.

.

.

.

.

*holaminombreesdrama*

.

.

.

.

En la ciudad naciente sin nombre,

como las flores en primavera nacerá

el amor entre ellas, y los rollos

de las fotografías.

.

.

.

.

FLORES

.

.

.

0 - Prologo:

.

Recordaba un pueblo viejo de una forma diferente, tranquilo, casi silencioso, sin tanto aroma a caballo, sin tantas personas caminando por sus calles, sin aquellas tiendas, y esas construcciones monumentales que parecían alzarse por el cielo cubriendo las calles de sombras, los vistosos escaparates, como si por fin algo de esa revolución, y su lado bueno estuviera tocando y abrazando la nueva ciudad. Incluso aquel puente de madera ahora era una fortificación de piedras.

- Nunca había estado en un lugar así – murmuro su nueva amiga – es diferente de lo que contabas en el convento -.

- es diferente de cómo lo recordaba – dijo sonriendo – es emocionante lo que ha cambiado todo en tan solo dos años -.

Bra se acomodo en el asiento y acelero, su compañera se sobresalto y tuvo el ligero impulso tirarse fuera del vehículo. La peli azul solo rio.

- ¡Confía en mí!, practique mucho para conducirlo – su auto había sido la compensación que había estado esperando, o no, no esperaba el auto, pero si la esperanza de volver a casa otra vez, el auto, la carta de su abuelo, de su madre y la presencia de su tía ese mes antes se lo confirmo.

- C-con-confió en ti – La pequeña Pan era tímida, Bra se sentía como una hermana mayor con ella, la huérfana del convento se convirtió en esa hermanita que siempre anhelo. Guardaba cada uno de sus secretos, era absolutamente trasparente para ella, la cómplice perfecta, y Bra que brillaba por sus travesuras, la adoraba absolutamente.

- ¡Te encantara mi casa! – dijo emocionada. Lejos de tenerle lastima, de alguna forma la admiraba. Era mucho mas fuerte de lo que a primera vista parecía, y de no ser por lo asustada que estaba cada vez que el automóvil saltaba en el camino, reluciría como ella misma.

A veces se preguntaba si ese toque de locura que ella tenía era la marca de ella o bien el alma propia de Pan.

- Mi madre te amará -.

Pan se sonrojo, la había avergonzado, ella siempre había dicho sobre si misma que no tenia pelos en la lengua al momento de hablar, y a pesar de que su amistad era fuerte, Pan seguía sonrojándose por todo – Quiero agradarle – pero era honesta. Pan era como el diamante, transparente, fuerte y brillante.

- no te preocupes, ¡Nos divertiremos mucho! -.

.

.

.

"Eres mío" su recuerdo vivía como el sol en su piel, era cálido, hacia cosquillas, y si estabas con ella demasiado tiempo: dejaba sus marcas. Trunks tuvo el impulso de buscar la pipa en sus bolsillos, consumir aquellas especias de la India o las del Caribe para calmar su inquieta mente. Pero se mantuvo quieto, no se permitiría a si mismo tan si quiera ceder al más mínimo de sus impulsos, ninguno de ellos, incluso, de forma casi inconsciente, casi: se metió bajo la sombra.

Acallar su mente; pero lo único necesario para ello era la disciplina. Y él no había pasado cinco años de su vida en el ejercito para encontrarla, y aplacarla.

Pero él había sido un romántico impulsivo, un hombre que amaba lo bohemio, la noche, lo erótico, la pasión, el alcohol, la música, el arte y sobre todo a la mujer, y a la que había logrado enloquecerlo, a ella. Era simple, intentar no pensar en ella era una batalla perdida; tratar de controlarlo, solo una trágica derrota. Sin embargo, aquella voluntad de hierro que había forjado lo consolaba, ella era inalcanzable, siempre lo había sido.

Respiro profundamente, y abrió los ojos.

Miro a su madre, quien estaba alegremente pintando cerca y a el mismo.

- ¿Cuándo te moviste? – La señora Bilma, que era una mujer de una belleza casi inmortal le hablo alegremente a su hijo - ¡No puedes estar posando para mi retrato como si nada y luego moverte a otro sitio!, anda, vuelve bajo el sol -.

- muy bien, madre – el no discutiría con ella, deseaba hacerla feliz y de alguna forma compensar su soledad, esa que se veía en el fondo de sus ojos sonrientes.

- no se porque insistes en moverte, ¡Sabes lo importante que son la luz y la sombra! – de alguna forma se odiaba, se repetía siempre en su cabeza que había miles de cosas mas importantes que el recuerdo de ella. Y se sentía cansado de estar en ese ciclo – cada vez te pareces mas a tu padre -.

