Saint Seiya y todos sus personajes son propiedad del sensei Masami Kurumada.
Este fic es un homenaje a los personajes que llenaron de emoción e imaginación mis ratos frente al televisor. Por que Saint Seiya no es sólo un anime, es un estilo de vida. (jo esa frase no es mía pero me queda)
¡Que sus constelaciones guardianas los guíen y les den fuerza!
¡Larga vida a los caballeros de Atena!
¡SantaManiaCaballeresca!
(esta frase si es mía)
AZUL
CAPÍTULO 1: EL HALLAZGO
CIELO AZUL
Hyoga contempla la tranquilidad de aquel cielo azul; su mente piensa en los tiempos de guerras santas cuando él y sus compañeros luchaban, esas guerras quedaron atrás. Han pasado cerca de dos años desde que combatieron contra Hades y las heridas de aquella batalla ya casi han cerrado por completo. Hacen falta los caballeros dorados y aunque ellos ocupan su lugar; ninguno se siente capaz de llenar ese puesto.
Estar custodiando la casa de Acuario le da cierta sensación de extrañeza, como fuera de lugar, recuerda al maestro Camus y la batalla que sostuvo con él, tantos momentos tristes y de pronto es, como si escuchara su voz regañándolo por pensar en estas cosas, pues, antes que nada, él es un caballero y su mente no debería flaquear por el pasado.
La vista desde esta casa es estupenda, casi se puede apreciar todo el santuario, sin embargo, la mirada del caballero se centra en la persona que está subiendo, Seiya, una sonrisa escapa de los labios del joven rubio, el caballero de Sagitario pasa mas tiempo en otras casas que en la propia.
-¿Aburrido Seiya?
-¿Qué? ¿Tú no lo estás? En este lugar no pasa nada interesante- Dice mientras se sienta en las escaleras
-Eso pienso a veces; pero lo prefiero así- Hyoga se sienta a lado de Seiya.
-¿Por qué tu casa tiene mejor vista que la mía?
-Será porque esta situada en un lugar mas alto que la tuya.
-Tal vez
Hyoga contempla a Seiya, ha cambiado desde la batalla contra Hades, sigue siendo el mismo niño juguetón de siempre, pero en su mirada había cierta tristeza por Seika, ahora que están juntos, se ha entregado por completo a la felicidad de tener a su hermana a lado. Su mirada ha cambiado, ahora es completamente dichosa.
-Pasa algo- comenta Seiya al sentirse observado
-Net (no en ruso). El tiempo en este lugar transcurre tan lento.
-Lo dices por que en tan solo dos semanas estarás huyendo de aquí
El ruso cierra los ojos ya sabe para donde va está conversación.
-En dos semanas te vas para Asegard a ver a Fler mientras los demás nos quedamos aquí como prisioneros
-¿Qué no te oiga Atena? No creo que le agrade que uses el termino "prisioneros"
- Eso lo dices tú que ya vas de salida, rumbo a la felicidad.
-Sí tu lo dices
-Apuesto a que ella ya te está esperando con ansias
Hyoga vuelve a ver aquel apacible cielo azul lo mas probable sea, que Fler, ni siquiera lo extrañe. Se pregunta por que se dice estás cosas, si ella misma le pide que vuelva.
…...…..…
SUEÑO
Nieve por todos lados, la pequeña choza está esta cubierta por la nieve de Siberia y él, lo único que quiere es llegar a casa, al abrir la puerta el aire calido del interior se libera y lo envuelve reconfortándolo. El mundo exterior ha dejado de existir, adentro hay una niña sentada frente al fuego de la chimenea, la cual voltea a verlo
–¡Llegaste!- exclama, se para y corre a abrazarlo.
No puede verla, ella no es más que una sombra que extiende sus brazos alrededor de su cuello, sin embargo su cabello es largo y rizado, puede sentir como este le hace cosquillas en la mejilla.
Una ligera sacudida del avión lo hace despertar. Hyoga se lleva las manos a los ojos, hubiera querido quedarse un poco mas en el país de los sueños. Sobre todo en esté que se ha vuelto frecuente. Siempre es lo mismo, es sólo ese momento, un instante que no avanza; que se repite en su subconsciente una y otra vez antes de despertar. Donde todos lo elementos se ven tan claros como el agua salvo ella, que es sólo una vaga silueta.
….….
FRENTE A LA TENUE LUZ DE LA CHIMENEA
Hyoga contempla a Fler sentada frente a la chimenea, su tenue luz hace que su cabello se llene de chispas doradas, de pronto ella voltea y le sonríe, esto eleva a los cielos al caballero.
