+FRAGMENTOS ~ 2nd. Season ~+
+STAGE 01: CASUALIDAD+
Las cosas se dieron de una manera erronea, manipulada y hasta influida por la actitud caprichosa, de una chica como yo.
Luego de pasar meses enterrada, entre nuestras cosas y entre tus viejos pero vivos recuerdos...
Descubrí que todo había sido en vano, cada cosa a la que me arriesgué y especialmente, cada cosa a la que aposté.
Hice y hasta deshice consiente de mis actos, al tanto de mis consecuencias y pendiente, de mis tragedias.
Y sin embargo llegué al punto en que no me importó, me interesé en otra cosa y por desgracia, no me preocupé en pedirte permiso.
Idiotamente, me sentí orgullosa de mi actuación y hasta capaz de cobrarte, todas y cada una de las que me habías hecho.
Pero al final terminé perdiendo yo, me dejaste de un día para el otro y yo sufrí sin ti, como nunca te lo hubieras imaginado.
Sorpresivamente, el tiempo y la distancia me habían enseñado eso, ésa manera de sobrevivir sin estar colgando de tus resbalosos dedos.
Aprendí a salir adelante sin estar pensando en ti, en lo que diría si llegara a encontrarte, en lo que tú me harías si volvieras a verme.
Crecí y hasta maduré como una mujer adulta, dejé de amarrarme a estúpidos caprichos y seguir dependiendo, de tratos farsantes.
Cambié como todo el mundo quería que cambiara, hice a un lado mis asfixiantes necesidades y los humillantes deseos, que helaban mi sangre.
Incluso resolví los asuntos pendientes a mi manera, respiré hondo y regresé otra vez, donde antes había creído "territorio prohibido".
Así como vencí a mi otra yo "obsesionada" con él, también superé mi estúpida y rídicula rivalidad con Tsubaki-chan, que en realidad siquiera había existido.
Que madura, ¿no? Sí, ni te lo podías creer, la verdad.
Y a ti que te gustaba andar diciendo, que las personas no cambiaban y que éramos quienes éramos... vaya sorpresa te ibas a llevar, cuando escucharas los rumores, ¿no?
Porque la misma estúpida y la misma tarada que, antes no hizo nada más que llamar tu atención, que no hizo más equivocarse una y otra vez para que la notaras...
AHORA, NO ERA MÁS "TU ESTÚPIDA".
Pero lo extraño era que, a pesar de que me convertirse en una chica dependiente de tu trato ordinario, nunca te odié.
Siquiera te eché la culpa de algo, sólo había sido mutuo que dejaramos de querernos y que a su vez, los dos perdieramos el interés en nuestra relación.
Porque yo había tenido mis razones y tú también, no pude seguir porque me sentí culpable y tú no pudiste seguir, porque no toleraste ser traicionado.
A la larga, comprendí que había sido como una especie de acuerdo entre nosotros dos, que nos necesitabamos pero no tanto como para seguir viviendo bajo el mismo techo.
Y gracias a eso, a ésa decisión que al principio creí egoísta e injusta, aprendí a valarme por mi propia cuenta y a cuidarme sola.
Por si volvía a cruzarme con los mismos errores del pasado, por si volvía a tropezarme con la misma piedra y poder estar segura de que esta vez, no iba a caer tan fácilmente.
Si él volvía a aparecerse frente a mí, rogando y hasta implorando perdón... entonces, yo estaba más que lista para enfrentarlo, sin que temblaran mis piernas.
Si él volvía a aparecerse frente a mí, colgando de su sucia boca ése sentimiento retorcido y falso... entonces, yo estaba más que lista para mandarlo de vuelta, al infierno al que pertencía y al mismo que quiso arrastrarme.
SI ÉL VOLVÍA, CLARO.
