Naruto no me pertenece. —
Mundo alterno (actual)
Este fic participa en la dinámica del foro: El NejiTenten no ha de morir.
Por el mes NejiTen.
Tema: Debilidad.
La chica que conocí en el bar
Ese día cumplía dos meses en su trabajo, no era un gran empleo pero por lo menos le ayudaba a mantenerse a ella, a su departamento con luz, agua y teléfono, además del alimento y guardar muy poco de ahorro. Ser secretaria era un asunto muy cansado, ir de arriba abajo, contestar el teléfono, soportar la cara amargada de su jefe y la poca apatía de sus compañeros, por eso, su sueldo también le cubría una bebida a un bar cerca de la torre en la que trabajaba. Salir de la oficina y cruzar la avenida para entrar a un bar y pedir un vodka de sabor dulce. Algo que le hacía olvidar todo su ajetreo en el trabajo.
Y como era de esperar, aquel viernes entró como siempre por la puerta, caminando hasta la barra para tomar asiento al final, no sin antes detenerse unos segundos frente al barman para dirigirle unas pocas palabras:
—Buenas noches, lo de siempre—y tras una sonrisa ladina, caminó a sentarse.
Aquel bar no era de lujo, tampoco era un bar de mala muerte, era un lugar cómodo y atractivo, con poca gente que abochornaba el lugar, sin mucho ruido, con un fondo de jazz y un leve aroma a cigarrillo. Cuando la mujer volvió sus ojos a la barra se encontró con su orden y una sonrisa del barman que regresaba a su lugar.
Soltó un suspiro largo y envolvió el vaso helado con su mano, tratando de que sus manos se reconfortaran con la temperatura del vaso, pasó un trago del líquido por su garganta hasta que el sabor a alcohol le invadió la boca, volvió a dejar el vaso frente a ella y se sorprendió al verlo vacio. Comenzó a reír sola por la debilidad que empezaba tener ante el alcohol, pero era hora de volver a casa, si pedía una copa más estaba segura que no tendría fin y adiós al pago de la luz por ese mes. De su cartera comenzó a buscar el dinero exacto para pagar su trago, pero una presencia frente a ella le hizo interrumpir su acción y dirigir sus ojos al barman que le extendía otro vaso de vodka.
—Yo no...
—Se lo manda el joven del fondo—la interrumpió y se alejó.
La chica soltó un bufido, justamente había tratado de evitar algún contacto o pensamiento con aquella persona, y ahora el muy descarado le invitada un trago. Levantó sus ojos castaños y se encontró con el mismo hombre que había llamado su atención desde el primer día que pisó aquel bar, desde hace dos meses miraba al hombre que tomaba asiento en la segunda mesa del rincón, siempre solo, incluso ahora, desde que lo miró por primera vez había llamado su atención, ¿Y cómo no hacerlo? Tenía un perfil perfecto, aunque se encontraba sentado podría jurar que era alto, su cabello era largo y castaño, pero nunca pudo definir el color de sus ojos por la lejanía. Nunca habían hablado, nunca habían interactuado, ni una mirada, de hecho ella tenía la idea de que nunca la había notado, porque hasta ahora, ese trago era lo único que habían compartido, aparte de su afición de asistir diario a un bar a las siete de la noche.
Pasó un trago de saliva y sintió el sabor a alcohol restante, comenzó a salivar a recordar que frente a ella había un vaso con la misma sustancia, temerosa lo tomó de nuevo en su mano y tranquila llevó sus ojos al hombre misterioso del fondo, que ahora la miraba directo, de pie. La mujer asintió despacio levantando el vaso y desvió su mirada, porque comenzó a sentir un recorrer en todo su ser, se pasó de nuevo el líquido rápidamente y posó su mirada al frente, había muchas botellas que reflejaban su ser y sin esperar demasiado tiempo, llevó su mano derecha a su cabello para tratar de peinarlo, de acomodar sus aretes y su collar, hasta que en el espejo también se reflejaba otra figura ajena a ella, haciéndola respingar y girar de inmediato.
