¿No deberías llorar? Disclaimer: como verán yo no soy J.K. Rowling y aunque creo que seré una escritora de grande nunca voy a ser tan bien pagada como ella, así que ninguno de estos personajes me pertenecen.

***Capitulo I: "¿No deberías llorar?***

Ginny´s PoV

Las cosas solían estar bien, antes, por lo menos antes sí. Yo tenía todas las cosas bajo control, Hermione era mi amiga, y Harry... bueno, él era mi amor platónico.

Hace frío, no sé si me congelo a causa de mi amargura o de la brisa invernal, de todas formas ya no me importa. Si me muero... bueno, al menos ya no tendría que pensar más. Sí, me moriría de frío justo aquí, en medio de las gradas del campo de quidditch, vistiendo sólo el uniforme del colegio y una capa, que por cierto, ya ni abriga.

Recojo mis codos con ambas manos para tratar de darme algo de calor, ¡Ey! dije que morir era una salida fácil, no que había decidido tomarla.Y las cosas están confusas para mi: Harry y Hermione... sí, están juntos pero... ¿no debería yo llorar o algo así? Si lo amo, ¿no debería estar destrozada ahora mismo? O si lo quise si quiera ¿no debería sentir algo? En este mismo instante me pregunto si no estaré atrofiada, si mi corazón ya no funciona, porque es así como me siento: muerta por dentro. No Ginny Weasley, tu no estás muerta, solo confundida. Eso es todo, sí.

Y es bastante complicado, ¿sábes? Porque eso plantea una pregunta muy seria en mi cabeza y en mi corazón, ¿quiere decir que yo nunca lo amé? ¿Y lo que sentía por él? ¿Era cariño?

Me distraje de mis pensamientos cuando vislumbré una sombra en el campo. Me puse de pie para verlo mejor, no había nada. Entonces miré al cielo, sucede que con movimientos gráciles se deslizaba por el aire una escoba. Bien, entremos en razón: este es un campo de quidditch... ¿pero quién rayos entrenaría aquí a estas horas de la noche? Deben ser por lo menos más de las doce ya... Yo tengo con mucho sueño. Y mañana hay exámen de pociones en la primera hora... No, no quiero irme a dormir, regresar a mi habitación y que todos se compadezcan de mí es algo que no quiero, eso, y el hecho de que tengo las piernas entumecidas por el frío y pararme sería una gran hazaña.

¿Qué pensaba? ¡Ah, sí! El sujeto que practica... No, en serio, hay solo dos posibilidades para que alguien practique a estas horas, o no puede dormir, o simplemente se está desesperado.

Sigo mirando al cielo, veo como se mueve de un lugar a otro en busca de algo, y un destello dorado brilla en plena oscuridad. La snitch, el buscador aún no la encuentra. No se ha dado cuenta de que yo estoy aquí, debe estar tan encerrado en sus pensamientos como yo. Pero no sé quién es, simplemente veo su silueta oscura y nada más. Noto que lo hace mal, la escoba que usa tiene buena dirección, debe ser una muy nueva, pero no la está usando bien, eso yo (que fui criada con seis hermanos varones de los cuales, cuatro siempre han estado locos por el quidditch) puedo saberlo.

Sentí algo en mi oreja, como el zumbido de un mosquito. Con mi mano trato de apartarlo pero sin querer lo tomo. Es un objeto redondo y de un tamaño relativamente grande para lo que yo esperaba. Lo que pensé era un mosquito, sucedió ser una bola dorada que, al tomarla, enrolló sus alas en sí misma y se quedó inmóvil. Oops... creo que hice algo estúpido.

Miro al cielo otra vez y él no se mueve más, se ha quedado congelado en el aire (y con el frío que hace no me sorprende) y ahora baja en picada directo hacia donde me encuentro, creo que se ha enojado. Al descender veo que por su contextura física y su caminar si es un hombre después de todo. Al entrar dentro de mi campo de visión puedo distinguir que trae su equipo de quidditch que consiste en una túnica verde sobre un suéter del mismo color. Ah, bueno, a él no le hará frío... ¡Verde! Es una serpiente, un Slytherin. Lo único que me faltaba, que uno de estos viboritas me delate y que yo pierda puntos para mi casa. Momento- sonrío con victoria- él no me acusará, tampoco tiene permitido salir por las noches. Eso es lo que yo llamo un buen y justo chantaje.

