a Hipo, aunque tenían que cuidarse mucho, la Profesora que estaba dando clases en ese momento era muy atenta y estricta, si notaba algo de esa índole los iba a sancionar.

El castaño no estaba pasando por una situación muy diferente, Patapez estaba muy atento, él sabía que Hipo, hasta donde recordaba, era de dibujar en su tiempo libre, pero sin embargo no lo hacía, estaba escribiendo en un papel un poco arrugado, y no era justamente algo centrado en el colegio.

-Hipo, deberías concentrarte un poco más, no es igual que en Nightcity, acá es más estricto, y si contamos a esta profesora, peor

-Sí, lo siento, no sé lo que me pasa- Dijo mientras se guardaba el papel en la mochila

-Yo creo que si- Comento demarcando una sonrisa en su rostro

-No es lo que piensas

-Y entonces, ¿Qué es?

-Pues…..Una simple amistad

-Claaaaaaro, y yo soy el Rey de Inglaterra- Concluyo mientras se reía por lo bajo

Hipo solo resoplo, pero prefirió cambiar de conversación, era un buen momento para hablar, la profesora se había ido, dejando algunos ejercicios en la pizarra.

-Que me acuerde, te fuiste de Nightcity hace 3 años, ¿Desde entonces estas estudiando acá?

-Pues sí, aunque fue difícil, no tengo amigos, y agradezco al hermoso destino de que te hayas mudado aquí, sino pasaría en soledad toda la secundaria, no hay muchos chicos como tu ¿Sabes?

-Por lo que veo no, pero creo que igual hay que darles una oportunidad- Agrego el castaño mientras miraba a Astrid, quien estaba escribiendo arduamente

-Oye, ¿Tú y Hofferson se conocen de algún lado?

-No, nos conocimos hoy, ¿Por qué?

-Pues…está corriendo un rumor entre los alumnos de que ustedes ya eran amigos de antes, pero no me parece cierto

-¡Genial! Si no es en Nightcity es acá. Estoy bastante cansado de esas tonterías

-Lo sé, amigo, lo sé- Decía Patapez mientras se dedicaba a resolver los ejercicios de matemáticas

Cuando Hipo menos se lo esperaba, cayo otro bollo de papel en frente de su cara, y al desdoblarlo noto que era de Astrid

-''No, no tengo novio, ¿Y tú, tienes novia?''

Hipo sonrió, jamás había tenido una, se reía de las veces en que sus amigos de Nightcity coqueteaban con alguien, era tan gracioso verlos fracasar, pero jamás había llegado ni siquiera a eso, por un lado se sentía avergonzado, pero por el otro feliz, ahora conocía una nueva amiga con la cual podría confiar.

-''No, no tengo, creo que estamos iguales''

Luego lo enrollo y se lo tiro, estaba de suerte, los tiros hoy daban en el blanco, todos caían en la mesa, y no en el piso, como solía pasar, era tan común que otra persona los leyera, pero a pesar de todo trataban de ser cautelosos, un simple descuido haría que se desatara una teoría caótica sobre ellos dos, quien sabe que podrían decir, por ahora solo se concentraban en poder entablar una conversación, era lo más adecuado para conocerse mejor. No tardó mucho en que la profesora venga y corrija los ejercicios, pero Hipo no había hecho nada. Trato de hacer lo más rápido posible todo lo que pudo, pero no veía bien los números, le costaba identificarlos y a veces se le cruzaban. Su problema de vista se hacía presente, no le quedo de otra que abrir su mochila y sacar un estuche mediano con unos lentes cuadrados y de reborde negro, con los costados llenos de una telaraña blanca y verde que se entrecruzaban, era un modelo muy original.

Para cuando la profesora paso por su banco, el adolescente ya había hecho todos los ejercicios, y sin ninguna falla, era un ''Nerd'', y no odiaba admitirlo, pero lo que si odiaba era que lo maltrataran por eso, no tenía la fuerza que otros chicos tenían, y eso lo hacía un blanco fácil en esas situaciones. Por suerte, a cada colegio al cual fue encontró compañeros que lo ayudaran y lo entendieran, chicos que tuvieran su mismo problema o que simplemente fueran sus amigos.

Por el momento se sentía feliz, el hecho del cambio de colegio no fue tan abrupto, es más, fue placentero, hasta lo que llevaba de la mañana

-Muy bien Haddock, muy bien. No recuerdo la última vez en la que he visto tal perfección en matemáticas, sigue así y no tendrás problemas en esta materia.

