Bien, este fic lo escribí hace cerca de tres años, pero ocurrieron muchas cosas, por que se perdió, y tuve que reconstruirlo, pero aquí está, tal y como se lo prometí a mi prima Lola Mento. Este fic es especialmente para ella
Disclaimer: Sakura Card Captors y sus personajes no son míos, son de Clamp, este fic no tiene otro motivo más que entretener.
IMPORTANTE: Este fic se ubica cinco años después del final de la película de la carta sellada, lo que quiere decir que tienen entre 17 y/o 18 años aproximadamente, y el lugar en que se desenvuelve la historia es Inglaterra
Cursivas: paginas el diario de Sakura o pensamientos
LA VIDA EN INGLATERRA
Capítulo uno: Una nueva vida
Querido… quien seas…
Se que no he escrito en muchos días, pero aún no habíamos vuelto de Japón. Mi hermano, Tomoyo, Yukito y los demás se encuentran muy bien. Pero debo admitir que mi corazón se hunde de tristeza de vez en vez. Al encontrarme de nuevo lejos de ellos no puedo evitar extrañarlos y sentir un poco de melancolía. Aunque siempre es lo mismo, cuando volvemos. Siempre que volvemos me siento como si lo hubiera perdido todo o como si me hubiera perdido yo. Solo me siento con ganas de llorar.
Todos aquí se preocupan por mí, en especial la abuela pero intento disimular para ser solamente yo la que sufra, la mayoría del tiempo lo logro.
Espero que algún día me encuentre del todo bien aquí. Y es que, todo es tan diferente aquí en Londres. En la academia me enseñan cosas que nunca mi vida siquiera había escuchado, no me termino de acostumbrar a algunas cosas. La abuela dice que no me preocupe, que a mi edad se adapta uno a lo que sea y que la felicidad que tengo ahora no la tendré ni en mil años que viva… claro que… quien sabe que sea esa felicidad de la que tanto habla…
Por suerte tengo a todos de mi parte apoyándome. La pequeña Nicole, que no deja de asustarme con sus horribles historias de terror; también Crystal alegre y hecha bolas por los chicos siempre y Eriol… mi dulce Eriol. No sé que sería de mi vida sin él. La verdad incluso creo que no hubiera sobrevivido a lo que sucedió hace cuatro años ya.
Al principio Touya no estuvo de acuerdo con la idea de convertirme en una Hiragizawa, pero sería imposible que Eriol no lo convenciera. Y me alegro. Por que la verdad es, que a pesar de todo, soy muy feliz aquí.
Como dije algunos cambios fueron muy drásticos, pero todos para bien… supongo. La señora Hiragizawa, o Madeline arregló todo para que me convirtiera en una Hiragizawa. Por ser menor de edad no fue muy difícil. Cambió mi nombre, dijo que para que mi pasado no me persiguiera, era mejor que cambiara mi nombre. Y por eso que ahora soy Cherry Hiragizawa, estudiante de ultimo año de preparatoria de la academia Queen Elizabeth, sobrina de Lady Madeline y Sir Viktor Hiragizawa e hija de los difuntos Lady Adeline y Sir Joseph Hiragizawa (que ni idea de quienes habrán sido en realidad).
De cualquier manera, mañana hay clases y ya se me está haciendo tarde. Hasta la próxima.
La joven de largos y lacios cabellos castaños hasta la cintura, con unos cuantos mechones rosas entré él, suspiró dejando a un lado su diario en el que escribía y la pluma de color rosa brillante y a gatas se dirigió al borde de la enorme y antigua cama para bajar de ésta. Un hermoso Chow Chow de color negro y un gracioso cachorro de dálmata la siguieron brincoteando a su alrededor en el camino.
- Tranquilas chicas
Camino por los pasillos bostezando levemente hasta llegar al estudio en donde a la luz de la chimenea y el tintinear de las farolas antiguas se encontraban aquellas dos chicas de cabellos y ojos negros.
- ¡Buenas noches! – exclamó la joven de ojos esmeraldas
La chica de aproximadamente quince o dieciséis años, postrada en la alfombra con una revista juvenil no hizo más que levantarle una mano en señal de despedida. Mientras que la pequeña de diez años al frente del piano sonrió ampliamente.
