Hermione cerró la puerta suavemente detrás de ella. No quería perturbar el silencio.

Tomo la mano que Ron le tendía, y juntos se dirigieron hacia el lago. Allí la brisa veraniega circulaba, sin perturbarse, indiferente a la mezcla de dolor y alegría que sentía cada uno.

El vacío dejado por Fred en Ron al ver su cuerpo inanimado tendido en el suelo, lívido, iluminado por la pálida luz de las antorchas, había sido terrible. Además, Tonks y Remus, que acababan de casarse, acababan de tener un hijo, y a lo cual todo indicaba que serian felices juntos y criarían a su niño sin perturbaciones, como una estable pareja feliz, habían muerto luchando valientemente contra los seguidores de Voldemort. Ron se sentía culpable por sentir retazos de felicidad en el pecho; sentía que aquello era un insulto a la memoria de aquellos que habían luchado por el bien de todos.

No aguanto más, y otras lágrimas rodaron por sus mejillas, discretas. Un gran peso le oprimía el pecho, y a pesar de su breve ligereza de hace unos minutos, en el despacho del director, se sentía vulnerable, solitario. Un desagradable temblor recorrió su cuerpo.

Como si adivinara lo que sentía Ron, Hermione apretó su mano en la suya, y su mirada se cruzo. Ron contemplo los ojos cafés de Hermione, que mostraban ternura y amor, y se sintió apoyado, acompañado. Al pensar aquello, una sonrisa curvo sus labios, y la abrazo.

Todo era silencio. Pero no era un silencio tenso, sino pacifico… no se necesitaban palabras. Todo lo que importaba es que se tenían, se tenían el uno al otro, siempre seria así. Con el suave cariño de Ron en su cabello, Hermione se sentía protegida, completa; y no había necesidad de expresar nada con impotentes expresiones y palabras. Todo estaba ahí, en la atmósfera, en su pecho, en el cual su corazón aumentaba su ritmo…

Luego se miraron nuevamente, y Ron se inclino, y la beso. En aquel tierno y suave contacto sintieron como si se acabaran de encontrar a si mismos, y comprendieron por que habían nacido: habían nacido para conocerse, para quererse, para amarse; y todo por lo cual habían luchado y todo lo que habían perdido valía la pena para sentir tan solo ese calido estremecimiento que los hacia sentir tan bien, como si todo fuera perfecto…

Aquellos eternos segundos en el cual sus labios se encontraron acabaron tan lenta y suavemente como habían empezado. Aun con los ojos cerrados, Ron apoyo levemente su frente en la de Hermione. Enlazo su cintura y la acerco mas a el. Ahora nada importaba, nadie los podía molestar, tenían todo el tiempo del mundo.

Luego, como si los segundos se alargaran como años, abrieron los ojos, y se comunicaron todo su amor con la suave y profunda mirada que intercambiaron. Se dijeron todo, todo lo que no se habían dicho durante esos largos siete años durante los cuales se habían conocido…

Lo único que tradujo la oleada de sentimientos que los embargo fue una linda sonrisa, que ilumino sus ojos y rostro entero, y luego volvieron a inclinarse, y se besaron nuevamente…