CONEXIÓN: HILO ROJO
Ohayo! Konnichiwa! Konbanwa! O lo que sea XD Sean ustedes bienvenidas/os a mi primer fanfiction de mi anime favorito, Shingeki No Kyojin! Y aunque mi personaje favorito sea Armin, me vi en la necesidad de hacerlo de mi segundo favorito, nuestro enaneichou Ackerman! Y lo mejor… un fanfic Levi x Reader ewe. Porque sí, en este fic, TÚ eres la protagonista.
Leí muchos fanfics, no sólo de este tipo. Y al fin me agarró la inspiración para finalmente subir uno XD. Tengo varios empezados, pero quiero seguir del que me siento más inspirada. Quizás luego hable más XD Pero por ahora los dejo.
¿Es necesario que diga que SnK no es mío, sino de Isa la yama? Perdón, Hajime Isayama XD Bueno, es obvio que no de todas formas :'v Algún día…(?
Y pues… espero que les guste!
Advertencias en el capítulo: Algo de OoC
Simbología(?
Cursiva: Pensamientos de Reader; Palabras con diferente expresión
~.~.~.~: En ese momento, en otro lugar :v
∞٭∞: Transcurso de tiempo.
(_._._._): Nombre.
(-.-.-.-.-): Apellido
(...-...): Apodo
Subrayado: POV de "X" personaje.
1ra Conexión: "Recuerdos de un Pasado Distante"
— No lo puedo creer…
—Ni yo…
—Es en serio. Lo vi con mis propios ojos.
—Yo también. Se veía con tanto odio.
—No creo que haya tenido el coraje para enfrentar a un titán.
—Pero sí lo hizo.
—No lo vi, pero sólo mírala. Tiene sangre de titán en toda la ropa.
—Eso no significa nada.
—Yo pienso que está loca.
—No creo que dure sola tanto tiempo.
—Mató a un titán a esa edad. Quién sabe de lo que sea capaz.
—Tienes razón…
—Apuesto a que entrará a la Legión.
—Tenlo por seguro.
—Sí. Se ve que es una suicida.
—No sé quién me da más pena, ella o el titán.
—A mi él titán.
—Nah, a mi ella.
—Sí, pobre. Ella da más pena.
—Es cierto. Sólo mírala…
—Es una suicida.
—Más bien homicida.
—Mira que enfrentarse a un titán siendo una niña aún…
"Ya basta, cállense"
Los murmullos abordaban mis oídos, al igual que mis sollozos ahogados en mis rodillas, abrazadas con mis manos con los dedos entrelazados.
Sentada en aquel barco del túnel conectado al muro María, sólo podía llorar. Y a pesar de que el humo de la sangre del titán me quemaba la cara, no la apartaba de mis rodillas.
—Rit…Rit…su…Ritsu…— cada vez lloraba más fuerte, mientras los susurros se hacían cada vez más fuertes y cercanos, sin ninguna indiscreción.
—¡Oí! ¡Mocosa!— oí de lejos. Levanté la cara. La escuché gritarme de nuevo—. ¡Mocosa!
Desperté.
Abrí los ojos de golpe. Intenté incorporarme. Me dolía la cabeza. Estaba segura de que era por lo mismo de siempre.
Pesadillas.
—Ya era hora… mocosa inútil…
—Hei…chou…—susurré, frotándome los ojos. Él levantó las cejas en un acto de sorpresa. Fruncí el ceño—. Quiero decir… Levi… ¿Qué hace aquí? —pregunté molesta, con aire soñoliento.
— ¿No es obvio? Vine a despertarte, idiota.
—¿Y eso?
—Erwin me lo "ordenó" — dijo haciendo comillas en el aire. Se dirigió hacia mi alta ventana-puerta que daba al balcón.
Se veía tan enanín~
—¿Qué… haces?— balbuceé. Tomó las cortinas de muselina negra y las abrió de par en par, haciendo que mi habitación se inundara de los mañaneros rayos solares.
—Esto está muy sucio. ¿Hace cuánto no limpias?— preguntó, con aparente interés.
—Ni idea, pero eso es algo que a usted no le debe interesar— respondí, frívola.
—No me interesa, sólo fue una pregunta.