- Buenas noches - exclamó la pequeña deteniendo la melodía
- ¿Y la abuela? – preguntó las chicas y fue la mayor la que respondió
- No está… fue a casa de los Allwood…
La joven castaña asintió con la cabeza y regreso por donde había llegado, dirigiéndose a su habitación para disponerse a dormir. Por lo visto Eriol no volvería sino hasta mañana.
Estaba exhausta, apenas y había terminado de desempacar. Las vacaciones no habían sido tan largas como hubiera deseado, y regresar en sábado para presentarse a clases lunes no era nada agradable.
Entró a su habitación y se dejó caer de espaldas y a ojos cerrados sobre la enorme cama. Suspiró al sentir la suave ceda y sonrió para sí.
- ¿riéndote de tus maldades? – preguntó una voz varonil y ella sonrió una vez más sin abrir los ojos
- Yo no hago maldades… - reclamó la joven en tono divertido mientras se sentaba – al menos no muchas
El joven ojiazul sonrió y se acercó a ella dándole un beso en la frente antes de sentarse a su lado.
- Creí que llegarías hasta mañana… - dijo la sonriente chica de ojos esmeraldas mientras tomaba una mano de él y jugueteaba con ésta – madre dijo que tenias asuntos importantes que cumplir aún
- Así se suponía que sería, pero tuve que regresar antes de tiempo, mi padre me envió para arreglar las cosas para los huéspedes – dijo él mientras apartaba un mechón de cabello de la chica y lo pasaba tras su oreja – llegarán mañana
- ¿ya sabes quienes son?
- No la verdad no… pero lo sabremos mañana, ahora Sakura… es hora de dormir, mañana tienes practica y debes ponerte al día con tus clases – dijo él sonriéndole mientras se ponía de pie y Sakura se movía a gatas hasta su puesto para acostarse - Buenas noches pequeña
- buenas noches Eriol… te quiero – dijo sonriendo al tiempo que el joven se inclinaba y apenas rozaba sus labios con los de ella, desde hacía ya bastante tiempo ambos se saludaban de esa manera sin ningún tipo de morbo ni ningún otro tipo de sentimiento mas que amor de hermanos - duerme bien… Recuerda... desde mañana…
- seré de nuevo Cherry Hiragizawa… - completó mientras se arropaba entre las sábanas.
oOoOoOo
La noche era fría y silenciosa a pesar de estar en pleno desierto. A pesar de todo eso el lugar era hermoso. La pequeña niña de catorce años y de hermosos cabellos castañas y brillantes ojos esmeraldas se encontraba sentada sobre una rustica mesa de madera, pasando las páginas de un antiguo libro que en realidad no entendía.
Se encontraba dentro de unas ruinas. En el Cairo, tierra de faraones. Su padre había obtenido aquel trabajo tan anhelado como excavador principal de una zona de las tumbas reales.
- Posiblemente esto haya sido la habitación real cariño – decía un hombre de cabello castaño y lentes en tono emocionado – posiblemente de una princesa, ven a ver
La chica se había puesto de pie. Un cachorro de Chow Chow corría tras de ella hasta donde se encontraba su padre. Quien le mostraba a la chica un delicado y sencillo pendiente de oro antiguo. Con una piedra, al parecer una esmeralda en el centro de un figura que parecía ser un sol.
- Según puedo entender Cariño, ese fue un pendiente de la princesa Nefer
- ¡¡Papá!! ¡¡Es hermoso!! – exclamó la chica mientras regresaba a su lugar en la mesa de herramientas hechizada por el hermoso brillo del pendiente.
- ¡Señorita Hiragizawa! ¡Señorita Hiragizawa! – la profesora de esgrima gritaba con esa voz chillona y desesperante que tenía - ¿acaso no m escucha?
La joven de ojos verdes reaccionó con un sobresalto, a la vez que asentía con la cabeza y se colocaba el casco de esgrima sobre la cabeza. A la vez que una chica de cabellos rojizos y ojos azules se acercaba a su lado.
- Suerte amiga
La castaña asintió con la cabeza y caminó hasta donde se encontraba su oponente en una digna posición de combate. La profesora Graham. era una mujer delgada y muy pálida, pero era tan nerviosa que parecía una ardilla histérica, o al menos eso pensaban la mayoría de estudiantes.
- Bien Señoritas ¡Salúdense! – dijo la mujer aplaudiendo de manera enérgica y rápida para luego darle un empujoncito a la castaña.
