Aclaración: Ni Finn, ni Rachel, son personajes creados por mí. La imaginación al ponerlos en distintas situaciones sí.
Amor en tres actos
Eres nada,
eres mis sentidos y mis pensamientos,
solo eso…
Acto 1:Conocerte
-En el papel estelar, Rachel Berry…- anuncia el orador, doy seis pasos hacia el frente del escenario. Oigo los aplausos… son constantes, parecen no querer extinguirse. Hace tres meses que no estoy en escena y parece que el público me extrañó porque el teatro está a reventar, todos me halagan y me hacen sentir como si nunca me hubiera ido. Recojo unas cuantas rosas sueltas que aventaron a la tarima. Hago una última inclinación a modo de respeto hacia los espectadores y finalmente el telón se cierra, voy tras bambalinas. Mientras camino por el pasillo se escuchan más aplausos, son de la producción, doy un gracias certero pero bajo, con los años he aprendido que si tus colegas te felicitan, debes ser aún más modesta, no sentirte superior. En mi camerino me esperan más rosas, son de mi director, en un ramo hay una felicitación por mi excelente desempeño actoral escénico y en la otra una nueva felicitación por mi bebé…
Mi bebé, mi pequeñito de solo dos meses de nacido que hoy pasa sus primeras horas sin mamá pero que espero algún día lo entienda… él ya sabe lo que es la vida en el escenario porque nos retiramos solo un mes antes de que naciera, así que desde mi vientre conoció todo.
Me empiezo a desmaquillar y a quitarme el vestuario, me miro en el espejo de cuerpo completo, hago un recuento de los daños después del parto; piel… bien, ni una estría, ayudaron mucho las cremas que me recomendó mi madre, cabello… un poco opaco y reseco, cuerpo… esperando con ansias a que el yoga y las caminatas le ayuden a quitarse los cuatro kilos que tiene de más, pechos… muy llenos, duelen… necesito amamantar a mi bebé o explotarán aquí mismo, rostro…ansioso, se supone que mi marido ya debería de estar aquí, él prometió venir por mí, lo llamo con el pensamiento porque mi celular suena y es su tono
-¡Hola amor! ¿Dónde estás?- saludo con todo el entusiasmo del mundo
-¡Hola Rach!- me contesta serio- este…. Bueno pues… lo lamento no alcanzaré a llegar por ti
-¿qué? no… ¡no me puedes hacer esto!, no traje el coche… tú prometiste…
-sé lo que prometí pero ¿sabes?, surgió algo
-¿algo?
-mis amigos… llegó Chad de Londres… quedamos en ir a tomar unos tragos, no me pude negar, hace mucho que no nos vemos…
-pero….él bebé…-digo con frases lastimosamente cortadas
- eso…el bebé…Rachel necesito distraerme, no fuiste la única que tuvo un hijo yo también me he desvelado, te he aguantado a ti estresada, deprimida, enojona… todo este tiempo… ¡dame un respiro! Esto será una especie de terapia para mí -me pide con su tono exasperado y suspiro
-está bien, tomaré un taxi
-perfecto nena, fíjate que sea seguro…
-¿tardarás mucho?
-lo suficiente… llámame si surge algo…. No al celular… está descargado, llama al bar de para siempre… me pasarán tu llamada
-ok-respondo resignada
-¿ok?... ¿ de verdad todo bien?, si vas a estar molesta o te sientes insegura suspendo todo esto…
-no, vete, de todos modos ya tomaste la decisión sin mi…
-Rachel….-
-hablamos de esto cuando estemos en casa ¿sí? Quiero correr al lado de mi hijo…
-¡relájate!-ordena- está con su abuela ¿qué le puede pasar?
-nada… supongo que nada
-nos vemos en un rato nena
- está bien, ¡bye!-me despido disgustada
-bye-contesta inmediatamente y cuelga
Suspiro, él cree que es difícil ser él… quiero que intente ser yo, pero no, eso sería mucho pedir, él es feliz en el egoísmo de su trabajo y en las gloriosas noches de tragos con sus amigos.
