Bueno mis niñas (os), aqui les traigo un nuevo fics, esta vez es una idea original mia de mi propiedad asi ke espero ke lo disfruten...

Esto es un universo alterno y tendra de todas las parejas, pero obviamente mas concentrada en mi favorita ke es Kenshin y Kaoru n.n ...Pero para las que deseen otro tipo de parejas le tenemos Sano/Meg y Misao/Aoshi XDDD

Bueno les tengo otro capitulo de Casi Perfecto, pero como soy malita les hare sufrir un pokito antes de subirselos jajajajaja

Pero a cambio les dejo esta historia que recien estoy empezando a escribir, aunke ya la tengo mas ke armada en mi cabeza jojojo

Ke mas les puedo decir... Solo ke Rurouni kenshin no me pertenece snif... aunke kiero a un kenshin pa miiiiii T.T

aqui les dejo el prologo y nos vemos abajito...

datos varios:

negrita: mis comentarios (aunke no creo ke haga muchos XD)

cursiva: dialogos.

--------------------&&&&&&&&&&-------- cambios de escena o de personajes XDDD

sin mas que decir los dejo con el prologo -...


El misterio del Caballero del fénix.

Prologo.

En un reino muy lejano, una hermosa mujer de profundos ojos azules se encontraba dando a luz a su tercer hijo, el padre estaba en una habitación contigua junto a sus dos pequeñas hijas, Megumi y Misao, de 3 y 2 años respectivamente, estaba muy nervioso ya que el parto de su esposa Tokio era muy complicado y temía por la salud de ella y de su hijo.

La lluvia arreciaba contra las ventanas del castillo donde esta pequeña familia se encontraba esperando. Los truenos y relámpagos hacían temblar las ventanas de tan antiguo hogar, presagiando un terrible desastre.

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En un gran lago, cercano al castillo, una hermosa hada de la naturaleza, miraba las altas torres del castillo entristecida, sabia lo que ahí iba a pasar y el dolor de perder a tan amada hermana le provocaba mucho dolor. Pero la naturaleza ha pedido que sea devuelta a la tierra y así debe ser.

Lentamente el hada se dirigió al castillo del gran rey Hajime Saito, para recibir en sus brazos a quien seria su ultima y mas cercana sobrina., quien heredaría todos los poderes de su madre y por ende, debía ser entrenada en las artes de la magia.

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En el castillo, gritos de dolor rompen el silencio junto con los truenos que se oyen afuera asustando a las pequeñas Megumi y Misao, querían ir donde su madre pero aun no se les estaba permitido ir con ella, ya que traía al mundo a su pequeño hermanito.

En un minuto se termino de escuchar los gritos desgarradores de la mujer de largo cabello azabache, y se oyo, por el castillo, segundos despues el llanto de el pequeño ser que nació entre truenos y dolor y sin saber marcando el destino de todo aquel reino y el de su familia.

Una de las matronas que ayudaron al parto de la señora del lugar, salió presurosa en dirección al salón donde la esperaba el rey y sus pequeñas hijas.

- Mi señor, debo felicitarlo, acaba de tener una hermosa niña.-dijo la mujer algo preocupada por la respuesta del rey, ya que se esperaba que el recién nacido fuera un varón, el heredero al trono de su reino.

- Una niña.- dijo sorprendido el monarca de ojos dorados.- ¿Cómo esta mi mujer?.-pregunto luego de algunos segundos.

- Siento decirle señor, que la reina Tokio esta muy mal, perdió demasiada sangre en el parto y con las complicaciones de este no sabemos si resistirá.- dijo angustiada la mujer al ver el rostro del rey

- Quiero verla, necesito estar con mi mujer.- dijo el rey demasiado triste viendo luego a sus hijas llorar por presentir que su madre se iría pronto.

- Si mi señor, por favor pase.- dijo la anciana mujer quedándose con las niñas unos momentos.

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A las afueras del castillo, la hermosa hada que protegía el lago, se encontraba mirando las imponentes murallas de este, sabiendo que quedaba poco tiempo para ver por ultima vez a su hermana y proteger a la pequeña que acababa de nacer.

