UN BUEN COMIENZO
Quinn Fabray, joven, alegre, hermosa, inteligente y sobre todo creativa; pues obviamente resaltaban las últimas dos ya que era una reconocida joven cineasta a sus cortos 25 años. Todos podrían pensar que la joven rubia tenía todo lo que cualquiera desearía en la vida. Fama, dinero, reconocimiento, miles de pretendientes, un lujoso deportivo y para que decir su hogar. Si, Quinn se sentía plena y dichosa, aunque hace unos años atrás, exactamente 4 años atrás las cosas no habían ido tan bien como ella deseaba. ¿Qué quieren saber a qué me refiero? Pues hace exactamente 4 años ella se había reencontrado con el amor de su vida, su pequeña diva, su estrella, la persona que desde la escuela había amado en silencio. ¿Pues a quien me refiero? A nada más, ni nada menos que Rachel Berry. Quinn mientras tomaba el avión que la llevaría a Texas, reía al recordar a la chica, al recordar el momento en que confeso su amor, cuando la morena le respondió con un beso, los tiempos de cuando era una feliz pareja y Rachel aun no era reconocida en el mundo del espectáculo. Si, era una pareja feliz, vamos que eran como la pareja perfecta, pero como bien sabia Quinn nada era para siempre y después de 2 años en los que vivían en New York, 2 años de feliz vida de pareja, llego el día en que Rachel fue famosa, el día en que al salir a la calle estaban rodeadas de paparazis y la prensa, el día que su manager le dijo que para mantener su imagen debían de encontrarle una pareja falsa, ya que los medios no aceptarían su relación con Quinn, el día en que Rachel Berry decidió poner primero su fama antes que a su novia, el día en que Quinn decidió decir adiós a la vida de Berry y tratar de sobrellevar la ruptura, aunque esta le costó dos años. Pero ahí estaba, después de todo ese tiempo sufriendo, ahí estaba sentada mirando como el avión despegaba a su nuevo destino, donde esperaba tener un nuevo comienzo lejos de New York, lejos de los suburbios, lejos de Rachel Berry, si, especialmente lejos de Rachel Berry.
La rubia estaba sumida en sus pensamientos, hasta que observo a la joven a su lado que leía una revista en español, la joven era una pelirroja de piel clara, aunque no sabía de qué color eran sus ojos ya que la pelirroja llevaba lentes de sol, le parecía amigable así que Quinn se dijo a si misma porque no hablarle, después de todo compartirá 4 horas de viaje con esa chica a su lado y así lo hizo.
Disculpa, pero no pude dejar de ver que estás leyendo una revista en español – dijo la rubia con su mejor sonrisa ¿enserio Quinn, no pudiste decir algo mas convincente? pensó la joven mientras veía como la pelirroja suspirara algo frustrada.
Si algo molestaba a la famosa actriz y dueña de una de las más importantes empresas en Texas Teylor Matthew, era la gente fisgona, así que con un pesado suspiro cerro su revista, se sacó sus lentes y estaba preparando su más fiera mirada, pero al ver a la joven rubia con esa hermosa sonrisa, hizo que la joven de 27 años quedara con la boca abierta, hasta que decidió articular palabra.
Bueno cuando escriben algo de ti en España tienes que aprender el idioma –dice con una hermosa sonrisa mientras Quinn asentía Feliz.
Mucho gusto Quinn Fabray –dice la joven mientras estrechaba la mano con la pelirroja quien pensaba un poco y después miraba con asombro.
No puedes ser, eres la famosa cineasta Quinn Fabray –dice Teylor mientras Quinn reía y asentía –bueno como actriz, estoy completamente honrada con poder estrechar la mano de tan genial y hermosa persona –dice mientras Quinn se sonrojaba por el alago –un gusto soy Teylor Matthew –termina diciendo mientras Quinn abría los ojos, preciosos ojos verdes, preciosos e hipnotizantés, pensó Teylor.
Por eso te encontré un parecido –al fin pudo decir Quinn –de verdad el honor es para mí al poder estar con una gran mujer como tú –le dice mientras la pelirroja le daba un pequeño golpecito en el hombro.
Aduladora –dice la pelirroja mientras la rubia sonreía –y dime que te trae a mis hermosas tierras Texanas –pregunta a la otra.
Bueno en realidad vine a tomar un descanso –dice la rubia –además vengo a visitar a mi abuela que vive en San Antonio –sonríe al recordar a la anciana quien la apoyo tanto en esos años difíciles.
