Aquí traigo un reto que se me propuso hace más o menos un año, se trataba de escribir y subir veinticinco relatos sobre mi OTP.

Los relatos son todos besos diferentes. Las calificaciones irán subiendo según el shot, aunque no llegarán muy alto, aunque si hay varias menciones a temas más adultos.

Algunos son muy cortos, otros largos, pero os aseguro que muchos de los cortos pueden ser mejores que los largo. Espero que os gusten.

Dislaimer: Los personajes de Magic Kaito y Detective Conan (por alguna mención) no me pertenecen.


Dulce Chocolate

Los rayos de sol de primera hora de la mañana empezaron a serle molestos a el joven mago Kaito Kuroba, quien después de la agotada noche anterior solo quería seguir durmiendo un poco más, por ello intentó cubrir los rayos del astro con su almohada, pero antes de poder volver a dormir pudo sentir un dulce aroma que se le hacía muy conocido, el olor del chocolate recién hecho que provenía de su cocina.

No tenía que ser un gran detective como Shinichi Kudo para saber quien era la persona que estaba haciendo chocolate en su cocina a esas horas de la mañana. No podía ser otra que Aoko Nakamori, su amiga de la infancia y su novia.

Escuchó el leve tintineo de la cuchara con la taza que contenía del dulce líquido, a la vez que las pisadas de la joven que subía las escaleras, seguramente para terminarlo de despertar ella si el olor del chocolate no lo había hecho.

Pudo ver como la silueta de la joven entraba en la habitación vestida únicamente por su camisa del pijama, mientra que en sus manos llevaba una bandeja con una taza con un dibujo en relieve de palmeras.

Esa taza fue una de las que compraron en su última visita a Tropical Land. También tenían una taza en relieve de peces que su querida novia le había pedido muy dulcemente hasta que consiguió que se la regalase, eso sí, le hizo prometer que solo la usaría cuando él no la pudiera ver, cosa a la que accedió con una sonrisa.

La chica depositó la bandeja en el escritorio de Kaito, quien la seguía observando, pero con los ojos medio cerrados, sin abrirlos totalmente.

Aoko después de soltarla se acercó al todavía somnoliento joven y comenzó a acariciarle la mejilla dulcemente a suaves pasadas mientras se acercaba a los labios del chico, hasta que se unieron en lento pero apasionado baile que duró hasta que el oxígeno se les acabó.

Se separaron con algo de renuncia, pero Aoko ya había logrado completamente su propósito, puesto que Kaito ahora estaba totalmente despierto.

— Buenos días bello durmiente — saludó dulcemente la chica con algo de burla.

— Buenos días pequeñaja — dijo él revolviéndole el ya desordenado cabello de la joven con una sonrisa.

— Si sigues haciendo eso te quedarás sin chocolate — amenazó ella, surtiendo efecto, ya que nada más mencionar la palabra chocolate él apartó su mano — Buen chico — enunció ella mientras le daba la taza con el dulce.

Él se lo bebió rápidamente a pesar de que este quemaba un poco.

Al acabar tenía toda la boca manchada como si fuera un niño pequeño. Aoko rió por esto, realmente Kaito en el fondo seguía siendo un niño pequeño.

Kaito al ver como se reía de él sonrió maliciosamente, para agarrarla del brazo y besarla, llenándola a ella también de chocolate.

Aoko viendo lo que su querido novio había hecho se enfurruñó, y para vengarse de él fue a buscar su muy apreciada taza de peces, así la próxima vez seguro que se lo pensaba dos veces antes de gastarle una broma.