—Como sea— suspiré—. Más importante, ¿hace cuánto está aquí?
—Diez minutos, más o menos.
—¿Y por qué no me levantó antes en vez de sólo quedarse mirando?
—No soy tu maldito despertador, mocosa engreída— soltó, escupiendo las palabras.
—¿No dijo que Erwin le ordenó que me despertara?
—Acaté la orden. Nunca dijo en qué momento.
—Idiota…— fue lo único que se me ocurrió responder.
—No digas cosas innecesarias, mocosa estúpida.
—Usted tampoco lo haga, hei…Levi— tartamudeé. Me levanté de un salto, quitando mis cobijas para tender mi cama. Me volteé. El lugar se inundó de un silencio incómodo.
—Sólo acéptalo, (...-...)— tomó mi quijada con su mano, haciendo girarme hacia él, quién en un anterior momento se encontraba tras de mí. Ahora estábamos frente a frente. Aún seguía siendo mucho más alta que él, y eso me hacía carcajear internamente. Pero no pude disfrutar mi burla al recordar lo que había dicho. Fruncí el ceño. Levantó una ceja en señal de burla.
—Ni sueñe que le llamaré así, Levi— le dediqué mi típica mirada de odio de "cierra el maldito hocico, Ackerman". Soltó mi mandíbula.
—Como sea, bajemos a desayunar. Apuesto a que seremos los últimos en desayunar. Aunque quizás la loca esa esté esperándonos— se dirigió a la puerta—. Cámbiate. Te esperaré en el pasillo. Así que apúrate, ¿quieres?
—Bien, bien. Pero que quede claro que lo haré porqué quiero, no porque me lo diga, ¿de acuerdo?— le aclaré.
—Piensa lo que quieras, (_._._._). Sólo apúrate— abrió la puerta—. Ah, y límpiate esas malditas lágrimas antes de bajar, ¿si? — me reprochó. Me limpié en seguida. Que él me lo dijera fue muy vergonzoso.
Salió.
Esperé a escuchar sus pisadas, pero sólo se escuchó un crujido, lo que me hizo suponer que se había sentado en la silla vieja que estaba al lado de mi puerta.
Me estiré, levantando los brazos y cerrando los ojos. Al momento de abrirlos, sentí una punzada en la cabeza. ¿La razón? Esas malditas pesadillas.
Sobé mis sienes unos momentos y me quité la playera de manga larga color gris que traía puesta. Seguía cubierta de la cintura para abajo, con unos holgados pantalones, también grises.
Semidesnuda, me volví a recostar en mi cama. Me puse la almohada en la cara y suspiré. Pensé en que no había tenido esas pesadillas desde hace 5 años atrás. Pero luego pensé en Levi pateándome por no apresurarme. Y si entraba… me vería… des… Demonios.
Me levanté de un salto y terminé de tender mi cama lo más rápido que pude. Me puse el sostén* y encima mi camisa -que era de Levi, pero me la dio porque era muy grande para él- y la abotoné. Me puse el uniforme a excepción de la chaqueta corta, pero la puse en mi hombro, sosteniéndola con mi mano. Estaba a punto de tomar la perilla, pero regresé a mi buró y saqué una caja pequeña de terciopelo violeta y la abrí. Saqué un collar con forma de las alas de la libertad y una hebra de hilo carmesí. Me puse el collar y até el hilo –de 30 cm de largo- a mi muñeca, debajo del puño de la camisa.
—Mocosa, ¿ya acabaste? — lo oí decir tras la puerta.
—Si, ya voy— dije mientras abría la puerta, salía y comenzaba a cerrarla con llave.
—Ya era hora. No sé por qué te cuesta tanto levantarte últimamente. Sueles levantarte muy temprano todos los días para dar tus "clases"— me comentó mientras comenzábamos a bajar las escaleras, ya que mi habitación quedaba en el 4to piso.
—Yo tampoco lo sé. Además mis "clases" empiezan hasta que el grupo de reclutas 103 entre. Las clases de segundo turno hasta que entre el grupo 104. Estoy libre por unos días más— nos dirigimos hacia el comedor principal—. ¿Sabe, Levi? Usted también debería tomar mis clases. Estaría bien, no cree?