Hipo solo sonrió hacia la profesora, mientras esta le devolvía el gesto, pero amargamente, con tal rutina no era de esperarse que tuviera mucha confianza en un alumno nuevo, siempre comenzaban bien pero luego decaían. Astrid se dio vuelta para pedir un lápiz a su compañera de atrás, pero el verdadero objetivo era ver de vuelta al nuevo, hace mucho tiempo que no escuchaba decir eso a esa profesora en especial. Astrid era buena en matemáticas, pero le iba mejor en historia. Su cara demostró un leve asombro, Hipo usaba lentes, parecía otro chico, aplicado, silencioso, sin apuros, un típico y confiado ''Nerd''. Era tan raro, desde ese momento no lo iba a ver igual, pero no en el mal sentido, solo que era una cosa más para conocer sobre el castaño, era raro pero a la vez genial, daba un toque más enigmático a su vida.

No tardó mucho en tocar la campana del segundo recreo, cada vez faltaba menos para la salida, y eso significaba un largo y duradero fin de semana (Weekend!) ya que había dos días libres por fumigación, el lunes y el martes, así que sería mucho tiempo libre, pero a la vez acarrearía mucho estudio acumulado, los profesores aprovechaban estos pequeños detalles para justificar la lectura de libros y el estudio de su materia.

Todos salieron eufóricos de los cursos. Hipo se desidia a hablar con Astrid otra vez, las cartas no era una línea directa muy buena, sin embargo ''El dialogo lo hace todo'' como solía decir el, era una cosa de diferenciar. Lastimosamente, había chicos que no pensaban lo mismo.

Mientras, Astrid también deseaba hablar con Hipo, le interesaba mucho conocerlo, y aunque trataba de olvidarlo, simplemente no podía, era extraño en ella, siendo una persona a la que poco y nada le interesaban los demás.

Lo espero un rato, el recreo no era eterno, y como no venía a su casillero, decidió salir a buscarlo, pero no lo encontró

-Lo sabía- Dijo la rubia en voz alta

''Otro tonto, careta y farsante, mi teoría era correcta'' se convencía a sí misma, escuchando el timbre del fin de la libertad, para volver a la prisión del estudio, pero cuando todos estuvieron presentes, el único que faltaba era el recién llegado.

Patapez estaba preocupado, no era de retrasarse de esa forma, y como aun no llegaba la profesora, decidió levantarse hacia donde estaba Astrid, con un poco de miedo

-¿A-A-Astrid?

-¿Si?- Correspondió la chica, mientras ella y su compañera tenían la misma cara de sorpresa

-Tu…bueno…si supieras…no se… ¿Sabes en donde esta Hipo?- Dijo muy tembloroso

-No- Pero como si fuera un instante de iluminación, vio a Patan y Brutacio riendo a carcajadas-Algo no me gusta

Sin pensarlo dos veces, se levantó de la mesa para dirigirse a donde estaban los dos bravucones, pero fue sorprendentemente interrumpida por nada más y nada menos que Hipo, quien entraba al curso con la cabeza agachada y la capucha puesta, esta ultima un poco mojada. Astrid ya sabía lo que paso, era lo mismo que sucedió con Patapez cuando ingreso como nuevo estudiante en la institución, y se repetía con personas del mismo tipo en todo el colegio, eran los llamados ''Blancos Fáciles''. El castaño pasó cerca de Astrid, sin que esta pudiera despegar la vista del joven. El chico tenía una dirección pre-fijada, parándose al lado de la mesa de Patan

-Te olvidaste tu trofeo- Dijo el muchacho mientras saco sus lentes rotos de su bolsillo, los puso sobre la mesa de Patan y se retiró a su asiento

Podían haber visto toda clase de conducta cuando sucedían este tipo de cosas, pero jamás algo que implicara de tanta dignidad. El brabucón quedo totalmente helado, mientras Brutacio analizaba los lentes del chico, con total impresión. A Astrid ya no le importo su reputación y se dirigió sin miedo hacia el banco de Hipo

-Sácate la capucha- Le dijo con un tono de voz tenue

-No hay nada interesante debajo de ella- Acoto mientras habría su carpeta

La situación se ponía mal. Sin darse cuenta, y al tratar de disimular utilizando sus útiles, mancho de sangre las hojas, ya que se había olvidado de las cortadas que tenía en sus brazos. Astrid le quito rápidamente las manos de la mesa, pero sin brutalidad, para ver los pequeños tajos y raspones que tenía en ella