La ojiverde observó detenidamente a su adversaria, no se distinguía en realidad quien era, quien ya llevaba puesto el traje y casco protector. Sin embargo, su posición era muy conocida para Sakura. Muy pocas chicas de la academia tenían más instrucción que la básica en esgrima.
Sakura extendió la mano, tratando de saludar a quien sería su contrincante, pero ésta sin saludar ni ningún gesto parecido permaneció así, esperándola en posición de batalla. La chica castaña arrugó el entrecejo y se preparó. Por lo visto el duelo sería interesante.
- bueno ¡No importa! ¡Señoritas! ¡An garde! – gritó emocionada la profesora
La joven adversaria de la castaña no tardó ni un segundo en avanzar contra la chica, quien a duras penas había logrado retroceder ante el ataque, la chica atacaba con firmeza, mientras la castaña apenas lograba defenderse. ¿Qué rayos le pasaba? ¿Por qué reaccionaba de esa manera esa tipa? Era solo una práctica después de todo…
Varias de las chicas murmuraban y miraban preocupadas la escena mientras que la chica pelirroja gritaba con todas sus fuerzas tratando de darle ánimos a su amiga. Inevitablemente la chica de ojos esmeraldas, luego de esquivar varios de los furiosos ataques de su contendiente calló de espaldas, prácticamente chocando con una pared.
- Touché… - murmuró en voz baja la chica que la había vencido.
Sakura por su parte únicamente suspiró y se puso de pié, sentía su cara arder. ¿Cómo se atrevía? Esta chica no se podía atrever a tratarla así, nadie podía tratarla así. Cherry hiragizawa nunca perdía.
Ni siquiera se había sobrepuesto cuando la desconocida la atacaba de nueva cuenta. Como si tuviera un enorme odio en contra de ella.
- Touché… - Dijo de nuevo la desconocida rival
¡Maldita!
Sin atender a los gritos de la profesora tratando de calmarlas y hacerlas acatar las reglas. Sakura saltó contra la chica frente a ella. Ahora luchando a su nivel. Los floretes chocaban con sonidos metálicos mientras las chicas de la clase comenzaban a tomar parte con vítores a ambas chicas.
La ojiverde sonreía para sus adentros. Esa tonta chica no se saldría con la suya. Comenzaba a ganar terreno haciendo retroceder a desconocida. Mientras lo único que podía escuchar o al menos distinguir eran los gritos eufóricos de su amiga Corny, la pelirroja.
En cuestión de unos segundos y de un par de movimientos rápidos de la castaña su florete logró posarse en el torso de la desconocida rival.
- Touché - canturreó la chica castaña triunfante
Ambas chicas guardaron silencio. Agitadas. Pero sin moverse de la posición en la que se encontraban. ¿Quién diablos era? ¿Por qué la había atacado de esa manera? Sakura suspiró de nuevo, separando el florete del pecho de la desconocida a la vez que con su mano libre retiraba el casco de su cabeza.
- ¡Bravo! ¡eso fue emocionante! ¡Muy emocionante! – repetía con aplausos la profesora Graham - Ahora señoritas salúdense ¡Salúdense!
Sakura dio dos pasos atrás mientras le ofrecía la mano a la chica que yacía en el suelo. Pero esta en lugar de ayudarse de la mano de sakura se puso de pié retirando su casco.
Una hermosa y dorada melena se dejo liberar y la desconocida mostró su rostro.
- Sophie… - dijo Sakura sonriendo de mala gana. ¿Por qué rayos había vuelto?
- Has mejorado cerecita – dijo con desdén la rubia sin saludarla
Las chicas de clase murmuraban sobre la aparición de la rubia mientras ambas chicas mantenían una guerra de miradas.
- Bueno chicas, a los vestidores ¡Rápido! ¡Rápido! ¡un dos!
La profesora Graham comenzó a ahuyentar a las chicas a los vestidores como si de gallinas se tratase, dejando a ambas chicas aún observándose.
- que alegría que estés de vuelta querida – señaló Sakura a la vez que la pelirroja se acercaba a su lado
- Claro que si Cherry querida, ¿creías que no iba a volver? ¿y dejarte toda la diversión ti? ¡Jamás! – dijo sonriente y altanera la rubia – ¡Cornelia! ¡Que hermosa sorpresa!