—No pienso tomar clases si una mocosa será mi sensei*— Levi abrió la puerta y entró primero. Que poco caballeroso.
—Que sensible es, Ackerman-kun*— dije para molestarlo. Levi se volteó furioso. Estaba a punto de gritarme, lo sé.
—Callat…
—(...-...)-chan!— lo interrumpió Hanji—, te estábamos esperando— dijo señalando a Erwin del otro lado de la mesa.
—¿No h-han d-desayunado? — tartamudeé mientras Levi tomaba asiento frente a Hanji y yo a su lado.
—Nope, te dije que te estábamos esperando— sonrió nerviosa. ¿Qué se traerá entre manos?
—Cuatro-ojos, esto no es el almuerzo que yo preparé— Levi entrecerró sus ya afilados ojos.
Vaya, ahora sé por qué "me estaban esperando".
—Sólo trágatelo, ¿sí, enano?— le respondió Hanji, aún nerviosa.
—Escucha, maldita cuat…
—Levi— le llamó la atención Erwin. Levi se calló, con un gesto fruncido.
—Itadakimasu*—mascullé. Tomé un pan y le di una mordida. Hanji y Erwin hicieron lo mismo, mientras Levi sólo se dedicaba a dar vueltas con la cuchara al líquido que se encontraba en una taza de porcelana amarillenta.
Pasaron varios minutos en un silencio
—Por cierto,(_._._._), ¿Quién es Ritsu?— me preguntó Levi.
No sólo yo, sino Hanji y Erwin se atragantaron al escuchar aquella irreverente –al menos para mí- pregunta. Me quedé casi en "shock", si se puede decir así.
—¡Levi!— le gritó Hanji, mientras yo colocaba mi palma derecha sobre mi frente.
—Levi, no hagas esa clase de preg…
—Descuida, Erwin. No tiene nada de malo, ¿o sí? — interrumpi.
—Bueno, n-no, pero… debe ser…
—Tranquilo, Erwin. Agradezco que te preocupes, ya no soy una niña— dirigí mi vista al plato vacío que descansaba frente a mí sobre la mesa—. Además, creo que ya es hora de superarlo, ¿no?
—En lo personal, pienso, aunque aún no logres supéralo, que eres la persona más fuerte que conozco— me dijo Hanji.
—A-arigato*…— esbocé una media sonrisa torcida.
—(_._._._), si dices que lo quieres superar, entonces dime…¿Quién es ese tal Ritsu? ¿Acaso fue un romance del cuál nunca supe? ¿O un antiguo amante? — dijo Levi con tono sensual, suficiente para hacerme escupir el jugo de naranja que recién me había servido.
Él era un entrometido. De eso no había duda.
—¡Levi Ackerman! — le gritó de nuevo Hanji, golpeando la mesa mientras se levantaba de su silla, encarando a Levi.
—Hanji…—musité temblorosamente mientras tomaba de la manga a mi amiga-casi-madre. Ésta se sentó de nuevo, obviamente molesta. Miré a Levi con frialdad—. Dígame, Levi… ¿Dónde escuchó ese nombre, en primer lugar?
—Ya van varios días que, mientras duermes, gimes ese nombre. Lo que me hizo creer que estabas soñando algo pervertido— confesó Levi, sorbiendo de su taza—. Quizás era el recuerdo de alguna "aventura" que tuviste hace algún tiempo, (_._._._). Aunque me sorprende qué, aunque lleve casi diez años en la legión sea una de las primeras veces que escuche ese nombre. Hace varios años lo escuché, en las mismas circunstancias de ti durmiendo y gimiendo ese nombre— me insinuó con picardía. Me sonrojé, molesta y ofendida por tal comentario. Pero mi gesto se transformó en una sonrisa maliciosa.
—(_._._._)…— susurró Erwin, con cierta preocupación.
—Descuida, Erwin. No te preocupes— le dije. Me giré a Levi mientras le sonreía más sinceramente— Entonces… cree que Ritsu fue… mi amante?
—(_._._._)…—dijo Hanji, casí tratando de consolarme.
—Sí, quizás eso sea lo que creo. Así que por qué mejor no me cuentas sobre él, (_._._._)?—me miró.
