PROLOGO
Época Victoriana 1892… Londres
Kagome Higurashi era una hermosa muchacha de cabello largo y azabache, tenía una piel envidiable tan blanca como la leche y tan suave como el algodón, media 1.67 y tenía unas curvas que cualquier otra deciárea, sus ojos eran unas bellas perlas achocolatadas y sus labios eran carnosos y coloridos de los cuales muchos hombres querían probar, entre sus cualidades Kagome era una muchacha noble, amable, sociable, honesta pero era muy ingenua, insegura y enamoradiza. Había nacido con el don de encantar y hacer sentir bien a los demás. Ella nació en la cuna de una familia de clase media pero con buenos valores y muy respetada. Tenía un hermano mayor llamado Miroku Higurashi, él era su guardián y lo quería demasiado, eran cómplices en todo, no se guardaban secretos. Sus padres (Nahomi Hiugrashi, Tenyu Higurashi) eran severos pero amorosos a decir verdad a la edad de 19 años esta joven había tenido una vida muy complaciente porque jamás le falto lo esencial, pero pronto su vida se vería envuelta en dudas, sufrimiento, dolor, cosas que tendrá que superar y que le enseñaran a ser fuerte.
Inuyasha Taisho un guapo hombre de 21 años, con unos hermosos ojos color miel que eran capaces de derretir a cualquiera con su mirada, con un cuerpo que pedía a gritos ser alabado como un Dios, un seductor que media 1.75 heredero de una gran fortuna, casanova, que no había tenido mayor dificultad en conseguir las cosas, todo se lo daba su padre el Señor Inu-no Taisho pero este se estaba cansando de la vida que su hijo llevaba siempre apostando su dinero y metiendo a cuanta mujerzuela se encuentre en su cama, él no estaba seguro porque su hijo se estaba convirtiendo en un hombre de bajos principios pero de una cosa estaba muy seguro él lo iba a componer cueste lo que le cueste. Su madre Isayoi Taisho una mujer hermosa para la edad de 45 años pero muy consentidora y solapadora, era su único hijo, ¿Qué madre no haría todo lo que este en sus manos por verlo feliz?
Viernes 15 de Julio casa de los Taisho.
Su padre le había informado que debía estar listo a las 7 de la noche porque recibirían a la familia Higurashi muy amiga de la cual no se habían visto desde hace mucho, debido a los negocios que su padre llevaba, eran nuevos en la ciudad de Londres o al menos Inuyasha si lo era, habían regresado a su ciudad de origen debido a que el contrato que su padre tenía en Francia había terminado y no había ninguna razón de quedarse allí o eso era lo que decía su Padre, por su parte haber vivido en Francia desde la edad de 3 años, se había acostumbrado a llevar una vida bohemia y arriesgada él no quería irse de ahí, se había enamorado de una joven francesa Kikio Takenagua, que era lo más bello que sus ojos hubiesen visto ni los mismos ángeles eran capaces de compararse con la hermosura de esta joven, pero su padre tenía que insistir con la tonta idea de regresarse a Londres y vivir de planta ahí, no le quedó otra opción más que obedecer por ahora, ya vería como se regresaba a Francia solo era cuestión de esperar pues ya muy pronto su padre le dejaría el negocio familiar a cargo y los manejaría él a su conveniencia.
Eso era lo que pensaba Inuyasha pero los planes de su padre no solo eran vivir de planta en Londres sino de que su hijo sentara cabeza y se regenerara, si él no lo hacia lo dejaría en la calle y no le importaría cuanto su mujer pudiese sufrir aunque la ama demasiado más grande seria su dolor si ve a su hijo viviendo una vida miserable, sin amor y llena de interés. Por eso invito a su amigo de toda la juventud Tenyu Higurashi para que lo ayudara en sus planes.
Cena en la casa de los Taisho 7PM…
Tocaron a la puerta, Inu-no llamo a su hijo para que bajara y estar listos, mientras un criado abría la puerta.
