.: Bueno, mi historia como podrán darse cuenta es sobre Legolas, me he tomado ciertas libertades con el personaje ya que no tiene un pasado a partir de la conformación de la comunidad, bueno espero que os guste.

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DE LA HISTORIA DE UN ELFO

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1. Legolas HojaVerde, una luz en la oscuridad

Había un gran alboroto en todo el reino, los siervos del rey iban por todos lados acatando las ordenes de su señor, el bosque resplandecía mas que nunca y los Ruiseñores cantaban a la llegada del príncipe.

- señor, ya lo puede ver- Asomo de la puerta un hermoso rostro elfico en el cual unos rubios cabellos bajaban por su cara.

- Ya nació, pero- Dijo aquel señor lleno de alegría - es es... - su voz se quebranto.

- Es un hermoso Príncipe - Contesto Aranel e Invitándolo a Seguir a la habitación - ¿cómo llamareis a vuestro hijo?.

El rey lo miro a el y luego dirigió su mirada a los demás elfos presentes y exclamo: - Se llamara Legolas. Legolas, Hoja verde príncipe del bosque.

Rápidamente entro a la habitación, tenía unas lindas cortinas blancas en la ventana, la cama era amplia y su manto era de un color verde pálido, a la izquierda de la cama se encontraba una joven Ela tocando unas de las mas hermosas melodías que se oían en este reino a toque de Arpa, era realmente un ambiente agradable, pero en la cama estaba Eirien y en brazos llevaba a un bebe elfo, el cual su destino estaba marcado desde el mismo instante de su Nacimiento, un destino trazado por el mismo Eru, algunos momentos buenos pero, también grandes tristezas iba a vivir ese pequeño.

Dulce y tiernamente su padre lo tomo en brazos, lo miro largamente y dijo:

Blanca como las nubes es tu piel,

Azul como el mar es la profundidad de tus ojos,

Y dorados son tus cabellos como el Oro mas puro y como los rayos del sol,

Príncipe del Bosque Verde,

Descendiente de Oropher, heredero de Thranduil

Virtuoso entre los Nacidos,

Tu Arco y flecha serán bendecidos

- veo que estas muy entusiasmado, mi señor- Rió con un esfuerzo Eirien.

-Es mi orgullo y mi alegría, el día de hoy lo llamare el Día Bendecido, ya que Eru escucho mis suplicas y será el día de fiesta en mi reino para todos los años.- concluyo satisfecho Thranduil.

Se sentó junto a Eirien, la beso colocando de nuevo al bebe en sus brazos. - ¿cómo te sientes, necesitas algo? Con gusto pondré a tu servicio todos los elfos que me sean posibles-.

- No te preocupes, me siento bien y no necesito tantos elfos como tu dices a mi servicio- Renegó la Reina.

Mientras Thranduil hacia todos los preparativos para celebrar aquel día, mandando a sus súbditos a organizar una gran fiesta en donde todos lo elfos se regocijarían por el nacimiento del príncipe, tuvo una gran sorpresa, una sorpresa que ni el esperaba, a lo lejos venía una compañía un tanto numerosa, El rey ordeno que tocaran las trompetas como signo de Bienvenida.

-Como sabéis que hoy ha nacido el príncipe si nunca envié mensajeros- Thranduil los miro sorprendido - ya se, esto debió haber sido obra de la dama Galadriel- dijo Thranduil

Se miraron levemente y todos soltaron a reír, hace mucho tiempo que no se veían, y cosas malas habían sucedido desde entonces, las fuerzas de Sauron crecían y habían menos posibilidades para un encuentro de tal magnitud, pero a pesar de todo habían decidido visitar a Thranduil y a Eirien para celebrar tal momento. El rey los invito a seguir al reino, el cual hubo una gran bienvenida y regocijo por ello.

- Realmente es bello el príncipe Legolas - le afirmo Galadriel a Thranduil - pero nunca le permitas oír la vos de las gaviotas, ya que su corazón no descansara en paz en el bosque-.

- Enigmática como siempre - rió Thranduil

- No creas, es una visión-

- No te preocupes mantendré a Legolas lejos de las costas- dijo Eirien seriamente.