—¿Le han dicho que es un entrometido? No necesita saberlo. No se meta en lo que no le importa, ¿sí?— le dije molesta. En el fondo, quería molerlo a golpes por su irreverencia—. En todo caso, averígüelo usted sólo. No tengo el por qué contarle mi vida, ni mis "aventuras", como les dice, Levi.
—¿Entonces es cierto?— dijo él, quizás sólo para fastidiarme.
—Nunca dije que lo fuera. De todas formas, no sería de su incumbencia la identidad de esa persona. Y ahora si me disculpan— me levanté—, ya terminé. Gracias por la comida.
—Tsk… Después de todo el tiempo que nos hiciste esperar, para que comas 10 minutos y te largues— me reprochó Levi, dando un sorbo a su té negro de su taza de porcelana. Lo ignoré el comentario y me giré a mis amigos-casi-padres.
—Erwin, Hanji, ¿me puedo retirar?— pregunté, siguiendo ignorando el gesto amargado de Levi. No sé qué tenía ese enano contra mí, pero lo que era seguro, es que quería hacerme la vida imposible.
—S…sí—mascullaron ellos a la par.
—Gracias— tomé mi plato y me retiré de la mesa— Ah, y… no le vayan a decir algo acerca de eso, por favor— dije antes de salir del comedor.
Me dirigí a la cocina y puse mi plato y vaso en la tina de trastes sucios. Golpeé la mesa.
—¡Maldito bastardo! ¡Lo detesto tanto! ¿Cómo se atreve a decir esas cosas?— grité enojada.
—¿Ahora qué pasa, (...-...)-chan?— me dejo una voz. Me volteé.
—Ah, hola, Maddie-chan— saludé a mi altísima amiga—. Es sólo que Levi es un estúpido entrometido. Me preguntó por Ritsu y supone que es mi "amante" — refunfuñé.
—¿Heichou dijo eso? Wow… debió ser incómodo— me dijo Madeleine, la gemela de Madison, quitándose la chaqueta corta del uniforme y poniéndose un delantal a la par con Madison.
La especialidad de las gemelas Heffley era la cocina. No por nada eran las mejores cocineras de la Legión de Reconocimiento, e igualmente, líderes del cuerpo de provisiones de la misma. Claro que, también por ser altas, Hanji las apodó "las mini-titanes Heffley".
—Ni lo imaginan. No puedo creer que hayan dicho eso— dije. Me froté el estómago—. Y ni siquiera pude comer bien— suspiré. Ambas se miraron entre ellas y asintieron con una sonrisa.
—¿Qué te parece si…—comenzó Madison.
—…nos cuentas mejor…—le siguió Madeleine.
—…mientras nos acompañas a desayunar?— terminaron ambas, sonriéndome. Las dos se amarraron su cabello azabache en, Maddie en una cola de caballo larga, y Maddie-chan en una coleta de lado, corta.
Sonreí, arqueando las cejas.
—Muy bien, chefs Heffley. ¿Qué nos tienen en el especial de hoy?
Me respondieron con una sonrisa.
~.~.~.~
POV Narrador
—No puedo creer que le hayas dicho eso, Levi— le regañó Hanji—. Es más, ni siquiera se lo hubieras mencionado.
—Sólo pregunté quién era— se defendió él—. Además, lo que dije no era para que se pusiera así.
—No lo entiendes, la ofendiste— contraatacó Erwin.
—Vamos, ¿acaso ese tal Ritsu es tan importante para ella? A mí me mencionan a Farlan e Isabel todo el tiempo y no reacciono de esa forma— masculló Levi tranquilamente, sorbiendo de nuevo a su té.
—Le prometimos que no te diríamos— dijo Hanji, sentándose más cómodamente en su silla.
—Tsk…—hizo Levi.
—Sólo hay algo que podemos decirte. Y es que, la razón por la que (...-...)-chan está aquí en la Legión es por Ritsu-san. Y de no ser por él, ella no sería tan fuerte— explicó Hanji.