Genial, entonces si te quedaras un tiempo puedes ir a visitar mi casa –dice sin más la pelirroja. Quinn sabía que la chica era muy directa, sabía que tenía una larga lista de chicas tras de ella, sabía que la chica era gay y suponía que la pelirroja también sabía que ella lo era y también sabía que Teylor Matthew no tenía una casa, sino que la más grande hacienda de Texas en San Antonio.
Tal vez me daré una vuelta por allí - y si Quinn sabía que se podría estar metiendo a la boca del lobo, pero vamos quien es su sano juicio le podría decir que no a la estupenda Teylor Matthew.
Te cobrare la palabra rubia –le guiñe un ojo y Quinn se sonroja, pero dios que ojos más hermosos, grises con un gran destello en ellos. Maldición la rubia se estaba volviendo loca.
Pues espero que lo hagas –decide decir Quinn mientras Teylor levantaba una ceja con una sonrisa, era ella o esa espectacular rubia le estaba devolviendo el coqueteo, bueno Teylor ya había sufrido lo suficiente en el amor como para dejar pasar una oportunidad así y no dudo en acercarse peligrosamente a Quinn.
Créeme que así será –le susurra en el oído haciendo temblar a la rubia quien se quedaba mirando esos hermosos ojos, para luego ver esos apetecibles labios y cuando se iba a acercar, es interrumpida por la azafata.
Buenas tarde señoritas, desean algo de comer –dice la mujer quien había reconocido a ambas chicas.
Bueno creo que no vendría mal –dice Teylor – ¿Qué dices tú? –pregunta a Quinn quien también asiente.
Enseguida les traigo la comida –dice la mujer mientras se retira y a los pocos minutos vuelve con un carrito y les deja la comida.
Después de comer, ambas jóvenes pasaron las horas hablando entre anécdotas de trabajo y una que otra historia personal. Más de una persona las reconoció y les pidieron fotos y autógrafos y hasta un video para saludar a una niña que era fanática de las series en las que actuaba Teylor y las películas de Quinn.
Bien hola Anna. Tu tío me ha dicho a mí y a esta hermosa mujer que tengo a mi lado que estas de cumpleaños y que eres fan de nosotras –comienza diciendo Teylor mirando a Quinn para que continuara, mientras el hombre las grababa.
Entonces nosotras te queremos saludar en tu décimo quinto cumpleaños y esperamos que te guste este regalo –sonríe Quinn mientras de reojo veía como Teylor sonreía.
Así que esperamos que sea un gran día para ti y que sigas admirándonos –dice riendo mientras Quinn le golpeaba el hombro y negaba con la cabeza.
Y solo nos queda decirte –dice Quinn mientras miraba a Teylor para que la acompañara –FELIZ CUMPLEAÑOS –terminan diciendo mientras el hombre corta el video y les agradece.
Creo que eso fue divertido –decía la pelirroja entre risas.
Como le dices a la chica que siga admirándonos –reía la rubia mientras trataba de recobrar la compostura.
Oh vamos si no somos tan mal ejemplo –dice seria Teylor mirando a Quinn quien también esta seria, pero de pronto ambas explotan a carcajadas.
Señores pasajeros les avisamos que estamos por aterrizar –de pronto escuchan a la azafata mientras sentían como el avión descendía. Y una vez abajo los pasajeros comenzaron a bajar y ambas mujeres fueron por su equipaje.
Bien supongo que es el adiós –dice Teylor una vez que ella y Quinn tenían sus maletas.
No te desharás de mi tan fácil pelirroja, recuerda que me debes una invitación a tu casa –dice Quinn mientras Teylor reía.
Bien cuando quieras serás recibida en la hacienda Hunter –dice Teylor mientras Quinn reía, aunque siempre había querido saber porque la hacienda se llamaba Hunter si la pelirroja se llamaba Matthew, pero ya tendría tiempo de averiguarlo.
Bueno entonces me voy, que tengas un lindo día –se despide Quinn besando la mejilla de la pelirroja quien tiembla ante el contacto.
Adiós y saluda a tu abuela –bromea Teylor mientras Quinn reía y se alejaba –tal vez esto no sea tan malo después de todo –se dijo a si misma Teylor mientras salía también del aeropuerto.
Tres días pasaron desde la última vez que se vieron, tres días en los que Quinn había pasado uno de ellos instalándose en la casa de su abuela, el segundo recorriendo la cuidad y hablando con ella y el tercero buscando la hacienda de la pelirroja, y al fin al cuarto día ahí estaba afuera de la hacienda, donde se veía una largo camino hacia una mansión, y en los lados gran terreno verde lleno de árboles y plantas.
Quinn estaba un poco nerviosa, y tras dudar 5 veces en si tocar el timbre o no se decidió a hacerlo.
Buenos días, hacienda Hunter ¿Qué necesita? –escucho la voz de un hombre que supuso era mayor.
