Bauklötze
Shingeki no Kyojin no me pertenece
La historia gira alrededor de Mikasa y Levi. Mikasa está celosa de Levi, porque cree que Eren le presta demasiada atención, por lo que idea un plan para alejarlos.
Capitulo 1
Es ist wie das Spiel mit Bauklötzen
No lo soportaba. Realmente odiaba a ese hombre. No entendía como Eren podía estar tan ciego. Lo idolatraba de una manera que parecía estar enamorado de ese idiota. ¿Podría ser…? No es que pensara que su adorado Eren fuera gay, pero… no… sólo era admiración. Admiración por un pequeño, pequeño y malvado hombrecito que se creía superior a todos. Que engreído.
Nunca lo perdonaría. No podía borrar de su memoria ese terrible día en que con la más pura y terrible violencia había golpeado al único familiar que le quedaba. De sólo recordarlo una tremenda rabia surgía en su interior. No le importaban todas las explicaciones que el mismo Eren había tratado de darle, intentando disuadirla de que todo era una farsa, para lograr un objetivo, y que había funcionado. Pues, dijera lo que dijera, el recuerdo del diente volando, expulsado de su boca, la sangre brotando de su boca y su nariz, los moretones, no eran una farsa. Nunca lo perdonaría.
Quizás si eso hubiese sido todo, si no hubiese vuelto a verlo, hubiera podido dejarlo atrás. Después de todo, no era el primero en golpear a Eren, y no sería el último. Pero no. El mundo era tan cruel, que no se conformaba con hacerla sufrir de a tanto, no, tenía que hacerlo todos los días. Porque con sólo ver a ese hombre, con sólo escuchar su nombre, su día se arruinaba completamente.
Lo peor era ver a Eren. ¿Tenía que poner esa cara de idiota cada vez que lo veía? ¿Tenía que correr a su lado, a ofrecerle lo que fuera que el maldito enano quisiera en el momento? ¿Cómo podía rebajarse de esa manera? ¿No tenía amor propio? ¿Cómo podía tratar de esa manera al hombre que lo había golpeado tan salvajemente?
No lo entendería jamás. Por más que lo viera como un héroe, que lo admirara en la manera en que lo hacía, igualmente no comprendía. Nuevamente el pensamiento de que Eren estuviera enamorándose del enano rondaba su mente. Le daba asco. Se reprendía mentalmente por pensar así de su hermano. No le importaba si se enamoraba de un hombre, de una mujer, de un titán, o si no se enamoraba, solo quería que fuera feliz, y que siempre estuviera a su lado, pero no permitiría por nada en el mundo que lo hiciera de ese despreciable ser.
Los entrenamientos eran una tortura. No podía concentrarse en nada. Lo peor era que estaba lejos de Eren, pero con su excelente vista podía verlo a lo lejos, tratando de impresionar al Capitán, siempre buscando su aprobación. Cada vez lo odiaba más. Ese hombre parecía no importarle nada. Su cara, de perpetuo aburrimiento, sus ojos, siempre expresando desdén. Realmente no entendería nunca que era lo que veían todos en él. ¿El más fuerte de la humanidad? Ja. Eso era porque no la habían visto a ella en acción. Se había graduado primera en su clase, con puntuación sin precedente. Eso significaba que su puntuación era mayor a cualquier otra anterior, incluido el enano, ¿no? Si, ella demostraría que Eren no necesitaba de ese hombre, que con ella era suficiente.
Debía demostrarle a Eren y a todos los demás que ese hombre no era lo que todos creían. Estaba segura que la oportunidad llegaría en el momento adecuado, sólo debía ser paciente y esperar. Mientras tanto, idearía un plan, en el cual necesitaría de Armin para que la ayude. Él era mejor para esas cosas. Si lo tuviera de su lado, todo sería más fácil.
Su idea de convencer a Armin para que la ayude no había salido como lo había planeado. Al parecer, su rubio amigo también tenía en alto concepto al violento enano. Le había expuesto las mismas razones que Eren, quizás usando palabras más rebuscadas, pero que significaban lo mismo. Seguían diciendo que todo había estado armado, que había sido una farsa. Que si debía culpar a alguien, debería ser al Comandante Erwin. No. No la convencería. Con o sin su ayuda, alejaría a Eren del Capitán, y, si tenía la oportunidad, encontraría a la vez una manera de vengarse del maldito.