—¿Quieres decir que era como yo? ¿Y que por defenderlo fue obligada a entrar?— preguntó Levi, sin rastro de curiosidad—. Cuando yo entré aquí, ella ya estaba en las tropas. Era una idiota de doce mocosos años, y según tengo entendido, ella llevaba ya 3 años en la Legión. Así que… ¿qué clase de cosas podía hacer una maldita mocosa de nueve años para que entrara a las tropas?
—Ella entró por su cuenta. No fue los mismo que te pasó a ti— respondió Erwin.
—¿Entonces?
—No diremos más—dijo Hanji.
—Como sea. No me interesa de todas formas— refunfuñó Levi.
—Eso dices…— se burló Hanji. Levi le dedicó una mirada de odio—. Bueeeno, señores, me debo retirar— dijo en tono divertido y se levantó de la mesa—. Doce treinta horas y me debo ir a trabajar.
—Hoy es día libre, demente— escupió Levi.
—¿Y qué? Los titanes nunca descansan, ¿por qué yo debería? — contestó ella, sonriendo y guiñando un ojo.
—Erwin-san, le tengo un mensaje— un cadete entró al comedor.
—¿Qué pasa?— Erwin se levantó.
—Debemos hablar. ¿Podemos ir a su oficina?— dijo el cadete. Levi y Hanji se miraron.
—Claro, voy ahí en un instante— dijo Erwin. El cadete se retiró una vez hecho su saludo—. Levi, Hanji, discúlpenme. Los espero en mi oficina a ambos a las cinco treinta— Ambos asintieron—. Bien— dijo antes de irse, cerrando la puerta tras de sí.
∞٭∞
POV Reader
—Y… eso pasó— concluí, luego de dar un sorbo a mi té de naranja. Como si nada, había pasado el día con Maddie y Maddie-chan, claro que no sólo hablando de Levi, sino de algunas vivencias durante la formación militar. Se me había olvidado el tema de Levi y lo recordé mucho después.
Luego de comer, pasamos a la biblioteca de las tropas. Ahora estábamos en mi habitación, junto con una tetera de porcelana -a juego con la taza amarillenta de Levi- llena de té de naranja.
Eran ya cuarto para las siete y estaba por oscurecer. Lo sabía porque, con mi puerta al balcón abierta se distinguía el ocaso.
—Vaya… en serio que no imaginaba que Heichou tuviera una mente tan pervertida— Maddie rió.
—Lo sé. Ya no lo soporto— dije.
—Oye, creí que él ya sabía sobre Ritsu— noté un cierto brillo de confusión en los ojos avellana de Maddie-chan.
—No… creo que es el único de aquí de mi gente cercana que no lo sabe. Pero con eso, ni loca le contaré. Seguro que me diría que fui y que soy una tonta y esa clase de cosas— suspiré. De alguna manera, sabía que era lo más probable que él me diría al saber sobre aquel pasado distante que me ataba a deseos, sueños y recuerdos impertinentes e imposibles.
—Probablemente. Pero Heichou es así. Sólo debes…
Tocaron a la puerta.
—¡Maddie-chan! ¡Maddie-san! ¿Están con (...-...)-san? — La voz ronca de mi amiga Mariel y la voz suave de mi amigo Tatsumi sonaron al unísono tras la puerta.
—Sí, sí. Ya vamos…— dijeron Maddie y Maddie-chan, levantándose de mi cama, poniéndose sus botas. Maddie se volteó a mí—. Lo sentimos, (...-...)-chan. Prometimos enseñarles nuestras nuevas recetas a las siete—. Maddie-chan miró el reloj que había sobre la puerta—. Y son cinco para la hora acordada. Así que debemos ir.
—Descuiden. Sé que son estupendas si de cocinar se trata. Así que enséñenles lo más que puedan, senseis— dije sonriente.
—Eso haremos, sensei— me respondieron a la par. Abrieron la puerta y vi a mis dos amigos frente la puerta.
Ahí se veía la diferencia entre el 1.62 y 1.75 de Tatsumi y Mariel, respectivamente, del 1.92 de Madison y Madeleine.
—Vamos, chicas. Lo prometieron— reclamó Mariel.
—Sí— apoyó Tatsumi —. Por cierto, (...-...)-san, hola.