- Sophie ¡que alegría verte! – contestó la pelirroja en tono sarcástico
- buenos chicas, es adorable verlas de nuevo, pero si me permiten debo ir a los vestidores – dijo la altanera rubia dando media vuelta – tenemos que reunirnos a tomar el te
Ambas chicas quedaron en silencio mientras la inglesa se alejaba. Sophie Alcott, era la unigénita del Senador Arthur Alcott. Al llegar Sakura a Inglaterra. Sus amigas automáticas habían sido la joven Corny, hija de los embajadores de Irlanda en Londres y Sophie. Sin embargo. Sakura no sabía el platónico y obsesivo amor de la rubia por su primo Eriol, y al darse cuenta esta de los "cariñosos" saludos ambos la chica se había vuelto loca y le había declarado la guerra a muerte a la ojiverde. Muy tonto pero así era.
Sin embargo Aproximadamente un año atrás la joven había sido enviada a China con su padre por motivos de negocios o algo por el estilo.
- tenemos que reunirnos a tomar el té – se burló con tono chillón Corny - ¡Ash! ¡Como la detesto! ¿Por qué rayos volvió?
- No lo sé… tal vez la exiliaron de China – murmuró Sakura aguantando la risa.
Sophie en realidad no significaba ningún problema mayor para Corny y Sakura ahora que su "amor platónico" por Eriol había terminado. Sin embargo la chica seguía empecinada a hacerles la vida imposible desde entonces. A Sakura por quitarle a su adorado Eriol ya Corny… por ser ella y estar del lado de la castaña.
Justo en ese momento una chica de talvez un grado o dos menor que ellas se acercó a la chica castaña entregándole una nota.
- Señorita Hiragizawa, el señor director la espera en su oficina
oOoOoOo
Allí estaban, en los enormes pasillos de la Academia Queen Elizabeth. Según sus padres era famosa por ser la más prestigiosa de toda Europa, los hijos de las familias más acaudaladas de todo el mundo se educaban allí, y eso, desde luego, debía incluirlos a ellos.
Por los pasillos de la enorme academia, la cual tenía como instalaciones un enorme castillo a pocos minutos de la ciudad, caminaba una de las encargadas del lugar seguida por un par de jóvenes que discutían por lo bajo.
- El director los recibirá ahora mismo – dijo la estilizada mujer en tono frío y seco mientras caminaba erguida y se detenía frente a una puerta la cual abría
- eh… en realidad no es necesario… - dijo el apuesto joven de cabellos castaños y brillantes ojos color ámbar
-¡Oh pero claro que si! ¡Pasen! ¡Pasen! – la mujer empujo a ambos chicos obligándolos a entrar en la elegante oficina, donde un hombre regordete y calvo los esperaba.
- ¡Señor Li, Señorita Li! –exclamó el hombre poniéndose de pie provocando un sobresalto en la chica de cabellos tan oscuros como la noche - ¡Bienvenidos! ¡Tomen asiento!
Ambos jóvenes tomaron asiento. En realidad sabían por que los trataban así. Sus padres habían hecho una "considerada" donación a la academia por el enorme favor que hacían por aceptarlos a mediados de año. Siempre era así. Sin embargo, no terminaban de acostumbrarse a ese tipo de tratos.
- Es un honor, realmente un honor que los hijos de la familia Li asistan a nuestra academia. – señaló el hombre de mejillas regordetas apreciando a ambo jóvenes – la diversidad cultural es muy importante en nuestra institución
- Y la diversidad monetaria también… - murmuró la chica por lo bajo
- disculpe señorita Li ¿Cómo dijo?
- nada Señor, solo pensaba en voz alta – dijo la chic ante la mirada de reproche de su primo
- bueno, no tardará en venir el representante de su clase, espero que los alumnos sean amables con ambos, pero si llegan a tener algún problema no duden en decírmelo
Justo en ese momento un par de toques a la puerta los hizo despegar la mirada del regordete director. La puerta se abrió y una joven con el uniforme de la academia entró.
- Muy buenos días Director Rocher – saludó la chic con tono cortés
- Muy buenos días señorita Hiragizawa – saludó el hombre – jóvenes, ella es la señorita Cherry Hiragizawa, es la vicepresidenta de su clase y se encargará de ubicarlos en la academia, tengo entendido que se quedaran en su casa
La chica volteó sonriente a los recientes alumnos de intercambio pero en realidad no supo si gritar o salir corriendo. No podían ser ellos. De seguro se les parecían demasiado, pero realmente no podían ser ellos.