Inu-no: Gracias Totosay, puedes retirarte ¡
Totosay: Como usted guste mi Señor.
Inu-no: Bienvenidos todos. (Y le da un fuerte abrazo a su amigo)
Tenyu: Gracias por su invitación, cuanto tiempo sin vernos, hola Isayoi (la abraza) y este muchacho tan apuesto debe ser Inuyasha, mucho gusto (lo abraza).
Isayoi: Queridos gusto en verlos nuevamente (abraza a su gran amiga Nahomi y se le derraman algunas lágrimas de felicidad). Veo que Miroku se ha vuelto muy guapo debe tener a muchas señoritas babeando por el (todos ríen).
Inuyasha: (Saluda formalmente a los padres de Kagome y abraza a su amigo Miroku, Miroku estudio 3 años en Francia por eso se conocían) Que tal amigo dame algún consejo para no aburrirme en este lugar (se ríe).
Inu-no: Mencionaste que también tienes una hija, ¿Dónde está?
Tenyu: Discúlpala es un poco atolondrada y olvido su abrigo en el coche fue por él no debe de tardar.
Izayoi: A veces eso nos pasa a todas, no hay porque disculparse.
-Inuyasha y Miroku habían avanzado hacia la sala y conversaban entretenidos hasta que….
Kagome: Disculpen mi falta de educación (se inclina para saludar a la familia Taisho) olvide mi abrigo en el coche y fui por el…
-Izayoi e Inu-no se quedan embelesados en la muchacha que acaba de ingresar por la puerta.
Nahomi: Ella es mi hija Kagome Higurashi.
Inu-no: (le besa la mano) Mucho gusto en conocerla señorita.
Izayoi: (la abraza) Eres más hermosa de lo que me imagine.
-Kagome se pone roja de tanto halago y se pone a lado de su padre. Inu-no los invita a sentarse en los sillones de la sala.
Inuyasha al verla se queda maravillado por la hermosura de la hermanita de su amigo Miroku, Miroku siempre presumía de que su hermana era tan bella pero el jamás lo tomo enserio pensaba que solo eran adulaciones de un hermano Mayor. Esa joven tenía un rostro angelical pero estaba seguro que debajo de esas ropas se encontraba una lujuriosa mujer que no se cansaría de probar, al menos ya encontró con quien entretenerse hasta volver a Francia porque aunque fuera tan hermosa nadie se comparaba con su Kikio y la consideraba suya porque antes de viajar a Londres había tenido el placer de amarla y probar su amor.
Mientras tanto Kagome quedo encantada del chico que estaba alado de su hermano, era como un príncipe, aunque su hermano le había contado que era un mujeriego y que a pesar de ser su amigo que se cuidara de él ya que ella se enamoraba o mejor dicho se ilusionaba rápidamente. La cena transcurrió tranquila, las dos familias se contaban anécdotas y recordaban sus viejos tiempos. Inuyasha no perdía la oportunidad de acercarse a Kagome y esta se ponía muy nerviosa debido a que el muchacho de ojos color miel le atraía.
Ese tonto de Miroku no dejaba que alabara la belleza de su hermana y no había cruzado palabra con ella, era muy tímida, se estaba aburriendo esa clase de mujeres era muy conservadora y él no se conformaría con unos simples besos y caricias. Llego la hora de retirarse y Kagome se entristeció para Inuyasha no pasó desapercibido ese cambio así que mientras los demás se terminaban de despedir el aprovecho y se acercó hacia ella, percibió un olor a rosas el más exquisito jamás olido, beso su suave mano y le susurró al oído.
Inuyasha: Eres la chica con los ojos más bellos que he visto.
Kagome no podía articular palabra, todo su cuerpo tembló, sintió una corriente tan extraña pero deliciosa, después de eso ella se desmayó, todo su mundo se tornó de color negro y solo escucho voces que gritaban su nombre.
Continuara…