Trunks la escucho y se mantuvo en silencio, preguntándose se era aquello era un defecto o una virtud.

- siempre te has parecido a el – quizás solo hablaba de su rostro – pero ahora así tan serio, tan silencioso. ¡Como conseguirás esposa!, antes por lo menos pasabas todo el tiempo rodeado de jovencitas -.

- Espero a la indicada – dijo sin sentimiento o emoción alguna.

- Pues no la encontraras aquí, en este jardín – se burló, aun había algo de esa jovialidad embaucadora que recordaba de niño.

.

.

.

Pan estaba apoyada contra la puerta del auto, sus ojos miraban y se comían la ciudad, quería bajarse del auto y correr por todos sitios. Se sentía feliz como una niña.

- ¡Espérame en el auto! – era común en Bra hacer lo que quería, en eso Pan quería ser como ella, seguir cada uno de sus impulsos, y sentir esa libertad que ella transmitía. Pero ella tenia su vida planeada hace mucho, no habían muchas cosas que ella pudiera hacer más que en algún momento tomar los hábitos y ayudar a las personas que le habían dado todo.

Por eso ahora nada mas importaba que el presente, porque este viaje le parecía un regalo, porque solo siendo una pequeña niña había deseado alguna vez conocer a una princesa mágica, que la llevara a un mundo nuevo. Bra era como esa princesa.

Su vida en el convento siempre fue muy estricta, las travesuras que cometía en general eran robar alguno de los dulces de la despensa, ahora, desde que había conocido a Bra, había hecho cosas que se resignó a jamás hacer. Escaparse al lago por las noches era una, conocer una ciudad enorme como esta, otra.

Sonreía todo el día, sonreía desde el principio de ese viaje, aun si habían dormido algo incomodas en el auto una noche.

"Mi madre te amará" y sus pensamientos confusos, amontonados, la llevaron a sentir esa añoranza desde hace 12 años, antes de ser huérfana, queriendo recordar a su madre propia. Añoranza de un resultado nulo.

El olor a caballo del que tanto Bra se quejaba, la hacia sentir confortada, el único abrazo de alguien familiar a quien alguna vez había conocido olía como eso, no la persona, claro, no recordaba quien era el, su rostro, su nombre o su olor, pero el momento olía a los caballos, a tierra húmeda, y a lluvia; pero con el olor a los caballos le bastaba.

Abrió los ojos para mirar el cielo de primavera, y sonrió más. La vida podía ser tan dulce…

- ¡Quiero que pruebes esto! – Bra se sentó bruscamente en el asiento del piloto. Se quitaba los guantes y abría esa caja roja.

- ¿Chocolate? -.

- ¡Bombones! -.

- ¿Cuál es la diferencia? – le gustaba el chocolate, y era lo mas delicioso que alguna vez había probado. Bra se metió un bocado rápidamente a la boca, mordiéndolo, ella habló aun con sus dientes perfectos y manchados.

- esto – señalo al extenderle a ella el chocolate de centro rojo y chorreante. Luego le tendió la caja.

.

.

.

Trunks había terminado de acomodar la cámara por fin. Tomaba algo de tiempo en asegurarse de que el atril de la cámara estuviera perfecto y otro poco acomodar la cámara, no sabía que iba a fotografiar exactamente, pero él no quería gente posando, estaba seguro, quería la realidad, capturarla.

Escucho una risa entre los murmullos de las personas, diferente del de las chicas que estaban cerca de él. Tenia una linda voz, no era precisamente fina, tenía toques profundos, rápidamente acomodo su vista a la de la cámara, creyó verla, era una chica que estaba de espaldas a él, mirando el cielo o solo recostada en las puertas del automóvil, era joven y llevaba el cabello corto, un poco desarreglado y desacomodado de las trenzas en su cabeza.

El la fotografió de inmediato, antes de que se moviera.

- ¡Oh…! – susurraron las pequeñas damas a su alrededor, el les dio su atención. Era obvio que su madre deseaba un matrimonio para él, y ese matrimonio no llegaría sin una mujer. A pesar de el sentirse un viejo, estaba rodeado de mujeres todo el tiempo de todas formas.

En realidad, solo tenía 24 años.

Aun así se sentía un viejo.

- Señor Brief, ¿Me tomaría una foto? – Lucy Aeinsey era una pelirroja preciosa, su rostro con pecas y sus finos y delicados labios eran en verdad fotogénicos, pero el ya no tomaba fotos a una persona en especial, solo a los momentos.

- ¡A mí también! – y era lo mismo para su gemela, Loren.