Si creí que las cosas no empeoraría, que equivocada estaba, es justo en ese momento que veo su rostro y cabello... ¿Por qué me mira así? Creo que él está tan sorprendido como yo. Pero su expresión de sorpresa no dura más que unos pocos segundo, al instante él ya tiene de nuevo ese amargado rostro de "yo odio a todo el mundo".

- ¿Weasley?- preguntó para estar seguro. Al parecer no me veía bien. Agité mi cabeza para apartarme el cabello del rostro. Ya se ha dado cuenta que sí soy yo después de todo. Subió el par de gradas que teníamos de distancia, sin ninguna dificultad aparente.

- ¡¡¿WEASLEY QUÉ SE SUPONE QUE HACES?!!- me gritó al tenerme frente a frente. No me gusta que me griten, y normalmente lo mandaría de una patada hasta la semana que viene. Ahora estoy bastante cansada, bastante confundida y semi dormida por el frío. Él me mira extraño, como esperando una reacción que no llega.

- ¿No debería preguntarte eso a ti, Malfoy? El barón sangriento se enfada con los jovencitos que dejan su cama para salir a rondar por las noches.- digo con burla en mi voz. Sí, no le iba a gritar pero ni la depresión más grande del mundo puede evitar que me defienda a palabra limpia.

Hace una mueca de fastidio que yo nunca he visto, y creo haberlas visto todas, pero esta es algo extraña, como si se hubiera quedado sin palabras. ¿Sería capaz? Ahora que lo veo a trasluz y directamente, su cabello y sus ojos se tornan plateado, que efecto tan lindo. Sonrío débilmente, no creo que se haya dando cuenta.

- No me refería a eso.- continua él.- Me importa muy poco lo que un sucio Weasley haga y deje de hacer en este lugar, yo solo quiero saber por qué interfieres con mis cosas.- muy bien, había mencionado mi familia, él podía meterse conmigo, pero con mi familia...

- ¡No me meto en tus asuntos Malfoy! Me importa poco lo que un despreciable mortífago haga o deje de hacer en sus ratos libres. - eso pareció enfadarle, aunque en su rostro noto algo más... ¿está dolido? ¿Se ofendió porque le he llamado mortífago? Nahh...

Draco´s PoV

- ¡Claro que lo haces! Dime entonces qué es esto.- grité al cabo que palpaba su mano izquierda, donde tenía sujeta la snitch. Diablos, ella está muy fría. Por un momento me quedo mirándola, ella parpadea rítmicamente sin comprender lo que pretendo.

Con la misma violencia y brusquedad que me ha causado el ser descubierto por alguien en mi entrenamiento secreto, le quito la snitch de su mano. Y se la muestro.

Ella la mira, y luego me mira a mí. Hay algo extraño en ella, usualmente ni ella ni su hermano están tan tranquilos al desafiarme. Usualmente puedo ver sus ojos llenos de cólera, pero no hay nada similar ahora, no creo que ella esté del todo bien, pero eso a mi poco y nada me importa.

- Es una snitch Malfoy, es parte de un juego llamado quidditch, donde siete magos y brujas...- comienza a decir con sarcasmo.

- No te quieras pasar de lista conmigo, Weasley.- la amenazo tomando con fuerza su muñeca izquierda. Ahora, así, puedo ver algo de llama en sus ojos, creo que por fin estallará.

- No tengo qué... fue culpa de esa estúpida bola, que me molestaba junto al oído y yo creía que era un moquito. ¿Quieres hacer más problemas por eso? Si igual no la encontrabas desde hace dos horas.

Ginny´s PoV

Malfoy se ha enfadado, más aún. Y ejerce más presión sobre mi muñeca, recién ahora comienza el verdadero dolor. Con un empujón logro que me suelte, pero él no está muy feliz que digamos. Me dejó y giró para marcharse.

