"Lagrimas Plateadas".
Por: Eiri Ángelus

Capitulo I:
Inicio del camino...

La luz solar entraba abundantemente por la ventana grande de hermosos marcos de madera que mas bien parecían hechos de acero.

El bonito acabado del piso de madera bien pulida daba a la estancia a primera vista el aspecto de un casa de buena posición social. Las telas suaves y finas colgantes de los dinteles de la cama y cortina profesaban el buen gusto a cuanto armonía, los colores blanco, azul turquesa y verde aguamarina hacían una combinación de color inigualable, eran los primero rayos del alba quienes daban la bienvenida a un nuevo día.

Lentamente pestañeo un par de veces acostumbrando su vista a la luz, mas espero un par de infructuosos intentos de abrir por completo sus ojos antes de poder enfocar perfectamente, abrió imperceptiblemente la boca tratando de que entrara un poco de aire, la sentía reseca y a la vez con un gusto metálico y dulzón, si lo sabia era la sangre coagulada que estaba en su boca que no había logrado expulsar por la noche.

Rió muy bajo con mucha dificultad casi como un susurro inaudible solo para el, le ardía la cara seguro que aun continuaba algo inflamada y las punzadas en su cuerpo eran constantes pero nada comparado con el entumecimiento de sus brazos y el dolor quemante de las muñecas que tenia sobre su cabeza, las cuales pendían de un par de grilletes atados al techo, dejándolo en una posición algo incomoda con las rodillas de apoyo y mas de la mitad del cuerpo pendiendo de los grilletes, la rudeza del metal y la posición misma había logrado llagar la sensible piel de las muñecas que sangraban dejando un camino hasta por mas de los codos, de esta en verdad tardaría en sanar un poco, mas no importaba por que había logrado lo que quería, no había dejado que el bastardo de su amo lo tocase... Mientras el pudiera resistirse lo haría, mas ahora tenia una que otra duda de que hubiera una siguiente vez, tenia miedo, no podía evitarlo.

Si , su amo se lo había advertido, lo había comprado solo para divertirse con el nada mas, pero ya se estaba cansando de sus negativas y desplantes, el día menos pensado lo hartaría y el lo tomaría sin el menor de los cuidados, para eso lo había comprado, pero, que podía hacer el, el no había sido criado para obedecer y siempre se oponía a lo que su seguridad se refiriese.

Mas ahora las dudas invadían su ser, ayer había probado que no era bueno hacer enojar al amo, maldito hechizo que le habían impuesto para obedecer, cada vez que se oponía a los deseos de su amo, era recibida una fuerte oleada de dolor que lo tumbaba en el piso y lo hacia escupir sangre hasta que perdiera el conocimiento por el dolor o por la perdida de sangre , sabia que esto no lo mataría, no por nada su amo había pagado una gran suma de dinero por el, mas no estaba completamente seguro, aun así le golpeo brutalmente ayer hasta que se canso por el esfuerzo y mando a que lo encerrarán y helo aquí desde entonces.

Se levanto poco a poco en este movimiento tardo por lo menos unos cuarenta y cinco minutos, lo había logrado mas sus piernas temblaban por el esfuerzo, por lo menos ya no le dolían las muñecas, el era alto por lo que sus muñecas habían bajado un poco dándole algo de alivio.

Diviso con su vista donde se encontraba, como supuso se encontraba en su habitación, la que el amo había dispuesto para el, con todo y cadenas para castigos y demás, no era difícil para el traer y armonizar cosas de tortura con una habitación; era un mago algo poderoso. Pestañeo un par de veces y de sus labios salieron unos suspiros involuntarios, esto no le podía estar pasando a el, pero lo sabia si esto era una pesadilla ya había durado mucho, para ser exactos tres meses de interminable sufrimiento, dolor y golpizas . su cuerpo sucumbió ante su peso, sus piernas cedieron dejándolo de nuevo en el suelo, el golpe fue fuerte, pero el tirón de sus brazos fue peor, los delgados ligamentos de su brazo derecho cedieron y se rompieron provocándole gran dolor , apretó fuertemente los dientes sellando sus labios tratando de no gritar lo que menos quería era pedirle ayuda a el. Sus pálidas facciones mostraban dolor contenido mas no grito en cambio de sus ojos cayeron pequeñas lagrimas que reflejaban su dolor no solo el del momento sino el que tenia ahora que vivir no sabia por cuanto tiempo.

