NOTA: SAINT SEIYA NO ME PERTENECE, TODOS LOS DERECHOS SON DEL SEÑOR KURUMADA,
NOTA 2: ESTA HISTORIA TIENE ESCENAS MUY EXPLICITAS, TRATARE DE CENSURARLA UN POCO, PERO NO PROMETO NADA :D
buenas tardes a todos.
antes que nada tengo que decir que al fin me anime a subir esta nueva historia, se que he dejado de lado a Una vida normal, pero me entretuve con esta historia que curiosamente surgió como un reto entre mi novio y yo, antes que comiencen a leerla tengo que advertir que es algo fuerte, pues es erótica. sin mas comencemos con la lectura...
Esa tarde lluviosa, ¿Cómo olvidarla?...
Estas parado, en medio de la lluvia, esperando el autobús que te llevara directo a casa. Levantas tu brazo, empujas la manga del saco y miras la hora, en ese reloj de pulso, color dorado que ella te regalo en su 5to aniversario.
Suspiras.
Suspiras al recordar que ella te estará esperando en casa, tu querida esposa, la mujer por la que mueres, la que te alegara la existencia.
Sin más, colocas los audífonos de tu móvil, ese expidia que tanto te costó conseguir, seleccionas una de tus tantas listas de reproducción, la de música mundana, y pierdes tu vista en el espejo que tienes delante de ti, la lluvia comienza a caer a cantaros.
Tú, junto con otras cinco personas quizá, se pelean por tener un lugar donde resguardarse de la lluvia y puntual como todas las tardes, el bus se detiene frente a ustedes, haces la larga fila para poder abordar. Pagas y comienzas a pasear tú vista por el lugar, hay solo un asiento disponible de todos; caminas, estás dispuesto a sentarte y en cuanto crees que por fin descansaras los pies, después de esa pesada jornada de trabajo, una mujer mayor sube al autobús, nadie le da el asiento, así que resignado, como el buen caballero que eres, le sonríes al ponerte de pie y la anciana pronuncia un agradecimiento con sus longevos labios.
Ahora que estas de pie, decides poner tu atención en la canción que se está reproduciendo en este instante, con tintes árabes e hindús que tanto te relajan, pierdes la mirada en el reflejo de la ventana, pensando en solo aquella alma que te hace suspirar.
Sonríes.
Sonríes al pensar en su mirada, cálida, color del café tostado, en esas curvas que tan loco te tienen, en su piel morena, y el rizado de su cabello…
… sin darte cuenta, pronuncias su nombre tan lentamente, que el aire que se cuela por tus labios provoca una sonrisa plena en ti.
Sasha.
Pronuncias nuevamente su nombre, soltando el aliento tan lentamente que disfrutas su pasar por los labios, tu mente comienza a dar vueltas, desenando verla en cuanto cruces la puerta de su reconfortante hogar, lista, quizá preparando la cena, o las maletas para ese tan esperado viaje que ambos han planeado durante meses y hasta ahora te das la oportunidad de cumplir.
Sin darte cuenta estas a unos segundos de la parada donde bajas y tomar ese tan ansioso camino a casa, buscas con la mirada el timbre, una vez localizado lo presionas y te preparas para bajar.
La lluvia no se detiene del todo, caminas rápido entre la cera, esquivando a las personas que interfieren en tu camino; llegas hasta un puesto de flores, y logras ver sus favoritas, claveles color rojo, escoges el racimo más grande, lo pagas y reanudas tu andar.
Llegas hasta la esquina, donde el letrero con el nombre de la calle cuelga del semáforo, doblas a la derecha y llegas a la cera donde está el edificio donde viven. Desde la calle, logras visualizar la luz de la habitación prendida, subes la escalera mientras que lees el texto que te ha enviado hace unos instantes y al llegar a la puerta, el aroma se perfuma con café recién preparado y un esquicito aroma a comida.
Abres esa puerta que te separa de estar a su lado, cruzas el umbral y vez la tenue luz de la sala encendida. Avanzas, y al llegar, miras que ella está sentada en ese sillón color carmín, el que le compraste cuando fue su tercer aniversario, en sus manos tiene uno de sus libros favoritos, "flores en el ático" de D. C. Andrews, sonríes al verla a ella con los ojos cerrados, colocas el racimo, junto con el móvil en la mesa y te acercas a ella, le quitas el libro de las manos, colocas el separador en la página en que se quedó.
No puedes evitar observarla mientras suspira, te acercas un poco más, examinas su rostro, y colocas tus labios en los suyos, un momento después, abre los ojos tan lentamente, te sientes como el príncipe azul besando a su bella durmiente, ella te sonríe tan cálida que en un susurro te de ese recibimiento que tanto anhelas.
- Te amo. – dice a la vez que coloca su mano en el perfil de tu rostro y comienza a acariciarlo tan amorosamente.
- Te extrañe. – le regresas esa sonrisa y le ayudas a ponerse de pie.