-¡Tsubaki-chan!-llamé, tocando a la puerta-¿Estás en casa?-
-¡Ah, Maka-chan!-me atendió, contenta-¿Ya estás otra vez por aquí?-
-Es que no tenía mucho que hacer en casa...-me justifiqué, apenada-Y pensé en pasar por aquí, otro rato...-
-Bueno, si ése es el caso...-jugó, conmigo-Deberías mudarte conmigo, ¿no?-y sonrió, graciosa
-¿Eh?-me quedé, tildada
-¡Tranquila, sólo era una broma!-me hizo, pasar-¿No te diste cuenta?-
-¡P-Por supuesto que me di cuenta!-confesé, nerviosa-¡Sólo que quise hacerme la sorprendida, nada más!-mentí, obvia
-Pero, en realidad, no sé si me estás mintiendo o disimulas muy bien-pensó en voz alta y yo, me paralizé-¿No te parece?-
-¿Quién... te dijo eso?-susurré, casi
-¿Hmm?-se quedó, sin entender-¿El qué?-
-No, no es nada...-disimulé, obvia-No te preocupes...-
-No tienes un buen día hoy, ¿verdad?-adivinó, como de costumbre-¿Noticias de Soul-kun?-
-No quiero hablar de eso...-repetí, mi punto-Te lo había dicho antes, ¿no?-
-Sí, por supuesto...-me siguió, el juego-Y tampoco quiero repetirtelo todo el tiempo..-comentó, como si fuera normal-Pero dijiste que ya lo habías superado, ¿no?-
-¿Parece que lo superé?-me hice, la víctima
-En verdad, no...-me atacó, algo cortante-Creo que ni lo intentaste...-
-¿A qué viene eso?-fruncí, el ceño
-Viniste aquí diciendo que Soul-kun no iba a regresar, ¿recuerdas?-contó, mi historia anterior-Pero, en realidad, nunca creíste que fuera así...-pusó en mi boca, otras palabras-Recién ahora te estás dando cuenta, ¿cierto?-jugó, a ser mala conmigo-Que él no va a volver contigo...-
-Pensé que estabas de mi lado...-contraataqué, por la defensiva-Dijiste que me entendías y que sabías por lo que estaba pasando...-la acusé, mala-¿Me mentiste, entonces?-
-Entiendo que sufras, pero tú te lo buscaste, ¿o no?-fue al grano, sin rodeos-Después de todo lo que hiciste...-
-Ya empiezas a sonar como Black Star-protesté, disgustada-¿Lo heredaste, acaso?-
-Sólo quiero ayudarte, nada más...-argumentó, su punto-Pero si tú no te dejas, es problema tuyo...-
-¿Sabes?-empezé, mal-Nos llevamos mucho mejor, cuando no sacas el tema-aclaré, bien explicita-¿Te molestaría no volver a hacerlo?-
-Madura, entonces...-me retó, fría-Que bastante falta te hace...-
-¿Huh?-me malhumoré, instantanea
-¿Por qué no aprendes a lidiar con tus propios errores?-dijo, como obligandome-En vez de seguir haciendote la víctima...-
-¿Me estás hablando en serio?-intenté, calmarme-¿Lo dices en serio?-
-Que las cosas con Soul-kun no hayan salido bien, fue tu culpa...-se remontó, a mi versión-¿O me equivoco, Maka-chan?-
-¡S-Sí, pero...!-intenté, justificarme
-Entonces, eres tú la que está mal...-explicó, obvia-Y hasta que no lo aceptes...-aclaró, sintética-Las cosas no van a cambiar...-
-¿¡Y cuándo dije que quería que cambiaran?-casi, me tiré de los pelos
-Entonces, sigue arrastrandote por el piso, que te lo mereces-cortó, sin emoción
-¿Eh?-reaccioné, lenta
-Eso es lo que Soul-kun diría, ¿no?-y sonrió, simpática
Decir y hasta resumir que ella me trató mal, fue como dejar de darle importancia al asunto, a sus ganas de echarme las cosas en cara.
Decir que tuve más ganas de echarme a llorar, en vez de ir a agarrarla de los pelos, fue lo más estúpido y rídiculo que sentí en mi vida.
Y entonces no escuché cuándo ni cómo, me anunció que iría a tomar un baño y que si quería, que me quedara otro rato más.
Idiotamente, me quedé ahí como ella me había ofrecido y no hice nada más, que dejar que sus palabras vagaran en mi mente.
Escuché una y otra vez el retorcido timbre de su voz, me torturé con lo mismo sin darme descanso, hasta que llegué a explotar.
El esfuerzo que había puesto antes, para olvidar y hasta intentar hacerme cargo de mis errores, desapareció justo cuando ella empezó a hablar. Fue como si en realidad nunca hubiese hecho nada, como si nunca pero nunca lo hubiese intentado, como si yo hubiera disfrutado la horrible situación por la que tuve que pasar. Ella me contagió el mismo sentimiento que, a duras penas decía haber superado, el mismo sentimiento que regresó para no dejarme respirar.
Ésos cuestionamientos y dudas del pasado, las mismas preguntas lastimosas volvieron a mi cabeza, junto al aire victima de tu sofocante recuerdo.
Así la habitación tomó el mismo color que, las crueles paredes de "nuestra cosa" habían tomado, desde que me abandonaste rencorosamente.
Las voces volvieron a sonar idénticas en mis oídos, mezcladas con una tonada vieja y gastada, de un llanto infeliz y desdichado.
Las imágenes volvieron a juntarse en el mismo lugar, remarcadas las caricias húmedas y lujuriosas, de dos amantes insatisfechos.
Y YO VOLVÍ, A ESTAR EN EL MEDIO.
-Que casualidad, ¿no?-dijo, luego de cerrar la puerta-Nos volvemos a encontrar-
