Título: Contrato con La Bestia

Autora: Kigen no Lawliet

Pareja: SesshomaruxKagome

Disclaimer: Los personajes de Inuyasha pertenecen a su respectiva creadora, la queridísima Rumiko Takahashi, yo solo hago uso de los mismos por diversión.

La historia aquí escrita sí es de mi completa autoría ¡Digan no al Plagio!

Advertencias Generales: Lime, Futuros Lemons, Violencia Gráfica. Palabras Soeces.

Advertencias del Capítulo: Lime muy ligero, algunas palabras subidas de tono.

Sinapsis: Su bestia interna la exigía, la deseaba, pero no quería una humana y había un pequeño gran problema, ella lo repudiaba, lo rechazaba, odiaba su bestia y por ende a él mismo. Volverla una youkai sin que ella lo supiera implicaba caer bajo, especialmente en medio de un mundo donde las miko oscuras estaban destruyendo imperios, sirviéndole a los demonios; y donde existe la perla con el alma de Naraku intentando derrocar a la perla de Shikon y a su dueña.

—Ni muerto puede dejarnos en paz—se sentó a llorar luego de haber visto en lo que se había convertido/Sabes, no te hizo del todo mal, solo una fuerza tan pura y oscura a la vez puede convertirse en guardiana de la perla del Desastre y sus deseos de destrucción y la perla de Shikon y sus deseos de construir, porque ella sería fuego, fuego y alma unidos por dominar y detener la destrucción de los imperios/—Cachorro, no podrás enamorarla si continuas así, necesitamos terminar esto de una vez por todas—le habló su demonio interno mientras él gruñía al saber que tenía razón

Aclaración: No iniciará en el capítulo uno, sino en meses después de lo que será el primer capítulo. Disfruten la lectura.

Prólogo

Meses después de la Alianza del Imperio del Sur con el Oeste.

—Se… ¡¿Seshomaru?! —sus ojos se abrieron con sorpresa y miedo por lo que pudiera estar sucediendo, su voz se quebraba al verlo tan de cerca, parecía irreal mirarlo sobre sí con su nuevo brazo izquierdo, aunque a esa altura no debería sorprenderse con nada que viniera de él

—Hmp…—él la miró a los ojos sin miedo alguno en los propios, casi como una presa, aunque la realidad no estaba muy alejada de eso—hembra… no te muevas—lo miró cerrar sus ojos y abrirlos completamente diferentes a lo normal, por un segundo pensó que había perdido la cabeza y que ese sería su fin, pero luego miró tras el mayor de los Taisho esa manada de monstruos que la persiguieron hasta el río de esa aldea

—Entréganos a esa hanyou—los monstruos la miraron de pies a cabeza sin pudor, todos en su apariencia "humana"

—Hmp… escoria—con su látigo de un solo movimiento los cortó a todos para luego mirar a la ex humana de antigua mirada chocolate que lo observaba atónita y con un brillo oculto en los ojos, uno del cual sabía el motivo

—Sesshomaru…—un tono impropio de ella se plantó en su voz—no había notado lo… sexy que eras—la de ahora mirada rojiza plantaba una sonrisa boba en su cara y el ego de youkai se elevó en gran cantidad al escuchar esa frase, la ex humana al darse cuenta de sus palabras se sonrojó brutalmente—qui-quiero decir que… no importa, gomennasai—trató de ponerse de pie sin notar aún nada extraño en ella pero un peso extra no se lo permitió junto con una extraña sonrisa por parte del mayor de los Taisho quien sabía que ahora debía jugar al teatrillo

—Mujer, ¿Por qué cambiaste? —ella no supo el porqué de la pregunta y plantó una interrogante en su cara, el que aun sin motivo aparente mantenía su mirada roja pareció inspeccionarla con la mirada de forma rápida pero lo suficiente como para cerrar los ojos y apretar sus puños al sentir ese aroma que emanaba de ella—si no te alejas… te haré mía—en eso la susodicha pareció reaccionar de golpe empujándolo duramente mientras lo quemaba con reiki— ¿Pero qué demonios? —gruñó al sentir como las quemaduras que ella creó en su pecho empezaban a escocer

¿De dónde demonios un hanyou podría sacar reiki? Recordó que su parte humana aún no cedía ante el youki y que más bien este empezaba a mezclarse con su contraparte y entendió que aún esa hanyou no quería dejarse seducir por su lado demoniaco, sin embargo tampoco podía negar su parte youkai, esa que empezaba a entrar en celo.