-¿En que piensas?- Le pregunta.
-En nada.
-Me recuerdas a Hagen el solía quedarse así.
De los cielos a los infiernos, le hizo sentir ese comentario, no importaba que, a Fler todo le recordaba a Hagen, y no era eso lo que le dolía a Hyoga, si no el haber sido él precisamente, quien acabara con su vida, claro que se trataba de una lucha entre caballeros e incluso trato de explicarse; tenia que conseguir el zafiro de Odin a como diera lugar, sin embargo, eso no cura la culpabilidad que siente cada vez que ve en la mirada triste de Fler el dolor de haberlo perdido ¿quién era él para estar ocupando su lugar? Tal vez Fler preferiría mil veces tener a Hagen de regreso.
-Ya se lo que estás pensando Caballero de Atena.
¿Por que siempre me llamas así?
-Estás pensando que es muy aburrido estar sólo viendo la chimenea.
En realidad pensaba que frente a esa tenue luz te vez más hermosa.
-Que no vienes a Asegard a sólo ver el fuego.
Vengo por que quiero decirte algo, pero no puedo. Creo que jamás podré.
-Que debe de haber cosas más interesantes afuera. Dime ¿Quieres a dar un paseo?
Hyoga sonríe él la llevaría hasta el fin del mundo si se lo pidiera.
….
APUESTA
Seiya sube por las interminables escaleras del santuario pensando en aquellos días de su entrenamiento, a pesar de lo difícil que parecía sobrevivir aquí Marín siempre se comportaba como la mas estricta maestra lo que a menudo hacia las cosas más complicadas; pero finalizar el día surgía la otra Marín la que pasaba horas enteras curando sus heridas, contándole cientos de historias acerca de los caballeros y de las armaduras.
-¡Seiya!
Aquella voz lo saca de sus pensamientos, al voltear se topa con Jabú quien también está subiendo la escalinata.
-¿Qué quieres inútil?
-Nada tarado, no creo que me puedas servir de nada.
Aquí se rompía toda regla de rango o estatus; para empezar Jabu no debería de faltarle al respeto a Seiya de Sagitario y Seiya no se debería de rebajar a una discusión de palabras con un simple caballero de bronce, sin embargo hay costumbres que no se pueden dejar y Seiya daba gracias a los dioses por eso, pues, después de que Atena lo nombro caballero de oro de Sagitario todos salvo Shiryu y los otros le hablan con tal respeto que aun no se acostumbra; aun Jabu llega hacerlo pero solo cuando la situación es seria.
-¿No deberías de estar custodiando tu casa?- el colmo que un caballero de bronce regañe a uno de oro.
-Cállate, para ya voy ¿y tú?
-Yo, como todo buen caballero, voy a cumplir con mis ordenes del día.
Seiya deja escapar un largo bostezo.
-Pero por lo visto tú sólo vas a Sagitario a dormir.
-Es que estoy muy aburrido.
-¿O es que te sientes solito?
Lo único malo de Jabú es que lo conoce demasiado.
-Shiryu regreso a China, Shun volvió a Japón y Hyoga está en Asegard.
-Animo Seiya, ya sabemos quien de ellos volverá pronto y con la cola entre las patas.
-¿Qué quieres decir?
-Hyoga, ya sabes, cada vez que va a ver a Fler se va feliz y contento y regresa como alma en pena. A veces me da lastima el pobre.
Este comentario en verdad molesto a Seiya. – Tú que sabes, él la ama.- Dice tratando de defender a su amigo.
-Seiya yo se bien lo que es amar a una persona inalcanzable y cuando Hyoga vuelva de Asegard va a necesitar toda la ayuda moral que puedas brindarle.
-Te apuesto lo que quieras a que no será así.
-No, no me gusta ser abusivo.
-¿Temor a apostar?
Jabú mueve la cabeza de lado a lado.
-Te lo aseguro Jabú la próxima vez que veas a Hyoga será el hombre más feliz que hayas visto.
-Seiya en estos momentos Hyoga debe estar en un rincón llorando su mala suerte.
Un fuerte estornudo se deja oír por el castillo del Valhala.
-¡Rayos! Lo único que me falta es que me enferme -Se lamenta Hyoga. Todo en este día le ha salido mal.
Está empacando sus cosas para regresar, pensaba quedarse más tiempo pero no tiene caso, Fler ama a Hagen y no hay lugar en su corazón para él.
