Hola
Esta es otra historia Hina Neji, es una de mis preferidas, lo malo es que la escribí hace mucho, tal vez mi narración no sea tan buena como lo es ahora, y tal vez tenga varios errores, espero no les moleste eso, y que este fic sea de su agrado.
Sólo me queda soñar, hasta que se haga realidad
Por:
Hina Ale
Capitulo I
La misma rutina
Los finos rayos del sol se introducían entre las cortinas de color blanco de una habitación, una joven de cabellos largos y de color azul oscuro, dormía placidamente hasta sentir el sol es sus ojos, se giro hacia la pared y se tapo el rostro con el edredón, quería seguir soñando con él, la única persona que tenia cerca y a la vez tan lejos, el que por más lo quisiera no podía demostrarle sus sentimientos, ella lo amaba, se había dado cuenta desde que era una niña, ahora tenia dieciséis años y su amor había crecido más por él, tanto tiempo trato de olvidarlo y lo único que lograba era herir su corazón, ahora lo que le quedaba era soñar, solo ahí podía estar junto a él.
Escucho el despertador sonar cada vez mas alto, saco su mano derecha de entre las cobijas y apago el reloj, volvió a meter su brazo y se acurruco, aún no quería despertar, escucho que tocaban la puerta, no quiso atender la llamada y se hizo la dormida, la puerta se abrió poco a poco y un joven de diecisiete años se asomo, cerro sus ojos fastidiado, eso se había hecho una rutina, siempre tenia que ir a despertar a la dormilona de su prima, se adelanto a la habitación hasta quedar junto a la cama, tomo el despertador de la mesa de noche y lo encendió para que sonara dentro de cinco minutos, camino hasta el escritorio y lo coloco en la parte más alta, salio de la habitación como todas la mañanas sin decir ni una sola palabra.
Se había vuelto a dormir, hasta escuchar el odioso despertador, volvió a sacar su mano, pero esta vez no lo hallo, se quito las cobijas del rostro, volvió su mirada hacia todos lados hasta ver el reloj en el escritorio, "¿Como llego ahí?" se preguntaba todas las mañanas, pero nunca tenia respuesta, una vez trato de vigilar a la persona que lo hacia, pero como siempre el sueño la invadía, ella sabia muy bien porque cada noche no podía dormir, la razón era sencilla, al lado de su habitación se encontraba la de él, cuantas veces deseo levantarse en esas noches tormentosas y buscar refugio en sus brazos, pero sabia que estaba mal. Se levanto con pesadez de la cama y camino hasta el despertador, dándole un golpe fuerte lo apago, cuanto lo odiaba, ese maldito artefacto no la dejaba soñar con él.
Entro al cuarto de baño, se miro el rostro en el espejo, aunque intentaba ser feliz y lo dijera, su mirada decía lo contrario, se veía completamente triste, llena de soledad, recogió su cabello en una coleta alta y entro a la ducha, como todas las mañanas se bañaba con agua fría para dejar de pensar en él y así despertar de una buena vez.
Después de esa ducha y de vestirse con el uniforme del colegio salio de su habitación encontrándose con esa persona, ella lo saludo con una gran sonrisa, a lo que él solo la volteo a ver con odio y se encamino hasta el comedor, no pudo evitar derramar una lagrima, su indiferencia le dolía, muchas veces su mejor amiga Sakura le decía, que lo olvidara, que además de ser un amor imposible, él no la quería, ni siquiera la quería como familia y eso era lo que más le dolía.
Siguió su camino hasta el comedor, él ya se encontraba desayunando al verlo su mirada cambio a una melancólica, mordió su labio inferior para tratar de borrar esos pensamientos, tomo asiento frente a él, como cada mañana, pronto el silencio fue roto por su hermana menor que se sentaba junto a ella, cuanto la envidiaba, su hermana Hanabi tenia el honor de sentarse junto a él, al verla le sonrió con sus respectivas sonrisas fingidas, ya que las verdaderas eran solo para él, se levanto al haber acabado con su desayuno y se dirigió a su cuarto, para tomar su mochila, se vio por ultima vez en el espejo, sonrió para si misma y siempre esa sonrisa, esa sonrisa que le dolía, ¿por que no podía ser feliz ?, ¿Por qué sufría si no lo veía? y si lo veía su corazón se rompía en mil pedazos al ver el odio en su mirada.
-¿Por qué me odias? Aun recuerdo aquellas tardes cuando éramos niños, siempre sonreías para mí y ahora solo me diriges esa mirada de odio- cerro sus ojos con fuerza, esos recuerdos la hacían feliz, pero también la entristecían. De nuevo tocaron la puerta- Adelante- dijo ella mientras empezaba a guardar sus útiles.