- Señorita Hiragizawa, ellos son Syaoran Li y Meilin Li, son los nuevos alumnos de intercambio de China – el director sonreía, Meilin sonreía, Sakura palidecía y Syaoran…
La chica se parecía a alguien. Se parecía demasiado a ella. Claro, no podía ser ella. La había buscado hasta por debajo de las rocas. Sin embargo esa chica, aparte de se runa Hiragizawa, tenía algo particularmente familiar.
- Mucho gusto – dijo la joven Hiragizawa luego de aclararse la garganta – será un placer ser su guía, si gustan, les mostraré la academia – adiós Señor director
oOoOoOo
- ¡¡ QUEEEE??
- ¡Cállate Corny! ¿No podrías ser más escandalosa? – preguntó el chico de lentes mientras varias personas los miraban molestos y los callaban
- No, podría ser más escandalosa pero estamos en la biblioteca, ¡Mira como nos regañan por tu culpa! Deberías callarte Eriol – dijo la chica divertida – Pero bueno bueno, repíteme lo que me acabas de decir, creo que no te entendí
- Los chicos a los que Cherry debe estar guiando en este momento son Syaoran y Meilin Li – dijo el ojiazul desganado
- Pero… ¡Oh por Dios! La pobre de Cherry ha de querer que se la trague la tierra – exclamó al mismo tiempo que estrellaba su cabeza contra la mesa de la biblioteca
Así era Corny, legre, entusiasta, eufórica y exagerada… muy exagerada, era una chica extraña, pero precisamente eso era lo que amaban los Hiragizawa de ella. La joven pelirroja prácticamente había crecido con los Hiragizawa.
- Los Li no saben que se trata de ella – dijo Eriol tratando de ignorar el escándalo de la chica – solo esperemos que ella pueda con eso
oOoOoOo
- Las clases formales se cursan de ocho de la mañana a tres de la tarde, incluyendo las optativas. Los clubes de deportes se reúnen por las mañanas – recitaba a joven Castaña mientras caminaba al frente de los nuevos estudiantes – Las materias básicas son literatura, historia, ciencias sociales, matemáticas, física, química, informática, gimnasia y francés. Entre las optativas están filosofía, arte, música y sociología. Es necesario que elijan al menos una optativa o irán en contra del reglamento.
Ambos jóvenes caminaban tras de ella en silencio. Era increíble la seriedad con la que tomaba su función de guía. Meilin se mantenía ocupada leyendo los folletos que levaba entre las manos mientras que Syaoran se preguntaba una cosa una y otra vez.
¿Por qué se le hacía tan familiar?
- Algunos de los clubes son esgrima, artes marciales en donde practican desde karate hasta kung fu, yoga, teatro, el diario de la academia, ajedrez, natación, soccer, gimnasia y muchos otros que podrán encontrar en esta cartelera – dijo la chica de ojos verdes deteniéndose frente a una cartelera
- disculpa Hiragizawa – dijo la joven China muy sonriente pero mirando fijamente a la chica de cabellos castaños - ¿alguna vez has ido a china?
- Por favor, dime Cherry – dijo poniente y serena la chica – y no, nunca he salido de Inglaterra, madre no confía en dejarme viajar sola – dijo la chica caminando de nuevo por el pasillo
- Creí que vivías con Eriol Hiragizawa ¿me equivoco? – preguntó el ambarino sin dejar de mirarla
- Claro que vivo con el, soy su prima, mis padre murieron hace unos años y mi tía es mas bien como mi madre – dijo con semblante sereno
Syaoran trató
– ahora si me disculpan, es hora del quinto período, en las carpetas que les dio el señor directo se encuentran sus horarios, que pasen un buen día
Y así, girando y sin decir una palabra más la chica giró sobre si misma y camino grácil y lentamente por el pasillo en dirección a su siguiente clase, desapareciendo a medida que se perdía entre los estudiantes.
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El día había pasado de manera tranquila, para su mala suerte era compañera de los Li en cuatro de seis clases en las cuales Syaoran estaba sentado justo atrás de ella con en los tiempos de primaria. ¿Por qué la vida tenía que hacerle ese tipo de bromas? Por suerte las clases habían terminado y por fin era hora de salir de ese lugar y protegerse en su habitación.
