Autora: Nyanko.
Summary: UA. Tsuna y Giotto son gemelos y los dos asisten a la universidad. Giotto tiene pareja y no soporta ver a su querido hermano sin una, así que decide organizar algunas citas para que encuentre a la pareja perfecta como el a echo. ¿Cómo resultará todo?
Pareja: Ya me conocéis así que supongo que os lo imaginaréis, pero voy a dejar que especuléis y me digáis cual pensáis que es CX haber si acertáis XD
Género: Romance
Rating: T
Advertencias: OoC Tsuna, siendo sincera, bastante OoC. Pero supongo que al ser mayor de edad se entiende.
N/A: He de decir que este fic a nacido gracias a un One-shot que leí hace muuucho, también que no voy a plagiar nada de ese fic, sólo las parejas que saldrán, es broma XD da la casualidad que a ese/a autor/a nos gustan la misma pareja XP
Buscando la pareja perfecta.
Capítulo I: Conociendo a los gemelos.
Soy Sawada Ieyasu, aunque prefiero que me llamen Giotto, tengo un hermano gemelo, Tsu-chan, como he dicho es mi hermano gemelo aunque se nos diferencia bastante, el es castaño y yo rubio, sus orbes son de color miel mientras que mis orbes son de un azul cielo, también nos gustan cosas distintas, mientras que a mi me gusta salir de fiesta y divertirme con mis amigos, mi hermano prefiere quedarse en casa y estudiar, no es que no tenga amigos porque si los tiene, es más que… como es tímido le cuesta desmelenarse. Los dos estudiamos en la universidad, y hasta en esto nos diferenciamos, yo estoy en la rama de artes y ciencias, también medicina pero esta aparte, mientras que él está en la de humanidades y sicología, también estudia economía aunque esta a parte, ¿veis? Somos completamente distintos, aunque nos parezcamos como dos gotas de agua, somos como la noche y el día.
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Soy Sawada Tsunayoshi, aunque muchos me llaman Tsu-kun o Tsu-chan, tengo un hermano gemelo, Gio-chan, aunque no nos parecemos mucho, sólo en el físico. Los dos somos de la misma estatura, y nuestro cabello es indomable. Pero en lo demás como ya he dicho no nos parecemos mucho, a mí me gusta estar encerrado en mi habitación estudiando o leyendo algún libro, mientras que a mi hermano le gusta salir a divertirse con sus amigos y pareja, yo también salgo pero no tan seguido como mi hermano. En lo que si nos parecemos es en lo mucho que nos gusta estudiar idiomas, sabemos Japonés, Inglés, Italiano, Español, Chino, Ruso y muchos otros. Muchos dicen que somos como dos gotas de agua, aunque yo pienso que somos como la noche y el día.
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En la residencia Sawada, Nana estaba en la cocina preparando el almuerzo para sus dos hijos y haciendo tiempo hasta que fuera la hora para despertarles. Nana está muy orgullosa de sus dos niños, los dos ingresaron en la mejor universidad de Japón, la universidad de Tokio o mayormente conocida como Todai. Nana no cabía de gozo, sus niños del alma iban a ser licenciados de esa prestigiosa universidad, ella nunca les pidió mucho, sólo que aprobaran y gozaran de la vida así que ya imaginaréis lo orgullosa que se sentía al saber que estudiaban en la Todai.
En la familia eran ella, sus dos niños y su marido. Hablando de él, su marido se llama Sawada Iemitsu, y trabaja para una gran multinacional, viaja por el todo mundo haciendo negocios para la empresa, es por eso que pocas veces estaba en casa. Aunque no le gustara mucho el no verle en casa, ella se fiaba que no le era infiel, porque si un día se enteraba de que la había engañado con cualquier furcia… su marido sabría quien es Sawada Nana. Su hijo mayor era parecido a su marido, los dos rubios y de carácter alegre y vivaz, en cambio su hijo menor se parecía a ella, los dos castaños y de carácter afable.
Nana miró el reloj y se dio cuenta de que ya era hora de despertar a sus hijos, así que sirvió la comida en los platos y subió las escaleras hasta quedar delante de una de las puertas. Sabía por experiencia que primero debía despertar a su hijo menor, Tsuna, ¿por qué? Bueno, porque él no se entretenía tanto en el baño y su hijo mayor se tiraba horas. Nana a veces se burlaba de eso diciéndole a Giotto que debería haber sido mujer en vez de hombre, y siempre recibía como respuesta un grito indignado de Giotto y una risa entre dientes de Tsuna.
Abrió la puerta de su hijo menor y entró, encontrándola como siempre, los libros de estudio en el escritorio abiertos, algún que otro envoltorio de un aperitivo en la pequeña mesa de centro, libros de lectura cerca de su cama y las gafas de leer en la mesita de noche, dando a entender que estuvo leyendo antes de irse a dormir, Nana se rió entre dientes, su hijo se esforzaba siempre para dar lo mejor en todo. Y le entendía hubo una época en el que llamaban a su querido hijo Dame-Tsuna, pero gracias a uno de sus amigos, su Tsu-kun era quien es hoy.