-Permíteme llevarte con Gothi- Dijo Astrid mientras, compadeciéndose del pobre chico

-Tranquila, estoy bien, solo fueron algunos raspones

Pero Astrid sorprendió a Hipo sacándole la capucha de un tirón. Todos en ese momento se pusieron muy atentos, era la hora decisiva, y claramente lo fue. Los rostros se espantaban al ver la escena, menos el de la rubia, que trataba de mantenerse calmada. Solo paso su mano suavemente por el rostro del joven, mientras este sangraba un poco. Tenía un moretón en el ojo, unas cortaduras en la cara y marcas de golpes, pero nada de gravedad, todo era superficial

-Vamos a llevarte con Gothi. Patapez, Brutilda, ayúdenme los dos- Decía la rubia mientras los adolescentes se acercaban

-¿Qué ella no era la psicopedagoga?- Dijo el chico, aun algo mareado por la situación, aunque manteniendo su compostura

-También es enfermera local- Aclaraba Brutilda mientras se acercaba al castaño para ayudarlo a levantarse

-Ustedes váyanse, que yo llevare a Brutacio y a Patan- Comento Astrid estralando sus dedos, mirando fijamente a los dos adolescentes

Los chicos asintieron y se retiraron. Ya afuera Brutilda y Patapez guiaban el camino de Hipo hacia la enfermería

-Con migo también tuvieron que hacer lo mismo- Recordaba Patapez- ¿Eran Patan y Brutacio, verdad?

-Pues, no me acuerdo muy bien- Trato de hablar el nuevo, mientras se agarraba la frente- Solo sé que dos chicos me agarraron y me sumergieron la cabeza en un inodoro por mucho tiempo, luego me sacaron, me arrinconaron y me comenzaron a golpear y empujar contra la pared, pero no tengo mucha claridad, lo recordaba mejor cuando llegue a clases, pero….creo….que…..era Pa….t…a….

Hipo comenzó a perder el conocimiento, escuchaba muy tenuemente lo que decían sus dos compañeros, no los entendía, solo veía borrosamente que le estaban haciendo abanicos con las manos y desde ahí todo se oscureció. Después de un tiempo, despertó en una pequeña sala con la mayoría de los artefactos en un color blanco

-Donde… ¿Dónde estoy?- Pregunto el despistado joven

Pero nadie respondía. Miro a su alrededor, pero no había nadie, aunque la puerta se encontraba entreabierta. Se fijó en sí mismo, y vio que seguía con la misma vestimenta que recordaba por última vez, pero sin su campera, solo la remera, y tapado con una sábana blanca. Es ahí donde recién empezó a notar que se encontraba en una camilla, comenzando a recordar lo que había sucedido. Sin embargo, cuando quiso levantarse, no lo pudo hacer, ya que sintió un fuerte dolor en la parte interior de su codo, y al notar lo que era, prefirió tener más cuidado. Se encontraba inyectado un suero, el cual no paraba de mandar líquido al cuerpo de Hipo. Decidió centrarse al borde de la camilla y tranquilizarse, hasta que empezó a agudizar el oído hacia lo que se decía fuera de la puerta

-Sabes que trate de advertirte, pero en estos casos tengo que tomar medidas extremas, y sabes que serán muchas amonestaciones, contando las que ya tienes acumuladas

El joven no podía parar de escuchar, pero quería saber más de lo que estaba pasando, así que se acercó a la puerta arrastrando el suero y la abrió un poco, sacando su cabeza hacia el exterior. Allí vio hablando a Gothi con Patan y Brutacio, quienes estaban molestos y aterrados, además de muy preocupados

-¿Saben lo que pudo haber pasado si ese chico no vivía? Ustedes estarían en la correccional, parece que jamás escuchan lo que yo les digo, tendrán una citación para sus padres, más de 10 amonestaciones cada uno y castigos extra-curriculares. Yo les advertí

Hipo volvió a entrar a la pequeña habitación, se sacó el artefacto inyectado con toda la valentía del mundo y se puso la campera, notando que le habían vendado los brazos en los lugares donde justo tenía los cortes. Miro el reloj de la habitación

-11:30 am, todavía me quedan algunas clases que puedo continuar- Dijo el chico felizmente, como si nada hubiera pasado, pero pensando en que iría buscando otro colegio. Se dignó a salir de la pequeña enfermería y caminar como si nada fuera por los pasillos, legando cerca de Gothi, mientras Patan y Brutacio lo miraban de mala manera

-¡Haddock, despertó! Tiene que volver al consultorio, necesita del suero y…

-Tranquila señora, ya estoy bien, y si me permite, me gustaría volver a clases

La sonrisa de Hipo era muy amplia, pero de esas que transmitían más de mil cosas a la vez, y muchas de esas no significaban algo bueno

-Está bien, pero iré a vigilar a cada rato. Un mínimo síntoma de malestar y me avisa ¿Ok?

