ALGO MÀS
Este fic es algo que quería hacer desde hace bastante tiempo, espero que les guste, ya esta listo el capitulo nueve de ¿Quién?
Afrodita será el protagonista, a mi me gusta el Shounen-ai, pero en esta ocasión no será así. Quiero desarrollar este personaje que es muy complejo a mi parecer y quisiera que me diera la oportunidad de mostrarles mi trabajo.
Había despertado, la sangre estaba derramada por doquier, mal herido, la batalla había sido sangrienta.
-¿Crees qué se reponga?-pregunto una dulce voz.
-Eso espero pequeña.-contesto el hombre.
El recuerdo de cada momento de esa batalla lo atormentaba en la noches, pero sentía la calidez de unas manos tocándolo que lo hacían tranquilizarse.
-El caballero más hermoso.-oía que decía una voz.
-Más hermoso ja pero el más inútil.-respondía la otra sombra.
Él se encontraba en el suelo, el piso estaba bañado de sangre, cuerpos a su lado, era la único que se podía ver, pero de nuevo se nublo el ambiente, miles de recuerdos se presentaban en su mente, era uno de hace años el más claro de todos.
-Jajajajaj.-se escuchaban las voces divertidas reírse.
-¿Qué les pasa?-pregunto un joven indignado, se encontraba en la orilla de un arroyo, el bello joven se perdía en el agua viendo su imagen.
-Nada solo, jajajaja te vez gracioso todo el días mirándote en el espejo y en el agua.-le responde un joven moreno.
-Muy graciosos.-respondió Afrodita.
-Ya calmante Afrodita.-y estos corrieron avalentándose al agua junto con Afrodita.
-¿Cuándo te vas al santuario?-pregunto un hombre de cabello rubio y ojos dorados.
-Hoy por la noche.-expreso Afrodita.
-Esperamos que obtengas la armadura dorada.-gritaron todos.
-Gracias amigos.-se sintió muy agradecido Afrodita por el apoyo de ellos, todos ellos formaban parte de los niños que fueron nacidos y encomendados bajo la protección de Adonis el gran amor de Afrodita.
Esto se remonta desde la antigüedad, este pequeño pueblo que después transformaría en ciudadela.
Cuando las guerras eran parte de cada día, todos los hombres partían hacia la guerra dejando a sus esposas solas, llorando amargamente su ausencia pidiendo a todos los dioses que regresaran con bien sus esposas, hijos, sobrinos, nietos, pero parecía que ningún dios quería o estimaba en algo sus suplicas, ni la misma Atenea que era protectora de la paz atendía, aquella diosa que protegía el mundo de la maldad, pero que dolor y maldad no es separar familia, la maldita guerra lo hacia.
Afrodita al haber perdido a su amado Adonis, escucho una noche las suplicas de aquellas mujeres, que perdían a su amor tal y como ella, Afrodita la diosa del amor, no era quien se encargaba de consolar a las mujeres, ni era la diosa más benevolente de todas, pero era la que entendía a la perfección lo que ellas sentían.
Dolor y sufrimiento, eran sus sentimientos que compartían con ellas, el deseo de que la persona amada siempre permanezca a su lado, ella regreso a todos los hombres con sus familias, ella los protegió que nada les pasara en la guerra y ganaran. Las mujeres de es pueblo sintieron una gran deuda con la Diosa Afrodita, que nunca podrían pagar.
Ellas encomendaron a sus hijos a la Diosa, le rendían tributo siempre y oraban para que ella se sintieran feliz, ridículo puede parecer que humanos rezaran para que una Diosa fuera feliz, pero su sentimiento de agradecimiento era infinito y ellas comprendían su dolor. En su honor plantaban árboles de manzanas, las palomas y el cisne eran los animales más preciados para ellas y se prohíba comer carne de carnero en ese pueblo.
Al nacer todos los infantes eran encomendados Adonis y las infantas la diosa Afrodita, se les daba una perla. Afrodita estaba contenta con ellas y su pueblo, siempre lo tuvo bajo su protección y los miraba con buenos ojos.
