LUNA NEGRA

Era una tarde lluviosa en la sala común de Gryffindor. El se encontraba completamente solo ensimismado en sus pensamientos, o por lo menos eso creía. Miraba el reflejo de su rostro en el fuego. ¿Quién iba a imaginar que unos años después esa misma persona se convertiría en uno de los más buscados por culpa de alguien quién era su amigo en esos tiempos? Creo que ya han descubierto de quién hablo, si, el mismísimo Sirius Black se encontraba despierto en la sala común a altas horas de la noche. Meditando. Pensando en él. ¿Cómo había podido llegar tan bajo, enamorarse de uno de sus mejores amigos?

De repente sintió una suave mano en su hombro. Era el, estaba seguro. Conocía demasiado bien todos sus aspectos, su fragancia, la suavidad con la que hacía todas las cosas. Volteó a verlo y se encontró cara a cara con su amigo Remus Lupín, quién lo miraba preocupado, o eso creía.

-¿Qué haces despierto tan tarde Padfoot?

-Nada... solo contemplaba el fuego, sabes que me gusta estar solo a veces.

-Ya veo... menos mal, pensé que te había pasado algo malo y estaba preocupado. Últimamente estás muy raro Sirius.

-¿Tu... estabas preocupado por mi?
-Claro Sirius, eres uno de mis mejores amigos, recuerda, merodeadores por siempre amigos.

No podía creerlo, ¡Estaba preocupado por él! Moony tan hermoso, tierno y puro... y el tenía el descaro de preocuparlo! Aunque por otro lado estaba feliz ya que significaba que lo quería. Pero lo que Sirius pensaba era que Lupín nunca lo iba a querer de la misma forma que lo hacía el. El lo amaba, lo deseaba, se ponía muy feliz al verlo, incluso más que cuando estaba con James.

-¿Sirius? Oye chico, te estoy hablando, si no quieres escucharme me voy.

-NO, ESPERA!

Sirius se interpuso entre su amigo y la escalera y lo empujó contra la pared. Moony se estaba poniendo nervioso al tiempo que Padfoot iba a explotar, tenía que hacerlo, iba a hacerlo y... lo hizo...

Se acercó lentamente hacia su amado y lo besó. Tiernamente pero al mismo tiempo con mucha pasión y locura. Un remolino de sentimientos había escapado hacia el exterior de Sirius y Remus había tenido la suerte de ser él quien había recibido la descarga.

-Te amo lobo...

-Yo también perro...

Y así pasaron toda la noche abrazados besándose como dos amantes que eran, a la luz de la bella luna, la única testigo de aquel juramento de amor.

ESPERO QUE LES HAYA GUSTADO, ESTE FIC ESTA DEDICADO A MOONYR EN DEVOLUCIÓN AL FIC QUE ME DEDICÓ ELLA. ESPERO QUE TE HAYA GUSTADO!