—Tsu-kun querido, es hora de levantarse —le dijo zarandeándole un poco, pero como siempre no había manera.
Una de las peores cualidades, o mejores depende de cómo lo mires, es que los dos tenían el sueño pesado igual que su padre. No podías levantarlos amablemente, porque no lo conseguías, así que Nana hizo lo de siempre, cogió uno de los libros de lectura y con el canto del libro le dio un golpe seco en la cabeza a su hijo.
—¡ITAI!—Ese truco era muy efectivo, se levantaban ipso facto, deberá darle las gracias al amigos de Tsuna más tarde, por darle la idea—. ¡Kaa-san! ¡Eso ha dolido!—Le gritó mientras se acariciaba la protuberancia que iba a salirle.
—Mou, pero Tsu-kun, sino es así no hay manera de levantarte —dijo su madre cruzándose de brazos y haciendo un mohín.
—Está bien, está bien. Gio-chan sigue durmiendo, ¿verdad?—Le preguntó.
—Exacto, ahora iré a despertarle —le dijo a la vez que se encaminaba hacia la puerta para salir.
Mientras Nana iba a despertar a su hermano, Tsuna se dirigió hacia el baño, para hacer su rutina diaria.
Ahora era el turno de su hijo mayor, bueno no es que fuera muy mayor a Tsuna, es sólo que nació el primero por segundos. Al entrar a la habitación, también la encontró como siempre, los libros de estudio bien ordenados en el escritorio, mangas en la pequeña mesa de centro junto a algunos envoltorios de aperitivos, alrededor de la cama algunos CD's y el reproductor de música encendido pero sin sonar nada, dando a entender que estuvo escuchando música antes de dormirse. Nana sonrió, Tsuna era el niño bueno, mientras que Giotto era el rebelde, pero los dos eran igual de importantes para ella, no hacia nunca distinciones, los dos eran igual de buenos en todo e igual de malos en lo mismo.
Se acercó a la cama de su hijo mayor y procedió a hacer lo mismo que con Tsuna.
—Ie-kun querido, es hora de levantarse —le dijo zarandeándole un poco, pero como siempre no había manera.
Así que hizo como con su hijo menor, sacó el libro que le cogió a Tsuna y lo levantó, dándole un golpe seco en la cabeza con el canto del libro.
—¡ITAI!—Gritó su hijo mayor tocándose la parte abusada y mirando al culpable, y ahí estaba su querida madre sonriéndole con el arma blanca, alías el libro de lectura—. ¡Kaa-san! ¡¿Qué quieres hacer con eso? ¡¿Dejarme tonto o qué?
—Mou, Ie-kun esa es la única manera de despertaros a los dos —le dijo su madre cruzándose de brazos y haciendo un mohín.
—¡Maldita sea la hora en que ese amigo de Tsu-chan te contó esto para despertarnos!—Gritó enfadado su hijo.
—Opino lo mismo, tendré que hablar con Reborn acerca de las malas ideas que da —dijo Tsuna apareciendo en la puerta de su hermano ya vestido y aún acariciándose la parte abusada.
—Pues yo pienso que es una buena manera de despertaros, voy a agradecérselo a Reborn-kun en cuanto le vea —dijo su madre dándole el libro a Tsuna, saliendo de la habitación, y yéndose hacia abajo.
Los dos hermanos se quedaron mirando a su madre cuando se iba, alucinando, ¿le parecía bien que a sus hijos se le fueran las neuronas con esos golpes? Los dos suspiraron. Tsuna miró a su hermano y se acercó a él.
—Gio-chan ya tienes el baño a tu libre disposición —le dijo mientras le hacia una reverencia.
—No te burles de mí Tsu-chan —le dijo mientras le daba un ligero golpe en la cabeza y se levantaba para ir al baño.
—Sí, sí. Baja rápido, o sino se nos hará tarde como siempre, y esta vez no voy a esperarte que tengo examen —le dijo a la vez que salía de la habitación, iba a la suya a dejar el libro y bajaba las escaleras, recibiendo como respuesta la mano de su hermano con el pulgar hacia arriba.
Al bajar a la cocina se encontró a su madre esperándoles a los dos, le sonrió y se sentó donde siempre en uno de los lados de su madre, a la hora y media bajó Giotto, viendo a su madre sonriéndole y a su hermano fulminándole con la mirada, Giotto les sonrió y se rasco la mejilla, sentándose en la otra silla al lado de su madre.
—Aaah~ ¿ves, Tsu-kun? Ie-kun debería haber nacido chica —le dijo Nana a su hijo menor.
—Tienes toda la razón, Kaa-san. Al menos, seguramente cumpliría con lo dicho —dijo Tsuna mordía un trozo de pan tostado y se bebía la leche.
—Tsu-kun, no puedes sólo comer eso —le regañó su madre.
—Si Gio-chan hubiera bajado antes hubiera comido todo el almuerzo Kaa-san, pero como no ha podido ser, me he de ir.
—¡Eh! Lo he hecho todo en una hora y media.