Y sí, era muy alto.
—Buenas noches— aquel hombre del fondo le hablaba, mientras le extendía su mano.
Sintió sus mejillas arder, no estaba muy segura si era por el alcohol o por lo nerviosa que se encontraba, pero trató de disimularlo atrapando la mano de él con la suya.
Hasta esa noche había creído que la única debilidad que tenía era el dulce alcohol, pero estaba muy equivocada, pues en cinco segundos se dio cuenta que tenía debilidades mucho mayor que una simple bebida. La voz profunda del hombre, era la primera, el contacto con la piel del mismo, la segunda, esos hermosos ojos grises, la tercera.
—Mi nombre es Neji Hyuga.
Neji Hyuga, su cuarta debilidad de la noche y posiblemente la más importante y fuerte a su persona.
—Tenten Amma—Trató de sonreír pero se dio cuenta que ya tenía la sonrisa en la cara.
— ¿Puedo? —Preguntó el hombre mirando una silla junto a la mujer.
—Por favor.
Se sentó tranquilo junto a ella, como si no fuera la primera vez que pasara, como si ya tuviera una experiencia en hacer eso, como si estuviera esperando el momento. Le hizo una seña al mesero para que trajera más alcohol, algo que emocionó a Tenten pues sonrió débilmente al escuchar la orden del Hyuga.
Había pasado dos meses fantaseando con el hombre que siempre se sentaba al fondo del bar, que ahora le parecía imposible imaginarse a ella sentada, compartiendo un trago con aquel apuesto hombre. De verdad que estaba de suerte, que de algo sirviera los regaños que recibió aquella mañana por parte de su jefe, ahora se estaba relajando de la mejor manera posible.
Estaba emocionada, ¿Cómo no hacerlo?, aquella persona se miraba de clase, le emocionaba la idea de platicar con alguien culto, con alguien que supiera valorar una buena plática acompañado de un buen trago y una suave música. Le agradaba la compañía de Neji, y eso que tenía menos de veinte minutos que se había acercado a ella, y en esos minutos sólo se presento y… no dejaba de beber. La chica miró la barra, frente a ellos había siete vasos vacios, dos de ella y cinco de ¿él?, ¿En qué momento Neji comenzó a beber como loco?, ¿Y qué diablos estaba haciendo ella que no se había dado cuenta?, Oh claro, lo estaba admirando.
Soltó un bufido decepcionada por el "hombre de clase" lo mejor sería retirarse.
—Fue un gusto, Neji—Murmuró la chica, mientras colocaba dinero suficiente para pagar su primer trago.
—Tenemos que terminarnos la botella—Sentenció el Hyuga.
Tenten llevó sus ojos hasta la dirección que apuntaban los grises, donde había un botella a medio llenar de vodka.
— ¿En qué momento la pediste? —Preguntó, volviendo a tomar asiento.
—En el momento en que te perdiste observándome.
La castaña se sonrojó de inmediato, sentía sus orejas arder. ¿Tan obvia había sido?
Tomó asiento de nuevo de donde se había levantado y comenzó a murmurar palabras sin sentido en lo que su mano viajaba hasta la botella y se servía en su vaso hasta llenarlo.
Neji observó con cuidado cada rasgo femenino, su piel dorada y morena, el cabello castaño y rizado, sus curvas y su belleza. De verdad, Tenten era una mujer demasiado agraciada para ojos pacientes y aventureros, sedientos de saber más. Sintió un temblar exquisito cuando observó los labios rojos de la chica contra el vaso, como pasaba el alcohol y alejaba el vaso para pasar su lengua por sus labios, aquello era una debilidad impresionante. Tenten era una debilidad extraordinaria.
— ¿Trabajas? —Preguntó el hombre, acercándose más a ella.
