Los personajes de esta historia no me pertenecen, son de el grandioso Masashi Kishimoto, pero la historia siii!!! por eso hare de las mías en ella.

¡Mi jefe es mi ex novio!

Sonó el despertador mostrándome que ya eran las 7.45 am. Empecé a levantarme de la cama pero un momento ¡7.45 AM! ¡Demonios!

Me paré rápidamente y me metí a bañar. No se ni si me talle bien el cuerpo o no, estaba apurada, me había quedado dormida más del tiempo necesario. Se preguntaran ¿por qué esta chica ilusa de apenas 20 años tiene tanta prisa? La respuesta es porque hoy tengo mi primera entrevista de trabajo, si, aun no acabo mi carrera, pero ya no quiero ser una carga para mi madre, que por cierto es madre soltera.

Me pongo rápidamente la ropa que planche en la noche para este día y salgo corriendo de mi habitación.

-¡Mamá! ¡Ya me voy!- le grito mientras tomo mi bolso y las llaves de mi carro, un chevy 2000, no es mucho pero me ayuda a poder transportarme a todos lados.

-¿No vas a desayunar?-pregunta mi querida madre, la cual aun no les he presentado. Ella se llama Hitomi, es una hermosa mujer de 40 años, muy trabajadora por cierto y que me ha dado todo en mi vida, no saben cuanto la quiero.

-No mamá, ya es muy tarde… Adiós.

Subo corriendo a mi carro y salgo de casa. Tuve suerte, no había mucho tráfico asi que no tarde mucho en llegar a mi destino.

Lamentablemente ya estando en el estacionamiento decían puros reservados para dirección, ¿qué tienen los de dirección que no tengan los demás?

Al fin encontré un lugar en donde estacionarme. Bajé del coche con una prisa muy notable para todos los presentes de allí, tome mi currículo y fui directo a la entrada de una de las empresas más famosas en todo Japón, GMU. La verdad no se lo que signifiquen sus siglas, lo más importante es que es una empresa mundialmente conocida.

Al entrar fui a la recepción, ahí me tope con una chica pelinegra con extraño color de ojos.

-Disculpa… vengo a una entrevista-le dije.

-Oh si, usted debe ser la Señorita Haruno… El señor Hatake la esta esperando para la entrevista. Quinto piso a la izquierda.

-Muchas gracias… eh ¿cómo te llamas?

-Ah, si claro, mi nombre es Hyuga Hinata.

-Bueno Hinata, deséame suerte.

Salí de allí caminando muy apuradamente. Tomé el elevador y llegue hasta el quinto piso. Di vuelta por donde me había dicho Hinata y allí la vi, estaba la oficina del Sr. Inuzuka.

Toqué dos veces la puerta, hasta que al fin escuche el adelante. Entré, y ahí estaba sentado atrás de un enorme escritorio, me sentía diminuta a comparación de esa enorme oficina.

Las piernas me empezaron a flaquear, esta demasiado nerviosa. Tenía que calmarme, estoy segura que soy capaz para este puesto.

-Pasa, siéntate, no tienes porque estar nerviosa, será como una plática-me dijo amablemente el joven que estaba ahí, si joven, podría calcularle unos 28 años.

-Claro.

Me senté donde el me había dicho. Puse mi currículo en el escritorio y se lo pase para que pudiera verlo.

Vi como empezaba a leerlo.

-Eres aun muy joven, pero se ve que eres muy capaz-me dijo sonriente.

-Gracias-atine a contestarle. Ese cumplido había levantado mi ego.

-Vaya, me sorprendes, sabes demasiado idiomas, además de que y estas por acabar tu carrera ¿cierto?

-Si, por lo que pudo leer, se ha de haber dado cuenta, que estoy por acabar mi carrera de Finanzas Internacionales, además de saber los idiomas de inglés, alemán, francés, español y japonés, por el momento estoy estudiando el idioma italiano.

-Muy interesante, y se puede saber ¿cómo le haces para estudiar, trabajar y aprender idiomas?-me pregunto aun sorprendido por todo lo que hacía.

-Pues tengo que organizarme muy bien, y si le preocupa que algún día vaya a fallarles por todas las cosas que hago no tiene porque, mi prioridad ahorita es el trabajo, mi carrera estoy por terminarla, solo me faltan 2 semestres, así que no estoy muy preocupada por eso.

-Me sorprendes, eres muy madura. Así que esta decidido, estás contratada. Eres la persona más preparada que ha venido ha entrevistarse, así que estoy seguro que sabrás llevar bien tu trabajo.

-Muchas gracias por esta oportunidad, estoy segura que no le fallaré.

-De eso estoy más que seguro, pero, tengo que aclararte unas cosas, yo no seré tu jefe.

-¿A no?- esto era un poco confuso.

-Serás la secretaría de dirección, pero no crees que solo harás eso. También llevarás los ingresos de la empresa y las ganancias que vaya llevando. Todo lo demás te lo explicará tu jefe.

-Esta bien, pero una pregunta ¿quién es mi…- inoportunamente empezó a sonar el maldito teléfono.

-Lo siento Señorita Haruno, pero tengo que contestar esta llamada. Fue un placer haberla entrevistado.

-Lo mismo pienso.

Tuve que salir de ahí, ahora si, me había quedado con esa maldita duda. ¿Quién diablos iba a ser mi jefe? Pero bueno, lo importante es que había conseguido ese empleo, y eso era algo fabuloso.