- ¿Te dijo algo? ¿Sospecho algo? ¿Al menos una mirada ¿ ¿una palabra? – Preguntaba desesperadamente la pelirroja – ¡dime algo Sakura! ¡O te juro que me dará algo!
Sakura la miró de reojo a la chica pelirroja mientras caminaba serenamente por la calle que llevaba a su casa. A pesar de que su tía insistía en que no era nada seguro andar por allí como personas "normales" a Sakura poco le importaba, caminar debida y regreso a clases era una de sus cosas favoritas.
- No, la verdad lo dudo mucho, Meilin me preguntó si alguna vez había ido a china – dijo esperando la reacción de la otra chica
- ¡Santo Dios Bendito! – dijo la chica tapándose la boca con ambas manos antes de continuar - ¿y que dijiste?
- Pues la verdad, que tía nunca me ha dejado salir de Inglaterra – dijo tranquilamente la chica
- ¡Pero eso es mentira Sakura! ¡es más! ¡recién volviste de Japón! – dijo horrorizada la chica mientras prácticamente saltaba alrededor de Sakura, se emocionaba con demasiada facilidad.
- en realidad no mi querida Corny – la ojiazul la miró confundida – Sakura Kinomoto a entrado y salido de Inglaterra muchas veces pero… Cherry Hiragizawa no…
- Eres tan inteligente, pero… ¿Qué harás con Yohko? Cuando la vea ¡lo descubrirá todo! – señaló la chica refiriéndose a la mascota de Sakura.
Algunos años atrás, Cuando Sakura aún vivía en Japón, el año en que dejó de saber del joven Li. Su único recuerdo fue un cachorro, un pequeño cachorro de Chow chow que él le había obsequiado la ultima vez que se habían visto, el año del incidente de la carta vacío.
- Eso lo solucionaré luego, después de todo quien desapareció es Li Syaoran, no Sakura Kinomoto, y una muy descorazonada Sakura Kinomoto pudo deshacerse e cachorro que le recordaba tantas cosas ¿no crees? – dijo sonriendo la chica
- Bueno, esta bien, aunque realmente querida – Corny sonrió con una chispa de picardía talvez o algo que sakura no pudo descifrar – si que esta bueno Syaoran ¿no me lo regalas?
- ¡Cornelia! Es un chico no es una cosa – la reprendió Sakura a la vez que la chica de cabellos rojizos hacía un mohín – además, no te puedo regalar algo que dejo de ser mío hace mucho tiempo
La pelirroja miró a su amiga de reojo y la abrazó antes de darle un beso en la mejilla. A Sakura aún le dolía el hecho de haber pedido al joven chino, sin embargo, había pasado todos esos años tratando de superar semejante pérdida. Corny tomó la mano de Sakura y quien le correspondió con una sonrisa mientras continuaban caminando.
Mientras, sin ellas darse cuenta, del oro lado ce la calle el transporte escolar conducía a ambos jóvenes chinos y a un poco más de estudiantes de la academia que se dirigían a sus casas. Meilin platicaba animadamente con su primo, quien la ignoraba observando por la ventana. De repente el autobús escolar se detuvo en un semáforo en rojo y Meilin comenzó a señalar a ambas chicas que caminaban abrazadas y tomadas de la mano por las calles.
- Primo mira, es Cherry con esa chica pelirroja, creo que su nombre es Cornelia – dijo la joven de cabellos oscuros
- Su nombre es Cornelia Callaghan, es la mejor amiga de Cherry Hiragizawa, aunque toda la academia segura que son lesbianas – ambos chicos levantaron la mirada observando a la chica rubia y ojiazul que hablaba a lado de ellos sin cesar con voz melodiosa – Pero en realidad no es nada e que asombrarse cuando sabes las demás cosas de las que se hablan sobre esa familia
- Hola Sophie – saludó sonriente la joven china a la vez que la rubia se sentaba en un asiento continuo a ellos, Shaoran únicamente se limitó a escucharla hablar, había algo en esa chica Cherry que en serio le llamaba la atención - ¿Qué cosas se hablan sobre ellos?