- Bueno – Interrumpiendo Celebriam con su espontaneidad de siempre - dejémonos de visiones y disfrutemos del "Día Bendecido"-

En adelante se sentaron a Celebrar y a beber del mejor vino del reino, el que Thranduil guardaba en las bodegas para fechas tan especiales como esta, recordaron viejos tiempos; los buenos y los malos, recordaron Doriath, pero lo mas triste de su conversación fue de recordar a los seres amados que habían perdido con la venida de la segunda oscuridad. Después de una largo tiempo de conversación, Galadriel creyó que había sido el momento de entregar lo que ella había traído desde Lórien para el pequeño príncipe:

- Toma pequeño, Un carcaj lleno de flechas y un Arco - lo deposito junto a el y beso dulcemente su frente - pues veo en tu destino que muchas de estas flechas Irán dirigidas para los enemigos de las tierras libres - anuncio Galadriel, mientras esforzaba su poder y veía lo que sucedería con el, sonrió y volvió a su lugar. Entonces Celeborn se puso de pie e hizo una reverencia ante los reyes y luego a Legolas, se acerco y le dijo:

- Es brillante como la luz de las estrellas, te obsequio ambar (destino, muerte), y que sea el destino de muchos de los orcos que habitan por la tierra media- le dijo volviendo a su sitial.

- Pequeño Aratan (Hombre Noble), lo que tengo para obsequiarte no se encuentra conmigo, esta en los establos de este reino y es blanco como la nieve y tan dócil como una flor, aun no lo podrás montar, pero cuando crezcas se que serás el mas veloz entre los veloces, su nombre es Astaldo (el Valiente) - Y como un susurro Celebriam se acerco al príncipe y le dijo - pero recuerda montarlo sin silla de montar - y con una sonrisa en sus labios se separo del pequeño.

Después de esto, vinieron muchos mas obsequios para el príncipe, pero, de menos importancia en este caso, posteriormente a los obsequios, Thranduil los invito a cenar con el, al salón principal, recorrieron los diferentes pasillos que se abrian ante ellos hasta llegar a una amplia habitación, tenía en el aire un aroma agradable, sus paredes eran de un color pardo y en el centro del salón había una grandiosa mesa hecha en madera por los mejores carpinteros del reino, entonces Eirien los invito a los sitiales que fueron reservados para cada uno de los invitados, al rato que estuvieron todos sentados el Rey toco una campana que tenía a su diestra e inmediatamente aparecieron tres doncellas elfas y tres apuestos elfos, que a la agilidad de sus manos, la mesa abundo de exquisitas comidas.

- Fue una noche espléndida, y quiero agradecer vuestra hospitalidad- dijo Elrond- Hantalë (gracias)- he hizo una profunda reverencia.

Al cabo de un tiempo, todos se dispusieron a descansar en las bellas habitaciones que les habían designado, pues el viaje de regreso era largo y agotador, y aunque Thranduil y Eirien hicieron su mayor esfuerzo para que sus amigos se quedasen por mayor tiempo, fue en vano, pues habían sucesos que no podían esperar y menos en estos tiempos de Oscuridad.

Al pasar la noche, ya todos los invitados estaban listos para partir y habían dispuesto los mejores caballos para que el viaje fuera menos incomodo, pronto en una colina de la frontera Noroccidental del Bosque había llegado el momento de la separación.

-Tu hijo es como una pequeña luz que se asoma en la oscuridad de tu camino, pues muchas perdidas habrán y no podrán ser restituidas- le dijo Galadriel a Thranduil.

-Que me quieres decir?- le pregunto seriamente Thranduil.

-Aun no lo sé- dijo en el mismo instante en que miraba a Eirien

Prontamente Galadriel y su compañía empezaron a avanzar, entre tanto El rey y su tropa se quedaron en la Colina mientras los viajeros seguían su camino, el rey hizo tocar las trompetas y Exclamo:

- Que Elbereth os Proteja-

- Namarië (adiós) - contestaron desde lo lejos mientras se perdían al occidente.