- Debes estar muy preocupado.- le comento cuando ya ha bajado tres gradas. El se detiene y me habla, dándome la espalda aún.

- ¿Qué quieres decir?- me pregunta con frialdad.

- El partido es mañana, Slytherin vs Gryffindor... y es tu último año. Tienes miedo de este año tampoco poder con Harry, ¿no?.- se lo dije con sinceridad, no pretendía hacerlo enfadar o insultarlo, esas cosas no van conmigo, nunca he sido demasiado rencorosa. Sin embargo, creo que él creyó lo contrario. Se gira y me mira directamente a los ojos, no se ve enojado, él está dolido en su amor propio porque yo he tenido la razón con lo que he dicho. Para que no crea que es una burla o broma, me mantengo seria.

- Eso no te importa.- acentúa cada palabra como advirtiéndome que no me meta más con él. Vuelve a su camino y continúa bajando. Se está yendo ya.

- Podrías ganar.- me apresuro a decir. ¿Pero qué me pasa? ¿Por qué no quiero que se vaya? Permanece sorprendido, se ve desconfiado, no entiende que mis palabras son sinceras y carentes de un doble sentido contaminado con malas intenciones.- En verdad, solo si supieras como hacerlo.

Él enarcó una ceja, parece ligeramente interesado y por eso me apresuro a hablar antes de que pierda el interés.

- Te he visto, haz logrado visualizar la snitch muy bien. Pero tu problema es la carrera, no lograr alcanzarla.

Draco´s PoV

¿Cómo lo sabe? Si acaba de verme... solo le bastaron pocos minutos para darse cuanta de mi error. Es cierto, era mi preocupación, la velocidad. Y yo temía que fuese por mi escoba, que necesitaba una más rápida.

- Tiendes a inclinarte mucho hacia adelante, y así todo tu peso descansa sobre la parte delantera y no puedes ganar velocidad. Así de simple.- me explicó. Pensé que era una broma, pero hasta ahora ella parecía realmente interesada en darme un buen consejo.

¿YO? ¿Draco Malfoy aceptando el consejo de una mujer? ¿De una Weasley? Eso ni muerto. Giro sobre mis talones y nuevamente ofendido (aunque no se bien si con ella o conmigo) me alejo dándole la espalda.

- Haz lo que quieras, es que solo sabía un técnica secreta que no valía la pena enseñarte.- me detengo al oírla, ¿está hablándome en serio? ¿Ella pretende que yo crea eso? Giro para volver a verla, ahora apenas si vislumbro algo de su llamativo cabello y sus facciones más fuertes, pero puedo notar que ella está mirándome.

- ¿Una técnica secreta?- pregunto, no por interés en sí, sino por saber si ella está tratando de tomarme por idiota. Vamos... que esa excusa me daba mi madre cuando quería obligarme a tomar sopa a los tres años.

Por muy idiota que parezca, ella asiente fervientemente, como convencida de lo que dice.

- Sí, y si me dejas yo puedo enseñarte cómo volar más rápido.- me aseguró.

- ¿Y qué garantía tengo? ¿La palabra de un Weasley?- pregunto con sarcasmo. Ella se encoge de hombros.

- Tienes la garantía de dos buscadores excelentes, dos golpeadores y un guardián.- Cierto, es hasta entonces que recuerdo a sus hermanos. El mayor, que había egresado hace años, era un famoso buscador, el par de gemelos imbéciles los golpeadores y claro... el peor de los Weasley, el patiño de Potter, Ron Weasley.

- ¿Dos buscadores excelentes? Si crees que eres excelente jugadora solo por el hecho que atrapaste la snitch más fácil de la historia del quidditch hace dos años entonces tu palabra no vale nada...

Ella arrugó su nariz como si me desafiara, pero no era capaz de inspirarme nada más que risas, sus pecas se habían hecho más evidente con ese gesto.

- Haz lo que quieras... pero soy buena.- refutó con gran confianza en sí misma. Tengo que reconocerlo, ella no es tan mala después de todo... aceptaré, pero solo porque quiero divertirme viendo que intentará mostrarme la pequeña comadreja.