- En realidad no me gusta hablar de estas cosas, pero desde que ustedes se van a quedar allí y mi padre me recomendó ayudarles en lo que sea se me hace importante que lo sepan – dijo con tono preocupado – Todo es por Cherry, yo antes hablaba mucho con los Hiragizawa, incluso con Cornelia y eran muy normales, pero cuando ella vino… aparte de que Cornelia y ella se hicieron novias, dicen que Cherry y Eriol tienen que ver a pesar de ser primos
- ¿Estas segura? – preguntó Shaoran
- Si, varios los han visto besarse en los labios y en situaciones muy fuera de lo normal para un par de primos – Sophie suspiró fingiendo pesar – en serios son horribles las cosas que uno tiene que ver en estos días
- ¿y tu los has visto besarse? – preguntó Meilin con curiosidad sin dejar de mirar a ala dramática inglesa
- Claro que si, hace mucho éramos muy amigos, pero cuando vino esa chica y comenzaron a suceder esas cosas extrañas decidí alejarme – La ojiazul fingió preocupación tomando la mano de Syaoran quien solo se limito a mirar la mano de la chica y luego a ella - ¿Estas seguro querido Syaoran que no prefieres quedarte en mi casa?
- Mi madre arregló todo con los señores Hiragizawa, sería una descortesía irnos así como así Sophie, estoy seguro que no debes preocuparte por nosotros, Cherry no podrá engañarnos – le aseguró el ambarino sonriéndole para su tranquilidad, en realidad aún no podía comprender como alguien como la familia Hiragizawa podía tener una chica tan revoltosa dentro de su familia, las cosas que Sophie decía de ellos eran en serio perturbantes, pero la verdad era que no podía desconfiar de Sophie, la conocía desde ya dos años atrás mientras que a Eriol no lo veía desde hacía varios años y nunca fueron en realidad muy amigos que se diga.
- Anda Sophie no te preocupes – decía Meilin mientras se detenían frente a la casa de los Hiragizawa y se ponía de pie para salir del microbús – estaremos bien, en serio, no somos tan persuasivos como crees
- Si Sophie, prometo llamarte luego, mantente tranquila ¿si? – pidió Syaoran mientras se despedía de la chica para salir también- Nos vemos luego Sophie
La cara de preocupación se Sophie se borró casi tan rápido como los Li hubieron salido del microbús, Cherry Hiragizawa nunca se saldría con la suya aunque fuere Sakura Kinomoto, ella nunca podría quitarle a Syaoran luego de haberlo encontrado, Syaoran sería de ella y se casaría con el algún día aunque el precio fuera desprestigiar a los Hiragizawa.
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- ¿Iremos a tomar el té con Sophie? – preguntó Corny mientras bailaba entrando a la enorme mansión
- No – exclamó Sakura- mejor un café con leche y toque de almendras
- ¿Cianuro?
- ¿Cómo adivinaste querida? – preguntó riendo la ojiverde
- Experiencia querida, experiencia
Ambas chicas rieron de buena gana mientras entraban a la casa despojándose de sus abrigos, dirigiéndose a las escaleras principales para, como todos los días, tomar una siesta antes de hacer las tareas o algo más. La mayoría de las veces, Corny dormía en casa de los Hiragizawa ya que sus padres o siempre estaban de viaje o estaban implemente muy ocupados para prestarle atención.
- ¡Cherry! ¡Querida! – exclamó un voz tras de ellas que ya casi terminaban de subir las escaleras, se trataba de Eriol quien avanzaba hasta ellos acompañado de el joven ambarino quien miraba de manera diferente a ambas chicas - ¡ven quiero presentarte a alguien!
Ambas chicas se detuvieron en donde estaban a la vez que Sakura y Corny se quedaban inmóviles como esperando algo, Syaoran y Meilin los miraban de manera extraña, como si las examinaran o como quien mira a un animal extraño tras una jaula en el zoológico.
- Lo saben… - dijo Corny al oído de la ojiverde sin que los presentes pudieran descifrar el mensaje y Sakura únicamente atinó en sonreír.
Lentamente la ojiverde bajó las gradas sin quitar su mirada del ambarino, quien inmediatamente al sentirse observado la miro nervioso. Al encontrarse al pie de las escaleras la joven castaña se acerco a su primo dándole un beso en la mejilla y abrazándose a el de la forma más melosa y delicadamente insinuante que pudo, todo esto sin despegar la mirada del ambarino.
