Y aquí llegó yo con un nuevo proyecto, se me ocurrió al leer fics donde se veía convivencia entre estos personajes, habrá toda clase de situaciones así que espero lo disfruten.
Disclaimer: Fairy Tail no me pertenece, todos los personajes pertenecen a Hiro Mashima.
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1. Decisión
- Gajeel-kun ¿podrías repetirlo de nuevo? - una joven peliazul poseedora de unos preciosos ojos azules no podía creer lo que su primo le había dicho.
- Mujer ¿cuántas veces debo repetirlo? - el pelinegro paso una mano por sus cabellos en signo de frustración - Ya te lo dije, te mudarás conmigo.
- ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Por qué? - ella aún no lo asimilaba, le cayó de golpe el anuncio - No hagas un drama, te he visto desnuda antes si es lo que te preocupada. - las mejillas de la chica adquirieron un color carmín.
- ¡No digas esas cosas, Gajeel-kun! - reprochó con un pequeño mohín.
- ¡Ya, ya mujer! ¿Cuál es el problema? - agitó una mano en el aire restándole importancia al asunto.
- ¿No vives con más personas?
- No te preocupes por los idiotas, sé mantenerlos en su lugar, ya los conoces ¿por qué tanto escándalo? - la ojiazul jugueteó con el pliegue de su blusa.
- Nada importante, ¿cuándo me mudo? - Gajeel supo que el tono que uso, no fue nada convincente.
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En otra parte, en una casa de dos pisos con unas siete habitaciones - sin contar los baños, la cocina y sala - se encontraban cuatro jóvenes, el primero, un pelinegro de ojos rojos y apariencia de emo estaba recostado en el sillón leyendo un libro; el segundo, un rubio de ojos azules regresaba de la cocina con una bolsa de frituras en mano; el tercero y cuarto, respectivamente un pelirrosado de ojos oliva y un pelinegro de ojos grises competían en un juego de carreras.
- Nee, Natsu-san ¿ya es mi turno? - el rubio, de nombre Sting se colocó detrás de ellos comiendo sus tan adoradas papas.
- Sting, no pienso irme de aquí - musitó Gray, poseedor de ojos grises y fríos, molesto por su distracción.
- ¡Vamos Gray! ¡Llevan toda la tarde ahí! - y no era mentira, no se despegaban de los controles por nada, ni por ir al baño.
- ¡Silencio Stig, me distraes! - gruñó el pelinegro al ver como Natsu se le adelantaba.
- ¡Yosh! ¡Toma eso, hielitos! - festejo mientras este le dedicaba una mirada de odio. Sting suspiro, ninguno iba a moverse.
- Supongo que ya te aburriste de esperar ¿no? - el tipo emo, llamado Rogue, le hizo un espacio a su amigo para que se sentara.
- Sólo quiero ver un poco de televisión ¡pero no! ¡Ellos deben jugar! - antes las quejas por parte de este, Rogue rodó los ojos y regreso su vista a su libro.
Y sin que ninguno lo esperara, la puerta se abrió de golpe y escucharon pasos acercarse, ya tenían una idea de quién era.
- ¿Qué mierdas hacen? - así es como los saludaba, de la forma más suave que podía.
- Yo leo/Yo como/Jugamos - respondieron al unísono mostrando desinterés por su llegada, Gajeel frunció el ceño.
- Tengo un anuncio que darles - los cuatro mostraron interés por sus palabras, las cuales no llevaban ni una grosería - Alguien más se viene a vivir con nosotros. - las miradas de sorpresa no se hicieron esperar.
- ¡¿Qué?! ¿Quién? - fue lo primero que pudieron articular.
- Creo que la recuerdan, Juvia, mi prima. - Espera ¿estas diciendo que una chica se muda con nosotros? - preguntó Rogue, estupefacto.
- Sí, así que vamos a imponer reglas. - el tono serio que usó causo escalofríos en su audiencia.
Regla número uno: Esta totalmente PROHIBIDO acercarse a su habitación.
Regla número dos: Esta absolutamente PROHIBIDO invadir su espacio personal, tocarla o abrazarla.
Regla número tres: Esta PROHIBIDO que uno de ustedes se quede en la casa sola con ella, por lo menos deben quedarse dos.
Regla número cuatro: Esta totalmente PROHIBIDO coquetear con ella.
Regla número cinco: Esta total, absoluta y terminantemente PROHIBIDO espiarla o verla desnuda.
Sus amigos, no sabían si echarse a reír o bufar por las estúpidas reglas que impuso Gajeel, o sea ¿quién en su sano juicio siquiera se acercaría a su prima? Sí no querías morir, no deberías ni hablarle.
- Me parecen muy innecesarias - opinó Rogue, los estaba tachando de pervertidos con esas reglas, y él, por supuesto que no lo era - no podía hablar por los demás -
- Además - comenzó Sting - Tu prima no es tan bonita que digamos... - silencio, un incómodo silencio, sus tres amigos querían reír porque en breve verían en vivo y en directo a Sting rogar por su vida. Contrario a lo que pensaron, Gajeel sonrió de medio lado.
- Ese día no la viste muy bien, incluso llovía, mañana puede que te retractes. - y sin más subió hacia el segundo piso, iba a visitar la habitación de su prima para asegurarse de que estuviera limpia.
- Que lástima, por un minuto creí que iba a matarte - bromeó Natsu, Sting lo fulminó con la mirada.
- Yo solo decía la verdad.
- No deberías hablar de la gente sin conocerla. - el comentario de Gray hizo que voltearán a verle, sorprendidos por sus palabras.
- ¿Desde cuando defiendes a las personas, hielitos? - inquirió Natsu pero este lo ignoró.
- No importa, mañana podrán comprobarlo - intervino Rogue, dicho ello volvieron a sus actividades.
Vaya que se llevarían una sorpresa mañana...
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¿Qué les pareció? Lo sé, no hubo humor pero eso vendrá más adelante, serán consecutivas y actualizaré cuando tenga tiempo, tengo bastantes situaciones - incómodas - planeadas para que rían, nos vemos en el siguiente capítulo, bye.