- Deacuerdo.- acepto. Ella sonríe débilmente y se pone de pie, se nota que con mucho esfuerzo. Baja las gradas una a una. Debe estar helada con esa falda tan corta que usa. Ella me descubre viéndole las piernas y me observa como si fuese un pervertido sexual. ¡Eh! Yo ni siquiera había pensado en eso... aún. Bien, quizás sí pero... al diablo con ella, es una Weasley, debería sentirse halagada conque le preste atención.

Baja las gradas cuidadosamente, paso a paso, tarda una eternidad. Creo que se ha percatado de mi cara de fastidio porque comienza a darse prisa. Finalmente al encontrarse a mi altura mira la escoba, que en mi rapto de ira, he dejado tirada.

- Muy bien, sube a la escoba. - me pide. Bajo hasta ella, me pregunto que diablos intentará hacer... Parece, de pronto se ha puesto seria, tomándoselo tan en serio como yo.

- Arriba.- digo, y la escoba vuela hasta mi mano con gran velocidad. Me monto en ella y gano algo de vuelo, casi un metro y medio sobre su cabeza la observo. - ¿Y bien?

- Aún no te he dicho que te eleves, baja de nuevo. Yo debo subir contigo.- al escuchar sus palabras me turbé demasiado, atónito tambaleé y casi caigo de mi escoba. Desciendo, y ella sonríe levemente al verme, solo espero no haber parecido nervioso.

- ¿De qué estás hablando? No pienses que te dejaré tocar esta escoba, mucho menos subir a ella.- le advertí. Ahora se veía más humana, su piel ya no estaba tan pálida, y sus ojos parecen más expresivos que antes. Sonrió en forma burlona como... copiándome.

- ¿Noooh? Entonces no aprenderás nuncaaaa... me voy...- alargó las palabras, y a pesar de su amenaza no se movió ni un centímetro. Bufé y maldecí por lo bajo y ella sonrió disimuladamente. Ahora se reía en forma minuciosa. Subí la mirada hasta posarla en sus ojos... eran muy lindos, un color ámbar... miel... muy particulares. Ella detuvo su risa justo cuando me había admitido que en verdad comenzaba a agradarme... Ella es muy atractiva, no, esa no es la palabra... a decir verdad no es muy linda solo que sus ojos, y ese cabello... tiene cierto aire infantil de sensualidad que hasta ahora no he visto en ninguna otra chica.

- Está bien... solo no se lo menciones a nadie o vas a arrepentirte.- . Me hice hacia atrás para darle lugar, y ella con una semi sonrisa se acomodó su capa y se montó también.

Nos elevamos a una velocidad tal, que el viento frío nos golpeó con brusquedad, helando hasta mis huesos. Ella estaba mucho más descubierta que yo, y aunque lo único que podía ver era su nuca y su cabello, juro que estaba temblando.

Ya a unos veinte metros sobre el suelo, ella carraspeó para hablar.

- Bien, esto es muy sencillo solo que...- cuando habló, ambos perdimos el equilibrio. Antes habíamos podido, ya que subíamos en línea recta, pero ahora, al avanzar parecía que ya íbamos a caer. Traté de tomar el control, sino nos caeríamos y una lesión o la muerte era lo último que necesitaba.

Retomamos de nuevo el equilibrio, me di cuenta de que mientras menos me esforzada por tomar el control, era mejor.

- Ya... solo hay que tratar de acoplarse a los movimientos uno del otro. No hagas movimientos bruscos o me caeré, y no quiero morirme... todavía.- aceptó con aire divertido. Tomé aire para no maldecirla, necesitaba que me enseñara... ya faltaba poco, terminaría y se marcharía... eso iba a ser todo, nunca más intercambiaría más que insultos con la chica Weasley. Por cierto... ¿cómo se llama?

- Bien.