Alguien me avisa que afuera del teatro hay reporteros seguramente atraídos por mi regreso, querrán saber de mi hijo y sinceramente no estoy de humor ni tengo tiempo para contarles nada, así que pido que me ayuden a salir por la parte de atrás del teatro y que pidan disculpas en mi nombre justificando mi huída por tener que atender a mi bebé.
Al fin, el aire frío de otoño me pega en la cara y me siento bien, empiezo a caminar con la capucha de mi abrigo puesta para evitar ser reconocida y conforme camino me doy cuenta de que no tengo muchas ganas de llegar a casa, es decir, muero por ver a mi nene pero hay algo en el clima que me hace exigir mi libertad… si mi marido está fuera para distraerse… yo también puedo, me lo merezco, el niño me tiene agotada… no tomo una decisión instantánea pero buscando un taxi libre, mi paso lento me hace dar la vuelta por la zona de restaurantes y bares, todo está repleto, es jueves pero desde hoy los jóvenes solteros tienen carta abierta para empezar la fiesta, el pensamiento me da dolor de cabeza, yo también soy joven, solo que tengo una prominente carrera artística, un matrimonio, hijos, incluyendo a mi perro y a mi gata a los que amo como tal y una suegra esperándome en casa … la idea de ser como los demás me atrae… siento la boca seca y decido que quiero una copa de vino… una sola copa de vino tinto y será todo, regresaré a casa lo más pronto posible.
Analizo los lugares, demasiado coloridos, demasiado poblados para mí y mi extravagante personalidad de actriz de Broadway, es decir, seré reconocida y la copa de vino se convertirá en una sesión de firma de autógrafos improvisada y no tengo tanto tiempo. Sigo caminando hasta que llego a un callejoncito… ideal para acorralar a alguien y asesinarlo pienso con sorna, algo llama mi atención, al fondo se distingue un letrero parpadeante , dice "forever" es extraño y soy curiosa, camino hacia el lugar con sigilo y descubro que es un pequeño bar rústico, sin tanta luz y un poco más discreto, debe serlo por donde está ubicado, increíblemente me siento segura de entrar, aunque no tanto de la gente que pueda haber allí, no llevo nada ostentoso, solo mi anillo de oro blanco, señal de que soy una mujer casada, por si las dudas me lo quito.
Entro, es un gran pasillo, todo está pintado de negro y unas graciosas luces en el suelo indican el camino hasta un gran salón con decoración ecológica, varias paredes tienen muros de plantas colgantes con luces de colores, está lleno, aunque no como el resto de los lugares que vi hoy, decido no sentarme en alguna mesa, eso sería una invitación para que cualquiera se me acerque, así que tomo lugar en un alto banco de la barra
-¡Buenas noches!- me saluda un joven, el encargado de la cantina - aquí tiene la carta de bebidas- lo detengo con la mano
-solo quiero vino…tinto- pido con algo de timidez sin entender mi reacción
-¿alguna marca en especial?-pregunta atento
-el de la casa estará bien- respondo un poco nerviosa, la culpabilidad ya está empezando a pesarme, debería de estar con mi bebé, el pecho me sigue doliendo, señal de que tiene hambre, me angustio pero enseguida me calmo, dejé reservas de mi leche en biberones para que su abuela lo pudiera alimentar, además solo beberé mi copa y me iré.
Llega mi bebida es acompañada por un platito con cubitos de queso, tomo uno y doy un sorbo a mi trago, me sabe a gloria, hago gestos de placer, no es que sea una alcohólica pero lo extrañaba, hacía tanto que no tomaba… para ser exactos, desde que mi esposo me pidió un hijo y me propuse embarazarme, así que todo esto es un deleite a mi paladar.