Tomé el elevador y baje a la planta baja, creo que mi felicidad era demasiado notable, ya que la mayoría de la gente que pasaba y me veía se me quedaba viendo raro, pero no me importaba, lo importante era ¡QUE HABÍA CONSEGUIDO TRABAJO!

-¡Adiós Hinata!-le dije mientras pasaba por un lado de la recepción-¡Nos vemos mañana!

-¡Espera!-me dijo- ¿Te dieron el puesto?-me pregunto emocionadamente, la acababa de conocer y ya se emocionaba por lo que me pasaba, estoy segura que iba a llevar una muy buena relación con esta joven.

-¡SI!-grite emocionada mientras daba unos pequeños brincos.

Mientras tanto en el estacionamiento se encontraba un apuesto joven bajando de un lujoso convertible negro, ese era Uchiha Sasuke, hijo del magnate empresario Fugaku Uchiha, del cual heredo la empresa familiar… aparte de ser un bombón caído del cielo. Con sus penetrantes ojos azabaches, su cabello rebelde, el cuerpo de Dios que posee, su aire de indiferencia hacía que cualquier mujer cayera rendida a sus pies, hasta la que se resistiera a sus encantos.

Iba directo hacia la entrada de su brillante empresa, la empresa internacional de autos… General Motors Uchiha.

-¡Qué emoción Señorita Haruno!-me dijo animada.

-Oh vamos, deja de decirme así, dime Sakura, Saku como tu quieras, menos por mi apellido, ahora te estoy llegando a considerar mi nueva amiga, Hinata, y por eso no quiero que me llames de usted.

-Esta bien Sakura, entonces te dejo, nos veremos mañana-me dijo mientras tomaba unos papeles y se iba de ahí.

Estaba demasiado feliz por mi nuevo trabajo, mi primer trabajo, solo que lamentablemente la felicidad no dura para siempre.

Cuando iba de salida tuve un pequeño accidente por estar fantaseando con el dinero que ganaría por este empleo…

-Yo lo lamento-empecé a levantarme mientras sacudía mi ropa.

-¿Estás ciega o qué?-me dijo una voz masculina, pero que se creí, no iba a dejar que ese tipo me humillara, cuando de pronto vi al dueño de esa descaballerosidad.

-¿¡UCHIHA!?-le grite irritada.

-Haruno, vaya no se porque no me sorprende… siempre has sido tan despistada-me menciono mientras me miraba de arriba abajo.

-Y yo no se porque no me sorprenden esos insultos, ya que provienen de ti.

-Hmp-me sonrió, con sus sonrisas tan arrogantes que siempre he odiado.

-Creo que aun no superas tus monosílabos, te regalé un diccionario… para que aprendas a hablar.

Me empecé a retirar de ahí cuando escucho que me dice algo…

-Que lastima, yo no puedo regalarte nada porque no tienes remedio Haruno.

-¡Vete al diablo!-le grite.

Aceleré el paso, porque tenía que topármelo a él, después de hace tanto tiempo sin vernos.

Me subí al carro. Ese Uchiha había arruinado mi felicidad, y tan contenta que estaba. Tenía que hacer algo, no iba a dejar que por ese incidente se me agüitara el día.

Tomé mi celular y le marque a la creadora de mis días mes divertidos, mi mejor amiga Ino Yamanaka.

-¡FRENTONA!-me grito desde su celular- Hace cuanto tiempo.

-Hay Ino-cerda, si ayer nos acabamos de ver.

-Lo sé Saku, pero pues te extraño. ¿Y qué? ¿Cómo te fue? Frente de marquesina.

-Pues muy bien… ¡ESTOY CONTRATADA!-le grite emocionada.

-Sabía que lo lograría Sakura, ¿entonces? ¡Nos vamos a festejar!

-Si, para eso te llame, necesito que me alegres el día.

-¿Qué te paso?

-Pues verás, ¿recuerdas al imbécil de Uchiha?

-Si, obvio que lo recuerdo como no voy a recordarlo si fue

-¡Cállate! Ni lo menciones, que eso fue un error. Bueno el caso es que me lo tope hoy, y pues arruino mi felicidad, así que necesito verte a ti y a todos los demás para poder recuperarla.

-En ese caso que no se diga más, hoy nos veremos en el Club Bar Noha.

-Esta bien, ¿te parece a las 6.00 de la tarde?-le dije mientras me estacionaba.

-Si, perfecto, en ese caso ¡Yo les aviso a los demás!

-Hay Ino, estas tan loca.

-Lo sé, pero bueno, nos vemos al rato Saku, ¡Ciao!

Colgué, hablar con Ino siempre me reanimaba, tiene algo que me hace sentir bien. Ahora lo único que me faltaba por hacer era ir a comprar ropa. Tengo que estar muy bien presentable para ir al trabajo.

Ahora si, esta decidido, buscar trabajo fue lo mejor que pude haber hecho.

Fin del capítulo.


Espero que les haya gustado, es mi primer fic!

Estoy tan contenta por haberlo subido. Pobre Sakura no sabe que buscar trabajo fue el peor error que pudo haber cometido, pero bueno, eso lo ira descubriendo con el paso de la historia.

Espero que mi humilde fic merezca un review de su parte.

Les mando saludos a todos. Ciao!