- Vamos.- pidió. Y cuando intenté ganar velocidad, inconscientemente me incliné hacia adelante y por la fuerza de gravedad mi peso quedó recargado sobre el suyo. Mi pecho pegado a su espalda, con el aroma tan delicioso de sus rizos rojos sobre mi rostro. Me solté de manos y rodeando su cintura tomé el mando cerca de sus propias manos. Ella no pareció inmutarse, pensé que me reprocharía algo, nunca lo hizo. Podía sentir su cuerpo totalmente tenso debajo de la capa, realmente no esperaba otra reacción de su parte, no es algo nuevo para mi.

La cercanía era desconcertantemente íntima. Podía sentirla, su perfume, su piel, malditas hormonas... y maldita la abstinencia que estaba teniendo desde que su entrenamiento fuese lo más importante, sí, era la abstinencia, seguramente eso estaba provocando que encontrara tan tentadora a la Gryffindor.

- Este es tu error.- dijo ella rompiendo el silencio con algo de incomodidad. - No debes inclinarte tanto hacia adelante, ahora solo trata de colocar tu peso un poco más en la parte posterior, todo es equilibrio, aquí no hay nada más que eso.- me confesó con voz seria y tan profesional como la que solía tomar nuestro capitán antes de un juego.

- ¿Eso es todo el secreto?- quise haberlo dicho con algo más de sarcasmo, pero sonó demasiado llano como para ser un insulto. Ella se echó a reír.

- Sí, lo creas o no. No es gran cosa... pero hace la diferencia.- me confesó bajando la graduación de su voz. ¿Lo hacía a propósito? Porque era muy sexy a mis oídos.- Bien, creo haber entendido como es esto.- le aseguré. Tomé el total control esta vez, nos elevamos más y más alto, y cuando ya lo consideré demasiado bajamos en picada. Sentía todo el viento en el rostro, era una sensación bastante agradable. Ella reía encantada, algo en eso me gustó demasiado.

Antes de llegar al suelo y estrellarnos, enderecé el mando y descendimos suavemente. Ella se bajó, aún sonreía, una sonrisa amplia; sus mejillas estaban sonrojadas, por el frío, la emoción...La emoción se fue, su sonrisa poco a poco se fue apagando, hasta quedar en nada. Nuevamente parecía seria, pero sus ojos aún tenían esa chispa recientemente adquirida.Sin embargo me di cuenta de que me miraba en forma distinta, como arrepintiéndose de todo, también yo comencé a hacerlo. Intento negarme a mi mismo que me ha gustado pero no puedo, no logro sacar una sonrisa tonta de mi cara... como sea, estoy demasiado acostumbrado a este tipo de coqueteos como para saber que mañana lo habré olvidado, sobre todo tratándose de la Weasley .- Me voy.- solté en forma semi cortante, ella asintió como accediendo a que era lo mejor para todos. Me marché lo antes que pude, sin volver atrás para verla.

Ginny´s PoV

El me dijo que se iba, y lo hizo, muy a pesar de lo que yo quisiera. En cierta forma no quería verlo irse...

Al perderlo de vista, me recosté en el mismo lugar donde antes había estado sentada pensando en Harry. Pero esto que me sucedía era más fuerte, más extraño y no me permitía pensar en alguien más. No podía quitar mi boba sonrisa del rostro, y todavía tenía las mejillas sonrojadas seguramente, además mi corazón... palpitaba como queriendo formar una sedición interna. ¡Por que semejante cosa estaba pasando ahora ! Quizás era por la bajada tan estrepitosa. Pero olvidar como me sentía con su cuerpo tan cerca del mío, y su respiración entrecortada en mi cuello. Su aroma, ¡Dios, su aroma era todo un mundo nuevo! Una mezcla de perfume masculino y el sudor por la práctica... el olor de su piel... desgraciadas hormonas y mi carencia de compañía masculina... Cerré los ojos, y si alguien del cielo me estaba mirando ahora, de seguro hubiese pensado que yo era algo así como una lunática. Es cierto, ¿qué habrá sido de Luna? Supongo que no se habrá dado cuenta de que desaparecí durante todo el día, a veces pede ser tan despistada...Los abrí, y contemplé sobre mí la luna. Estaba muy brillante, y una que otra nube grisáceo la cubría de momentos. Y lo distinguí, algo nuevo llamó mi atención.Sentí unos pasos cerca de mi, me percaté de ellos justo en el momento que Malfoy aparecía de nuevo y arrojaba sobre mí su capa para cubrirme hasta la cabeza. Me senté y destapé tan rápido como pude, él se estaba marchando y me daba la espalda.