-No hay problema

El joven siguió un curso derecho, sin prestarle atención a los bravucones, quienes miraban sorprendidos la situación. De a poco fue llegando hacia el salón, en donde una profesora estaba dando clases. Diviso el interior y hay estaba. Astrid no paraba de escribir, mientras que Hipo no podía parar de mirarla, y en uno de esos momentos, la rubia tuvo aquel raro sexto sentido que todos tenemos, sintiendo que alguien la miraba. Levanto levemente la cabeza, para encontrarlo a él divisándola por el vidrio de la puerta. Este sonrió mientras ella le devolvía una pequeña sonrisa, pero fue bruscamente descubierta

-Señorita Hofferson, ¿Qué está haciendo?- Pero al dar vuelta la cabeza, noto que un estudiante estaba afuera

Esa profesora denotaba de una juventud bastante marchita, con ropa bastante anticuada. Salió del salón, mientras, como no podía faltar, todos los alumnos que no veían la situación se inclinaban para hacerlo lo mejor posible

-¿Y usted no debería estar en clases?-Dijo la Profesora

-Si, en la suya respectivamente- Correspondió el joven

-¿Me está tomando por tonta?, Sr….Sr…

-Haddock, Hipo Haddock

-¡Exacto! ¡El nuevo! Qué vergüenza comenzar de esta manera, su padre debe estar decepcionado

-En realidad, le encantaba que me vaya bien en matemáticas, física, quimi…

-¿Y piensa que me va a convencer con eso, jovencito?

Todos los del interior del curso comenzaron a reír por lo bajo. La pobre profesora no se jubilaba porque decía que le gustaba mucho el trabajo, pero no estaba en la etapa de atender y preocuparse por las situaciones personales de cada alumno, o al menos controlar que está pasando a su alrededor. Hipo realmente se encontraba en un problema, tenía que pasar algo, o si no seguiría peleando con esa profesora hasta la hora de salida. ''Juro que me cambiare de colegio'' se repetía a sí mismo una y otra vez, mientras la señora no paraba de reprenderlo

-El colegio tiene reglas estrictas, y no tendré ningún problema en llevarlo con el director, y más que eso, expulsarlo por tal falta de respeto

-¿Pero cuando le falte el respeto?- Dijo indignado el pobre chico

-¡Ve! Por eso es que el sistema educacional decae, por alumnos como usted, que no saben respetar a los superiores

Las risas de los alumnos se iban intensificando. Algunos no aguantaban y se tapaban la boca, incluyendo a Astrid. Pero todo fue interrumpido cuando Patan y Brutacio aparecieron por detrás de Hipo, haciendo que, para extraña sensación del castaño, la profesora parara de hablarle.

-A, como siempre ¿No? Thorson y…y…

-Patan- Afirmo el chico mientras intimidaba con la mirada al nuevo

-Patan Patan, que raro nombre, pero no soy de juzgar por la primera impresión

''¿En serio?'' Se dijo Hipo a si mismo, quien ya de por si sentía insultada su persona ''Quiero volver a Nightcity, con Derek, Brandom, Zoey y Lara, no con esta trolla de tontos sin control''.

Lo único que hizo fue cruzar los brazos, para escuchar la charla no agradable que tenía la profesora con los tres jóvenes. Realmente no estaba prestando atención, solo era consumido por un hueco oscuro de rabia, hasta que al levantar su vista un poco, vio a sus, hasta ahora, conocidos inofensivos.