Doy un sorbo más y la exquisitez no se acaba, de pronto, siento una mirada atrás de mí, es muy fuerte porque se me eriza la piel , quiero voltear… no, no voy a voltear, eso sería como caer en una provocación… la curiosidad me gana … volteo y un hombre… un muy bello hombre, desde una de las mesas, alza su copa hacia mí y me dedica una media sonrisa… voy a regresar la vista a mi copa y a acabármela de una vez para irme, me propongo mentalmente pero en cambio saco una sonrisa para devolverla al extraño… ¡estúpida! me sonrojo y ésta vez sí que regreso inmediatamente y me acabo de un sorbo aquella gloriosa bebida… que es sustituida por otra rápidamente, esta vez vino espumoso seco
-Yo no pedí….
- es de parte del General- me dice el barman señalando hacia atrás mío, volteo y veo al mismo hombre, volviendo a levantar su copa y regalándome otra enigmática sonrisa, me muerdo el labio para no devolvérsela
-no… necesito la cuenta y diga que muchas gracias pero no puedo aceptar- pido mientras intento pararme de mi asiento
-se ofenderá- me dice el empleado angustiado
- sinceramente no me importa- digo con un tono ridículamente berrinchudo
-no le conviene provocarlo… él me dijo que le insistiera hasta que aceptara la copa, si usted no lo hace eso será como un desafío para él y vendrá personalmente a invitarla
-No- digo rápidamente y me paro de un jalón, solo para estampar mi rostro contra un torso fuerte y duro
-perdón- murmuro y alzo la vista, el barman tenía razón el hombre sonrisitas está parado ahora enfrente de mi
-Solo una copa más - me pide y su mirada me derrite por dentro… y no es solo su mirada, es alto, muy alto, sus brazos son muy fuertes… está vestido con uniforme militar y varias placas deslumbran en su solapa, no sé porque pero inmediatamente lo califico como el hombre más atractivo que he visto en mi vida….soy una mujer casada, soy una mujer casada…me repito mil veces e inconscientemente busco mi anillo de matrimonio… ¡demonios! Me lo quité…
-lo siento yo…yo…-tartamudeo señalando la salida para indicarle que me voy
-no te pongas nerviosa… no muerdo…. A menos que me lo pidas - dice burlón, lo fulmino con la mirada, él me da un leve empujoncito y estoy de regreso en mi lugar, toma la copa y la pone frente a mí
- la necesitas, estás muy estresada, no lo estés, ¡relájate!- ordena y de pronto me recuerda al zonzo de mi marido pidiéndome lo mismo, frunzo el ceño
-Tu problema- dice enfático- es que te tomas las cosas muy en serio para ser tan joven, es decir ¿cuántos años tienes?
-32-respondo automáticamente y enseguida me arrepiento
-32… guau, pareces tener menos… entonces dime siendo tan hermosa y joven ¿por qué esa cara de angustia? No deberías de vivir la vida al máximo, ¿comerte la gran manzana?-pregunta burlón
-no es algo que deba importarle- respondo altiva, él entrecierra los ojos y se ríe
- esto es solo una copa… tómala y te dejaré ir-anuncia pretencioso, lo volteo ver intrigada
-¿de verdad es solo eso?
- un poco de charla no me vendría mal…
-lo sabía… mire señor no sé que busca…
-nada, solo una linda chica que me escuche… Finn Hudson- se presenta extendiendo la mano, General del ejército armado, estoy regresando a casa y al parecer estoy solo- dice en un gesto lastimoso, tomo la mano y lo estrecho, le creo… es sincero….por lo menos en mi juicio ¿debo confiar en mi juicio? ¿Qué tenía el vino? Quiero más…
-Solo tomaré una copa más y ya- respondo más relajada
-¿tienes prisa?