Entro en el castillo sin que nadie se diera cuenta de su presencia, dirigiéndose a las habitaciones reales, donde encontraría a su hermana y a su sobrina, heredera del gran poder de la naturaleza.

Encontró al rey llorando al lado de la cama de su esposa, al ver el rostro afligido de tan frió hombre, el cual jamas mostraba sus sentimietnos frnte a nada ni nadie, pero que en ese momento lloraba amargas lagrimas al ver morir a su mas grande amor, a la que practicamente era su luz, solo pudo sonreír y darle algo de descanso a todos aquellos que se encontraban en la habitación, para así poder hablar con su hermana que ya partía hacia otro mundo.

Levemente movió su varita dejando que un has de luz cubriera por completo al castillo haciendo que todos los que habitaban allí durmieran. Al ver esto cumplido se acercó a la cama de su moribunda hermana despertándola levemente.

- Mi querida y amada Tokio, es hora de partir.- dijo el hada de ojos negros como la noche.

- Lo se querida hermana, ya mis fuerzas se acaban, pero no deseo dejar abandonada a mi pequeña hija, a mi Kaoru.- dijo la mujer de ojos azules.

- No te preocupes, que yo la cuidare y protegeré, mal que mal es también parte nuestra.- dijo sonriendo tristemente la hada.

- Lo se Tomoe, solo desearía poder ver crecer a mis hijas, pero se que a todas les espera un destino muy bello.

- Así es querida Tokio, y yo velare por su seguridad.

- Lo sé hermana, es hora de partir, mi hija ya tiene todos mis poderes y me quedan solo algunos minutos de vida, desearía despedirme de mi querido Hajime.- dijo Tokio sonriendo tristemente.

- Por supuesto, iré con mis sobrinas, a tratar que su dolor sea menor y que se vayan con un hermoso recuerdo sin culpar a la pequeña Kaoru.- después de decir ello la hermosa hada de ojos y cabello tan negro como la noche, se convirtió en un hermoso gato blanco y salió de la habitación, quitando el hechizo que cubría a todo el castillo.

- Mi amado esposo.- dijo débilmente Tokio.

- Tokio, por favor no me dejes, debes estar conmigo, que haré sin ti.- decía angustiado el rey

- Serás un excelente padre mi amor, y reinaras este basto territorio con amor y paciencia. Solo prométeme que cuidaras a nuestra pequeña Kaoru, sabes que ella heredó mi condición, entrénala en las artes de ka defensa. Nuestras dos pequeñas son valientes pero su destino esta en otro lugar, y la pequeña Kaoru Será una gran guerrera.- dijo sonriendo Tokio al ver el futuro que le deparaba a sus hijas.

- Te prometo que cuidare a nuestras hijas y las amare por sobre todo.

- Muchas gracias, mi amado rey, fui muy feliz a tu lado, y mi corazón y alma siempre serán tuyos, ahora dame un ultimo beso para poder dirigirme a descansar y a formar parte de la naturaleza.- dijo la hermosa mujer.

Lentamente el rey se fue agachando para poder besar a su mujer, suavemente rozó sus labios bebiendo el ultimo suspiro de una de las reinas más hermosas existentes hasta ese minuto, una de las princesas de los bosques, su querida Tokio. Al levantar el rostro, vio como ella descansaba placidamente ya sin preocupaciones, volviendo su alma a formar parte de esa naturaleza que ella estaba destinada a cuidar y proteger pero por amor a un humano, abandono esa tarea y se convirtió en humana.

El rey lentamente se alejó de su esposa, luego de cubrir su bello rostro con la suave seda de las sabanas y se dirigió a la pequeña cuna donde descansaba su hija menor, el ultimo regalo que le dejó su amada mujer. Al tomar a la niña entre sus brazos, la pequeña bebe, abrió sus profundos ojos azules, tan atrayentes como el color del mar, que lo miraban sin temor alguno, como sabiendo lo que había ocurrido, tratando de consolar de alguna manera a su padre, que dejaba salir gruesas lagrimas de sus ojos dorados.