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Había en otro tiempo una doncella élfica,

una estrella que brillaba en el día,

de manto blanco recamado en oro

y zapatos de plata gris.

Tenia una estrella en la frente,

una luz en los cabellos,

como el sol en las ramas de oro

de Lórien la bella.

Los cabellos largos, los brazos blancos,

libre y hermosa era Lórien,

y en el viento corría levemente,

como la hoja del tilo.

Junto a los saltos de Nimrodel,

cerca del agua clara y fresca,

la voz caía como plata que cae

en el agua brillante.

Por dónde anda ahora, nadie sabe,

a la luz del sol o entre los sombras,

pues hace tiempo que Nimrodel

se extravió en las montañas.

Un barco elfo en el puerto gris,

bajo el viento de la montaña,

la esperó muchos días

junto al mar tumultuoso.

Un viento nocturno en el norte

se levantó gritando,

y llevó la nave desde las playas élficas

sobre olas que iban y venían.

Cuando asomó la pálida aurora

las montañas grises se hundían

más allá de las olas empenachadas

de espuma enceguecedora.

Amroth vio que la costa desaparecía

debajo y más allá de la ola,

y maldijo la nave pérfida que lo llevara

lejos de Nimrodel.

Había sido antaño un rey élfico

señor del valle y los árboles,

cuando los brotes primaverales se doraban

en Lothlórien la bella.

Lo vieron saltar desde la borda

como flecha de un arco

y caer en el agua profunda

como una gaviota.

El aire le movía los cabellos,

y la espuma le brillaba alrededor,

lo vieron de lejos hermoso y fuerte

deslizándose como un cisne.

Pero del Oeste no llegó una palabra,

y en la Costa Citerior

los elfos nunca tuvieron

noticias de Amroth.

- ¿Te gusto?- dijo una melodiosa voz.

- En verdad, pienso que fue Excelente -

- Hantalë Madre, sabes que esta es una de mis canciones favoritas - dijo entusiasmado el príncipe.

E Inmediatamente la madre abrazo al pequeño, se amaban bastante como para separarse. Fue cuando Thranduil entro a al habitación de música, interrumpiendo aquel momento. con el llevaba dos arcos y dos carcaj.

- Veo que otra vez le cantabas a tu madre - le dijo Thranduil riendo- pero, sabes es hora de ir a practicar con el arco-

- No lo he olvidado, creo que es lo ultimo que se me olvidaría pues es lo que mas me gusta - contesto Legolas con un brillo en sus ojos - bueno, ¿vamos?.

-Ve adelantándote hijo, ya te alcanzo-

-Prométeme que cuidaras a Legolas, si me llega a pasar algo, la oscuridad se extiende y no quiero que a Legolas le suceda algo, por favor no le comentemos de Sauron y la próxima alianza que habrá entre elfos y hombres-dijo preocupada Eirien como si un presentimiento la agobiara.

-No te va pasar nada, te lo prometo- se arrodillo y le beso la mano- en cuanto a la guerra se que todo acabara, seremos felices de nuevo y podremos viajar como antes, no te preocupes Sauron será destruido-

- Es un niño realmente maravilloso, me siento muy orgullosa de el ¿pero, no entiendo por que no pasa casi tiempo con niños de su edad?- dijo un poco mas reconfortada Eirien - además es muy silencioso y solitario-.

- Pienso, que es muy orgulloso para tener su edad, ciertamente deberíamos darle una lección para que trate a los demás elfos como a su igual, pero, en todo caso es muy noble y valiente, tengo la esperanza que va hacer un gran elfo y un gran príncipe, bueno te quiero mucho, Namarië - se despidió Thranduil de Eirien con un beso y desapareciendo de detrás de la puerta.

Legolas tenía ya cinco primaveras, era un niño con cabellos dorados y una pequeña corona de hojas resplandecientes se posaban en su cabeza, sus ojos eran azules y su piel era suave y blanca se había convertido en un niño muy suspicaz e Inteligente, pero silencioso y orgulloso de si mismo, creía que por ser de la realeza no debía juntarse con niños menos que el, la mayor parte de su tiempo libre prefería dedicarlos a las lecturas de los libros antiguos bajo un árbol, sus favorito era la historia de Luthien y Beren, se deleitaba con sus historias.

