Harry Potter es propiedad de J. K. Rowling.

Este fic participa en el topic "¡Feliz cumpleaños!" del foro La Noble y Ancestral Casa de los Black.

Es un regalo para Keziah Arkham. ¡Feliz cumpleaños (atrasado), Keziah!


El reportaje


Tal vez se deba a que Theo nunca antes le ha dado importancia lo que hagan las demás personas mientras a él no le afecten de una manera u otra, o que la diversidad de historias le ha asegurado que es mejor que no se junte con un chica que anda viendo criaturas que ni siquiera figuran en los libros o que se pone pendientes de rábanos y Theo no sabe qué otros rarísimos artilugios que ella encuentra por ahí.

Además, por curiosidad, una vez ha leído El Quisquilloso y no va a negar con que es un periódico que no sirve para nada más que para reírse de las locuras que publica su padre para «informar» de las nuevas noticias que han acontecido en el mundo mágico, que no son otra cosa que mentiras con burradas incluidas cada medio párrafo.

Sin embargo, ahora se ha corrido el rumor de una entrevista que ha dado el Niño Que Vivió para revelar la verdad de lo que ha ocurrido en la tercera prueba del Torneo de los Tres Magos. En lo personal, a Theo no puede importarle menos lo que haga o deje de hacer Harry Potter. No lo odia, no encuentra un motivo para hacerlo que no se inmiscuya la clásica rivalidad entre serpientes y leones; Theo necesita una razón personal para llegar a odiar a una persona.

Por muy egocéntrica que sea o que busque la atención con sus acciones, cada año y de una manera más peligrosa que la anterior.

El interés no le hubiese aparecido de no ser porque se ha enterado, gracias a la cotilla que está hecha Pansy, que justamente se ha publicado en El Quisquilloso y que ahora hay ejemplares clandestinos pululando por cada rincón del colegio; Theo se pregunta por qué ella corre tal riesgo. No es una leona, no le corresponde a ella hacerlo.

¿Por qué?

Llámenlo convencional, un poco prejuicioso tal vez, no obstante Theo no le encuentra mucho sentido a adoptar las cualidades de otras casas que no sean para la que han sido sorteados.

En una de sus visitas a la biblioteca del colegio, Theo se encuentra con la muchacha en cuestión. Con una sonrisa radiante en su rostro y vistiendo unos excéntricos lentes. Lovegood está escribiendo una redacción o eso asume. Theo decide que es momento para acercársele. La reputación de Lovegood no es la mejor, de ninguna manera, pero eso no la hace el tipo de gente que se deba evitar por completo.

Theo también ha visto que ella no parece tener ningún amigo. Theo no cuenta como tales a la compañía de Potter, Granger y Weasley, el de su curso y la única mujer de esa familia.

—¿Te vas a sentir conmigo? —Lovegood le pregunta mirándolo a través de esos lentes. Theo asiente—. Qué bien. Por cierto, ¿sabes que tienes torposoplos alrededor de ti?

—Hasta ahora no —responde. Theo no planea preguntarle qué son, seguro que no lo entenderá y él tiene un propósito ya definido—. ¿Por qué has publicado el reportaje de Potter en el periódico de tu padre?

Lovegood parece un poco sorprendida unos segundos.

—Harry es lo más cercano a un amigo que tengo. Le ayudaré si se me da la oportunidad.

Theo no sabe si es la sonrisa de Lovegood o el tono con el que lo ha dicho, pero aparece una ligera sensación en él. Una que hace que se ponga... incómodo.