Disclaimer: Ni Inuyasha ni ninguno de sus personajes son de mi propiedad. Todo pertenece a Takahashi Rumiko y a Shonen Jump.
¿DO YOU LOVE ME?
Por Istharneko
Introducción
¿No estáis hartos ya de que Kagome llore por lo concerniente a Inuyasha? Creo que a ese chico deberíamos darle una lección. Se han preguntado alguna vez, ¿qué pasaría si ese monje tan pervertido llamado Miroku, no fuese con la mano tan suelta por la vida o, si Sango fuese un poco más inocente?¿Y si kagome se dejase llevar por la situación, aprovechándose de estar en otra época? o, que Inuyasha se aprovechase de las muchachas tal como hace Miroku. ¿Qué tal Sesshomaru un poco más sensible, o un Naraku aprovechando sus tardes libres de domingo, en invitar a sus "amigos" a charlar y a tomar té con pastitas, mientras juegan unas partidas de Go. ¿Qué pasaría si todos cambiasen sus cuerpos, sus personalidades!? Sería escalofriante a la vez que divertido y sádico. Pues no se lo pregunten más, pues servidora os lo va a contar, aunque la palme en el intentó.
1
Algo increíble, una carta de amor de Naraku.
(Atención: Tanto fusionarse con demonios y más demonios, ¿le ha afectado el cerebro?)
Semanas más tarde, de que Kagome presentara las horribles notas de los exámenes de acceso al bachillerato a su familia, y de que Inuyasha se indigestara de comer tanto Ramen instantáneo, ocurrió una cosa increíble a la vez que espectacular. Naraku, el malo maloso de la historia, había invitado al grupo a charlar sobre la esfera de los cuatro espíritus, mientras tomaban un té acompañado de pastitas. Un día normal, bajo el árbol en el que todos se reunían para comer, se les quedó la saliva a medio paso de la garganta y cayeron al suelo, indigestados por aquel sinsabor, al recibir la carta.
-Ugh, creo que me he mareado... - Se quejó Kagome al acabar de leer la carta.- Necesito algo para el dolor de estómago.
-¿Pero qué diablos le ha dado a este asqueroso semidemonio? – Preguntó a los demás Inuyasha.- ¿¡Un día nos ataca con esos asquerosos tentáculos de pulpo llenos de baba y, hoy nos invita a hablar sobre la esfera mientras tomamos un té?
-Si, esto es tan extraño cómo que Inuyasha se deje ayudar alguna vez.- Habló Kagome, recibiendo una mirada de soslayo de cierto semidemonio.
-Opino que deberíamos ir a ver lo que en realidad quiere, y hacerle frente.- Opino Sango, decididamente.
-Si, - Dijo Miroku, el monje pervertido, sonriendo y acariciando el trasero de Sango.- Esta chica tan mona tiene razón.
-Excelencia, creo que se está pasando.- Le dijo Shippou inocentemente.- La cara de Sango lo delata.
Lo cierto es que la cara de Sango lo decía todo con una simple mirada: La chica estaba como un volcán en plena erupción, encima de roja cómo un tomate. A la milésima de segundo un puño surcó el aire, y Miroku volaba por el cielo como si de un ave se tratase.
-Este hombre cada vez se pasa más.- Dijo Inuyasha, con su típica cara de mal humor.-Bien chicos, ¿estáis de acuerdo en ir a ver lo que quiere esta vez el maldito de Naraku?
-¡Sí!- Exclamaron todos a la vez.
-Por cierto, ¿qué ponía esa carta?- preguntó Shippou de nuevo, curioso. Todos pusieron unas caras de horror inmensas al escuchar la pregunta del niño.
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Mientras, en la otra punta de Japón, Sesshomaru había recibido una carta semejante, que invitaba a él y a sus dos acompañantes, a realizar una visita al queridísimo por todos( nótese la ironía), Naraku. Para horror de Sesshoumaru, quién se sonrojo, había un corazoncito pegado en el sobre, como si de una carta de amor se tratase. La abrió y leyó algo que lo dejó traumatizado por el resto de sus días:
Querido Sesshoumaru,
Te mando esta carta, porqué sé que eres un chico malo y la romperás en cuanto acabes de leerla. Te quisiera enviar, gran aman... (tachón), enemigo mío, que vinieras a mi casa de campo a tomar té con pastitas y a pasar una linda tarde de amigos en mi cam... (Tachón) Casa, para solucionar así nuestras diferencias y resquemores varios. Sé que no comenzamos bien, querido, pero ahora tenemos la oportunidad de folla... (Tachón) formar una bonita amistad. Enteramente tuyo, Naraku. (Para ti, Naraku-chan o Narakusín.)
-Esto es terrible, se ha puesto demasiado cariñoso.- Habló para sí mismo el gran Taiyoukai de las tierras del Oeste.- No me huele bien, pero iremos.
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Kikyou paseaba por los bosques junto a sus espíritus devora-almas, cuándo una carta le llegó por el aire, desde una paloma. Leyó, un poco desinteresada, de lo que se trataba:
Amiga Kikyou,
Sé que no comenzamos bien en un principio, pero espero que vengas este fin de semana a mi casita de campo, que os invitó a ti y a los demás a tomar un té con pastitas caseras. Ojalá puedas perdonarme, ya verás que solucionamos nuestras diferencias en un santiamén. Siempre tuyo, Naraku.
-¿Qué se propone este desgraciado?- Se preguntó Kikyou, con malicia.- ¿Acaso quiere disculparse?
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En otras partes de Japón, muchas personas recibieron estas cartas (¿de amor?), en sus manos, pero no fueron. (la mayoría de estas, no fueron alegando sufrir una enfermedad letal, mortal u/o leve, una caída, un atropello o estar en peligro de muerte y/o amenazados. Estas fueron las más comunes, hubo otras peores. Los demás fueron simplemente por cumplir. Al cabo de un día todos estaban en la preciosa casa de campo de Naraku, que consistía en un viejo castillo japonés, roto, lúgubre y viejo.
No esperaban lo que se avecinaba en sus vidas a partir de aquel mismo momento.
To be continued...
Nota de la Autora: Jaja, esté es el primer capítulo de un fic que tenía perdido desde hace un tiempo. La historia consta de unos cinco capítulos, así que iré actualizando de a poco. Espero que os guste. Tomatazos, flames (Estos serán respondidos muy debidamente), comentarios, opiniones, serán gratamente recibidos! Mis agradecimientos Saludos y besos!