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Una gran compañía había arribado a Bosque Verde, y varias de sus gentes los estaban esperando, entre ellos Amarië quien tenía a su cuidado al pequeño Legolas.

-Legolas no te preocupes mas, varias veces te he dicho que tus padres se fueron a un viaje que no se demorarían, y mira allá vienen tus padres-

Pero a decepción de todos, la tropa venía triste y Somnolienta, sus caras se ensombrecían y Thranduil venía dirigiendo la tropa, no tenía esfuerzos para hablar con su gente, entre ellos traían los cuerpos de aquellos Elfos que habían perecido en la guerra, la alegría era inmensa para aquellos que veían venir a sus seres amados y con un profundo abrazo los recibían, pero por el contrario había tragedia y lágrimas para aquellos que sabían que sus seres amados ya se encontrarían en las estancias de mandos.

-Atto, Atto- exclamó Legolas al ver a Thranduil, este se acerco a el y lo abrazo, no lo quería dejar ir y mientras abrazaba al pequeño brotaron de sus ojos grises unas lágrimas que no aparecían desde hace tiempo, entonces lo beso en la frente-veo que has crecido en mi ausencia-

-Atto, porque lloras y ¿donde esta mi madre?-

-Hijo- y sin poder seguir rompió en un llanto estremecedor, todos los allí presentes se lamentaban y lloraban la muerte de su reina, después de que se reconforto le dijo- tu madre ya no esta aquí, pero se que te esta viendo, se fue un lugar muy lejos en donde no nos puede llevar, pero te dijo que te quería mucho y que también te extrañaba-

-y cuando la puedo volver a ver-

-no lo se, no lo se- lo abrazo y juntos lloraron porque Legolas entendió que aunque la amaba mucho sabia que no podía volverla a ver.

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-Lo hizo de nuevo-Dijo resignada Amarië.

Efectivamente Legolas lo Había hecho de nuevo, durante la noche mientras todos descansaban el pequeño de doce años se había escapado por la ventana, en realidad nadie sabia porque Legolas siempre se escapaba por las noches, sin embargo al cabo de unas horas volvía a su cuarto para dormir un poco.

-Si sigue así, tendré que ponerle rejas a las ventanas para que no se vuelva a escapar- pensó Amarië mientras se dirigía a la habitación del rey para contarle lo ocurrido.

-Disculpe mi majestad, pero el príncipe ha vuelto a escapar-

-Otra ves??, Este niño nunca aprenderá, pero dejadlo que regrese solo me imagino que ya es una costumbre que tiene.

El pequeño se despertó, se puso un traje verde pálido que tenía a su alcance y acomodo con exactitud unas cuantas almohadas bajo las sabanas, después de que todo estuvo listo bajo por la ventana sin tratar de hacer ruido y con un pequeño silbido llego hasta el, Astaldo quien ahora era su mejor compañero, y a las ordenes del joven príncipe llego a uno de sus lugares favoritos, era una colina verde donde siempre se sentaba a pensar y a recordar lo poco que sabía de su madre, entonces por la nostalgia lloró y se lamentaba no tener a su madre cerca como lo podían hacer muchos de los niños elfos.

Pero sin darse cuenta otro pequeño seguramente de su misma edad, se había acercado a el y se preguntaba por que estaría llorando.

-Aiya. ¿por qué lloras?- Pregunto el pequeño.

-No te interesa lo que haga o deje de hacer- contesto Legolas mientras se secaba las lágrimas de sus ojos.

-si me interesa y además ¿por que no puedes confiar en mi?- respondió con paciencia aquel niño.

Legolas se pregunto así mismo por que no tendría amigos, en verdad el nunca se había hecho esa pregunta pero al ver a ese niño se sintió en confianza pero antes de responder le pregunto a el.

-Y tu porque estas aquí a estas horas de la noche-

-Bueno, te haría la misma pregunta a ti pero si quieres te voy a responder- en aquel momento se sentó junto a el.