—Jeje, Hola, (...-...). Lo siento, pero te tendremos que robar a éstas dos mini-titanes— respondió Mariel de forma divertida.
—Hola, chicos. No se preocupen, ya las tuve toda la tarde— dije en plan de broma, haciendo una sonrisa torcida pero sincera.
—Bueno, (...-...)-chan, nos vemos luego!— se despidió Maddie.
—¡Adiós!— dijo Maddie-chan con un gesto de mano.
—Nos vemos— dije respondiéndole el gesto y con una sonrisa. Cerraron la puerta.
Suspiré.
Bebí lo que quedaba de té en mi taza y me levanté.
Salí al balcón y me senté sobre la banca blanca y polvosa que tenía ahí afuera. Miré mi reloj que estaba sobre la puerta.
Siete en punto.
Miré al cielo.
Las nubes estaban entre violetas y rojizas. La luna ya era visible. A su alrededor, unas pequeñas estrellas se hacían visibles.
Cerré los ojos.
Las imágenes de mis pesadillas se venían a mi mente.
Tragedia.
Dolor.
Furia.
Muerte.
La gente en aquella barca mirándome, como si de un monstruo se tratara…
Susurrando cosas acerca de mí y de mi mente homicida, como según escuchaba que decían…
La sangre en mis manos…
Los restos de concreto que quedaban en mi ropa…
Las espadas rotas a mis lados…
El equipo de maniobras que había usado…
La furia que me había inundado…
…Y Ritsu…
Recordar su última sonrisa me dolía. En lo más profundo.
Deseaba a toda costa protegerlo…
Pero fallé en el intento…
Los detestaba…
Esos titanes, al igual que esa gente que no sabían qué es lo que había pasado, no deberían existir…
Sólo provocaban más y más dolor.
Lo peor…
Me sumergí en mis pensamientos por un rato, como suelo hacer. Perdí la noción del tiempo. E incluso me había olvidado de lo ocurrido ésta mañana.
Aquellos recuerdos me estaban, matando por dentro y eso era lo que más odiaba.
Golpearon a la puerta, sacándome de mis pensamientos. La golpearon de nuevo, pero más suavemente.
—Adelante— dije desde el balcón. Me levanté y me recargué en la barda envuelta con rosales con los brazos cruzados, mirando hacia el exterior. Fijé mi vista en las estrellas.
Ya era de noche. Fácilmente habían transcurrido unos treinta o cuarenta minutos.
Me tocaron el hombro y me giré.
—Ah, eres tú, Hanji— suspiré y regresé mi vista al cielo nocturno.
—Sí, ¿a quién más esperabas? ¿Al enano?
—Tal vez…— dije son pensar—. Esperaba que viniera a disculparse.
—Ay, (_._._._), sabes cómo es Levi. No le prestes atención.
—Es que ¡agggg!— golpeé la barda—. No puedo aún aceptar lo que dijo.
—Sabes que el enano es un idiota. Ignóralo, sino te seguirá molestando. Y sabes que es lo que más disfruta hacer.
—Lo sé, pero intento controlarme, pero siempre logra sacarme de quicio— refunfuñé—. Lo odio.
—Yo no creo eso…— me dijo Hanji sonriendo a la mar de malicia. Me sonrojé, mirándola sorprendida. Ella rió.
—¡¿Qué di-dices?! Yo no lo quiero. En absoluto. Lo detesto tanto que espero que se lo trague un titán— dije nerviosa. Volteé la vista a mi habitación, recargándome de espaldas en la barda y jugueteándo con mis dedos. Llevé mis manos a mi cara.
—Eso dices, (_._._._). Pero sé muy bien que te gusta— me restregó.
—¡Cállate! Levi no me gusta… Yo… lo odio… Jamás me podría gustar ese estúpido…— dije, escondiendo mi sonrojo de ella.
—Vamos, (...-...)-chan. No te mientas a ti misma. Sé que te llamó la atención desde que lo conociste. Y que comenzó a gustarte desde esa vez.
—¡Claro que no! Sólo… cállate…— susurré, aun cubriendo mis mejillas, mientras miraba al cielo nuevamente. Ella puso su mano en mi hombro en señal de "puedes confiar en mí". Me destapé la cara—. Co-como sea… ¿necesitabas algo, Hanji?— dije mientras se me bajaba el sonrojo.