Astrid estaba levantando una hoja en la cual estaba escrito con letras grandes ''Inventa algún problema'' y más atrás Patapez imitaba la forma de la mordida de un ratón y las patitas juntas del mismo, mientras Brutilda hacia que se desmayaba. Hipo entendió sin mucha meditación, que a esa profesora le asustaban los roedores, y que mejor forma de salir de la situación actual que creando una falsa alarma. Se preparó para abrir bien los ojos y gritar muy fuerte

-¡UNA RATA!- Exclamo mientras todos se alocaban

La profesora salió corriendo mientras gritaba, haciendo que Patan y Brutacio también traten de escapar, chocándose el uno con el otro y cayendo al piso inconscientes, mientras los alumnos del salón se asustaban, menos algunos que habían visto las señas de los tres jóvenes.

Hipo no pudo evitar esbozar una sonrisa, la situación se puso realmente tensa entre los profesores y los alumnos. El joven, a pesar de su alegría, estaba un tanto preocupado, si la falsa alarma se le iba de las manos podría complicarse, pero hay formas de excusarse. Decidió entrar al curso, en donde faltaban algunos adolescentes y otros estaban parados arriba de las sillas y mesas, hablando tranquilamente pero con precaución, pensando que la rata andaba caminando por hay

-Jajajaja, ¡Hola amigo! Pensé que habías muerto- Decia Patapez entre risas

Los cuatro estaban haciendo una ronda, mientras se reían y charlaban, menos Astrid, que de por si su carácter no le hace ser una chica de carcajadas fuertes

-Pues parece que estoy vivo, a menos….- Luego paro en seco, miro a su alrededor y analizo todo en detalle- Si, estoy vivo

-Y en donde estarías si estuvieras muerto- Comento Brutilda sarcásticamente

-Seguramente, ¡COMIENDO CEREBROS!- Dijo mientras se hacía un zombie

Brutilda tuvo un leve susto, ya que esto último iba dedicado a ella, y no era muy normal, contando que el chico parecía haberse olvidado de que tenía la cara toda lastimada

-Eres raro…..Me agradas- Afirmo mientras se acercaba a la cara de Hipo

Esta acción fue abruptamente interrumpida por un estirón en el cabello por parte de Astrid, quien lo hizo por un reflejo totalmente involuntario ¿O no?

El nuevo quedo sorprendido, pero levemente, para suerte de Astrid no le dio mucha importancia y siguió con su conversación

-Oigan, esto me está preocupando, la profesora salió corriendo… -Pero fue interrumpido por Brutilda

-¡Y gritando, fue lo mejor que vi en mi vida! fuiste lo mejor que conocí en mi vida-La chica se volvía a acercar al joven

-Seeeee-Decía Hipo un poco extrañado mientras la rodeaba y trataba de salir de la situación, dirigiéndose a Astrid

-Estás loco para volver a clases lleno de cortes en la cara-Comento la joven un poco divertida

-¡Claro que no! Me paso varias veces, se vuelve normal-Aclaro con una risa

Después de eso, los chicos solo se miraron, otra vez se perdieron en su mundo sin prestar atención a los demás, aunque, y como repetidamente estaba pasando, fueron por innumerable vez interrumpidos por la entrada de la profesora

-Haddock, venga conmigo ¡De inmediato!

El chico, en un pasar de minutos, ya se encontraba sentado frente al escritorio del director, con la titulada parada en su lado derecho, sin dirigirle la mirada

-¡Este chico es un desastre! ¡Fingió la aparición de una rata y alarmo a los alumnos! ¡Tendría que darle castigos de por vida!

El director, quien aún no los miraba, levanto su vista de las hojas que tenía en su escritorio y analizo la situación. El recién llegado estaba sentado en la silla de madera, tratando de esconderse entre sus hombros, mientras la profesora no paraba de gritar barbaridades sobre él. El hombre se sacó los lentes y suspiro

-Sra. Mogdrofh, ¿Nos podría dejar a solas un momento?

La profesora quedo sin palabras, miro al joven, y con una cara de desprecio se dirigió hacia la puerta

-Si necesita mi ayuda con ese vándalo solo avíseme

-No dude en que lo haré

Después de azotar la puerta, el director comenzó a acomodar algunos documentos que reposaban sobre su escritorio

-Disculpa la actitud de la Profesora Mogdrofh, lleva demasiados años de docencia y no le es fácil, teniendo en cuenta la cantidad de alumnos con bajos promedios, ver a alguien con un gran interés estudiantil…

Hipo se relajó un poco más y respiro hondo, para encontrarse con el hombre mirándolo a los ojos

-Sin embargo, hace pocos días hicimos fumigación, pero los alumnos siguen alertando ataques de bichos o alimañas que se infiltran en los cursos, dejando al descubierto ciertas debilidades en cada trabajador de este colegio. Lo que yo necesito saber es que me diga si la rata era cierta o no, de todas formas no le pondré castigo

Hipo lo pensó un rato, jugo con sus manos, y mientras su nerviosismo se hacía presente a través de una gota de sudor en su frente, se dignó a responder

-No, no lo era- Dijo con la cabeza gacha

-¿Por qué lo hiciste?

-Es que la profesora pensaba que yo le faltaba el respeto por haber llegado tarde, e-e-estaba afuera, y-y hace poco me habían golpeado ¡No sabía qué hacer, lo juro! Y…

-Sí, me estuve enterando que te lastimaste. Continua-Interrumpió el director

-Y no me dejaba hablar, pensando que yo no era un buen estudiante

El castaño paro de hablar, esperando la respuesta del director, o quizás su condena por tal falta a la autoridad

-Mira, Haddock, por esta vez no te castigare ni te daré amonestaciones, es tu primer día y quizás te sea difícil acostumbrarte, pero ten más cuidado, la próxima no dudare. Yo le explicare a la Sra. Mogdrofh lo sucedido, y con respecto a tu accidente, actuare lo más justamente posible. Falta poco para que todos se vayan a sus casas, así que trata de hacer algunos amigos, pero selecciónalos bien. Quedas libre, joven.

Luego, con una palmada en la espalda, despidió al adolescente, quien aún estaba tembloroso por el susto, y cerró la puerta de su oficina.

Hipo, bastante alegre por dentro, se dirigió a su salón de clases, con la idea aun latente de cambiarse de colegio. Cuando llego, estaba la Sra. Mogdrofh dando clases

-¡OOOOhhhh! Miren quien está aquí, el joven Haddock. Pase y tome asiento lo más rápido posible, no quiero que se pierda de la clase-Acoto de forma cortante

El chico solo asintió y se dirigió a su banco, al lado de Patapez, quien demostraba una gran cara de preocupación. Apenas se sentó, la Psicopedagoga Gothi apareció en la puerta.

-Señora Mogdrofh, el director la llama

Mostrando rostro de autoridad ante los alumnos, se fue hacia la puerta para dejar el salón sin supervisación, lo cual los adolescentes aprovecharon sin dudarlo.

En la mesa de Hipo volvió a llegar un bollo de papel, el cual no tardo en abrir

-''¿Qué harás este fin de semana?''

Rápidamente rompió una hoja y saco una lapicera de su cartuchera, para escribir los más abruptamente posible. Unas ves que término, se lo tiro a Astrid, cayendo justo frente a ella

-''Voy a volver a Nightcity, y quizás a mi antiguo colegio, con mis viejos amigos''

La rubia levanto su cabeza con sorpresa y dirigió su visión hacia el banco de Hipo, quien la estaba mirando seriamente. Pero en el poco contacto visual, el timbre del colegio sonó y todos salieron abatalladamente de la institución.

Hipo se fue rápidamente, sin saber que Astrid lo seguía con paso ligero, aprovechando una de las curvar para alcanzarlo y agarrarlo del hombro, haciendo que este se diera la vuelta

-Sé que es raro, pero no te vayas de Berk. Aquí hay pocas personas como tú o tu amigo Patapez, la mayoría son tontos sin sentido de serlo. Al rubio le hicieron lo mismo que a ti, y estuvo a punto de irse, nadie lo evito, pero no lo logro porque su padre necesitaba un empleo aquí. Lo único que puedo hacer es hablarte, si quieras escucharme o irte dependerá de ti

Luego lo soltó, lo miro seriamente, se dio vuelta y se comenzó a marchar, pero paro secamente

-Esta tarde me voy de VISITA a Nightcity, búscame en el video-chat con el nombre de Hipo_Atomic, si quieres

La adolescente se dio vuelta y sonrió

-Mañana a las 3 de la tarde

Los dos se sonrieron y cada uno se fue para su lado. El auto del castaño lo estaba esperando afuera, junto con otros autos de otros alumnos, mientras algunos se iban caminando. Repoyo su codo en la ventana del vehículo y su mentón en la mano, para estar en la misma posición cuando vaya de viaje a Nightcity, pasando el tiempo rápidamente. El chico solo suspiraba una y otra vez, demostrando su gran aburrimiento.

-¿Por qué no podemos ir en el avión presidencial?