-veras, quiero ser un gran combatiente y quiero saber manejar el arco y la espada como lo hacia mi padre, pero mi madre no me deja y me regaña por querer hacerlo y por eso decidí escaparme- entonces se puso de pie y exclamo-nadie me impedirá lo que quiero ser.

-¿Y que dice tu padre?- pregunto Legolas encontrando Interés en la conversación.

-La verdad no lo se, mi madre me dice que se fue a la estancia de Mandos con mi hermano mayor o algo así, creo que fue en algo llamado la ultima alianza- contesto el pequeño.

Fue entonces cuando Legolas entendió que no era el único que vivía tal situación.

-Yo estoy aquí, porque es mi colina favorita, mi madre siempre me traía aquí para que jugáramos un rato y ver las estrellas, pero me imagino que ahora tu padre y mi madre deben que estar juntos en las estancias- le dijo Legolas con una leve sonrisa en los labios.

-por cierto ¿como te llamas?- le pregunto el niño de ojos verdes y cabellos oscuros- yo me llamó Odín y me da gusto conocerte- mientras le estrechaba una mano.

-Me llamó Legolas-en tanto el correspondía al saludo.-mi padre siempre me ha dicho que los enanos son malas personas y que son muy egocéntricos, también me ha dicho que son causantes de tragedias para los elfos, ¿estas de acuerdo Odín?-Pregunto Legolas mientras miraba a su nuevo amigo.

-Yo también pienso lo mismo, mi madre siempre me dice que por culpa de ellos no tenemos a nuestros seres queridos, creo que los odio aunque no los conozco-

-Yo los desprecio-

-Legolas, te imaginas donde uno tuviera que realizar un viaje de extremo riesgo con un enano-

-no consigo imaginármelo, espero que nunca tengamos que hacerlo-

Duraron un buen tiempo hablando sobre ellos, sin embargo Legolas se percato Que ya el amanecer aparecía y que debía estar prontamente en el palacio.

-Te invitó a que montes conmigo en Astaldo y te llevare al palacio para presentarte a mi padre-Dijo el pequeño príncipe.

-Vamos!- Exclamó con alegría.

Ya cuando había aparecido el sol, Odín iba montado con Legolas en Astaldo y sin tardar mucho tiempo se encontraron con las puertas del palacio, El joven príncipe se dio cuenta que frente a la puerta se encontraban Thranduil, Amarië y los guardias junto a ellos.

-Dónde estabas Legolas?-Le pregunto Thranduil un poco molesto, ya que Legolas nunca tardaba tanto en volver al palacio.

-Padre,...me encontraba con mi amigo hablando y viendo la luz del amanecer-contesto Legolas un poco nervioso, pero con orgullo.

-¿Tu amigo?- pregunto asombrado el rey, ya que Legolas nunca había tenido amigos, ni siquiera había tratado de entablar una amistad con otro niño elfo.-¿donde esta?, Por favor preséntamelo-.

No obstante, antes de que Legolas consiguiera decir algo, Odín se presento muy formalmente dándole la mano al Rey.

-Buenos Días, mi majestad, me llamó Odín hijo de Elerossë-

Inmediatamente el Rey recordó aquellos días oscuros, en donde estuvo en aquella terrible guerra, -como poder olvidarla-se dijo, mientras recordaba a Elerossë, quien valientemente dio su vida para proteger la vida del rey en el mismo instante que era atacado por flechas.

-Con que eres el hijo de Elerossë, ¿sabias que fue un elfo muy valiente y uno de los grandes héroes de la batalla?- Le dijo el Rey al pequeño.

-Si lo sabia mi majestad y también quiero ser un héroe como el- pero Odín bajo su cabeza y casi como un susurro dijo-pero mi madre no me deja.

En ese mismo segundo una Elfa, de ojos verdes y cabellos oscuros se acerco al Rey y le dijo:

-disculpad a mi hijo, es muy imprudente- y mirando al pequeño-Mira el susto que me has dado al no encontrarte en tu cama, ahora nos tenemos que ir, con su permiso mi majestad-.