- A mi también, por favor – sí tuviera que casarse con una de ellas, quizás seria con Francia Cornel, no la conocía mucho, eso lo hizo tomar esa decisión. O con la chica del auto, la que a todas luces no encajaba con el mismo auto, o con el mismo, parecía bonita, pero en sociedad, una chica como ella era obviamente una chica pobre. No es que el la juzgara por serlo, pero si apenas conocía a Loren a pesar de estar teóricamente en el mismo nivel, no podría nunca conocerla a ella.

La busco otra vez, y en su mente la llamo la muchacha feliz; la joven en sí parecía estarlo, pero ya no estaba ni ella, ni el auto. No pensó demasiado en ello.

- Esta bien – cedió a ellas, les daría la foto en cuanto la revelara, no tenia nada de malo una foto de tres mujeres sonriéndole.

Pensó ahora, el lo agradable que era estar con ellas, con las personas en general, lo común, tres chicas sonriendo y la foto.

La pequeña ciudad era un pasatiempo perfecto.

Volvió una hora mas tarde a casa. No vio a nadie, asumió que su madre debería estar con el cuadro, en el jardín, y que la cena se serviría pronto.

Guardo sus cosas y salió, esperaba de alguna forma que apareciera su madre y se preocupara de su ropa cubierta de tierra y polvo, comenzó a caminar mientras los aspersores se encendían para nutrir los arbustos y las flores. Quizás ella no estuviera ahí, su cuadro terminaría arruinándose con toda esa agua.

Pero le pareció ver a alguien entre los rosales, fue inmediatamente ahí.

Camino mas deprisa, esperando ser tocado por el agua esa cálida tarde, salió del camino de piedras, esa no era su madre. Había una extraña en su casa, pero no olvido los modales.

- Buenas tardes – dijo fuerte y claro, la chica que estaba cortando rosas y se había mojado, se puso de pie, poniendo especial cuidado en no lastimar las flores, cubriéndose con ellas a la vez.

- Buenas tardes – respondió con rapidez, seguramente sintiéndose nerviosa, el pelo corto intentaba pegarse en su rostro.

La muchacha feliz.

Pensó, porque podría ser ella, la chica de su foto. En efecto era bonita, y quizás bastante mas joven de lo que había pensado. El agua le había puesto la piel del rostro especialmente pálida, como por acto de reflejo miro su boca, una vieja costumbre que se negaba dejarlo.

- Yo… - Si, su voz era realmente bonita.

.

.

.

.

¡Hola!, yo… bueno, esta idea no es algo realmente planeado, vino a mi en un sueño… (y se fue en otro sueño, nah, es mentira), vino a mi y ya, para quienes esperen mis otras historias (si es que las leen xD o no sé), como siempre y descaradamente pido paciencia, porque bueno, este fue solo un impulso, y de alguna manera la iré creando sobre la marcha, puede que no sea tan exacta (algo así del 1860 o por ahí) , intente darle un toque de historia, pero dudo que pueda hacer algo muy perfecto.

Cabe decir que este es un Universo Alternativo (AU).

Es una historia ligeramente simple, nada tan complicado o especial, pero tampoco quiero que sea demasiado cliché, en fin, le he puesto mi cariño y la comparto con ustedes, no prometo actualizaciones prontas o no sé, no quiero empeorar mi reputación de escritora media muerta (es uno de mis chistes malos).

Aparte de esta historia y refiriéndome únicamente a Cobardía, en verdad agradezco las criticas en donde me dicen que no se entiende muy bien, ¡es mi culpa después de todo!, y más lo haría si me dice que hay partes aquí que no se entienden, porque a veces me gustaría explicar todo el rollo que llevo en mi mente, pero me veo un poquito imposibilitada, y espero no me pase lo mismo aquí como con ella, que ahora no estoy muy segura de como debo explicarme o de que partes o etc.

Para empezar… se llama Flores, una porque me inspire viendo mi plantita (y una novela histórica), además de ello, porque resumiendo esto un poco en mi mente y viéndolo como una película, hay flores en cada sitio, y porque es una palabra bonita, y… supongo que se entiende.

Esta historia espero no hacerla exclusivamente de Trunks y Pan, quiero explayarme mas parejas, haber si puedo hacerlo bien, y ojalá sin meter demasiados tríos amorosos, es difícil no encariñarse de alguien cuando escribes sobre ella, y tampoco me gustaría poner una enemiga o enemigo como tal y sin razones. Una cosa que no es segura es de si había guerras cercanas a mi ciudad ficticia, porque de haberlas habían (para la época me refiero), pero esta ciudad no tendrá realmente un sitio en un mundo especifico, ¡Es el problema de crear cosas en la marcha!

En fin, un saludo a todo el que pasara por mi pequeña historia (porque no creo que sea demasiado extensa). Espero la disfrutaran.

.

.

.

.

.

*Holaminombreesdrama*

.

.

.