—Pues la verdad es que sí— me respondió más seria. Se recargó de brazos cruzados al barandal, y mirando el cielo estrellado junto conmigo.
—¿Sucedió algo?
—Podría decirse…
—¿Qué es?
—Es posible que no te guste mucho escuchar esto— eso me tensó. Su voz sonaba algo decepcionada.
—Sólo dime, Hanji— dije sin más. Me estaba preocupando.
—Ésta tarde, Levi y yo fuimos llamados a la oficina de Erwin— suspiró.
—¿Y?
—En unas semanas… sin ti… Nosotros… pues…— parecía y nerviosa por lo que iba a decir. Se rascó la nuca como si dudase de hablar. Volvió a su posición.
—¿Hanji…?— dije casi inaudiblemente.
Me miró. Sus ojos tras sus gafas tenían una preocupación serena pero sincera. Se ajustó los lentes haciéndose lucir más seria. Eso me asustó más.
—Saldremos de expedición.
Bueno, siento que hice transcurrir el capítulo de una forma rápida-lenta-rápida-lenta y eso me pareció desesperante. No sé qué piensen ustedes.
Este es mi primer fic de SnK, como dije. Y que espero que sigan hasta el final de esta historia. Puede que no haya partes donde exista una interacción "Levi/Reader", pero juro que habrá partes de ambos. En capítulos futuros, explicaré la extraña historia de estos dos, de cómo se conocieron y su rara manera de relacionarse.
Sobre la pesadilla de "Reader"… ¿qué piensan qué sea? ¿Es muy predecible? ¿Aburrido? Díganme! Por favor TuT.
Ah, y ¿qué les gustaría que le metiera al fic? Acepto sugerencias, críticas, correcciones, etc, de TODO. Denme su opinión.
A propósito, sobre la actualización… yo voy a la escuela por la tarde, por lo que no me deja mucho tiempo para escribir. Así que primero esperaré a algún interesado en el fic y claro, a terminar el 2do capítulo XD Aprox. 1 o 2 semanas. Perdón si es mucho tiempo, pero como los hago mientras estoy en la escuela, en un cuaderno, me tardo demasiado en transcribir a la pc.
Como sea XD Espero que les haya gustado n.n Y claro, que lean los siguientes capítulos.
Dejen review, plox TuT
Por cierto, los "*" y las explicaciones las dejo abajo ;)
Bueeeeno, Arigato! Matta ne! :D
Atsushi Arlert Kinugawa fuera! Pazz! lml B/
Marzo 15, 2015. 3:30 pm
Asteriscos:
Sensei*, Itadakimasu*: Me gusta poner palabras como éstas en japonés n.n Me gustan más así XD
Ackerman-kun*: Pues, según tengo entendido, Levi detesta su apellido, y luego con el "-kun" menos XD.
Sostén*: Reader loquisha ( ͡° ͜ʖ ͡°) duerme sin sostén 7u7(? XD
Arigato*: Sólo cuando sea muy tímido o formal el agradecimiento lo pondré así.
Inspiración: (?
-Madeleine y Madison Heffley: Parte en Liv y Maddie de Disney Channel XD Pero por otra parte en Riko y Ako de KissxSis. (Madison-Ako-Maddie y Madeleine-Riko-Liv.) El apellido de Greg Heffley, personaje principal de los libros de Jeff Kinney.
-Tatsumi Enshu: Aladdín de Magi y Tatsumi de Orenchi No Furo Jirou(? Apellido de Ritsu Enshu de R-15
-Mariel Marsh: Ran Musen de R-15. Apellido de Stanley Marsh de South Park XD
-Ritsu: De Ritsu Onodera de Sekaiichi Hatsukoi y de Ristu Enshu de R-15.
Aclaraciones:
Madison y Madeleine son hermanas gemelas. Pero como se apodan igual hay que distinguirlas por:
-Madison: Maddie-chan
-Madeleine: Maddie o Maddie-san.
Más tarde explicaré el porqué.
Creo que eso es todo XD
Bueno, ahora sí, Shao!(? :D n.n
lml