—Soy secretaria—torció la boca sin alejarse de él—, es un buen empleo con buena paga—Levantó sus ojos castaños ha Neji y enseguida las cejas, preguntando lo mismo sin hablar.
—Soy abogado.
A la mujer no le sorprendió, Neji se miraba de esa talla, así que optó por empezar a buscar otra pregunta, pero sigilosamente se acercó al hombre, si él lo había hecho ¿Por qué ella no?
— ¿Cuántos tienes?, te calculo unos veinticinco—lo miró retadora, directo a los ojos.
—Veintiséis—aseguró el Hyuga, sintiendo un recorrer en todo su cuerpo por la cercanía—. Tú has de tener veinte, quizá.
—Veintiséis—sonrió sin compasión la chica, colocando una mano en el vaso para terminar de empinárselo y otra mano en el hombro del Hyuga—, traga años me dicen—soltó una risa.
Neji sentía todo su cuerpo temblar, aquella mujer lo estaba seduciendo de una manera tremenda y no podía hacer mucha cosa, lo único que atino hacer fue tomar la espalda de Tenten para tenerla más cerca de él. La mujer sonrió inocente y observó la botella.
—Se ha terminado—Le susurró a su acompañante al oído, en seguida depositó un beso en la mandíbula masculina—. Debería pedir otra o irme a casa.
El Hyuga ya no aguantaba, todo el control que puede tener una persona estaba hasta el piso. Sacó de su cartera suficiente dinero para pagar y miró desafiante a la chica que era la causante de todo, la tomó de la mano y salieron de inmediato. Tenten no se sorprendió, quizá si estuviera en sus cinco sentidos aquello le hubiera parecido en extremo peligroso, pero bajo los efectos del alcohol le parecía atractiva la oferta en indirecta que él le estaba haciendo.
Sólo cruzaron la avenida y caminaron dos cuadras, cuando antes de doblar la esquina el Hyuga se detuvo y acorraló a la mujer contra la pared, bajó lento y se estampó contra sus labios, fue un momento muy corto, sólo quería probarlos, sólo quería sentir que todo aquello no era una broma, quería sentir una debilidad mayor que antes.
Cuando se separaron, Tenten comenzó a reír torpemente para volver a tomar la mano de Neji y caminar hasta un edificio en el que entraron de inmediato por orden de él. Caminaron un pasillo y subieron al elevador, Neji oprimió un botón de la segunda fila y sintieron como el apartado comenzaba a subir. Ambos sacaron un suspiro, no sabían si era de los nervios o por la botella de alcohol que habían tomado, pero Tenten estaba casi segura que se trataba por el alcohol, ella no podía estar nerviosa, no ahora, no con su debilidad.
La mujer desvió un poco sus ojos castaños hasta su compañero, que miraba fijamente los botones del elevador.
— ¿Por qué tienes que ser jodidamente perfecto?— preguntó la castaña, para que una risa saliera de sus labios—. Por Dios, de seguro te tiras a cada chica que quieras con tronarle los dedos o algo parecido.
— ¿Cómo invitarle un trago?
Tenten se quedó en silencio, iba a contestar, pero no tenía ni una idea de que decir, el Hyuga la había silenciado con aquel diálogo, porque él le había invitado un trago y juraba que estaban a punto de tener sexo en su casa.
—Bien, Tenten, te has difamado tú sola—murmuró la castaña cruzando sus brazos.
—Ahora que lo has asimilado—habló el hombre al mismo tiempo que el elevador se detenía y abría sus puertas para mostrar la entrada de su departamento—, ¿Te agrada la idea?
—Me encanta la idea— susurró la chica al salir del elevador, dedicándole una mirada coqueta a su acompañante.
Neji se mordió su labio inferior con ganas, aquella mujer sí que lo sacaba de sus casillas, sí que lo ponía loco, aceptaba que desde hace dos meses, Tenten se había convertido en su debilidad, la forma en la que caminaba, su mirada castaña, sus ojos sinceros y atractivos, su sonrisa radiante y alegre. De verdad, Tenten le gustaba, mucho, todo lo anterior era su debilidad desde hace dos meses y ahora, que se encontraba frente a la puerta de su apartamento, mucho más. Sacó sus llaves y abrió la puerta, mostrándole a la chica su hogar.
