Ngh! Guh..agh!.- La voz del sargento cambiaba siempre que él y Eren hacían el amor, subía unos cuantos tonos y se volvía la cosa más sensual que el jóven titan pudiera escuchar; sumado además al hecho de que el sexo le nublaba la mente, y que la vista frente a él de un Rivaille sosteniendo sus propias piernas por las rodillas para mantenerlas bien abiertas, con el cuerpo muy desnudo y bañado en sudor, le ponía más bruto todavía, era inhumano pedirle que se contuviera en absoluto. Sin embargo intentaba contener su apremiante orgasmo lo más que podía.

Habían comenzado a tener sexo recurrentemente luego de un entrenamiento particularmente intenso entre ambos, que de alguna manera había llevado a los dos soldados de discutir sobre el control del menor sobre su propia transformación en titán, a tener sexo intenso contra algún arbol jodidamente gigante. Jaeger nunca pensó que sería el activo, especialmente por que Rivaille se veía intimidante y acostumbrado a tomar el mando, tenía esos aires de liderazgo y confianza total, una persona perfectamente capaz de dominarle sin problemas; y claro que había actuado de la misma manera intimidante y controladora, ordenándole a Eren a base de insultos que 'le partiera por la puta mitad o se encargaría de arrancarle las partes privadas con los dedos por no saber usarlas', se había abierto de piernas para él y había insultado y ordenado más de lo que nunca le había escuchado, dominándole por completo desde abajo; en cierta forma el menor se sintió el pasivo en ese momento, incluso si era él quien tenía la polla atorada en el ano ajeno. Vaya manera de describirlo en su propia mente, pero con Rivaille no eran necesarias palabras bonitas.

Pero así era Rivaille, y así había sido su vida sexual desde ese día; Eren se encargaba de obedecer cualquier orden de su superior, que se retorcía y gimoteaba en la cama, ordenandole ir más rápido o más profundo; o que se encargaba de llevar el ritmo por si mismo cabalgando encima del menor con absoluta maestría. El sargento nunca tenía problemas en decir lo que quería, era confiado y seguro de si mismo, incluso si era el pasivo. Más aún, estaba tan seguro de su reputación y de su calidad como sargento y soldado más poderoso de la humanidad, que deliberadamente 'elegía' ser el pasivo porque era su decisión, quisiera o no Eren, terminaría metiéndosela a Rivaille, y terminaría gustándole. Oh, y le gustaba mucho.

- Sargento.. y-ya no...- sus caderas aceleraron cuando sintió el familiar e infinitamente delicioso escalofrío comenzar a hacerse presente, sus musculos se tensaban mientras él se aguantaba el orgasmo para no dejar a su jefe a medias, cosa que cada minuto parecía más y más imposible al estarse hundiéndo en ese orificio caliente y lubricado por su saliva y los densos líquidos pre-seminales; Eren se esforzaba, sus embestidas duras, brutas y muy certeras daban directamente contra la próstata del mayor, que soltaba un gritito ronco cada que sentía el delicioso placer recorrerle. El mocoso sabía lo que hacía, tendría que admitirlo luego, sin embargo aún no era suficiente para él, no podía dejarlo correrse aún, aún quería más.

- C-cállate y.. ugh!... y cógeme más duro! Ah! Hya!..J-jódido mocoso.- El sargento llevó su mano a atender su propio pene que había sido ignorado por el castaño, dandose un par de buenos jalones para ayudarse a terminar mientras la gruesa polla ajena se aporreaba contra su punto más sensible, destrozando sus nervios poco a poco. Finalmente Rivaille logró correrse, temblando de pies a cabeza y poniendo los ojos en blanco, soltando un hilo largo de insultos en voz baja para no ponerse a gimotear su orgasmo. Cuando terminó su cuerpo se relajó por completo y su estomago quedó completamente sucio de su semen, y Eren aún seguía penetrándole con fuerza, buscándo su propio orgasmo y causando estragos en su cuerpo sensible.- U-Ugh... puta mad-... basta.. basta... n-no puedo más.- Rivaille tuvo que aguantar un par de minutos de sufrimiento post-orgasmico hasta que el joven soldado eyaculó fuerte y muy profundo en su interior, rellenando sus entrañas con semen caliente.

No se quejó como era usual, estaba demasiado cansado, quería darse una ducha larga para limpiar todo su cuerpo del sexo, que aunque le gustaba era una de las actividades más sucias que realizaba; quería cambiar las sábanas por unas limpias y echarse a dormir, sin embargo el peso del menor encima del suyo le impidió todo de manera súbita. Cayó dormido encima suyo como si nada, y Rivaille no encontró manera de soltarle una jodida patada para tirarle otro par de dientes por no dejarle ducharse, aún cuando era claramente bastante fuerte; los estragos de haber fornicado dejaron sus pobres musculos demasiado relajados como para pensar en cualquier tipo de esfuerzo.

Bien. Eso lo haría en la mañana.

Y lo haría justo cuando terminara de sacar su cena de los dos jodidos días anteriores. Se negaba completamente a moverse del baño hasta haber terminado, o de sacarse el delantal que se había puesto para no manchar su ropa, así como los guantes de latex que tenía. Vomitar era asqueroso, no soportaba tener que sacar cosas que debían salir de su abusado trasero, por la maldita boca. Quizá todo el semen del sexo maratónico de la noche anterior se le había ido al estómago y le había hecho mal, así que era obviamente culpa de Eren, ¿de quién más podría ser?. Siempre, de alguna manera, era culpa de Eren.

-Llevas como media hora vomitando, Rivaille, ¿No quieres que te traiga una pastilla? Tengo algo que te curará el malestar.- Hanji llevaba un rato apoyada contra la puerta del baño, despreocupada como siempre estaba mientras su mente divagaba en su gran interés como eran los titanes, pensando en lo mucho que iba a sufrir el pequeño "Meiwes", como había bautizado a un titán de clase cinco metros capturado solo hacía dos días, en las pruebas de ese día. El ruido del sargento moviendo algunas cosas y tirando del inodoro fue lo siguiente que escuchó, como si de inmediato hubiera entrado en modo defensivo para huir de sus milagros cientificos.

- Estoy bien, probablemente fue la jodida comida, esa puta cocina no está lo suficientemente limpia. Ya me encargaré de poner sus culos a trabajar para que brille como el diamante.

-. Si lo limpiamos con el culo de dará asco.- Era costumbre que las cosas entre ambos sargentos fueran relajadas, Rivaille mismo se había olvidado del malestar ya, probablemente habiéndolo vomitado junto con el pan de la semana pasada hacía solo unos minutos. Mas, realmente sentía que había algo extraño, sólo no sabía qué, y eso era lo único que lo mantenía pensando en cosas que no fueran el asco de vomitar o lo sucio que había sido. Era como si en su mente algo le dijera que definitivamente había algo que estaba diferente al día anterior, y no era precisamente el hecho de que amaneció sintiendose mareado y vomitando, (aún culpaba a Jaeger de eso) sino que era más bien metafísico, algo que no pasaba de una idea intocable e inexistente, sólo estaba ahí. Suspiró para exhalar aquellos pensamientos como si fueran dióxido de carbono, levantando un hombro para acomodar su cuello ligeramente adolorido. Su espalda ya había dejado de dolerle.

- Por cierto, ¿cuándo te quitarás el delantal? Te ves adorable con ello, pero no te va.

- Llámame adorable de nuevo y en serio voy a lastimarte, Zoe.

Un puñado de soldados se levantó de inmediato cuando él y la castaña entraron al comedor; sus cuerpos se tensaron muy rectos y aporrearon los puños en el corazón, saludándo al sargento. Eren estaba ahí, pretendiendo tenerle el mismo respeto que los demás le tenían; mocoso hipócrita. Rivaille se aproximó a su lugar de siempre, pasando un dedo suzpicas por la madera de la mesa, recogiéndo una finísima capa de polvo que estaba ahí. Lo sabía, ese sitio estaba hecho un chiquero.