-Mucha, tengo un hijo en casa…tiene dos meses- me sincero para que entienda que no soy presa en su noche de cacería…no estoy disponible es lo que en realidad quiero gritar pero no me sale de momento
-¿el bebé está bien cuidado?-pregunta
-si…
-entonces no importa
-¿no le importa que tenga un hijo?-pregunto sorprendida-debería… eso quiere decir que no estoy disponible, así que ahórrese su discursito de Casanova -pido cruzándome de brazos
-no tienes anillo- me mira las manos- ¡estás disponible!- Afirma
-no…es un error yo…
-yo no soy un Casanova, no abordo a chicas en la calle… aunque esté más solo que un perro abandonado, no lo hago
-guau, entonces debo ser un chico porque usted viene y me aborda a mi- digo refunfuñando, dándole un trago a la mentada copa… ¡Dios, sabe delicioso!…
-¡Gracias a Dios que estoy seguro de que no eres un chico!-ríe escaneándome con la vista - y si me fijé en ti… es porque eres especial… algo… algo luminosa, eso es, ¡brillas mucho!, todo se iluminó en cuanto entraste, solo que no lo notaste, eres una chica muy bella, tienes unos ojos muy bonitos- me dice serio y río escandalosamente ¿Por qué me río? Me pregunto mientras me abofeteo mentalmente
-y tienes una risa muy bonita también- aclara en una media sonrisa… ¡guau! esas medias sonrisa son impactantes, se la devuelvo mientras juego con mi cabello enroscándolo en uno de mis dedos… me detengo en seco, eso solo lo hago cuando estoy coqueteando o intentando seducir a mi marido ¿qué demonios me pasa? Las malditas hormonas ya deberían de estar en paz, no en guerra, no necesitan ningún general que las encause… me acabo de un trago la copa de vino
-¿más?
-no
-¿por qué?
-porque estoy alimentando a mi hijo, tiene dos meses, depende de mí, no creo que el alcohol sea un buen sabor para mi leche - digo irónica
-un poco no le hará daño- me dice despectivo mirando sin disimulo mis abultados pechos, no me había dado cuenta que tenía abierto el abrigo y el pronunciado escote de mi vestido no ayuda, me lo cierro inmediatamente, él ríe
-son muy bonitos, no los deberías esconder-dice destapándome de nuevo, rosándome con la punta de los dedos y provocándome un escalofrío… no sé si es porque mi ego se siente bien de ser halagado pero me dejo así, que mire lo que quiera…por ver no se paga y es todo lo que tendrá esta noche -pienso en una sonrisita burlona
-¿por qué te dejó?-pregunta regresando la mirada a su copa, no me di cuenta en qué momento se la trajeron
-¿quién?-pregunto desconcertada
-el padre de tu hijo
-él no me dejó… -intento justificar
-no mientas, no tienes anillo de casada así que el muy cretino debió haberte embarazado y después no respondió como hombre… vienes aquí…sola, con una cara de angustia que calmas con un trago de vino que te da placer y luego la culpa te pesa y caes en una profunda tristeza… es obvio que no estás con él
-no… usted no entiende y no tiene porqué entender- me paro nuevamente y él me jala de un brazo…. Nuestros rostros se acercan peligrosamente, puedo ver chispas… fuego entre nosotros, entonces lo hago… me acerco muy lentamente, mis labios rosan los suyos y el fuego que había por fuera, ahora lo siento muy dentro de mis entrañas, refuerzo el beso, lo muerdo en los labios, introduzco mi lengua en su boca y lo devoro lentamente… él me sostiene por la cintura, sigo de pie y mis piernas se acomodan entre las suyas… lindo espectáculo debemos estar dando… ¿a quién le importa? Me pierdo en ese beso que sabe a dulce agua fresca pero que irónicamente me da más sed… pasa su mano hacia el frente para sostener mi rostro, con el fin de hacer el beso más profundo y entonces lo veo… su dedo… él sí que tiene un anillo de casado, me suelto abruptamente, dejando mis labios adoloridos y le doy una sonora cachetada que retumba por todo el lugar.
Esta historia pretendía ser un pequeño cuento, pero no salió tan pequeño, así que lo dividí en tres actos, tres partes y pretendo subir las dos partes restantes muy pronto porque ya están escritas… así que ¿qué les pareció?