Vio como sus lagrimas hacían pequeños charquitos en el piso, de pronto la puerta se abrió dando un fuerte estruendo, sus ojos relampaguearon como dos perlas plateadas a contra luz a simple vista reflejaban terror y algo de duelo, una silueta bastante alta se irguió frente a el de forma imponente, era el.

No, no de nuevo, le alzo fuertemente sin la menor sutileza provocándole dolor mas no soltó ni un ligero gemido, el sujeto desapareció las cadenas y grilletes dejándolo temporalmente libre sentado en el suelo, se dirigió directamente hacia la ventana y la abrió dejando que la brisa entrara meciendo todo a su paso, los largos cabellos como una cascada rubia casi platinada que le cubrían casi la mayor parte de la espalda se revolvió levantándose por la brisa, la trenza cruzada con pequeños dijes plateados y pequeñas gemas turquesas que pendían por su nuca evita que se enredara, sus orejas quedaron a la vista de momento, puntiagudas y ligeramente redondeadas con dijes plateados y gemas turquesas dando fe de su origen; un elfo, si un elfo o por lo menos lo parecía, puesto que su verdadero origen era otro, su cabeza seguía baja .

- ¿has dormido bien? - con claro sarcasmo y cinismo -

- ... si, no se nota... - de igual forma le respondió -

- ...jummm, si mucho. Mas creo que aun necesitas dormir en el suelo... por unos días mas... ¿no crees?... - dijo de forma mordaz -

- ... - mejor se callaba no quería dormir todo el mes en el suelo -

- bien, veo que reconoces quien manda...

- ... (ja, ja, ja ...si como no...)... - se mordió la lengua para no responderle -

- espero que ahora si... - se arrodillo cerca de el y tomo unos de los mechones de su cabello llevándolo hacia sus labios oliendo ese aroma a brezo y cedro - no me contradigas... - esto lo dijo jalando fuertemente su cabello haciendo que su cara quedara dolorosamente fija a el -... mi lindo Yue... - le acaricio el rostro -

- ...suéltame... - dijo con algo de esfuerzo y arrogancia, no le gustaba que le dijera así, era tan extraño, ese no era su nombre¿por qué tenia que ponerle ese nombre?- ... sabes cual es mi nombre...

- ... que te dije... - dijo rozando su lengua por su pálida mejilla -

- ...- eso lo repugnaba, lo odiaba, por que demonios la pasaba esto justamente a el -... basta...aléjate .. bastardo..

- ... - le sujeto la barbilla obligándolo a verlo- ¿sabes?... no me agrada tu comportamiento... - y sin aviso alguno lo tomo por los cabellos y golpeo su rostro brutalmente contra el piso, dejándolo abdicado contra el suelo y se posiciono sobre el - ¿sabes?... te enseñare a respetarme...

- suel... suel...te... suélteme...agh... aghhh... - su cara estaba fuertemente pegada por esa mano contra el piso, el golpe le había abierto la ceja y esta sangraba provocándole mas dolor del que ya tenia -

- ... - el hombre solo sonrió cruelmente mientras lo despojaba de las ropas que cubrían su cuerpo -

- ¡NO!... ¡SUEL... ¡SUÉLTEME!... - grito desesperado mientras se movía, pero el dolor aumentaba, su brazo zafado no le ayudaba y con la golpiza anterior su cuerpo estaba muy débil -

- ... - el hombre saco su varita y pronuncio algunas palabras contra el cuerpo de su victima, la cual aun hacia esfuerzo para librarse de su captor -

