Disclaimer: Ningún personaje de Saint Seiya me pertenece.

Nota: Se me ocurría mientras veía unas imágenes y oía música rara de mi hermana. Bueno, esto es un pequeño drabble entre Marinx Aioria.

Sin embargo, como mi mente es rara, ha ido planeando más drabbles con otros personajes pero…ahh…enfocados de mujeres hacia los santos dorados, equivale decir de que algunas serán OC.


Ecos de Amor

.

.

— ¿Y entonces te quedarás aquí?

Shaina no ocultó su voz tajante, lo sentí pese a que mantuve el perfil en alto. Únicamente escondiéndome a través de mi máscara como una marca personal

—Luego volveré con el entrenamiento.

Supe que no me montaría una discusión, tal vez porque sabía exactamente lo que sentía en esos instantes. El campo verde que mis ojos contemplaron no significó nada en lo absoluto, creo que hasta el pedazo de piedra valía más que todas las cosas.

Las cosas pueden relatarse de una o dos palabras. Pero yo me acoplo a mi costumbre de cerrar los ojos y callarme…, guardar el secreto hasta lo más profundo de mi ser.

Lo más irónico de todo es que anoche pude sentir su cosmos…, fue una falsa esperanza por supuesto. Caía de rodillas y apretujé la hermosa piedra contra mi pecho, arrebaté mi máscara y dejé que la poca luz del día bañara mi rostro húmedo.

—De cualquier manera, jamás se hubiera hecho realidad mi sueño.

Ese deseo inaudito para muchas amazonas, pero para mí…, no, ya no importaba añorar esa necesidad. Porque…sé que te fuiste, que ya no importa si me quedo atrás con el alma rota, ya sé, no hay nada que hacer. Porque ni tú ni yo podemos romper esa barrera llamada muerte, y aunque me postrara ante Athena…, no, sé que te has ido y que un viejo recuerdo duerme conmigo cada noche.

—El último recuerdo que tenemos—toqué mis labios, sonreí—, y decir que estaba lista para renunciar a mi camino como amazona para tomar tu mano y disfrutar de la vida—besé la piedra y mantuve la mirada al cielo—. Espero que en otra vida, podamos vivir justamente, Aioria de Leo.

Al final, lo que queda entre tú y yo no le alcanza al corazón, porque desde mi pecho suena tu recuerdo solo para darme cuenta de que todo lo que fue de los dos son ecos de amor…

Ecos de amor…