...…
MUERTE
Hyoga llevando la armadura del cisne en su espalda, camina por los bosques de Siberia, no tiene ganas de regresar al santuario, no tan pronto; así que decidió volver a casa, a aquella cabaña que ha estado abandonada tanto tiempo.
Su mente divaga en muchas cosas, principalmente en Fler y en Hagen, no puede evitar pensar que siempre daña a las persona que más quiere, su madre murió por salvarle de aquel naufragio, victima de un destino que le deparaba a él una vida completamente distinta a la que tenia, Camus e Isaac, que decir de eso, él mismo acabo con sus vidas y ahora ve a Fler consumirse en un mar de tristeza por la muerte de Hagen. Se siente mal, mal consigo mismo.
-¡Sólo atraigo las desgracias! – Dice pateando con fuerza un árbol para descargar su furia.
Aquello provoco que la nieve asentada en el árbol le cayera encima, el joven rubio dejo escapar una amarga sonrisa, se sentía estúpido y aquella nieve ahora sobre él, se lo había confirmado. Empezaba a sacudirse cuando una noto unas luces.
Hyoga se quedo atónito, aquellas luces parecen mariposas de fuego, nunca jamás había visto algo así, para colmo comenzó a escuchar voces. Hablan un idioma extraño así que no puede comprenderles, sin embargo suenan suplicantes. Hyoga trata de entender que sucede pero antes de que sacara cualquier deducción, estas empezaron a moverse como si alguien o algo las estuviera llamando, van tan rápido que Hyoga tiene dificultades para seguirlas, finalmente las perdió de vista cuando estás bajaron la colina.
Al llegar a la cima, el ruso tiene una vista, que sus ojos no quieren aceptar, hay un pueblo completamente destruido, la nieve que cubre aquel sitio se ha tornado roja por la sangre. Corre hasta el lugar esperando encontrar a alguien con vida, pero sólo se topa con cadáveres, trozos de lo que alguna vez fueron seres humanos, no puede creer que alguien cometiera esta barbarie, mataron a todos, ni siquiera a los niños les perdonaron la vida y no se conformaron con eso, destrozaron sus cuerpos y los dejaron regados por doquier. Aquello es un espectáculo que el estomago del caballero no puede soportar, las nauseas invadieron su ser y vomito.
Mientras sale de su aturdimiento, percibe una energía extraña, algo completamente diferente a lo que había conocido hasta ahora y no sólo eso, se sentía muy débil, casi imperceptible. Hyoga anda por aquellos caminos llenos de muerte, da pasos despacio y a menudo se detiene, esa energía aparece y desaparece, pero finalmente llega en lo que en otros tiempos debió ser una gran iglesia y ahora con esta destrucción no son más que ruinas que se niegan a caer por completo, entra y en su interior encuentra a las mariposas y tras ellas una pila de cadáveres.
Se queda parado por un momento, la energía que viene siguiendo proviene de esa pila de cuerpos, el caballero tuvo que hacer acopio de toda su sangre fría para encontrar medio de aquello lo que esta buscando.
Fue entonces cuando aquellas mariposas desaparecieron.
….….
Notas de la autora.
En esta historia Hyoga usa la armadura dorada de Acuario. Pero los caballeros sólo las usan por formalidad en el santuario. Cuando salen usan las de bronce. Por que son sus armaduras. Es decir, por cuestión de status siendo los caballeros más poderosos del santuario y a falta de dorados (pues todo murieron en Hades) considere lógico que fueran nombrados caballeros de oro.
También hay que recordar que aunque sean de bronce, las armaduras de los cinco protagonistas fueron revividas con la sangre de Atena así que son muy fuertes y prodigiosas.
….….
Hyoga encuentra en una aldea destruida, a una chica que es custodiada por unas mariposas de fuego. Ella es tan extraña que tiene alas, su sangre es de color azul y sus ojos cambian de color oscilando entre el azul, el rojo y el castaño. Tal parece que la desgracia la persigue. Los hechos ocurridos en el pasado de todos, incluyendo los de otras vidas empiezan a surgir repitiéndose los mismos eventos.
Saint Seiya y todos sus personajes son propiedad del sensei Masami Kurumada.
Este fic es un homenaje a los personajes que llenaron de emoción e imaginación mis ratos frente al televisor. Por que Saint Seiya no es sólo un anime, es un estilo de vida. (jo esa frase no es mía pero me queda)
¡Larga vida a los caballeros de Atena. Que sus constelaciones guardianas los guíen y les den fuerza!
FIN DEL CAPITULO 1