- ¡AAAAGGGRRRHHHHH!... - grito el joven, mientras el hechizo penetraba en la piel de la espalda baja, la blanca piel se tornaba roja por la acumulación de sangre mientras lentamente surgían gotas de sangre como exprimidas fuertemente de cada poro. Fuego negro le dañaba como si un bisturí se tratase formando lentamente dibujos, marcándolo. el dolor era tan lacerante que estuvo a punto de perder la conciencia -

- bien.. eso es... ya esta lindo... - dijo de forma burlona levantándose del cuerpo que había dejado de moverse por el intenso dolor. Admiro su obra, las caderas del joven ahora estaban marcadas por un tatuaje de enredaderas negras -... ¿ves?.. no fue para tanto... se burlo

- ... - el joven aun tendido boca abajo en el suelo, de su boca apenas y lograban salir infructuosos sollozos que eran atrapados por la entrecortada respiración y dolor que sentía. Su mirada apenas y se encontraba enfocada en la nada. -

- esta bien, mi querido ángel. Eres tan lindo que no puedo negarte nada... - le dijo acariciando su cabello - no por nada pague ese precio, aunque siéndote sincero, siento que fue una verdadera ganga... lo malo es que no podré quedarme contigo mucho tiempo... - termino diciéndole en el oído- volveremos a casa en unas horas...

- ... - esto lo hizo estremecer -... - su corazón palpitaba acelerado, aunque con su respiración entrecortada por el dolor esto era sumamente doloroso, era pánico, sentía pánico -

- bien, me iré.. pero te curare antes... - levanto una varita ante sus ojos, pronuncio algunas palabras y su brazo ya estaba curado, mas no por completo aun seguían los dolores mas no tanto como una ruptura de huesos o algo así, solo para recordárselo algunos días; heridas y rasguños, algo que podía ocultar fácilmente con ropa y sin decir mas le dejo de nuevo solo, encerrado... -

- ... - trato de moverse mas el resultado fue inútil, cayo de boca contra el suelo, el dolor lacerante de su cadera se hacia cada vez peor, por lo que opto dejar de moverse aunque fuera solo unos minutos -... esto no me puede estar pasando... ¿verdad?... - susurro como preguntándole a alguien inexistente frente a el tratando de convencerse de que así seria, mientras por sus blancas mejillas bailaban pequeños ríos cristalinos hasta perderse en la oscuridad del frió suelo -... ¿verdad?...

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En otro lugar el día aparecía de diferente forma para otros que sin saber lo que ahora atormentaba a esta desafortunada alma. Las brumas mañaneras sopesaban las callejuelas de toda la ciudad como pesadas capas de polvo espeso que impedían ver lo que se tenia alrededor, se notaba en el ambiente la esperada venida del invierno que para muchos era época de trabajo mas para otros significaba una temporada de vacaciones, las tan esperadas vacaciones.

Dos carruajes atravesaron la bruma, para minutos después detenerse frente a una hermosa casona y una de las mas grande de esa cuadra, de las carruajes descendieron unas cuantas sombras, las largas capas que les cubrían les daban un aspecto sereno ante el que les viera.

Una de las sombras se les adelanto a todos enseñándoles la casa e invitándoles a pasar, la sombra era de un joven llamado Rubeus de apariencia delgada, de cabellos castaños casi dorados y ojos lila tan profundos que a veces podía pensarse que eran grises o azules, era de tez blanca mas no pálida y algo tostada por el sol y otros factores, el joven de rasgos finos y sonrisa amable que era el hijo del dueño de la casa les guiaba ahora a través de la casa hacia donde suponían serian sus habitaciones durante las vacaciones; las otras sombras no eran nada mas ni menos que amigos de su casa: Gryffindor; Hermione Granger, Ron Weasley, Harry Potter, Neville Longbottom, Seamus Finnigan, Dean..., era curioso como había surgido esa amistad el había entrado hace apenas dos años atrás y todos les sorprendió que fuera de sus misma edad, solo que el les había dicho que su padre lo había cambiado de colegio por lo que ahora se encontraba en Hogwarts, desde ahí se hicieron amigos, era un joven tranquilo y respetuoso así que rápidamente se hizo del agrado de todos, además de que era muy bueno en las materias por lo que siempre debatía con Hermione en algunos aspectos o cuando hacia bromas con Ron.