Eh- mmm. ¿Se encontraba la señorita Matthew? –pregunto un poco dudosa la rubia.
¿Quién la busca? –pregunto cortes el hombre.
Soy Quinn fabray –dice la rubia mientras veía como el portón se abría.
Pase, sigua el sendero hasta la casa –dice el hombre mientras Quinn subía a su auto y se dirigía a la casa.
Bienvenida Señorita Fabray –dice el hombre que Quinn supuso era el mayordomo.
Muchas gracias –dice la rubia mientras entraba a la mansión y quedo sorprendía por el hermoso decorativo y la gran escalera que estaba en la sala principal.
La Señorita Matthew se encuentra en las caballerizas, pero pronto regresara. ¿desea algo de beber o comer mientras espera? –decía el hombre y cuando Quinn iba a responder es sorprendida por la voz de Teylor.
James puedes creer que los chicos ensuciaron mi ropa con lodo –decía divertida la pelirroja mientras entraba con su blusa en la mano y solo en sujetador deportivo dejando sorprendida, maravillada y avergonzada a Quinn.
Ajam señorita tiene invitados –dice el hombre mientras la pelirroja levanta la mirada y ve a Quinn quien le sonreía ruborizada.
¡Oh! Hola Quinn –dice Teylor mientras dudaba de si abrazarla o no –disculpa mi fachada –termina diciendo mientras la abrazaba y besaba la mejilla haciendo que los pelos de Quinn se erizaran.
No te preocupes, no me molesta –dice la rubia mientras se relamía los labios haciendo que la pelirroja riera.
¡Miranda! –de pronto llama James mientras Quinn miraba a una joven vestida de mucama –lleva la blusa de la señorita a la lavandería y tráele una polera –dice el hombre mientras la joven miraba a Teylor quien le sonreía y entregaba la blusa haciendo que la joven se sonrojara – ¡RAPIDO MUJER! –exclamaba el hombre mientras rápidamente la mujer desaparecía.
James no tienes que tratas así a la muchacha –recriminada Teylor con los brazos sobre su pecho, mientras Quinn miraba divertida la escena.
Lo siento por el comportamiento y recibimiento inadecuado de mi ama señorita Fabray –decía el hombre mientras Quinn negaba con la cabeza y Teylor bufaba.
James, no me ignores, no te disculpes por mí y no me llames ama, te lo he dicho miles de veces –dice la pelirroja en forma de reproche mientras Quinn solo se sorprendía mas por el comportamiento infantil de la joven y no pudo dejar de pensar en lo adorable que se veía.
Primero la llamo ama porque eso es usted, mi ama –dice el hombre –segundo me disculpo por usted porque le hice una promesa a su difunto padre de que yo la cuidaría y educaría –continua y termina –y yo nunca la ignoro, porque sabe que usted es como una hija para mí –termina diciendo el hombre mientras Teylor se acercaba y lo abrazaba.
Sé que me adoras James –decía la joven mientras James trataba de alejarla.
Por favor señorita Teylor, no está presentable para este tipo de actos –decía el hombre mientras Teylor y Quinn reían.
Aquí está la polera –de pronto llega la joven mientras le entregaba la prenda a la pelirroja y se retiraba.
Bien entonces ahora que la señorita esta presentable las dejo solas –termina diciendo James mientras se marchaba y Teylor solo negaba.
Lo siento Quinn él es medio chapado a la antigua –decía Teylor mientras invitaba a la chica a salir a recorrer sus terrenos.
No te preocupes me parece un buen hombre, además se ve que te quiere y preocupa mucho por ti –dice Quinn mientras la pelirroja asentía.
Si es una larga historia, pero si deseas te la puedo contar mientras recorremos los terrenos a caballo –dice tomando de la mano a la rubia para que la siguiera.
Me encantaría poder cabalgar, de hecho me encantan los caballos –decía alegre Quinn quien tomaba con firmeza la mano de la otra joven.
Lo sé, recuerdo que me lo dijiste, por eso te lo propongo – termina diciendo Teylor mientras Quinn se sorprendía por el detalle de la chica.
Hay ocasiones en las que la vida te da un golpe tras otro y cuando piensas que nada bueno puede salir, la vida te sorprende y aparece un ángel para ayudarte a sanar el dolor. Eso es lo que pensaba Quinn que le estaba sucediendo, al fin había encontrado a alguien que le hiciera olvidar todo el dolor del pasado.
Tal vez este sea un buen comienzo después de todo –dice Quinn ya montada en una yegua blanca mientras la pelirroja le sonreía montada en un caballo negro y así ambas salían a encaminadas hacia su nuevo destino.