- Bien, luego del desayuno limpiaremos esta cocina, es inaceptable que el lugar en donde se consumen los alimentos y las bebidas esté lleno de polvo, son soldados y un soldado con salmonelosis es un soldado inútil. Y si se vuelven inútiles yo mismo los llevaré de vuelta a casa de sus madres. Así que ¡A trabajar!.


- Encontré la respuesta de tu enfermedad, Rivaille, ¿nunca te dijeron 'Usa protección' cuando eras jóven?.- Habían pasado tres días sin que aquel malestar cediera, ya se había dado cuenta de que en realidad era el ambiente algo tenso de los últimos sucesos, y posiblemente algo que había comido; cuando tomaba alguna pastilla para el dolor de estómago los dolores se iban, incluso esos dolores especialmente fuertes que se formaban en la base de su vientre cada que estaba demasiado tiempo expuesto al sol, pasaban. Sin embargo Hanji había encontrado la oportunidad perfecta para tomarle el pelo, aprovechando que era la única enterada de su 'relación' con Eren (¿Qué relación, por favor?) no cesaba de arrojar hipótesis idiotas una tras otra, cada una más ridícula que la anterior.

Finalmente esa mañana había despertado descansado y mucho mejor, estaba listo para un día productivo sí o sí; hasta que la castaña había llegado con tres pruebas de embarazo. Rivaille rodó los ojos, harto de aquello; tenía un límite bastante generoso para con ella por el tiempo que llevaba conociéndola y la confianza que le tenía, mas aquello ya era simplemente demasiado para el sargento pelinegro, que frustrado se terminó de alistar frente a su espejo, dispuesto a ignorar a la mujer. Eren seguía dormido sobre su cama, probablemente muy cansado del entrenamiento previo; la noche anterior pretendieron tener sexo pero el titán cayó dormido antes de que siquiera terminaran los besos previos al 'foreplay', y ahí seguía.

- Oficialmente esto es lo más estúpido que has dicho en tu carrera militar, Zoe, y eso es decir algo. Guarda esas cosas para cuando tengas un novio que te soporte.

La castaña sonrió maliciosa, extendiendo una de las pruebas al más bajo, sin ofenderse por que la ignorara - Será divertido si la haces y te sale positivo~.

- ¿Sin duda sabes que esas cosas pueden dar positivo y no acertar, y por eso se recomienda hacer la prueba con eso más de una vez? No soy estúpido. Ahora sal de aquí, apestas a saliva de titán, que asco.

Ah, pero Hanji no se rindió, no señor, ella quería verlo sólo una vez, la razón no la sabía exactamente, suponía que era su afán de molestar a Rivaille que no podía ser contenido, para nada. - Le diré a Erwin que te tiras al sujeto de prueba de la nación, esperanza de la humanidad y potencial peligro, a quien deberías estar entrenando y evaluando, y no montando. Se enojará~.- A pesar de que el sargento quiso decirle que hiciera lo que quisiera y se fuera, no le quedó más que defenderse y contra atacar.

- No lo harías, te interesa demasiado que te cuente detalles sucios, pervertida.

- Puedo vivir sin ellos~.- Aventuró la castaña; las pruebas aún extendidas, ofrecidas a Rivaille. Eren dormía sonoramente.

- Te mataré si dices algo como eso, sabes bien que sí lo haré.

- ¡El daño ya estará hecho!~ no te servirá matarme.- Rivaille chasqueó la lengua.

- Te mataré ahora mismo.

- Intenta hacerlo sin despertar a Eren y que se haga un ajetreo y el pelotón entero se entere~ lo gritaré hasta que me muera, Heichow.- Alargó la 'u' al final del titulo, sonriendo como un zorro tramposo; Ah, zorra tramposa, era lo que el sargento pensaba.

-¿Por qué mierda quieres que lo haga?.

- Curiosidad, ganas de molestarte. No lo sé.