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Mientras con las niñas se encontraba el blanco gatito que consolaba a las pequeñas de sus interminables llantos, sabían que ya nunca más verían a su madre, porque se había ido, pero al tener a tan tierno gatito, solo se preocuparon por su pequeña hermanita que pronto su padre les presentaría.

La lluvia seguía cayendo en todo el reino, era como si los cielos siguieran lamentándose de la muerte de una de sus hijas, que al fin volvía a ser una con ella, un rey de fríos ojos, lloraba por la muerte de su esposa, mientras sostenía fuertemente a una pequeña niña de mirada azul, que con un sentido muy desarrollado trataba de consolar a su padre.

Como dicen, cuando alguien muere otro ser nace en este mundo para ocupar su lugar con una nueva misión...

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En un reino vecino, otro rey, llamado Hiko Himura, perdía a su esposa por culpa de una extraña fiebre, dejándolo solo con su pequeño hijo Kenshin de 5 años. El cual ya habia empezado a entrenar en el arte de la espada y se caracterizaba por su cabello rojo como el fuego y sus ojos dorados.

La muerte rondaba por todas partes, quitando el lazo de unión entre dos reinos que anteriormente eran hermanos gracias a la amistad de las dos reinas, pero ahora sin ellas, los reyes para cubrir su dolor se enfrascaron en una guerra sin razón aparente, por una mina de piedras preciosas que estaba en la mita del limite entre los dos reinos.

Hiko y Hajime, ambos dos reyes muy poderosos, decidieron declararse la guerra por esa riqueza que estaba incrustada entre las montañas, protegida por la naturaleza.

La guerra fue cruenta, separando a los padres de sus hijos, ya que los dos reyes estaban en constante batalla. El príncipe Kenshin creció junto con sus dos amigos de noble cuna, Aoshi Shinomori y Sanosuke Sagara, los cuales eran primos lejanos del príncipe. Los tres se adiestraron con los más grandes maestros del arte de la guerra, ya que sabían que ellos tarde o temprano iban a hacerse cargo de la eterna guerra entre los reinos anteriormente amigos.

En el reino de los Saito tres niñas crecían tranquilamente, la mayor Megumi tenia un extraño don para sanar, la que seguía Misao, era tan curiosa que podía descubrir algo en muy pocos minutos de habérselo pedido, y la menor la pequeña Kaoru, era la que entrenaba con las armas con el mejor guerrero que había en el reino cuando su padre no estaba.

Las tres princesas a pesar de la falta de su madre, se sentían queridas y protegidas por todo el reino. Su padre las protegía como el mas fiel perro guardián, especialmente a la pequeña Kaoru, que tenia por costumbre irse al bosque a vagabundear, en donde su tia la entrenaba en las artes de la magia. Pronto la pequeña Kaoru era prácticamente toda una guerrera, pero sin dejar de ser una hermosa y tierna chica, que con su largo cabello negro azabache y ojos azules hacia alegrar al reino.

El destino tiene muchas vueltas, es verdad, y esta historia recien comienza, la vida esta en constante cambio, y el tiempo pasa dejando su huella y rastro en las personas, cosas y animales, sin que muchas veces se tome en cuenta...

Esta historia les parecerá extraña, incluso yo que la estoy escribiendo, a veces me es muy difícil saber si es producto de mi imaginación o un simple recuerdo que se debate en mi mente por salir... Juzguen ustedes..

El amor, el odio y la venganza se entremezclan, pero ustedes sabrán que muchas veces las apariencias engañan y más de lo que nosotros creemos

Solo espero que ustedes se den cuenta de la verdad dentro de esta humilde historia que les presento...

Continuara...


Bueno que les puedo decir, espero simplemente que les guste, porque la idea em gusto, Espero sus comentarios, criticas, saludos, aportes, etc, etc, etc... asi que dejen REVIEWS!

Saludos pa la dani, para la verito y en fin pa todas (os) que leen mis historias...

besos a todos

matta ne... :P

En fin FELIZ DIA INTERNACIONAL DE LA MUJER A TODAS LAS CHICAS DE AKIP! nn

miembro de las 3DVG xddddd