-Ya te lo he dicho Hipo, es solo para situaciones importantes- Dijo su padre sin dejar de mirar el camino-¿No puedes mirar una película con la notebook, o algo parecido?

-Sí, si la hubiera cargado antes del viaje

Y, como si fuera de costumbre, comenzó a suspirar una y otra vez, tratando de encontrar algo interesante en el viaje. Llegaron a Nightcity para el anochecer, y se fueron a la suite del Presidente, una de las pocas razones por las que el joven no tomaba nada mal la presidencia. La noche paso rápido, igual que la mañana, pero la tarde del otro día, un estupendo sábado, era una de las cosas más importantes que Hipo iba a hacer, solo que se le olvido. El video-chat quedaría ese día sin ocupación

-¡Papa, voy a ir a visitar a los chicos!- Decía mientras agarraba su mochila

-Bueno, pero vuelve antes de las 6:00 pm. Tengo una conferencia a las 7:00 pm.

-¡No te preocupes!- Dijo azotando la puerta y comenzando a correr por la calle

Volvía a recordar todo lo que había pasado allí. Aventuras, accidentes, conciertos, peleas, kioskos, cibers, y demás situaciones que venían en forma de flash a su mente.

Acelero lo más que pudo la marcha y se dirigió hacia la casa de su buen amigo Derek, la cual no era justamente el modelo de vivienda ejemplar, es más, tenía el aire de abandonada. Hipo simplemente sonrió, volvería a verlos a todos, y volvería a tocar, como solía hacerlo, como en los viejos tiempos, recordaría el pasado, un pasado que tan solo contaba con dos días de olvido.

-WWWWWOOOOOOWWWWW!- Se escuchó alrededor de la cuadra- ¡Chicos, miren quien está aquí, es Hipo!¡Vengan rápido!- Decía un joven alto de pelo negro, dándole la entrada al castaño

Todas las personas del interior ovacionaron, como si se tratase de un héroe, mientras Hipo solo los saludaba

-¡Hipo! Te vez más tranquilo, sigues sin agradarme- Comento con una sonrisa una chica del interior, de pelo totalmente violeta y con ropa oscura

-También te extrañe, Zoey, aunque fuera solo por algunos días, pero ya sabes, eso cuenta

-Todo vuelve al lugar de inicio, ¿No, Hipo?- Dijo la otra chica de pelo rubio y ondulado, quien lo miraba con un tono siniestro

-Ojala viniera para quedarme, Lara

-¿Qué, no te vas a quedar?- Preguntaba un chico Rubio y bastante alto, quien llevaba colgando un bajo

-Claro que no, Brandom

-Pero, pensamos que no te gustaba Berk, ¿Qué no era lo que nos dijiste hace tan solo horas?-Agregaba el morocho

-Pues, si….Pero no- Aclaro nerviosamente el castaño

-¿Y Patapez?- Pregunto el rubio

-¿Qué pasa con él?

-¿No era que iba a venir junto contigo?-Insistió Zoey

-No, jamás dije eso

La tensión en el pequeño lugar estaba creciendo, al parecer no iba a terminar de la mejor manera

-¡Pero como quieres que ensayemos sin Patapez!- Dijo Brandom a los gritos

-No vine para ensayar, sino que para visitar-Aclaraba Hipo sin ningún resultado efectivo

-Me acuerdo claramente que dijiste que hablarías con Pat-Agrego Lara

-¡Lo sé, lo sé! Y le dije, bueno, algo así. Pero no volverá ¡En serio! Su padre necesita el trabajo

-¡Y que si necesitaba trabajo! ¡AL MENOS LO HUBIERAS TRAIDO HOY!-Exclamo el rubio, totalmente descontrolado

-¡NO LO SE, VIEJO, NO LO SE! Solo… Solo… ¡No sabía que pasaría esto! ¿Sí?

-¡Oigan, ya basta! ¿Qué rayos te pasa? Solo vino de visita- Le dijo Lara a Brandom, quien estaba exaltado

El rubio agacho la cabeza, bufando por lo bajo. La tranquilidad trato de merodear por la casa, y nadie podía evitar ver a Hipo tan entristecido, contando que ni siquiera comentaban algo de sus heridas por miedo a empeorar todo lo que venía sucediendo.

Al parecer, lo único que le quedaba al castaño era rogar por no perder sus amistades, contando que esa reunión no duro mucho. No había de que hablar, y todos cometieron equivocaciones.