— Sesshomaru, yo…—en eso miró que empezaba halarse el cabello—necesito que me digas donde está el templo de la Miko Oscura Yoruhana—intentaba sonar lo más seria posible pero sentía ese calor realmente abrasador y la necesidad de liberarlo quemándola por dentro, no pudo evitar pensar que el aroma de Sesshomaru la llamaba como el fuego a una polilla y que sería bastante oportuno liberarlo con él

— ¿Piensas que te lo diré… luego de que hayas osado tocar al Lord del Oeste con tu molesto reiki? ¡Ja, no seas ilusa! —se jactaba de tener ese poder sobre ella luego de haber sido responsable en parte de su transformación, ¡claro! Ella no sabía nada de eso y prefería que permaneciera de esa manera, ella no tenía porqué saberlo, más si aún ni siquiera terminaba de consumar el favor que esa sacerdotisa le había hecho

—Necesito que me lo digas—dejó de halarse el cabello al notar cierto descenso en la temperatura, podía controlarse al fin—si no me lo dices…—dio la vuelta dispuesta a irse—dejaré que algún demonio me atrape y me utilice a su antojo—oh no, eso no, a ella siempre le gustó jugar sucio, nunca le valió solo con rechazar a su demonio sino que ahora los ponía en jaque para que hablaran, pero nadie, ni siquiera ella podía burlarse de él

Se dirigió hacia ella tomándola por el cuello y acorralándola contra un árbol en el cual ella no pudo evitar lastimarse, la escuchó gemir de dolor y aunque sonara extraño, eso fue suficiente para hacerlo desear más.

—Nunca vuelvas a insinuar eso—sus ojos no dejaban su coloración color sangre—el único que puede tomarte soy yo—gruñó en su oído al sentir su yugular palpitar, estaba llamándolo inconscientemente y su bestia interna se estaba volviendo loca de excitación al igual que él mismo—no dejaré que te tomen ni que te toquen, pero tampoco te diré dónde está ella—terminó de decir mientras en su otra mano tenía la totalidad de sus garras embadurnadas en veneno acercándolas lentamente a ella amenazante

— ¡Te has vuelto loco! —intentó zafarse de su agarre solo teniendo éxito en que empezara a aruñar su abdomen por encima de su ropa con veneno y empezara acercarse a su rostro para plantarle un beso rudo que solo hizo que se removiera incómoda en su posición sin querer disfrutar tal atrevimiento, le repugnaba el hecho de saber que ese Daiyoukai de poder inimaginable estuviera usándola como objeto de obsesión aún ignorante de que no solo había sido partícipe de su nueva forma

Aunque apartando eso no pudo evitar pensar que su parte demoníaca estuviese disfrutando eso de ser dominada. Sin embargo también se resistía como nunca antes, no planeaba entregarse aún, no, no quería, pues la bestia de Sesshomaru le parecía por demás pedante y no le agradaba que creyera que la tenía bajo sus pies.

Demonios. El calor volvía mientras la bestia de ambos se debatía entre un duelo de dominio y resistencia del cual le estaba siendo muy difícil salir ganadora. Se sintió empezar a adormecerse y rendirse entre los brazos del poderoso y sensual youkai tras ella que empezaba a jadear en su oído expresándole lo extasiado que estaba de al fin sentirla derretir entre sus brazos y empezar a mover sus caderas lentamente, rozándolo.

El Lord podía oler esos cambios en ella y si seguía de esa manera lo conseguiría, necesitaba que ella se rindiera a él para poder empezar con el ritual que le permitiría obtener lo que su bestia tanto anhelaba, lamió su cuello logrando que otra oleada de su aroma le diera directo en la nariz, casi aulló de gusto hasta que…

Kagome pudo escuchar a su miko interna luchar contra su demonio interno, nunca las había visto tan enfrascadas en una pelea, escuchaba su parte racional empezar a pedir para que recuperara la razón y saliera de esa locura, rechazaba al youkai aún y no estaba dispuesta a dejar que ese demonio se saliera con la suya. Sintió una descarga de energía espiritual atravesar su cuerpo y como por arte de magia despertó.

De un pronto a otro la que parecía estar en un trance donde se dejaba seducir por el demonio de cabellera blanca pareció recuperar la consciencia de sus actos y logró darse vuelta y quemar su brazo para que lo alejara de ella. Sesshomaru gruñó por la brusquedad de su actuar y porque una vez más la miko había interrumpido sus planes.

Maldición, tendría que actuar ahora en contra de lo planeado mientras su bestia se excitaba ante la resistencia de la hembra a la que ahora quería no solo poseer, sino también sodomizar.

Se apresuró volver a su lado cuando la vio saltar a un árbol cercano empezando a correr, gruñó de nuevo no podría estar intentando escapar de nuevo…

Llegó rápidamente a su lado y consumió sin cuidado alguno sus garras venenosas en el costado de ella sacándolas igual de rápido y viendo como caía inerte sobre sus brazos no sin antes dirigirle una mirada de auténtico odio.

Luego de eso todo alrededor de ella se volvió oscuro.

..

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Notas Finales: ¿Qué les pareció? A mí me ha encantado escribirlo en realidad, siempre me han encantado los SesshoxKag pero hasta ahora me lancé a escribir de ellos. ¿Qué dicen? ¿Les ha gustado?

Si les ha gustado déjenme un Review, de verdad motiva mucho al escritor a escribir y a actualizar antes. Si tienen alguna sugerencia o duda con respecto al fic también la pueden dejar.

Les invito a leer mis otros fics, hay variedad en mi perfil por si gustan pasar. Hoy de hecho actualicé un BanxKag llamado "Por Venganza o… ¿Por amor?" por si les llama la atención.

¡Gracias por el apoyo de verdad!

Se despide

Kigen-chan