Caminan juntos a la cocina, de la mesa tomas el racimo de claveles que le has comprado, ella lo toma mientras que rosa tus dedos con sus manos, ambos sonríen. Te pide que tomes asiento, sabe que estás cansado después de ese día tan ajetreado en el trabajo, se gira un momento y comienza a servir la cena para dos, un exquisito bistec de carne con verduras al vapor y una cama de arroz como guarnición, uno de tus platillos favoritos, luego sirve las dos copas de vino Cabernet Sauvignon, uno de su reserva privada y toma asiento a un lado de ti.
Una cena como de película, no puedes pedir nada más, estas en casa, con tu amada esposa, disfrutando ambos de una agradable, cena que ella preparo con mucho esmero para ti. Tú amablemente le preguntas como le fue en su día, a lo que ella te contesta
- Fue algo divertido, cuando regrese de la editora, me tome la libertad de acomodar tu maleta también, así que ambas están listas para cuando salgamos – y luego sigue comiendo un trozo de esa jugosa carne – y a ti mi vida ¿cómo te fue en la oficina?
- Bien, todo listo para cuando salgamos, deje todos los pendientes con Jaime y él me dijo que me mantendrá al tanto cuando salgamos – sonríes para ella
- Solo espero que no estés pegado al teléfono durante el viaje amor – y te regresa la sonrisa
- No, solo tendré tiempo para ti cielo…
Al terminar de cenar ambos van a la sala, a dedicarse un tiempo para los dos, prenden el televisor solo para que haga ruido, no pueden dejarse de ver, ella toma tu brazo y lo pasa sobre sus hombros, se recarga en ti y están así por cinco minutos; te pones de pie, parado frente a ella y la tomas del rostro, comienzas a besarla tan apasionadamente, que ella comienza a respirar más a prisa.
La llevas a recostarse en ese sillón, mientras que siguen besándose, en la primera oportunidad que ella te da, comienzas a desabotonar su blusa, lentamente, luego inicias ese camino tan conocido de sus labios, pasando por su mentón y depositándose en su cuello, ella lo estira para darte la oportunidad de satisfacer ese deseo.
Tú a la vez que juegas con la línea de su Horta, comienzas a masajear sus pechos, la piel más suave que has tocado, sigue jugando con tus labios y bajas hasta donde tus manos, los liberas de ese sostén tan apretado y pasas lentamente tu lengua por sus pezones morenos, ella comienza a respirar más rápido, invitándote a que sigas tu recorrido; cuando deposita sus manos en tu cabello y hunde sus dedos en esas ondas.
- Hazme tuya – dice en un intento por reprimir el mismo deseo, pero eso es lo que te excita
No puedes negarle ese placer a tu pareja, así que comienzas a desabotonar el pantalón de mezclilla, baja lentamente el zipper y besas sus caderas mientras que tus manos exploran otros terrenos más profundos, ella se mueve tan deliciosa mente que no paras, bajas el pantalón, que ruede hasta el suelo, aun la mantienes en esa cómoda prisión y después la tomas y la llevas hasta su habitación, poniéndola de pie, con tu boca comienzas a hacer que ruede el pedazo de licra que te estorba de tenerla completamente desnuda, besas sus piernas en el trayecto. Cuando la tienes completamente a tu merced, la recuestas lentamente en la cama, levantas sus piernas a la vez que sigues dando pequeños mordiscos, ella sonríe y después no puede evitar lanzar el gemido que aprueba la acción que haces en medio de sus piernas, te pide que sigas, tú la complaces en todo lo que ella quiere.
Después de un breve descanso y de refrescar tu boca para seguir con aquel juego, ella se sube arriba de ti, ver su figura al natural comienza a hacer que la excitación llegue hasta tu miembro, comienza a quitarte la camisa mientras te besa, luego se pone de pie frente a la cama y comienza a desabrochar el cinturón, te quita lentamente el pantalón y con sus manos libres masajea tus testículos a la vez que coloca tu pene en su boca.
La sensación te ahoga, comienzas a jadear más rápido mientras que ella intercala lengua y labios en tu miembro, no puedes más y la tomas de nueva cuenta, acomodándola en la cama, abriendo sus piernas y penetrando lentamente a la vez que la besas tan apasionadamente.
Ese contoneo, su voz susurrante, pidiéndote más, pidiendo que beses sus senos al tiempo que penetras su vagina, tu complacido lo haces…
Después de aquella lucha, la tregua entre ambos está abierta, la abrasas mientras que ella esta recostada en tu pecho, diciéndote lo fabuloso que eres en la cama. Besas su frente y ambos están dispuesto a dormir un rato antes de salir por la mañana al aeropuerto que los llevara a Francia.
BUENO, PUES ESPEREMOS EL SIGUIENTE CAPITULO, AUN SIGO TRABAJANDO EN ELLO, LES AGRADECERÉ SUS COMENTARIOS Y SUJERENCIAS... HASTA PRONTO...
P.D.
SE QUE AUN NO HE CONTINUADO CON UNA VIDA NORMAL, TENGO LIGEROS PROBLEMAS CON LA FIESTA DE HALLOWEN, ESPERO SOLUCIONARLOS LUEGO... MUCHAS GRACIAS POR SUS VICITAS...