- Querida, espero que ya conozcas a Syaoran y Meilin Li, son los nuevos inquilinos de Hong Kong de los que nos habló madre – señaló el ojiazul mientas rodeaba a su prima con un brazo por la cintura – se quedaran con nosotros por un tiempo hasta que se establezcan
- Ya nos habíamos conocido primito – dijo sonriente la castaña mirando a ambos jóvenes - espero que sea de su agrado nuestro país
La joven se separó de su primo se acerco a la chica de cabello oscuro dándole un breve abrazo y un beso rápido en la mejilla mientras la tomaba de ambas manos.
- Espero que seamos muy buenas amigas, no dudes en pedirme lo que necesites, lo que sea… - dijo aun sonriente pero desplazando su mirada hasta el ambarino
- Ehm, muchas gracias Cherry, eres muy amable – dijo Meilin con una risita nerviosa
La joven dio un par de pasos hasta encontrarse frente a el ambarino quien ante la fuerte mirada e la chica no pudo hacer más que ponerse nervioso y sonrojarse levemente. Sakura únicamente sonrió un poco más.
- Siéntete libre y cómodo en nuestra casa, y lo mismo a que a Mei, no dudes en buscarme si necesitas algo… lo que sea … - la chica hizo énfasis en las ultima palabras, causando cierto desconcierto en los jóvenes chinos y una leve sonrisa en su primo y su amiga.
Lentamente la chica acercó su rostro al del joven ambarino depositando un lento beso en la mejilla de el joven, aproximándose peligrosamente a la comisura de los labios del joven y así como se había acercado se separó.
- Ahora si me disculpan, mi amiga Corny yo tenemos cosas que hacer – Corny saludó desde las escaleras a la vez que Sakura subía corriendo las escaleras y desaparecía con su amiga tras un pasillo.
Syaoran la observó prácticamente boquiabierto y con una extraña sensación recorriendo su cuerpo. Aún sentía el olor de la chica penetrando su cerebro, olía a fresas, era realmente una fragancia endemoniadamente deliciosa. ¡Malditas hormonas! ¡Maldita Cherry ¿Cómo una chica tan enferma podía ser tan endiabladamente hermosa? ¿Por qué su figura, su ostro y su todo tenía que ser tan perfecto?
- Ehm bueno… yo iré a hacer mis tareas – dijo Mei rompiendo el silencio – nos vemos luego
Y así desapareció la chica, dejando a ambos jóvenes solos aún en esa nube extraña y silenciosa que les había dejado la chica de ojos de esmeraldas.
- Se lo que piensas… - dijo Eriol dando unas palmaditas al hombro de su amigo – mi encantadora prima se le parece mucho, pero te aseguro que no es ella
- Lo sé, su rostro y sus ojos son muy parecidos, pero su personalidad… es extraña Eriol, sin ofender – dijo Syaoran sin dejar de observar las gradas por donde la chica había desaparecido – Por cierto, ¿Qué sabes de ella?
- Sigue su vida viejo, en algún lugar Japón, algunas veces Tomoyo llama y me cuenta sobre ella, sin embargo… - Eriol miró al ambarino temiendo el efecto que su siguiente frase podría causar en el – ella no quiere saber nada de ti, te ha borrado prácticamente de su cabeza… desapareciste por demasiado tiempo…
Habían pasado muchos años, en realidad Syaoran y la chica aun eran unos niños cuando se habían conocido y se habían confesado sus sentimientos., pero nunca había logrado olvidarla, por más que tratase, la imagen de aquella alegre y tímida chica de cabellos castaños y ojos esmeraldas seguía rondando por su mente prácticamente a diario.
Sin embargo, ahora que sen encontraba fuera de China estaba dispuesto a encontrarla y haría hasta lo imposible para recuperarla o al menos para escuchar salir de sus labios esas horribles palabras que Eriol recién había pronunciado.
Continuará…
Bueno bueno, en realidad no tenía planeado publicar una nueva historia en mucho tiempo, pero a decir verdad Goddess Aeris, Angel Zafiro y Nythan-kun me convencieron de comenzar a publicar esta historia en vista de que tengo un poco de bloqueo mental con respecto a Amor sobre hielo.
Bueno espero que les guste cualquier especie de duda o recomendación no duden de dejármela por review al igual que tomatazos y todo lo demás.