-Hinata, dice Neji, que ya es la hora y que si no te apuras te dejara- dijo su hermana menor de diez años, para luego salir de la alcoba.
-Siempre me mandas a llamar y cuando bajo ya no estas, ¿Por qué lo haces? Será solo por cortesía.
Salio de la habitación y se encamino a la entrada de su casa y como ya era de costumbre él ya se había ido, salio de su casa y con paso normal se encamino al colegio, diviso a su primo a unos cinco metro de ella, pero no se apresuro, sabia que él no quería su compañía, entonces para que adelantarse, era hacerse mas daño.
Siguió con su mirada hacia a bajo, sin notarlo paso al lado de su primo, sintió su miraba fría en su espalda pero no se giro, siguió con su camino, unas calles antes de llegar a la escuela, escucho que la llamaban, se giro y vio a su mejor amigo Naruto Uzumaki, venia corriendo, se río para si misma, al joven rubio siempre se le hacia tarde, se encontró con la mirada de su primo, cuando su amigo paso junto a él. Se detuvo a esperarlo, cuando ya estaba a su lado siguieron su marcha.
-Buenos días Hinata- dijo Naruto con una de sus mil sonrisas.
-Hola Naruto- exclamo la joven con una leve sonrisa, siguieron el resto del camino en silencio, la joven agradeció en su interior, que él fuera un año mayor que ella, por lo menos en el aula no sentiría sus frías mirada, llegaron con tiempo de sobra al colegio, en la entrada se encontraron a Sakura Haruno y a Sasuke Uchiha, ellos llevaban saliendo desde los doce años, era un amor sin fronteras como los llamaba Hinata.
-Buenos días Sakura, Sasuke- dijo Hinata saludando a sus dos amigos.
-Hola Sakura, Teme- dijo Naruto.
-Hola, Hinata, Naruto- dijo Haruno, el Uchiha solo hizo un sonido extraño como saludo, agarro la mano de su novia y se encaminaron al aula. La jornada de clases termino en un abrir y cerrar de ojos y como todas las tardes se dirigió al patio junto a Sakura, ese día no tenia practica, pero los chicos si, ahí estaba el amor de su vida con el cabello amarrado a la altura del cuello, sus ojos tan iguales a los de ella, la miraban, él observaba cada centímetros de ella, siempre hacia lo mismo, pero cuando su prima no lo veía, Neji salio del partido, mientras le pasaba el mando a Uchiha.
Se sentó en una banca y tomo un poco de agua, no sabia porque, pero si ella estaba presente él no se podía concentrar, como debía, aún recuerda aquel día, en el que creyó que estaría a su lado para siempre.
-------------Flash Back------------
Un niño de unos nueve años corría hacia el lago, su prima se había tropezado y había caído al agua, sin pensarlo dos veces se tiro en su auxilio, vio la mano de la pequeña, nado hasta ella y gracias a Dios la pudo sacar, pero al parecer era tarde, ella no respiraba, se culpo por haberla dejado sola, pequeñas lagrimas rodaron por su mejilla, se abraso al cuerpo inerte de su prima y para su suerte ella empezó a toser.
-Neji- dijo la niña, al ver a su primo tan cerca de ella, este le volvió a abrazar, se separo de ella un poco para verla a los ojos.
-Hinata, prométame que siempre estará junto a mí, yo no podría vivir sí no fuera a si- dijo el niño volviendo a abrazarla.
-te lo prometo Neji- dijo la pequeña abrazándolo más fuerte.
---------- Fin del Flash Back------------
Ese día supo que le amaba, pero no como su prima, él no podía sentir eso, estaba mal, pero como olvidar, como arrancársela de su corazón, desde ese día no le hablaba, no de la misma manera, pero aunque no conversaran, Neji siempre estaba cuidándola, pendiente de que nada le ocurriera. Subió su mirada hacia el cielo.
-Como me gustaría ser como esos pájaros que vuelan libremente, pero estoy atado al suelo, atado a ti, trate de todo, para olvidar lo que siento, pero Hinata, por más que lo intento no puedo hacerlo, cada día despierto haciendo la misma rutina, para que nada cambie entre nosotros, sé que si algo cambia todo se complicara, por eso no puede hablarte, aunque es lo que más deseo, no puedo hacerlo, sólo en mí sueños te veré.
Hina Ale
Déjenme un comentario sí, no sean malas, quiero saber si seguirlo o no.