—Claro, normalmente tardas más —le dijo a la vez que le daba un beso en la mejilla a su madre y cogía su bento, dirigiéndose a la puerta y yéndose.
—¡AH! ¡Espérame, Tsu-chan!—Dijo Giotto haciendo lo mismo que Tsuna, comiéndose una tostada y bebiéndose la leche, dándole un beso en la mejilla a su madre y yéndose hacia la puerta para seguir a su hermano menor.
—Aaah~ a veces Tsu-kun parece el mayor. Con lo lindos que eran los dos de pequeños —suspiró Nana, recogiendo los platos de la mesa y empezando su rutina diaria.
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Los dos estaban de camino a la universidad, la suerte que tenían es que al empezarla, vieron que deberían tomar algunos trenes y hacer algunos transbordos, normal, Namimori y Tokio no eran precisamente vecinos, estaban bastante lejos el uno del otro, por eso cuando su padre supo que fueron aceptados en la Todai, decidió mudarse cerca y desde ese día vivían en Tokio. Que es muy distinto a lo que estaban acostumbrados, de un pueblo donde todos o casi todos se conocen a una ciudad tan grande como lo es Tokio, como veis es un gran cambio, pero se acomodaron enseguida.
En la universidad se encontraron con amigos de antes, Giotto se encontró con su amigo de la infancia, G, quien le presentó a Asari Ugetsu el hijo de un sacerdote sintoísta. También se encontró con Daemon, alguien que siempre le gustaba hacer bromas a todos, y con su pareja, Alaude, que este último parecía llevar colgado a las espaldas a Knuckle, un ex boxeador y ahora aprendiz de sacerdote. La primera vez que vio a su pareja con alguien tan espontaneo, tan vivaz, tan gritón, tan extremo, no se lo pudo creer, pero bueno el no quiere escoger las amistades de Alaude, aunque Knuckle le caía muy bien, es simpático e hizo una gran amistad con él, Lampo al ser menor que ellos aún le quedaban dos años para poder ingresar.
Tsuna también se encontró con la gente que se juntaba en la escuela, Luche una chica muy amable y simpática, muchas veces le recordaba a su madre, Fong, el primo de Alaude, era increíble el como dos personas que eran parientes podían ser tan distintas, aunque bueno, él y su hermano también eran parientes y eran distintos, Lal junto a Colonello que ellos dos le presentaron a Viper o Mammon, se liaba mucho a la hora de nombrarle nunca acertaba, y también a Verde, un científico que la primera vez que le vio le dio un escalofrío por todo el cuerpo, pero que cuando fue hablando con él se dio cuenta de que era buena persona, dentro de lo que cabe, Skull, el pobre Skull era tratado por todos, menos por Luche, Fong y Tsuna, como un felpudo, esclavo, sirviente, saco de boxeo como queráis llamarle, Haru su mejor amiga, la conoció en el parvulario y cuando entraron en la primaria cada uno tomó escuelas distintas y ahora estaban otra vez juntos en la universidad y Reborn el mejor amigo de Tsuna, ellos dos se conocieron en la primaria cuando Tsuna se lamentaba de no poder ir a la misma escuela que su amiga y desde que se conocen siempre han ido juntos a todos los cursos, también hay que decir que si Tsuna es el de hoy en día, es gracias a las tutorías de Reborn.
Muchos dirían que al ser gemelos, habían ido a las mismas escuelas, pues estáis equivocados, si que fueron al mismo parvulario, pero después en la primaria se separaron, Giotto quería ir a una pública y se inscribió a la escuela de Namimori, en cambio Tsuna quería estar tan cerca como pudiese de Haru, así que se inscribió en la escuela Aka, ahí conoció a Irie Shoichi junto al resto de sus amigos, pero él en el primer año de la escuela secundaria se mudo al extranjero para poder estudiar ingeniería robótica, a veces se comunicaban por uno de los inventos de Spanner, un amigo que Shoichi hizo, pero que se llevaban muy bien con él. Shoichi y Spanner eran buenos amigos de los gemelos.
Los dos estaban en frente de la universidad y entraron en el campus, cada uno se fue por un camino distinto, Giotto se encontró con su pareja y los dos se fueron a buscar el resto del grupo, encontrándolo debajo de un árbol, uniéndose a ellos en la animada charla, aunque Alaude no hablaba mucho. Y Tsuna se encontró con Reborn esperándole para irse los dos a clase, donde los demás ya les esperaban, se sentaron en sus puestos y se unieron a la charla. Cuando las clases empezaron, cada uno se fue a la suya y comenzó otro día de rutina diaria.
N/A: ¡Moi, Moi! ¿Qué tal~? Se que estoy ocupada y encima voy y empiezo otro fic lo se es para darme, pero que se le va ha hacer.
Supongo que todos conocéis la Todai~ Es la que sale en el manga de Love Hina, Death Note (cuando nuestro querido Light y L van juntos a clase), Junjou Romantica (Usagi-san es licenciado de la Universidad de Tokio) y muchos otros mangas~
Curiosidades, básicamente por si os interesa:
Universidad de Tokio es Tokio Daigaku en japonés y abreviado es Todai.
Nos leemos~