Para muchos pueblos Afrodita podría ser una diosa voluble y irracional que si se le hacia enojar tendría sus furia eterna, la diosa del amor que todos deseaban tener su bendición para encontrar el amor correspondido y que pocas bendecía con ella.
-NO POR FAVOR, PIEDAD, PIEDAD.-se oían mujeres llorando, niños gritos de desesperación provenientes de la pequeña ciudadela
-ESTA ATACANDO LA CIUDADELA.-gritaron todos y corrieron rumbo…a ella, lo más rápido que podían, fuertes llantos se hacían cada vez más presentes de niños y las mujeres que pedían clemencia para sus pequeños, hombres que luchaban por tratar de defender a sus familias.
-NO POR FAVOR AFRODITA PROTEGENOS.-lloraban las mujeres.
-No es posible, esto no puede estar pasando.-se decían los amigos, vieron como su hogar eran destruido por las llamas, todos sus recuerdos, todos sus seres queridos.
-Nuestra Diosa no nos puede abandonar.-lloraban las ancianas, que imploraban de nueva cuenta por su señora.
-MATEN A TODOS QUE NO QUEDE NADIE VIVO.-gritaban los hombres sobre sus corceles negros y las armaduras que protegían a los sanguinarios hombres, que no paraban de matar un pueblo que no tenia mayor protección que la de la diosa.
-NO.-expreso Cristian que sentía el corazón partir, jamás se les permitió entrenar militarmente a nadie, desde hombres, jóvenes y niños todos se concentraban en cuidar las belleza, el arte y la estética, Afrodita el joven aspirante de caballero sería quien en más seria entrenado en el arte de la batalla.
-VAMOS.-grito Brack y fueron todos en dirección del templo a ver quienes se habían logrado refugiar.
-¡Iah!-corrían los caballos como endemoniados…la sangre volvió a correr…
-CRISTIAN NO.-grito Afrodita al tener la cabeza de su amigo entre sus manos.
-Jajajajaja verdad que es hermosa esta cabeza lucirá muy hermosa adornado mis vasijas de vino.-expreso uno de los hombres, Afrodita sentía el coraje erguir todo sus ser, todo el deseo de muerte y destrucción para esas personas.
-Jajajajaj mira a ese mocoso con la cabeza, hey tú dámela o si quieres acompáñala tu también dímelo.-dijo el hombre que encesto un golpe en la espalda del joven aspirante, Afrodita se puso de pie y se lanzo contra el hombre, produciendo una fuerte ráfaga de energía.
-Mira tenemos a un caballerito.-dice otro burlón.
-Nos podremos divertir un rato.-expresa el otro, y ambos se bajando de los caballos para pelear con él, comenzando una pelea desigual entre los tres, que acabaría por la muerte segura del joven, pateándolo destrozándolo con sus puños haciéndolo volar por el aire.
-Jajajajaja Si que nos estamos divirtiendo.-responde el caballero.
-Si.-y lo vuelve a patear, pero este se levanta.
-NO MÀS.-dice Brack, y se pone de escudo.-LLEVENSELO.
-NO.-responde rotundamente Afrodita, recibiendo un golpe en la cabeza.
-Tú no morirás aquí Afrodita.-dice Reinero.
-VETE TU CON EL REINERO, SALVALO.-gritan los demás.
-Más diversión.-dice los hombres, Afrodita es arrastrado por Reinero fuera de todo esto, llevado al templo de la señora, tenia que correr, no este no era el futuro que tendría su amigo, tendría un futuro más brillante que el de cualquiera, podría vivir y servir a la humanidad y enseñarles la belleza desde el brillante solo hasta la tormenta, todo tiene una belleza que se debe de saber apreciar.
-Será la última vez que nos veamos Afrodita que la diosa te proteja, si no lo logras tu cometido Reinero que Hades te queme en sus infiernos.-dice Brack junto a los demás, Reinero se le llevo con todas sus fuerzas, corrió…llegando al templo que se encontraba a la orilla del arrollo de Adonis.
-Afrodita nuestra diosa cuídalo y protégelo, si te hicimos enojar perdónanos por haberlo hecho, nuestro pueblo esta siendo devastado por la guerra, permite que él viva.-Reinero lo deje y regresa a la ciudadela.