Legolas rápidamente se acerco al rey y le pidió que desistiera en que se llevaran a su nuevo amigo. En aquel momento Thranduil le dijo a la Elfa:

-Esperad un momento, Elvëa, vuestro hijo me ha dicho que quiere ser como su padre, a pesar de lo que le has dicho,¿dime, porque no puede serlo?, si lo dejas puedo integrarlo a mis guardias y allí podría ser entrenado como un gran combatiente- finalizo el Rey.

Elvëa miro entonces al pequeño y luego al rey

-detesto que siempre me hagas esos ojos Odín, pero si el rey me lo pide, que a si sea- en aquel momento Odín corrió a los brazos de su madre a agradecerle por lo que había acabado de hacer por el.

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Era una resplandeciente mañana de primavera, todas las flores se encontraban en el mejor momento y los árboles brillaban con una luz que hacían inmensamente felices a los elfos del bosque.

-Atrápalo si puedes- Exclamo Odín, al mismo tiempo en que lanzaba un balón para que Legolas pudiera atraparlo.

-Ah, mira lo atrape, soy mejor que tu-

En realidad estaban aprovechando la primavera jugando y divirtiéndose, pero también tenían sus obligaciones, antes de estar jugando como lo estaban haciendo Legolas y Odín estaban practicando con el Arco y estaban aprendiendo las técnicas con las espadas, a veces competían entre ellos para ver quien era el mejor con el arco, sin embargo la agilidad de Legolas era mejor que la de Odín.

-Legolas pásamelo, esta vez no podrás atraparlo lo voy mandar mas fuerte que un Troll- Dijo orgulloso Odín mientras que lanzó muy lejos el Balón.

-Mira lo que has hecho, tendré que ir por el- rió Legolas.

Y en el mismo instante en que Legolas iba por el Balón, este seguía rodando hasta detenerse a los pies de una dama, usaba sandalias y su vestido era blanco como las nubes y tenía pequeñas incrustaciones de diamante en el vestido, en su cabeza tenía una corona plateada y de ella caía ligeramente su cabello trenzado como reflejo del sol. Ella suavemente lo recogió mientras esperaba que Legolas fuera por el.

Legolas estaba fascinado ante la belleza de la Dama, se acerco cortésmente y le dijo:

-Hantalë-

-No ha sido de nada pequeño-contesto la dulce voz.

-Legolas, porque no te presentas ante la dama-Dijo Thranduil que estaba junto a ella.

-Discúlpeme-Dijo Legolas mientras se sonrojaba- Soy Legolas Hoja Verde- dijo en el mismo instante en que hacia una reverencia.

-No te preocupes pequeño, yo soy Galadriel y es para mi un placer conocerte- dijo la dama blanca mientras se arrodillaba para ver mejor al pequeño.

-Eres tal como siempre te he visto- sonrió la dama mientras se volvía a poner de pie.

En si, Legolas quedo aturdido pues no entendió que era lo que quería decir, no obstante el había escuchado grandes aventuras que había tenido la dama y sabia que era una gran reina en Lorien y amada por todos sus habitantes.

-Legolas, apúrate que te estoy esperando- Grito Odín que no se encontraba muy lejos de ellos.

-Permiso-Dijo a la dama, en el mismo tiempo en que se iba corriendo para encontrarse con Odín.

-Es un niño muy cortes y veo que también valiente-Dijo Galadriel mientras contemplaba al Príncipe.

-Lo amo tanto...es lo único que me queda, después de lo de Eirien-susurro Thranduil mientras bajaba tenuemente su mirada.

-Son cosas que Eru tiene destinado, aunque intentemos cambiar el rumbo de las cosas, pero cuídalo bien aun tiene muchas misiones que hacer antes del fin de esta tercera edad-finalizo Galadriel.

Entonces Thranduil y Galadriel siguieron paseando por el Jardín del palacio.

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Ojala le halla gustado, por favor dejen reviews, cualquier duda me escriben a pika_dbz@hotmail.com y muchas gracias a elanta por tu ayuda.