- Ey, no estoy muerta aún.- reclamé.

- Parecía que sí, tenías un blanco mortecino en el rostro por el frío.- me contestó con la misma frialdad y sarcasmo con el que siempre me ha tratado. Lo vi bien, estaba cambiado ya, al parecer se había marchado para eso, cambiarse en los vestuarios y ponerse su uniforme normal. El verde se ve bien en él, pero yo creo que el negro le queda aún mejor.

- Gracias...- musité, sin esperar que me escuchara. Me envolví en su capa y no... él no podía marcharse así como así...

- ¿Y desde cuándo eres tan caballero?- pregunté con algo del mismo sarcasmo que él utilizaba. Malfoy volvió su cabeza para verme. Su mirada era divertida, desafiante ahora.

- Siempre lo he sido, así me crié y no creo cambiar. Pero claro, nunca frente a unos Gryffindors...- contestó cono un vago aire de desprecio.

- ¿Debo considerarme afortunado entonces?- pregunté. El no me contestó, aún permanecía de pie en el comienzo de las gradas del campo de quidditch, con las manos en sus bolsillos.- ¿Vas a quedarte aquí hasta morirte de hipotermia?- me pregunta. ¿A qué se debe esa pregunta? ¿Se preocupa por mi? No... no lo creo, es un Malfoy después de todo.

- Nevará mañana.- le cambié de tema, mirando al cielo.

- ¿Cómo dices?

- Nevará mañana, ¿no ves el aro al rededor de la luna?- señalo el punto exacto en el firmamento. El se voltea y la ve. Parece interesado, aunque también preocupado.- ¿Va a nevar? Eso lo hará más difícil...- piensa para sí mismo. Me ve mirándolo con el ceño fruncido- El partido, será más difícil así.- deduce claramente preocupado.Me pongo de pie, aún envuelta en su propia capa, y bajo hasta donde él está. No me detengo, sigo de largo.

- Vamos... no tardará en nevar.- le digo, y él me sigue sin decir nada. Con sus pasos más largos logra enseguida alcanzarme y su velocidad se reduce, ¿quiere caminar conmigo? NO es posible...- ¿Así que te arrepentiste?- me pregunta con voz suave y profunda, camino al castillo.

- ¿Por qué volviste?- le pregunto.- Para evitar que hicieras algo estúpido. De pronto cuando me cambiaba recordé algo que comentó todo el mundo hoy... lo de Potter y la sangre sucia.- dice con desdén.

- Ah... te refieres a Harry y Hermione... ¿qué tiene eso que ver contigo?

- No conmigo, no me interesa si Potter se tira a un poso de agua o si se cae de la escoba y se hace trizas. Pero a ti si... ¿'no?

Trato de deducir bien que es lo que me ha dicho, para darle una respuesta coherente. Todo fue tan repentino que casi no entendí.- ¡Un momento! - me detuve en seco al captar la idea, también él lo hizo- ¿Piensas que yo iba a suicidarme allá arriba porque Harry está saliendo con Hermione?- le pregunto atónita. El me observa con algo de asombro, pero pronto asiente con aparente indiferencia y continúa caminando. Ahora soy yo quién corre tras él.

- En el fondo no creí que fueses tan estúpida... pero considerando lo fanáticos de San Potter que tu y Creevey son, pensé que se arrojarían de la torre de astronomía al enterarse.- dijo cuando lo alcancé.- En realidad... estás muy lejos de la realidad.- me miró se soslayo- Estaba pensando, sucede que... ahg... no... mejor no, no entenderías...- aparto la idea de mi cabeza. Parece ofendido por lo que le he dicho.

- ¿Quieres apostar?- me reta.