El sargento suspiró, frunciendo el seño más de lo común pero tomando de golpe las tres pesadillas aquellas, convencido de que sería una perdida de tiempo, seguramente alguna daría positivo, Hanji era capaz de alterar alguna para que diera positivo pensando que era idiota y no haría las tres. La cientifica quiso protestar al verse despojada de los tubitos, todos ellos, mas no alcanzó a decir mas que un seco 'Esp...' pues el sargento, con paso firme y seguro y la actitud de un anciano soportando las bromas y travesuras de un montón de niños, ya se había perdido tras la puerta del baño.

Pasó un rato, Eren se removía y roncaba algunas veces, incapaz de despertar incluso si ya se le había hecho muy tarde para el entrenamiento matutino. Usualmente Rivaille le pateaba (literalmente, mocoso de culo perezoso) fuera de la cama para que despertase, sus entrenamientos estaban supervisados por él en caso de que quisera tornarse en un titán para correr; pero ahora el altísimo (No literal, mierda) sargento estaba ocupado.

- ¿Cómo puedes dormir tanto?.- Hanji habló con un Eren dormido, enrrollado en sábanas blancas y muy perdido para entenderla, sólo en lo que Levi volvía. Y casi como si le hubiera invocado el sargento salió, con las manos enguantadas y las tres pruebas en ellas - Muy gracioso.- murmuró, con una expresión perturbada y fastidiada al mismo tiempo. Hanji se echó a reir, fascinada por su rostro.

- ¡Mira tu cara! No te preocupes, alteré la positiva. Si te salió otra es coincidencia.- Pudo confesar su pequeño pecadillo entre las risas, sosteniendo su estomago sin contenerse; Eren no despertaba ni con aquel estruendo.

-... A qué te refieres con 'La positiva'?.- Rivaille enarcó una ceja cruzándose de brazos completamente sereno de nuevo; era obvio que ella había hecho algo, su principal hobbie, después de los titanes, era joderle la existencia. Hanji Zoe paró de reir ante ello, confundida con su pregunta. Ella había alterado una de las pruebas, de tal manera en que resultara positivo en todo momento. Originalmente había planeado darle ésta prueba a Rivaille, verlo asustarse un poco y luego darle las demás, sin embargo no había podido en medio del poco común arrebato berrinchudo del mayor; suponía que ahora ya sabía que era una trampilla inocente entre amigos, no había problema con una bromita de vez en cuando, ¿cierto?. Sin embargo su rostro se quedó helado cuando las pruebas le fueron devueltas.- Tu las alteraste todas, maldita zorra tramposa, una broma ¿eh? buen intento, confieso que de haber tenido quince años hubiera caído redondo.

- Rivaille... yo sólo alteré una de ellas.- La broma ya no era el tema en la mente de Zoe, era casi imposible que dos pruebas seguidas dieran positivas en un hombre, la falla radicaba, en promedio, en una de dos pruebas hechas a mujeres; era aún más dificil que en un hombre dieran positivas, no imposible, pero sí dificil. Ahora. Dos pruebas seguidas habían dado positivo.- ¿Qué mierda comiste para que exista gonadotropina coriónica en tu orina?

Rivaille no se dejó alterar, conocía a Hanji de siempre, era una buena actriz, dramática como ella sola. Un acto de completo shock como el que ponía no iba a alterarle de ninguna manera. Sin embargo sí estaba enojado, ahora tendría que hacer algo estúpido e innecesario para demostrarle a esa mujer, y a sí mismo aunque no lo admitiera en su mente consciente, que no pasaba nada raro con su cuerpo, era imposible que un hombre se embarazace, imposible y ya. Se negaba a pensar otra cosa. Era ridícula la sola mención de algo como eso.

Eren se despertó de pronto, levantándose despacio hasta quedar sentado en la cama; se frotó perezosamente los ojos como si no quisiera ser arrancado del sueño en ningún momento, y vio las figuras tensas de Rivaille y Hanji.

- ¿Qué sucede?.- Aventuró, y Rivaille crispó los labios, mirándole como si fuera un enemigo más odiado que el peor de los titanes.