Ahora se encontraban en su casa, el los había invitado a su casa para pasar las vacaciones navideñas ya que como suponía la mayoría no tenia por alguna razón que ir a casa; los padres de Hermione habían salido de viaje, los padres de ron habían ido a ver al abuelo de el por que se encontraba mal, y de los demás ya tenían excusas buenas para no ir, así que les había propuesto y ellos aceptaron encantados, además era bueno poder salir de la escuela, con quien habían tenido problemas era con Hermione, ya que no quería salir de la biblioteca, pero Rubeus le dijo que había en su casa una biblioteca casi tan grande como la del colegio, pronto la vieron haciendo valijas.

La mayoría de ellos ahora contaba con 16 años o estaban por cumplirlos y a año y medio de graduarse y dejar Hogwarts, entrando a quien sabe que especialidades de hechicería cada uno por separado para así poder complementar su educación. Hermione había cambiado su siempre peinado hacia un corte mucho mas fresco un degrafilado ligero que le daba mas vida a su rostro y exaltaba sus facciones de una hermosa joven, Ron y los demás chicos, bueno estos no había cambiado mucho.

Harry había crecido un poco ganándoles en altura unos centímetros al igual que Seamus y Rubeus, los demás eran altos pero no tanto como ellos, también su cabello era mas corto en un peinado algo moderno, había ganado cuerpo gracias al Quiddicht, se había vuelto mas hábil en las materias y ya casi no tenia problemas con Snape, que por alguna razón se había vuelto mas callado y ya casi no le reñía; la razón, el joven rubio, arrogante, malcriado, pedante, insulso, altanero e hijo de p..., bueno ni tanto, ya que desde hacia un par de años habían propuesto ignorarse y así lo hacían, no mas peleas absurdas, es mas el Malfoy parecía cambiado por que su trato ya no era tan altanero y parecía haber madurado y cambiado su carácter; este mismo había desaparecido a casi cuatro meses de salir de cursos.

Su padre había mandado por el al parecer por algo importante por lo que salió con permiso por unos días, pero esos pasaron y el no regresaba, Dumbledore llamo a su padre; Lucius Malfoy, para saber que ocurría, a lo que el respondió que cuando terminaron el asunto relevante para el cual lo había mandado a llamar, lo embarco de vuelta al colegio, mas este jamás llego. Así pasaron días y luego meses sin que se supiera nada del rubio, mas durante ese tiempo siempre supo que el padre de Malfoy y algunos instructores le habían buscando mas sin hallar respuesta alguna. Eso no era importante, de seguro ese rubio tonto ... ashh, pero en que estaba pensando, que le importaba lo que ese rubio anduviera haciendo, era tonto y el mas por no podérselo sacar de la cabeza... pensaba en eso cuando la voz de Rubeus lo saco de sus pensamientos...

- bien chicos, estas serán las habitaciones de cada uno y esta es la habitación, de Hermione... espero que sea de tu agrado..

Los chicos miraron asombrados, la estancia era hermosa decorada con detalles femeninos de muy buen gusto, además de una extensa biblioteca personal..

- esta era la habitación de mi hermana mayor, pero como se caso ya no la usa... - les explico - y los cuartos que ocuparan son los de mis hermanos mayores, pero ellos ya no viven aquí, así que no pongan esa cara...jajaja

- pero... estaríamos mejor en una de huéspedes..., no crees... este... , no queremos incomodar a nadie.. - dijo algo nervioso Neville -

- no incomodan, además yo lo decidí y mis hermanos como ya les había dicho no viven aquí... - dijo sonriendo - además... son mis invitados, así que dejen de preocuparse... las reuniones navideñas empezaran en algunos días, por lo que deberemos asistir a ellas, lo mas seguro es que mi padre venga ya que es el quien organiza todo.

- ¿tu padre?.. - pregunto Ron -

- si, Richard Hansseb...

- Richard Hansseb, el que escribió "Cita con un Destino Mágico" - dijo feliz Hermione -

- Si, ese mismo...

- Es uno de mis libros favoritos... - dijo Hermione entusiasmada -

- Woow... no sabíamos que tuvieras un padre escritor.. - dijeron todos asombrados -

- No me lo preguntaron.. jajaja, pero no solo es escritor, además de ser mago es especialista en pociones... - se sonrojo un poco - claro, que no se especializo en Hogwarts sino en una escuela en Francia..

- Wooow! - todos estaban asombrados -

- Ya, ya basta de charla, vamos a sus habitaciones y luego les enseño la casa¿bien?- los demás asintieron -

Minutos después todo se encontraban perfectamente instalados en sus nuevas habitaciones, por lo que fueron a una sala mientras servían el desayuno, donde empezaron a platicar sobre lo que harían el resto del día después del desayuno, claro estaba.

- yo, quisiera conocer la ciudad... por lo que vi es muy grande.. - dijo Neville -

- si, lo es y mucho Neville, pero que es lo que quieren conocer primero... - respondió Rubeus -

- no se, tal vez un museo ante la cara de asco que pusieron todos ¿qué?...

- estamos de vacaciones, Hermione - dijo Ron algo exasperado -

- si, que lo único en que piensas es en estudiar - dijo Dean -

- no, pero ya que lo dicen... - saco un libro de quien sabe donde -

- nooooooooooooooooo! - todos gritaron a coro -

- no es cierto, jajajaja - les dijo sacándoles la lengua -

- esta bien, seria bueno ir a ver la ciudad y ya allá veremos que se nos ocurre¿no? - dijo algo divertido Rubeus -

- Siiiiiiii! - colectivo, por lo que no hubo impedimento alguno -

Comieron un delicioso desayuno, al finalizarlo fueron a sus habitaciones por algo de dinero y alguna que otra cosa, en esa ciudad no se sabia, así que ya estaban bajando la escalera cuando una figura imponente hizo acto de presencia, se trataba de padre de Rubeus; Richard Hansseb. Este era acompañado por una figura delgada encapuchada mucho mas baja que el por lo cual no podía distinguirse quien era. El señor entro a la estancia seguida por esta y diviso a los jóvenes, en el acto Rubeus se acerco a el y este saludo afectuosamente a todos los chicos...

- padre, es bueno verte de nuevo - le dijo Rubeus feliz -

- si¿son tus amigos, los que te acompañan?

- Si, ya te había comentado que me acompañarían para las celebraciones...

- Si, ya se encuentran instalados, no les hace falta nada?

- Si, todo esta perfecto y se acerco mas hacia su padre ¿padre, quien es? - le dijo señalando discretamente a la persona encapuchada -

- el señor rió un poco mas luego - ...no es nadie, es solo un elfo, un nuevo esclavo para la casa, mas este no hará labores domesticas, solo cantara y una que otra labor...

- solo cantara...y alguna que otra labor - dijo algo confundido -

- si, ya lo oirás en la celebración... - le dio una orden al elfo para que se quitara la capa - Yue.. ven aquí...

El elfo se acerco dejando caer con ese movimiento la capa al suelo dejando ver en esplendor toda su persona... Era muy joven sino supieran que los elfos tenían una larga longevidad hubieran creído que tenia la misma edad que ellos, pues daba la apariencia de un joven de 16 años, sus amigos a verlo lo miraron asombrados, si habían visto elfos pero no tan hermosos como aquel, era un elfo rubio con el cabello hasta casi por debajo de la cadera que la cubría la espalda, los dijes plateado y las gemas turquesas entrelazadas en unas cuantas trenzas lo hacían ver casi dorado, en un principio creyeron que era una joven por sus rasgos finos pero su torso revelaba que no era así, piel blanca y pálida como la nieve casi un poquito mas alto que ron, pero no los superaba en altura, sus orejas puntiagudas y casi afiladas con dijes plateados y gemas turquesas le daba el aspecto casi femenino y por ultimo exaltando aun mas sus rasgos esos ojos como dos diamantes plateados que destellaban cuando el sol daba de lleno en ellos, mas Harry contemplo mas fijamente esos ojos y a su parecer se vieron extremadamente tristes, llevaba puesto un sencillo pero fino atuendo de color blanco con adornos plateados que le cubría desde el cuello en una abertura mao hasta la punta de los pies como una fina capa resaltando las partes mas ceñidas del cuerpo, sus manos también estaban cubiertas, no dejando a la vista casi nada de piel y finalizando el atuendo una hermosa gema turquesa pendía de su cuello en forma de lagrima, Harry al verlo se estremeció, este se le hacia familiar, tal vez lo había visto en alguna parte, pero como saberlo con exactitud...

Rubeus se despidió de su padre mientras este se quedaba en la sala y se despedía amablemente de sus invitados, mientras estos salían Harry no pudo evitar preguntar.

- Rubeus¿quién era?

- ... un nuevo elfo, para el entretenimiento de mi padre... - bufo algo molesto -

-? - todos se le quedaron mirando raro -

- si, a mi no me gusta que haga eso, pero...

- ¿entretenimiento? - ellos ya habían oído que había un mercado donde se compraban elfos y otras criaturas mágicas para hacerlas sirvientes y cosas así, pero el padre de Rubeus, compraba también? -

- si, este en especial, canta... bueno eso me dijo mi padre... pero como es bien sabido... muchos magos compran algunos para la servidumbre o para otros trabajos... - les dijo mirándolos fijamente recalcando la palabra otros con desdén -

- ¿qué otros trabajo? - pregunto Neville -

- ... como acompañantes u amantes de paso...

- ¿en serio? - pregunto Harry -

- si, lo mas seguro es que termine siéndolo, conociendo a mi padre... - dijo con algo de rabia - lo ha hecho desde que mi madre murió, pero ninguno ha sido tan hermoso como ese... de seguro se trae algo entre manos..

- pero...

s- iento que vean esto, si se sienten incómodos, lo mejor será irnos y... - dijo algo apenado Rubeus -

- no, te preocupes, esto sucede... - dijo conciliadoramente Hermione -

- si, no importa, además vinimos a divertirnos¿no?-dijo Dean -

- si, nada arruinara nuestras vacaciones...-dijo Seamus -

- si, tienen razón, además yo no soy nadie para juzgar a mi padre...-dijo Rubeus -

Así con nuevos ánimos se encaminaban por la ciudad para poder pasar un buen día, mientras que en el grupo un pensativo Harry los seguía. Mientras tanto en la casa de Rubeus, el señor Hansseb había ordenado que arreglaran su habitación, ya que se encontraba algo desalineada, mientras hacían esto se sentó en la sala a espaldas de Yue mientras este miraba por la ventana...

- ¿qué piensas?-inquirió de manera suave -

- ¿ le importa?-le respondió algo frió -

- si, si estas pensando en escapar de nuevo, te advierto como ya sabrás de antemano que con el hechizo de escape no llegaras muy lejos-le dijo sarcástico -

- ¿qué hará, me atara con una cadena?...-le dijo igual de sarcástico -

- de ser necesario así será, además, estas en mi casa donde puedo hacer lo que quiera contigo..

- lo se, pero si cree que no intentare escapar..esta muy equivocado. no me da miedo su hechizo...-le dijo aun sin mirarle-

- ... por lo visto tendré que implementar medidas drásticas contigo...-dijo esto mientras se levantaba del sillón -

- no puede hacerme mas daño del que ya me ha hecho...-le dijo de forma seria -

- ... eso, no lo tengas por seguro... aun puedo hacerte mas daño si me lo propongo...tu valor sin voluntad no sirve de nada, quebrantare tu voluntad hasta que ya no quede nada de ti... y eso lo veras...

- ...-iba a responderle pero sintió como la mano del hombre se cerraba en su nuca, vio a través del cristal de la ventana como poco a poco sus ojos se apagaban quedando solo dos cuencas vacías, muertas, no supo mas...-

continuara...