- Uhmm...- lo medito- Deacuerdo... fue todo lo contrario. Todos estos años Harry me gustó, por mucho que intentara evitarlo y salir con otros chicos. Pero cuando me enteré de lo que había sucedido, me sentí extraña... tan sorprendida, nunca lo hubiese imaginado... digo, eran taannn buenos amigos.- Lamento decepcionarte pero la amistad entre el hombre y la mujer no existe.

- ¿Lo dices en verdad? Pero Colin es mi mejor amigo desde hace seis cinco años, y él jamás mostró ningún tipo de interés en mi. Y yo jamás me he confundido con lo que siento por él.El esbozó una sonrisita ladina al oir mi comentario.- Con eso no haces más que confirmar mis sospechas de que ese papanatas de Crevey no es más que un - - -

- ¿QUE? ¡No!- vociferé- No... aunque... no... Oh, Dios..- me llevé ambas manos a la boca al caer en cuentas de la verdad. Draco se echó a reír al ver mi expresión. Nunca me había dado cuenta, tantos hechos y tan evidentes... diablos...- Maldición...

Lo escuché reír, y lo vi, era muy apuesto cuando reía, pero increíblemente sexy cuando miraba a los ojos directamente.

- ¿Cómo es que no me di cuenta antes?

- Y bien, ¿qué esperas para ir a consolarlo por haber perdido a su amor con una cerebrito?- se burló- O mejor, vayan a consolarse mutuamente, aunque me temo que ahora serán rivales en más.

Hubo silencio, porque su cuestión me hizo razonar un poco más antes de llegar al castillo.

- No... no seremos rivales.- él me miró como tratando de conseguir un aclaración- Creo que Harry no es alguien en quien voy a tener en mi cabeza de ahora en más. Supongo que al principio sí, me enamoré como una niña tonta pero ya han pasado seis años y ni una respuesta de su parte, estoy segura de que se convirtió en una obsesión o algo así.

- Wow... ¿me lo dices en primicia? que afortunado.- ironizó, pero esa máscara fue más para cubrir su verdadera sorpresa.

Doblamos en la siguiente vuelta del pasillo apenas iluminado por el fuego de las antorchas antiguas. Me detuve, para ir a la torre de Gryffindor debía dar vuelta hacia el lado opuesto.

- Aquí te vas.- dedujo sacando las manos de los bolsillos de sus pantalones.

- Sí...- respondí apenada, no quería irme aún. Pero hacía frío, y tenía mucho sueño.

- No intentes hacer nada estúpido de nuevo, te aseguro que no volveré entonces. A menos que lo hagas un día antes de un juego por el que haya practicado todo un mes, y debieran suspenderlo por el patético suicidio de una de las alumnas.- reprochó. Pero no me sentí mal, del todo.Me tomó desprevenida, lo hizo, hizo algo que me dejó estupefacta, imposible de reaccionar, me besó. Fue un beso arrebatado, tan rápido que casi no hubo tiempo para ser respondido ni saboreado siquiera. Se separó, y sin mirarme me dio la espalda y se marchó. Permanecí de pie, gélida en la misma posición con una expresión de sorpresa en mis facciones imposible de arrancar.

- ¡Malfoy!- le grité. El se detuvo pero no se dio la vuelta para verme.- Si dices que no existe la amistad entre el hombre y la mujer... ¿la enemistad tampoco?

- ¿Quieres apostar?- preguntó en forma insinuante antes de seguir su marcha.Me quedé en medio del pasillo, con el corazón acelerado, las mejillas encendidas, y una sonrisa boba en los labios.

------------------------------------------------------------

Nota de Dedee (Deniko.. da igual): este fanfic que ahora estoy usando como capítulo uno ya lo he escrito hace tiempo como un auto conclusivo, pero fueron tantos los pedidos por mails, de mis amigos y de mi genio maligno interno para que lo continuara que no pude negarme. Por eso convertí todo esto en un fic que planea ser más largo y aunque comience en forma inocente espero que no siga así por el resto de los siguiente siete capítulos.Dedicado a Moonyca, y a Claire, Ali Snape... en fin todos los fanáticos de