La mujer pasó y recorrió el lugar con sus ojos, no era un lugar para nada desordenado, ya lo veía venir, Hyuga se miraba ordenado y claro que lo reflejaba en su hogar, los colores dominantes eran el negro y el blanco, no tenía muchos muebles y no observó ninguna fotografía. Le restó importancia, sólo giró en sus talones para encontrar al hombre, mirándola de una manera desafiante y cautelosa, sacándole una carcajada a la mujer, que no pensó mucho en arrojarse a los brazos de Neji, para empezar a devorarse los labios.
.
.
.
.
A la mañana siguiente
Sintió un aroma a licor muy potente, abrió sus ojos cansados en busca del olor, se encontró con una botella de vino junto a ella medio vacía.
Tenten comenzó a incorporarse en la cama, su cabeza empezaba a doler y un mareo le vino, como odiaba la resaca.
Respingó de inmediato, y comenzó a ubicarse en qué lugar se encontraba, pero obtuvo respuesta de inmediato cuando encontró a Neji durmiendo junto a ella, a Neji desnudo junto a ella desnuda. Pasó un trago largo de saliva, ¿En qué se había metido?
Y todo lo serio se fue cuando recordó lo bien que la pasó, lo bien que le había hecho conocer a Neji. Sonrió y volvió a recostarse junto al hombre que dormía.
—Todo parece indicar que me estoy enamorando de ti—susurró la castaña al hombre, mientras acariciaba su cabello.
Le volvió a sonreír, aun sabiendo que él no la miraba, pero no le importó mucho. Antes que ponerse de pie, besó con suavidad los labios del hombre, buscó su ropa interior, pero no encontró absolutamente nada, sólo la camisa de Neji, le pareció gracioso usarla, así que lo hizo. Iría a preparar algo de desayunar para despertar a su nuevo amorío. Aunque internamente rezaba para que el Hyuga hubiera sentido algo por ella, aunque sea un gusto.
Salió de la habitación y encontró parte de su ropa regada por la sala, otra carcajada salió de sus labios al recordar cuantas veces lo hicieron en el sillón, en el suelo, en el baño, terminando en la cama. Caminó hasta la barra de la cocina, donde estaban sus pantaletas; cuando se las estaba poniendo la puerta comenzó a hacer sonidos extraños, Tenten respingó y se apuró a colocarse su ropa interior para tratar de esconderse, pero ya era muy tarde.
Por aquella puerta entró una chica alta, de curvas pronunciadas, piel blanca y cabello negro y largo. Una mujer que parecía de porcelana, una mujer realmente linda, guapa, hermosa. Que se sonrojó al ver a Tenten semidesnuda en ese lado.
— ¿Quién eres tú? —Susurró la recién llegada.
Tenten entreabrió sus labios, ¿Por qué una mujer llegaba con llaves al apartamento de un hombre?
Bravo, Tenten… Neji era casado.
—Maldición—Murmuró la castaña, sintiendo una opresión en su pecho—. Lo siento, no sabía nada, yo no…—Se detuvo, el nudo en su garganta no le dejó continuar. Sólo tomó su falda que estaba tirada en la entrada y salió de inmediato.
.
.
.
.
.
.
X:X:X:X:X:X:X
¡Hola!
Cómo dije arriba, este fic es por el mes "NejiTenten" Pero claro que tendrá continuación, si es lo que desean :v
Es una idea que ya tenía desde hace mucho, pero por faltad e tiempo no había subido, pero ahora que ya tengo tiempo me aplicare, será una historia muy divertida, de veras xD
Bueno, ¿Qué les pareció?
¿Les gustaría que la continúe?
¡GRACIAS POR LEER!
Nos vemos c:
